miércoles, 17 de junio de 2015

Reseñas cinematográficas: Fast & Furious 7 (A todo gas 7)


Ficha Técnica

Título original: Furious 7
Director: James Wan
Intérpretes: Vin Diesel, Paul Walker, Dwayne "The Rock" Johnson, Jason Statham, Michelle Rodríguez, Ludacris, Tyrese Gibson, Jordana Brewster, Kurt Russell, Elsa Pataky, Tony Jaa, Ronda Rousey, Djimon Hounsou, Noel Gugliemi, Lucas Black, Nathalie Emmanuel, John Brotherton, Eden Estrella, Luke Evans.
Guión: Chris Morgan
Música: Brian Tyler
Género: Acción
Nacionalidad: Estados Unidos
Duración: 137 minutos
Año: 2015


Sinopsis:
Después de varios años de carreras, disparos, explosiones y diversos peligros, parece que, al fin, la particular familia de Dominic Toretto y Brian O´Conner vive feliz. Tras conseguir el indulto total para todos sus miembros, ahora viven de nuevo en Estados Unidos, donde no pueden dejar atrás todo lo vivido. A Toretto le cuesta volver a conectar con Letty, quien no sabe qué sitio le corresponde en el mundo tras su regreso, mientras que Brian siente la falta de la adrenalina al poseer ahora una tranquila vida familiar junto a Mia y el hijo que ambos comparten. Sin embargo, pronto descubrirán que no sólo los demonios personales les persiguen, sino otros muy reales en forma de Deckard Shaw, hermano de Owen Shaw, a quien la familia de Toretto y O´Conner atrapó tiempo atrás. Ahora es Shaw quien busca venganza e iré a por todos los implicados en la caída de su hermano hasta acabar con ellos uno por uno. Toretto y O´Conner deberán reunir una vez más a la familia para enfrentarse a Shaw, una máquina de matar contra la que necesitarán nuevos aliados.


Reseña:
Me gusta la saga "A todo gas". No me gusta la saga "A todo gas". Sí, sé que estas afirmaciones tan contradictorias pueden confundiros y, sí, sé que es la misma forma con la que comencé la reseña de "Fast & Furious 6" que hice hace ya dos años (cómo pasa el tiempo) en este mismo blog. Ya por entonces me sorprendió bastante acudir al cine a ver la sexta entrega de una saga que, admistamoslo, nadie hubiera adivinado que fuera a durar tanto y mucho menos que se pudiera convertir en lo que es hoy día, es decir, una de las sagas de acción más lucrativas de Hollywood. Sí, he dicho de acción. ¿No os extraña que la nombre como una saga de acción? A la altura de "Los Mercenarios" y sus secuelas, por no hablar de la ingente cantidad de filmes de acción que salieron entre los 80 y los 90. Seguro que los que seguís las aventuras de Dominic Toretto desde sus inicios no os asombra lo que estoy afirmando, pero, ¿os imagináis que un espectador se meta en el cine a ver esta séptima parte justo después de visionar la primera? Sería todo un espectáculo observar sus reacciones, ¿verdad? Es decir, pasar de un filme con estética de telefilme dedicado a los tuneros a un filme de acción espectacular y repleto de fantasmadas al más puro cine de los 80-90 lleno de héroes de acción no está al alcance de todo, pero ya sabéis lo que se dice: actualizarse o morir. Y la saga que aquí en España comenzó siendo "A todo gas" y que ahora es "Fast & Furious" ha sabido renovarse lo suficiente como para llevar a gente como yo al cine a ver cada una de sus entregas.

