Novedades literarias: El bosque de los cristales rotos

 

Me alegra que en la Cueva del Extraño volvamos a ponernos al día con la sección de novedades literarias gracias a este libro. Tanto por la editorial como por la autora, tanto por la autora como por la editorial, ambas a la misma altura de importancia y placer al hablar de ellas. Además, las dos son habituales de este humilde y pequeño rincón de internet, así que imaginaos lo que significa que sirvan para actualizar las novedades literarias de vuestra cueva favorita. Por si fuera poco, estamos ante uno de esos libros (bolsilibro, en este caso, ¿o novela corta?) que son tan bonitos por dentro, que han quedado tan bien después de ser maquetados y preparados por el editor que se hace imposible no hablar de ellos continuamente. Es más, quizás sea algo atrevido al respecto, pero adelanto que estamos ante una de esas obras con todas las papeletas para aparecer en la lista de las mejores lecturas de este blog con relación al año 2020 que está a punto de dejarnos. Es más, añado que ya se ha colado en algunas listas de lo mejor del año de blogs centrados en la literatura fantástica. Hablamos del primer trabajo en solitario de Rain Cross (Macabras, Pasen y Mueran), una novela corta (ahora comentaré por qué no la considero un bolsilibro en realidad, aunque todo indique que lo es) que no alcanza las cien páginas. ¿Cómo llega a tanto tal volumen? Dos palabras: calidad y edición. Y las dos van entrelazadas.

Empecemos por Suseya Ediciones, una de esas editoriales independientes, pequeñas y medianas, a las que tenemos mucho cariño en el presente blog, entre otras razones, por la gran labor que llevan a cabo sin todas las herramientas con las que cuentan las grandes. En este caso, además, esa labor es doble si tenemos en cuenta que José Luis Pastor Diez, su editor, es el único encargado de toda la editorial. ¡Se dice pronto! Hablamos de maquetar, diseñar, corregir, publicitar, acudir a eventos, leer manuscritos, mantener el contacto con los autores... Que mucho protestar contra los editores y las editoriales cuando no son lo que queremos, pero pocas veces nos paramos a pensar en todo el trabajo que tienen detrás, en especial, las independientes, y cómo se lanzan a una apuesta muy arriesgada sólo por el mero hecho de que les llena su trabajo, sólo por el mero hecho de difundir cultura y conseguir que los autores con quienes trabajan lleguen lo más lejos posible, incluyendo el hecho de publicar libros que les gustan. No hay que romper una lanzar por editoriales y editores independientes, sino la armería al completo. Pero centrémonos en Suseya, porque si sois habituales de este pequeño y humilde rinconcito de internet, seguro que os suena. Por ejemplo, en los últimos años varios de los libros y escritores de su catálogo han sido nominados a algunos Premios Ignotus, sin ir más lejos, en los de este 2020 hemos tenido a "Pasen y Mueran", una de sus antologías, con dos nominaciones. Quedémonos con "Pasen y Mueran", porque tiene no poca relación con la obra que hoy os traigo como novedad, además de incluir muchas de las características por las que destaca Suseya Ediciones.

"Pasen y Mueran", como ya comentamos en su día cuando hablamos del libro en el blog, es una antología de terror centrada en el circo, cuyas ganancias han ido y van a parar al proyecto benéfico Pallasos en Rebeldía. Ya de entrada podemos señalar que Suseya Ediciones es una de esas maravillosas editoriales que no se echan para atrás a la hora de que muchos de sus libros sean con fines benéficos, recordándonos que la literatura también sirve para ayudar, para causas sociales que igual tenemos algo olvidadas. Continuando con la recopilación de relatos, muchos de ellos están escritos por autoras y autores muy cercanos a la editorial, como por ejemplo Tamara López (Crónica de sucesos, Vomitando mariposas muertas) y Rain Cross (El sótano maldito, Alas negras), siendo la primera la coordinadora de la antología, dos escritoras de calidad, muy conectadas al fantástico (sobre todo al terror) y con gran afinidad por la editorial y la editorial con ellas, editorial muy aficionada también a publicar literatura de género, por cierto. No es extraño si recordamos los orígenes de Suseya Ediciones, dedicada al rol y a los librojuegos, temáticas que no sólo no ha abandonado, sino que continúan formando parte de su personal marca de identidad. Nunca hay que perder la perspectiva, ¿verdad? Llegados a este punto, pasemos a hablar de Rain Cross, porque después de "Pasen y Mueran", resulta hasta lógico que su primera novela en solitario sea con Suseya Ediciones.

