lunes, 27 de marzo de 2017

Novedades comiqueras: Civil War II

























Sé lo que estáis pensando. Bueno, quizá no sea así al cien por cien, pero estoy seguro de que si seguís la actualidad comiquera de nuestro país, es posible, o al menos bastante probable, que estéis pensando que a qué viene considerar como novedad comiquera uno de los últimos eventos de Marvel que acaba de finalizar en España, hasta el punto de que no sólo se encuentra ya anunciado el siguiente, sino que está a puntito de iniciarse. No, esta vez no ha sido por problemas técnicos o por retrasos, sino porque en este blog hemos querido dar una especie de valoración global (que no reseña, esa tardará un poco más) de lo que ha sido la secuela de una de las más populares, reconocidas y mejores historias de la Marvel moderna, según muchos, de la Casa de las Ideas en general. Hemos tenido la paciencia suficiente para esperar unos ocho largos meses para hablaros de "Civil War II", cuyo último número ya podéis comprar en vuestras tiendas de cómics y librerías especializadas, una saga-evento que se ha publicado exactamente diez años después de la primera parte, cuyos sucesos incluso tuvieron su lugar en periódicos y telediarios. No es casualidad la fecha de publicación de "Civil War II", y no lo digo sólo por esa década que ha pasado entre una Guerra Civil Superheroica y otra, sino porque en Estados Unidos la historia apareció casi, casi al mismo tiempo que la película "Capitán América: Civil War". Reconozcamos que el departamento de marketing de Marvel no es tonto, no.

Como os decía, en este caso, hemos decidido esperar para ofreceros una opinión completa, pero no extensa, de la saga. No extensa porque para eso estará la reseña que publicaremos próximamente, mientras que este tipo de entradas están más indicadas para recomendar ciertos títulos y recomendaros que os hagáis con ellos a la mayor brevedad posible, de ahí que las actualizaciones inmediatas sean tan importantes... salvo en algunos casos como el que nos ocupa. No os preocupéis, porque dar con todos los números de "Civil War II" no es complicado, y menos si hablamos de las ediciones con las portadas alternativas que explican bastante, al menos entre líneas, el punto fuerte de la historia, que es a la vez su punto más débil. Se hace evidente que si estoy hablando de "Civil War II" después de leerla al completo es porque os la voy a recomendar, y sí, tenemos entre manos un evento Marvel bastante entretenido, con un par de momentos muy conseguidos y que abre interesantes puertas que, estoy seguro, se aprovecharán en el futuro, como lleva haciendo la editorial desde la ya clásica "Secret War", y me refiero a a la aventura de espías de Nick Furia, no a las "Secret Wars" clásicas, aunque también. Al fin y al cabo, de éstas sacamos a Hulka en los Cuatro Fantásticos y el traje negro de Spiderman que luego se transformaría en Veneno, así que imaginaos todo el tiempo que lleva Marvel sacandole partido a estas historias tan espectaculares como ambiciosas. Quizás a veces la editorial vuelve a lo que falló en los 90, es decir, a extender el evento por todas las colecciones hasta el punto de que no se entiende sin los decenas de cómics donde nos lo explican todo al dedillo, pero son pequeños vicios poco comparables a cuando la Casa de las Ideas vivió una de sus peores época, la peor para muchos directivos, autores y fans. Precisamente, al salir de aquella fue cuando se instauró el reinado de los eventos concentrados, que ha caído en un nuevo error, en el de salir de uno y entrar en otro sin darnos tiempo a respirar y disfrutar de las consecuencias del anterior. 