Y eso tiene mérito, os lo aseguro. Porque, como decía más arriba, aunque es una saga que me gusta, al mismo tiempo no me gusta. O, mejor dicho, y matizo al fin, no me emociona lo suficiente como para que cada vez que se estrena una nueva entrega tenga ganas de invadir el cine como sí lo hago con, por ejemplo, las producciones de Marvel Studios, el cine de terror en general o los filmes de animación de Pixar. Hay más, por supuesto, pero creo que así os podéis hacer una idea de a lo que me refiero. Me pasa lo mismo con la saga  "Fast & Furious" que con sagas como la del agente Jason Bourne o la de Harry Potter, es decir, me llevan al cine pero no soy fan incondicional de ellas. Es más, podría haber esperado a que esta séptima entrega de las aventuras automovilísticas de Dominic Toretto y Brian O´Conner saliera en formato domestico, pero entre que la anterior me gustó bastante al final, que tenemos en ella a Jason Statham (Transporter, Los Mercenarios) de antagonista y que, además, está dirigida por James Wan (Saw, Insidious) en un cambio de registro brutal con respecto a sus otros trabajos, la decisión fue fácil. Y no sólo no me arrepiento de la misma, sino que, además, puedo afirmar que estamos ante la mejor entrega de la saga junto a la sexta parte.

Vuelve la familia


Tranquilos, que estáis ante una reseña sin ningún spoiler, a pesar de que ya hace un par de meses que se estreno la película. Normalmente no tendría tanto cuidado con destripar nada en cuanto a este tipo de filmes repletos de acción y poco guión, pero teniendo en cuenta que nos topamos con el caso Walker, creo que lo mejor es ir con pies de plomo, sobre todo en lo referente al destino de algunos de los personajes protagonistas. Además, el hecho de que se ha llegado a considerar como la última entrega de la saga (aunque mientras escribo esto ya os podéis reír de tal afirmación, pues se ha comentado que se prepara una octava parte) le añade cierto morbo a algunos de los detalles que nos presenta. Eso sí, supongo que no hace falta que explique qué es exactamente el tema Walker, ¿no? Quiero decir, el terrible y desgraciado fallecimiento de Paul Walker (Nunca juegues con extraños, Inmersión letal) en un accidente de tráfico que se produjo durante el rodaje del filme, bueno, no exactamente durante el rodaje de una escena, sino en la temporada en la que se hacía la película, lejos del set de rodaje. Una pérdida irreparable que destrozó a todo el reparto, que conmocionó al mundo del cine (y fuera de él) y que, en conceptos más frívolos, retrasó un filme que tenía previsto su estreno en 2014.

La muerte de Walker no sólo provocó que se retrasara el rodaje, sino que también hizo que el filme tuviera que cambiar radicalmente casi de arriba abajo, tanto por su personaje como por las relaciones que éste mantenía con todos los demás, por no hablar de que Walker falleció sin haber terminado su participación en la película. ¿Cómo se solucionó el problema? Mediante trucos digitales, imágenes de archivo no usadas de anteriores entregas y con la participación de los hermanos de Walker que se parecen bastante. Más adelante en la reseña os diré qué tal ha quedado el asunto, sobre todo a nivel de guión, porque igual la salida más evidente de Walker de la saga no es la que finalmente se ha usado. En cambio, la utilizada, debo admitir que no sólo ha quedado mejor, sino más... bonita y emotiva. "Fast & Furious 7" es todo un homenaje al actor, un actor que ha estado en todas las entregas de la saga menos en la tercera, hasta el punto de llegar a protagonizar totalmente una de ellas, precisamente la primera secuela y la entrega más floja de todas. Si Vin Diesel (Pitch Black, Riddick) es el corazón de la franquicia, Paul Walker es su alma, y ese alma se ha perdido en el peor de los momentos, en el mejor de los momentos de la saga. Una auténtica lástima. No es de extrañar que estemos ante la entrega mejor dirigida y más emotiva, una séptima parte dedicada por entero al actor, sobre todo la trama que le compete y los momentos que se le otorgan, especialmente conforme nos acercamos al final.