Conozco a Rain Cross desde... hace mucho. En realidad, si intento hacer memoria, no consigo apuntar datos concretos acerca del tiempo que hace que conozco a esta compañera de letras y amiga. Da la sensación de que la conozco desde siempre, desde que entré en el mundillo, como si siempre hubiera estado escribiendo y publicando, algo que es cierto en muchos sentidos. Hemos coincidido en tantas antologías de varios autores que en ocasiones se me hace raro cuando ella no está en alguna en la que colaboro, como si faltara algo en ese libro en concreto. Y, ojo, siempre haciendo terror, con nombres como los de Stephen King (Cujo, Mr. Mercedes) y Clive Barker (Cabal, Demonio de libro) como principales referentes, entre muchos otros. "Muñecos Malditos", "Vampiralia", "Desks", "Demonalia", "En los albores del miedo" y los dos volúmenes de "Macabras" son algunos de los fantásticos libros en los que ha participado a Rain Cross, siempre con resultados sobresalientes (os recomiendo encarecidamente su cuento de "Macabras", el ejemplo perfecto de por qué es una de las reinas del terror literario de nuestro país). Curiosamente, parece que siempre se le resistía el volar en solitario, y digo que curiosamente porque la legión de fans que durante estos años ha tenido detrás para que sacara un libro en solitario ha sido y es bastante grande. Os lo aseguro. Yo soy uno de esos fans, y no puedo estar más contento de comprobar que el esfuerzo, el tesón, la constancia, el talento y el trabajo de Rain Cross ha dado sus frutos. "El bosque de los cristales rotos" es ya una realidad.

Tenemos entre manos una novela corta, como decía antes, y a mí parecer (puedo estar equivocado, claro; la última palabra al respecto la tienen tanto el editor como la autora) más un libro de bolsillo que un bolsilibro. Vale, el tamaño de la obra da el pego, y bastante bien, pero la edición dista mucho de ser de bolsilibro, teniendo entre manos una de las ediciones más bonitas, curradas y profesionales que se han preparado en el catálogo de Suseya Ediciones. Me quedaría corto si dijera que es una edición preciosa, con multitud de detalles en cada página que ayudan a enriquecer un texto que bebe más de Clive Barker, según comentan todas las reseñas, que de Stephen King. ¿Podría ser Rain Cross nuestra Barker española? Calidad no le falta para ello, no. El libro también cuenta con un genial prólogo de la talentosa Tamara López y una ilustración interior de Marco Gómez (Drácula contra la Momia: Batalla por Chicago), artistas con los que tanto Rain Cross y Suseya Ediciones suelen trabajar, demostrando así que, cuando se está a gusto con el equipo que tienes, lo mejor es que todo quede en "casa". Tranquilos, que no os voy a entretener más, porque seguro que después de todo lo contado tenéis unas ganas enormes de poneros con la primera novela de Rain Cross, la primera y seguro que no la última, así que toca ir haciendo presión para que saque pronto la segunda. Mientras tanto, disfrutemos de cómo la joven Maggie conoce al siniestro Vultur, mientras trata de averiguar qué hay detrás de la desaparición de su hermana Eve. A continuación os dejo unos cuantos enlaces de venta para que tengáis lo más fácil posible haceros con esta oscura fábula.

Aquí podéis comprar el libro en la web de Suseya Ediciones.

Aquí podéis adquirir el volumen en Amazon.

Aquí podéis conseguir la novela en la página oficial de la autora.

Aquí podéis comprar la obra en Lektu.

¿Preparados para conocer a Vultur? ¿Listos para adentraros en las tinieblas de la imaginación de Rain Cross? No os arrepentiréis, aunque luego no volváis a dormir tranquilos nunca más. Pero no os preocupéis, porque siempre podréis encender una luz.

Otra cosa es que acabe apagándose.