Hay que admitir que "Civil War II" resulta mucho más contenida que "Civil War". Son menos las series relacionadas, sobre todo de forma importante y esencial, y apenas tenemos dos series anexas donde se explican hechos que no caben en la miniserie troncal. También es cierto que, al final, "Civil War II" es mucho más simplona que "Civil War", hasta el punto de que todo se reduce a un enfrentamiento entre Iron Man y la Capitana Marvel por la aparición de un nuevo inhumano cuyos poderes los ponen en desacuerdo, o mejor dicho, el uso o no uso de esas increíbles habilidades. Cuando uno acaba la lectura de los ocho capítulos que forman "Civil War II", tiene la impresión de que esta vez Marvel se ha quedado corta, que le ha faltado ambición o valor para dar el do de pecho como lo hizo con la primera Guerra Civil Superheroica, y que se ha quedado sólo en lo superficial, en lo meramente anécdotico a la hora de mostrarnos un nuevo enfrentamiento entre héroes que, al final, insisto, sólo es otro enfrentamiento más entre Tony Stark y otro personaje de la editorial, en este caso pasamos del Capitán América a la Capitana Marvel, la cual lleva años adquiriendo más y más importancia en el universo Marvel, y la muestra de ello es que tendrá su propia película entre 2018 y 2019, si todo sale según los planes de Marvel Studios. Sí, esta vez el motivo de la disputa es que los poderes de Ulysses, el nuevo inhumano, desvelan el futuro, lo que consigue que los héroes (vengadores, hombres-x y demás equipos) se adelanten a ciertas amenazas, sobre todo a las que son capaces de destruir la Tierra en un parpadeo. Sin embargo, ¿el futuro que ve Ulysses es el que va a ocurrir o uno de los probables? Recordemos que nos movemos en universos y mundos donde las realidades alternativas y/o paralelas están a la orden del día, así que las dudas comienzan a surgir en la mente de muchos héroes, principalmente en Iron Man. ¿Ve Ulysses de verdad el futuro, o lo interpreta? Porque de ser así, más que contemplar lo que viene, lo que hace es manejarlo, provocando alguna especie de discriminación (concepto esencial en la historia) al respecto, alrededor de actos y personajes protagonistas de sus visiones.

Pero vayamos por partes, porque me he adelantado un poco al comentaros algunos detalles de "Civil War II", ¿Qué tal si hacemos un poco de memoria para saber cómo hemos llegado hasta aquí? Poniendo el foco de atención en "Civil War" y lo que provocó para autores y lectores. Hablemos, pues, de los 90, una década que casi mata a Marvel por diversos motivos, entre ellos, la nefasta dirección que tomó su principal división de cómics, lo cual empezó a arreglarse a comienzos del presente siglo, cuando una nueva hornada de autores se hizo cargo de la editorial, unos primeros pasos que se tradujeron, por ejemplo, en mezclar las esencias clásicas con ideas modernas, crear la exitosa línea Ultimate (que fue todo un bombazo en su momento), lanzar la línea Marvel Knights que después daría paso a la línea MAX (la Vértigo de Marvel), devolver series como la de los Vengadores a la primera línea de éxitos y llenar la editorial de autores hasta ese momento independientes, además de unirlos a otros reconocidos en otros medios, como Brian Michael Bendis (Daredevil, Spiderwoman) y Mark Millar (Kick-Ass, Némesis). Precisamente, estos dos fueron los principales responsables de la primera "Civil War", cuando ambos contaban ya con la confianza suficiente en la Casa de las Ideas para ocuparse de un proyecto de tamaña envergadura. Lo de Millar fue cosa de una etapa, es cierto, pero Bendis ha estado ahí desde los primeros pasos de la nueva Marvel, la Marvel del siglo XXI, ya fuera con su gloriosa etapa en "Daredevil" como en la creación de Jessica Jones en "Alias" como en esa obra maestra de los superhéroes que es "Ultimate Spiderman". Si "Ultimate Fantastic Four" fue una especie de unión entre Bendis y Millar, "Civil War" fue la explosión creativa que necesitaban ambos, surgiendo la historia de una idea del primero y guionizandola el segundo. Teniendo en cuenta lo querido que era ya entonces Millar por su espectacular "The Ultimates", y los buenos resultados que había dado Bendis con eventos como "Secret War" y "Dinastía de M", el éxito estaba prácticamente asegurado, sobre todo si tenemos en cuenta que no se nos contaría el enésimo enfrentamiento de los héroes contra el supervillano o los supervillanos de turno, sino uno muy diferente, donde los buenos lucharían contra los buenos, rompiéndose por el camino relaciones de amistad e incluso familiares, provocando fisuras que todavía hoy siguen abiertas, y más con la aparición de "Civil War II", que sólo ha servido para recordar a algunos personajes lo que ocurrió hace tantos años, al menos en tiempo "normal", porque en tiempo Marvel todo es más reciente.