Toretto no lo va a pasar nada bien


Pero antes de adentrarnos en los entresijos de "Fast & Furious 7", ¿qué tal si hacemos algo de memoria y recordamos el camino que hemos recorrido para llegar hasta aquí? Una larga carretera repleta de baches y tramos muy bien asfaltados que comenzó en un ya lejano año 2001, cuando conocimos a Dominic Toretto y a Brian O´Conner, interpretados respectivamente por Vin Diesel y Paul Walker. "A todo gas" se llamó en España y nos contaba la historia de un joven agente de policía que se infiltraba en un grupo de locos de la velocidad que organizaban y participaban en carreras ilegales, aunque el objetivo de los jefes del agente no eran estas carreras sino las pistas que llevaban a una serie de atracos que tenían que ver con corredores expertos. Brian no tardó en sumergirse en la particular familia de Dominic Toretto y conocer su modo de vida y la filosofía de libertad que repartía a todos aquellos que quisieran escucharle, normalmente los más cercanos a él. Lo que debía ser un trabajo se convirtió para Brian en algo más, no sólo enamorándose de Mia, la hermana de Toretto interpretada por Jordana Brewster (The Faculty, Dallas), sino haciéndose muy amigo del propio Toretto hasta el punto de ayudarle a escapar de la policía justo al final del filme, poco después de que Toretto conociera su identidad secreta.

¿Os suena el argumento? Exacto, podríamos estar hablando de la clásica "Le llaman Bodhi". "A todo gas" era, al fin y al cabo, una especie de remake no oficial que cambiaba el surf y los deportes de riesgo por los coches, una oda al mundo del tunning, las chicas poco vestidas, la ropa estrafalaria y los gestos vacilones entre hombre muy, muy machotes y muy colegas entre sí. Sinceramente, "A todo gas" me parece una película correcta, sin más. No sólo tiene el handicap de ser un remake sin serlo, sino que además posee un guión muy justito, unos personajes muy mal construidos y un tono de telefilme de tarde de fin de semana bastante grave. Y eso sin mencionar que si no os gusta el mundo del tunning (como me pasa a mí, aunque no me pidáis que opine sobre el mismo; cada cual es libre de gastarse el dinero que tenga en... lo que le apetezca) la mitad del filme os va a parecer bastante insulsa. Sin embargo, la producción funcionó lo bastante bien como para que se planease una secuela (menos mal que eso de hacer secuelas a cascoporro viene de ahora, ¿eh?), una entrega que tuvo mala suerte desde el primer momento.

La unión hace la fuerza


Vin Diesel no quiso repetir. Recordemos que, por entonces, el actor vivía su mejor momento gracias al éxito no sólo de "A todo gas", sino de "Pitch Black", además de las modestas producciones en las que iba participando y la miriada de proyectos que le llegaban. Diesel estaba más interesado en seguir siendo Riddick que en volver a ponerse en la piel de Toretto (personaje que dicho sea de paso tampoco me parece nada del otro mundo, y mucho menos comparado con Riddick). Con la salida de Diesel se le quiso dar otro rumbo a la secuela, por lo que tampoco se contó con Michelle Rodríguez (Resident Evil, Perdidos) y la ya mencionada Jordana Brewster, ambas parte del círculo de confianza del personaje de Diesel y su más cercana familia. Entonces, ¿qué quedaba? Paul Walker como Brian O´Conner en una historia lejos de las características de "A todo gas", es decir, nada de amistad con un delincuente, nada de traiciones, nada de colegueo, nada de familia, nada de Toretto... pero sí el regreso a las infiltraciones, porque la trama situaba de nuevo a O´Conner dentro de una organización mafiosa, aunque mucho más peligrosa que la banda de Toretto.