Lo que se inició como una trama para la serie "Los Nuevos Vengadores", que por aquel entonces llevaba Bendis con gran éxito de crítica y público, se transformó en "Civil War" una vez entraron en juego el mencionado Mark Millar y el incombustible Jeph Loeb (Batman: Silencio, Hulk), quienes se mostraron encantados más con la idea de un héroes contra héroes que con la original, un héroes contra SHIELD. Además, "Civil War" entraba por completo en la nueva idea de los eventos ordenados y condensados en una sola miniserie, un concepto que en realidad no era nada nuevo en Marvel, pues ya se había dado en historias tan espectaculares como la original "Secret Wars". Sin embargo, era el momento de ponerlas "de moda" una vez más, y a partir del inicio del presente siglo se llevó a cabo. Si "Secret War" y "Dinastía de M" se podían entender perfectamente sin comprar otros cómics (vale, hay algo de trampa; la segunda poseía un argumento directamente sacado de "Los Vengadores" de Bendis, con esa destrucción del grupo tal y como lo conocíamos a causa de la locura de la Bruja Escarlata), los siguientes eventos debían llevar la misma tónica. Las miniseries principales necesitaban poder entenderse sin nada más, siendo los cómics anexos ampliaciones de lo que ya sabíamos, dedicadas en especial a aquellos lectores que deseaban sumergirse más en las tramas secundarias de la historia. Por ejemplo, en "Dinastía de M" tuvimos especiales dedicados a Iron Man y Spiderman, cómics que se extendían en las historias de estos personajes en la realidad alternativa donde los mutantes eran los amos del mundo. Otras características que comparten estos eventos de la Marvel "moderna" (las comillas son con toda la intención, ya que hablamos de una Marvel que lleva así diecisiete años... como poco) son que deben tener consecuencias reales después de finalizar. Por ejemplo, tras "Invasión Secreta", se inició el "Reinado Oscuro" de Norman Osborn, y "Asedio" llevó a la nueva edad heroica, así que "Civil War II" nos debe dejar un escenario distinto al que conocemos ahora mismo, un escenario donde se anuncia un gran enfrentamiento entre los inhumanos y los mutantes. ¿Similar al que tuvo lugar entre mutantes y vengadores cuando luchaban Hope? Es posible, es posible, aunque en aquel entonces, los héroes combatían por el posible futuro de la humanidad, por la extinción de los mutantes también, y no por el Acta de Registro de Sobrehumano, unos documentos que tampoco se hallan en la trama de "Civil War II". Pero, para ir terminando con las formas más evidentes de reconocer este tipo de eventos, también encontramos que después de los mismos se suelen abrir series nuevas y reestructar otras, y un último detalle es que tienen que provenir de otros eventos previos. Por ejemplo, "Asedio" nos llegó a partir de "Invasión Secreta", y "Secret Wars", las nuevas Guerras Secretas de las que ya hablamos en este blog en su momento, dio lugar a "El viejo Logan", una de las nuevas colecciones, dedicada en este caso al Lobezno creado precisamente por Mark Millar, al anciano Lobezno introducido en el universo Marvel de toda la vida, el primigenio.

Desde la primordial "Secret War" hemos tenido "Dinastía de M", "Civil War", "Invasión Secreta", "Asedio", "Infinito", "Miedo Encarnado", "Secret Wars" y, entre otros muchos eventos, ahora "Civil War II". Tras este breve paseo editorial por lo que han sido este tipo de historias, ¿qué tal si ahondamos más y repasamos lo que ha sido todo este camino por el universo Marvel? Bueno, me gustaría decir que "Civil War II", como "Asedio" o "Los Vengadores vs. la Patrulla-X", es un evento que lleva gestándose desde hace mucho, y aunque así ha sido desde el punto de vista de una secuela de "Civil War", el resto de la historia parece haber sido empujado por el aniversario de la primera y la aparición en cines de su homologo cinematográfico. Siendo justos, hay que recordar que la última gran saga de Marvel fue "Secret Wars", ambiciosa, espectacular y con tonos de un blockbuster para la gran pantalla, una historia que se convirtió en un antes y un después para ciertos acontecimientos, lo que hace que, a partir de entonces, todos los eventos no surgieran de los anteriores, ya finalizados hace mucho, sin cabos sueltos de por medio. Eso ha ayudado a que "Civil War II" aparezca "de repente", un valor tan positivo como negativo. Por el camino hemos tenido a Nick Furia escondiendose tras "Secret War" y el alzamiento de los héroes urbanos, a la realidad alternativa de la Bruja Escarlata en "Dinastía de M", a todos los héroes y villanos del mundo unidos contra la amenaza skrull en "Invasión Secreta", a la caída de Norman Osborn en "Asedio", a el postergado enfrentamiento entre mutantes y vengadores en "Los Vengadores vs. la Patrulla-X", a los Dignos de "Miedo Encarnado", al comienzo del problema inhumano en "Infinito", al cambio de personalidades en "Axis" y al fin de todo en "Secret Wars". Quizás en ésta última hallemos las claves para lo que podría haber sido "Civil War II", ya que la secuela de la original "Secret Wars" (o una de las secuelas; recordemos que originalmente tuvo dos, siendo ésta última la que podríamos considerar más oficial) se mostraba tan ambiciosa como aquella, tan espectacular y épica como debía ser, muy al contrario de lo que supone "Civil War II" con respecto a "Civil War", y eso sin olvidar la gran cantidad de momentos impagables que nos dio la miniserie escrita por Millar, al contrario de lo que sucede con la de Bendis, quien incluso parece estar a medio gas a pesar de sus estupendos y precisos diálogos.

Todo explotaba, y nunca mejor dicho, en "Civil War" cuando los Nuevos Guerreros, un equipo de jóvenes superhéroes, atacaban a varios villanos en una zona residencial durante la grabación de un programa de televisión del que eran protagonistas. Era entonces cuando se topaban con Nitro, un poderoso criminal capaz de explosionar y recomponerse, lo cual hizo, matando a cientos de personas en el proceso, un buen montón de niños incluidos. Es entonces cuando desde las altas esferas del Gobierno de Estados Unidos aparece el Acta de Registro Sobrehumano, unos documentos que la misma sociedad solicita tras el desastre de Stamford. El Acta ya había empezado a pensarse tras algunos terribles sucesos en los que intervinieron superhumanos, como el ataque a Nueva York provocado a raíz de los hechos de "Secret War", siendo Nick Furia responsable directo de los mismos. Es entonces cuando las filas de héroes se dividen, ya que el Acta de Registro obliga a toda aquella persona con poderes o que desee combatir el crimen como un vigilante a registrarse para hacerlo de forma legal, descubriendo así su identidad civil, creándose un registro de todos los superhéroes y supervillanos de Estados Unidos, aunque sobra decir que no tiene pinta de que los malosos de turno fueran a registrarse de ninguna manera, ¿verdad? Atentos, porque a este tema, Millar le daba una graciosa vuelta de tuerca cuando los delincuentes con poderes empezaban a registrarse y ser usados por los poderes gubernamentales para atrapar a los héroes que se negaban a firmar el Acta de Registro. Sí, porque desde que se hace efectiva el Acta de Registro, dos bandos muy claros se enfrentan a favor y en contra: el de Iron Man, a favor de que los héroes se registren, y el del Capitán América, en contra, convirtiéndose todos los superhéroes que le siguen en unos parias, marginados y delincuentes en contra del sistema establecido. Como os decía más arriba, este enfrentamiento, tanto ideológico como físico, muy basado en temas tan reales como de actualidad (por desgracia), provocó que "Civil War" tuviera un alcance inimaginable, siendo una historia difundida incluso por periódicos y telediarios, en especial al hablar del desenmascaramiento de Spiderman en televisión (brutal la reacción de J. Jonah Jameson al enterarse) y la muerte del Capitán América, causada ésta en su serie regular, poco después de la finalización del evento principal. No nos olvidemos de momentos tan impactantes como la aparición del clon de Thor (en ese momento todos pensábamos que era el Thor original), la ruptura de los Cuatro Fantásticos, Spiderman cambiando de bando y siendo rescatado por Punisher, el nacimiento de los salvajes Thunderbolts, las diferencias en el matrimonio entre Pantera Negra y Tormenta, la muerte de Goliath y , por supuesto, los duros enfrentamientos entre el Capitán América e Iron Man. "Civil War" llevaba a otro nivel esas inocentes peleas entre superhéroes que, en los comienzos de la editorial, se daban por absurdos malentendidos, convirtiéndose de inmediato en una de las mejores historias de la Casa de las Ideas, a pesar de las aristas que le quedaron por pulir. Además, la saga tuvo consecuencias que todavía hoy colean, como por ejemplo, las tiranteces entre Steve Rogers y Tony Stark, la creación del clon de Thor o la grave herida a la tía May de Spiderman, que le empujó al trato con Mefisto que rompió su matrimonio, consiguiendo el Spiderman soltero que, según Marvel, llevaban pidiendo los fans durante las últimas décadas.