Eso sí, alrededor del personaje de Walker se formó a un buen grupo de secundarios que, a día de hoy, todavía siguen en la saga. Justo cuando comienza el filme descubrimos que O´Conner es un respetado conductor de carreras ilegales que tiene como amigos a gente como Tej, interpretado por el simpático Ludacris (Max Payne, Gamer), personaje que todavía continúa en la franquicia, todo un acierto esta decisión. El filme también nos presentó a otros personajes como Suki, Monica Fuentes y Carter Verone, interpretados respectivamente por Devon Aoki (Sin City, El asesino), Eva Mendes (Ghost Rider: El Motorista Fantasma, Los otros dos) y Cole Hauser (La caverna maldita, Separados), personajes bastante interesantes que deberían recuperar para la saga. Curiosamente, a Monica Fuentes ya la vimos en la escena post-créditos de la quinta entrega, y Verone debería formar parte de alguna unión de criminales de todas las entregas más temprano que tarde, eso sin mencionar la curiosidad que supone que el villano de "A todo gas" fuera el Riddick de "Pitch Black" mientras que el villano de "A todo gas 2" fuera el otro villano de "Pitch Black", ¡menudo recambio! Ah, pero casi me dejo a Roman Pearce, divertido personaje macarra interpretado por Tyrese Gibson (Cuatro hermanos, Transformers) que también ha durado hasta la séptima entrega, algo que no es de extrañar si tenemos en cuenta que, al menos para mi gusto, hacer mejor equipo con Walker que Diesel. "A todo gas 2" funcionó bastante bien en taquilla pero en cuanto a la crítica se la pegó con bastante fuerza, algo que no es de extrañar si tenemos en cuenta que era todavía más telefilme que la primera parte. Lo mejor que tenía, aparte de los nuevos personajes y el dúo Walker-Gibson, era el hecho de que teníamos entre manos un prólogo de en lo que se convertiría en la saga, es decir, una historia más centrada en la acción y la trama policial que en las carreras ilegales con música cani-choni de fondo.

Hobbs también se apunta a la fiesta


A nadie le asombró que la tercera parte de la saga, "A todo gas: Tokyo Race", intentara volver al tono de la primera parte pero, eso sí, sin ninguno de los protagonistas. Nueva historia, viejas reglas y todo un mundo nuevo que explorar en una cinta que parecía más bien un spin-off o un modo de sacar partido a una saga que parecía muerta más que a un auténtico intento de levantarla. El filme nos presentaba a Sean Boswell (Expediente X, Todos los caballos bellos), un joven problemático y con la capacidad de meterse en cualquier carrera que tuviera lugar cerca de él, que es enviado a Japón para que su padre lo meta en cintura. En Tokio descubre que la tentación por las carreras es demasiado grande, por lo que mientras hace nuevos amigos, o al menos lo intenta, se mete de lleno en un mundo de mafias, peligrosas apuestas y carreras sin reglas junto a Han, personaje vital de la saga interpretado por Sung Kang (El asesino, Una bala en la cabeza), siendo bastante curiosa la importancia de este personaje cuando, precisamente, en esta entrega le veíamos morir en lo que parecía un ajuste de cuentas pero que más tarde se revelaría como algo más.

Vale, esta tercera entrega estaba mejor que la segunda y prácticamente a la altura de la primera. No tenía mucho que contar más que la clásica historia del adolescente que no encuentra su sitio en el mundo hasta que descubre su auténtico lugar, al mismo tiempo que conoce el amor y hace amigos que, supuestamente, le durarán siempre. Eso sí, estamos ante la entrega más tunning de toda la saga y, aunque la ambientación en Japón es genial, si no os interesan las historias de carreras ilegales y todo ese mundillo, os aburrirá bastante. A su favor tiene también el hecho de que conocemos al personaje de Han, a que es una entrega que incluso conecta con "Fast & Furious 7" y la aparición sorpresa de Vin Diesel como Dominic Toretto, que se apuntaba al final de la cinta a una carrera contra el protagonista en honor a Han, un buen amigo. No descubriríamos cuál era el nivel de amistad de ambos hasta varias entregas después, al mismo tiempo que averiguábamos que, en realidad, todas las demás entregas eran precuelas de "A todo gas: Tokyo Race", todas salvo, claro, esta "Fast & Furious 7", que sigue la historia tras la muerte de Han.

¿A cuántos funerales más asistirán?


Los resultados con la tercera parte no fueron los esperados, así que sólo había dos maneras de continuar la saga: o se volvía a lo que funcionó con quienes funcionó o se cerraba totalmente. De esta manera tuvo lugar un último intento con el mismo director de la tercera entrega y, al fin, se consiguió reunir una vez más y ocho años después de la primera, al reparto original, es decir, a Diesel, Walker, Brewster y Rodríguez, "Fast & Furious: Aún más rápido" no sólo es la cuarta entrega de la saga y la que la resucitó, sino también la bisagra que une los dos mundos; las "A todo gas" de antes, telefilmes centrados más en carreras y tunnings, y las "Fast & Furious" actuales, repletas de persecuciones, disparos, explosiones y peleas. Ya la historia es toda una declaración de intenciones, con Toretto y O´Conner, cada uno en un lado de la ley, tratando de atrapar al asesino de Letty, amor de Toretto y personaje interpretado por Michelle Rodríguez. Además de incluir la película una muy buena cantidad de persecuciones entre buenos y malos, acción, disparos y explosiones, teníamos la total desaparición de ese tono de telefilme que lastraba la saga desde la primera. La primera escena con el espectacular robo por parte de la banda de Toretto era ya una de declaración de intenciones de lo mencionado.

El principal atractivo de esta cuarta parte era, sin lugar a dudas, disfrutar del reencuentro de Toretto y O´Conner después de ocho años. Lo cierto es que era lo mejor de la trama, ver de nuevo a estos personajes y su entorno en la pantalla grande y contemplar su evolución y las relaciones que surgían entre ellos tras tanto tiempo separado. Es más, si no fuera por los secundarios que continuaron en la saga que teníamos en "A todo gas 2" podríamos considerar "Fast & Furious: Aún más rápido" la secuela natural de la primera parte; sí, sé que debería contar la tercera entrega, pero admitamos que salvo por la muerte de Han (algo que luego se ha ido conectando con las últimas entregas realizadas) tampoco es que sea muy relevante para la saga principal. Además, esta cuarta parte daba varios pasos hacia delante con los protagonistas, por ejemplo, quitaba de la ecuación a Letty, cuya muerte era el punto de partida del filme y nos presentaba a un Toretto harto de huir y dispuesto incluso a aceptar un trato con O´Conner para ser amnistiado por los delitos del pasado si ayudaba a detener a Braga, un mafioso de los gordos que tuvo que ver con la muerte de Letty. Por supuesto, el final de la película nos mostraba cómo Toretto, a pesar de sus esfuerzos por ir por el buen camino, es llevado a prisión, aunque nunca llegará a ella, pues O´Conner, junto al equipo de Toretto, va a liberarlo, bastante asqueado del sistema que juró defender. El filme tenía muchos más aciertos además del regreso al pasado que nos regalaba y ese principio de saga de acción por encima del tema tunning, y es la presencia de nuevos personajes que han continuado en la saga como Santos y Leo (divertidos, pero cargantes) y la Gisele de Gal Gadot (Batman v Superman: El amanecer de la justicia), ésta en un papel mucho mejor en las siguientes entregas, porque aquí sólo servía para intentar ligarse a Toretto. Eso sí, la continuidad con respecto a las anteriores y el respeto a ellas es total, hasta el punto de que al principio de la cinta veíamos a... ¡Han! Y actuando con la banda de Toretto. Ya se cocía algo grande, aunque no fueran planes totalmente trazados.

Brian O´Conner hará lo posible para proteger a su familia


Tras el enorme éxito de la cuarta parte, "Fast & Furious 5" no se hizo esperar y nos llegó tan sólo dos años después dirigida nuevamente por Justin Lin (El desafío, Scorpions) ya con la formula implantada casi al completo que conocemos ahora, es decir, la formula de "Los Mercenarios". No es casualidad que esta quinta parte se estrenara un año después de la primera entrega de esa nueva saga que comenzó Sylvester Stallone (Acorralado, Demolition Man) y que reunía a los más famosos héroes de acción. Los creadores de la saga "A todo gas" (en esta segunda vida o nuevo recorrido, "Fast & Furious") optaron por seguir adelante con el curso de la acción espectacular y las persecuciones sin tunning de por medio además de añadirle ese componente de "Los Mercenarios" e invitar a participar en la saga a actores de renombre sobre todo en el campo del cine de acción. De este modo, la gran inclusión del filme fue la llegada de Dwayne "The Rock" Johnson (Tesoro del Amazonas, Hércules), actor que poco a poco se ha ido labrando su carrera en el mundillo de la pantalla grandes desde los escenarios de la lucha libre, a base de profesionalidad, buen rollo, carisma y saber elegir muy bien sus proyectos. No es casualidad que uno de los mejores momentos de "Fast & Furious 5" fuera la pelea entre Diesel y Johnson, a pesar de su extraño resultado del que hablaremos más tarde.