Las comparaciones son odiosas, y lo son, sobre todo, cuando se hacen necesarias. Comparar "Civil War II" con "Secret Wars", las últimas "Secret Wars", no sirve de nada, pero lo lógico es compararla con la primera "Civil War", y me temo que, en ese caso, la secuela sale perdiendo por mucho, y eso que tenemos guionizandola al más contenido Brian Michael Bendis, faltandole al mismo tiempo esa espectacularidad gamberra que tanto se caracteriza en Mark Millar, con la que logró ese tono de enorme blockbuster palomitero que poseía "Civil War". Pocos eventos de Marvel han pedido una secuela como lo ha hecho "Civil War", y sin embargo, parece que salió mejor la "Civil War" que vimos gracias a "Secret Wars" y sus realidades alternativas (había una en la que la Guerra Civil no había terminado, sino seguido durante años) que esta secuela oficial, donde la batalla entre superhéroes no llega a la sangre de la primera parte, acabando todo como un rifirrafe personal entre Carol Danvers y Tony Stark. Sí, todo el tema de la discriminación es bastante interesante, así como los dilemas que abren los poderes de Ulysses (echadle un vistazo al filme "Minority Report" para verlos todavía mejor tratados) y que convierten en oro puro todos y cada uno de los diálogos que Bendis pone en la boca de Stark, sin olvidar la relación que se establece entre éste y Miles Morales, el nuevo Spiderman (¿quizá para recordemos la que tuvieron Peter Parker y Stark en la primera Guerra Civil?), o las impactantes muertes de algunos personajes importantes del universo Marvel. Hay que reconocer que el arte de David Marquez (Ultimate Comics All-New Spider-Man, Iron Man) hace mucho por la miniserie, tanto en las escenas de diálogos como en las de acción, siendo un portento del desarrollo de viñetas, de la narración y de las peleas entre superhéroes que utilizan todos sus poderes, con lo que eso conlleva. Es una lástima que teniendo a Bendis, a Marquez, un escenario tan bueno como la Marvel actual, muertes impactantes, un tema interesante, espectaculares visiones del futuro y puertas abiertas que piden ser cruzadas por las mejores ideas que pueda dar Marvel, al final, "Civil War II" se quede en un quiero y no puedo que se deja leer y entretiene pero parece no atreverse a ir más allá. Echadle un vistazo, por supuesto, aunque mantened controladas las expectativas, porque resulta irónico que "Civil War" comenzara como un argumento para "Los Nuevos Vengadores" y terminase como uno de los eventos más épicos de la Casa de las Ideas, y por el contrario, "Civil War II" se iniciara buscando eso, y haya acabado como una trama que bien podría haberse condensado en cualquier serie regular de la editorial. ¿Es una miniserie correcta? Correcta, pero lejos de lo que podría haber llegado a ser, y eso, teniendo en cuenta todos los últimos eventos de Marvel, cada uno más ambicioso que el anterior, sabe a poco, o como mínimo, a sentir lo que es y lo que podría haber sido en realidad.