La trama comenzaba justo al final de la anterior entrega, con la banda de Toretto, en la que ya estaba O´Conner de forma definitiva, ayudandole a escapar sólo para huir, eso sí, no sin antes hacer algún que otro trabajo que les sale lo suficientemente mal como para escapar a Brasil, donde Toretto tiene algunos contactos y una cuenta pendiente con un poderoso empresario que quiere verlos muertos al mismo tiempo que una unidad especial de las fuerzas del orden, dirigida por Hobbs, el personaje de Johnson, les sigue la pista muy de cerca. Así que tenemos a nuestros protagonistas acosados por dos frentes, en una historia de persecuciones, huida y repleta de acción, y con un robo de por medio, lo cual abre nuevos caminos a la saga, alejándose de "siempre lo mismo" que intentaban ser "A todo gas 2" y "A todo gas: Tokyo race"; incluso se parece bastante poco a "Fast & Furious: Aún más rápido". Eso sí, la continuidad de la saga sigue muy presente porque si ya en la anterior volvían los personajes principales, en esta regresaban absolutamente todos y cuando digo todos es todos, incluso Vince, el matón de la primera parte que bebía los vientos por Mia y que era el gran amigo de Toretto antes de la llegada de O´Conner. Teníamos otra vez a Han, Gisele (muy interesante la relación que se forma alrededor de ellos), Tej, Roman (estos dos directamente sacados de "A todo gas 2"), Santos y Leo, e incluso Mónica Fuentes en una escena tras los créditos donde se daba a entender que Letty no estaba muerta (menudo culebrón con esta trama). Además, no sólo se añadía el interesante personaje de Hobbs a la saga, sino también el un poquito más soso de Elena, interpretada por la española Elsa Pataky (El arte de morir, Santos). que también ha ido saliendo posteriormente y que en dicha entrega se convirtió en el nuevo y forzado interés amoroso de Toretto.

Deckard Shaw, máquina de matar imbatible


"Fast & Furious 5" no será lo que es sin "Los Mercenarios", como habéis podido comprobar. Sin embargo, eso no quiere decir que no tenga sus propios méritos, pues como ya he comentado antes en la reseña era una vía que se notaba que iban a seguir desde la segunda parte, pero se podría decir que el filme de Stallone les puso las cosas más fáciles a los responsables de la saga de Toretto y O´Conner. La estrategia de reunir a todos los personajes de las anteriores es muy, muy inteligente, y hay que admitir que estamos ante una cinta directa, repleta de acción de la buena, bastante bien rodada, muy espectacular y que engancha bastante. Y para disfrutar de todo esto no hay que ser fan de la saga, la verdad, aunque ayuda por el hecho de que la continuidad se mantiene al dedillo, que se consiga que los personajes que ya conocemos vuelvan (al mismo tiempo que añaden otros nuevos a su altura e incluso superiores en algunos casos), lo que logra que esa sensación de "Estos personajes llevan ya años conmigo" sea absoluta. En pocas palabras, que al final, parece que la familia de Toretto sea también nuestra. Pero a mayor ambición mayores problemas y defectos más gordos.

Vale, a estas alturas de la saga, ésta dejó ya de parecer un telefilme barato de tardes de fin de semana, pero comenzó a adquirir otros feos vicios como esas tramas culebronescas que no vienen a cuenta y que quedan bastante falsas, como la historia entre Elena y Toretto que llega a ser hasta ridícula, por no hablar del final con el regreso de Letty. A eso le podemos añadir que la suspensión de la incredulidad cada vez  debe ser más alta para aceptar ciertas escenas. Vale, era un detalle importante sobre todo a partir de "A todo gas 2", pero dentro de lo que cabe, las espectaculares pero poco verosímiles escenas de acción y carreras que veíamos entraban dentro de lo posible. Aquí, sin embargo, las fantasmadas logran sacar de la película al más pintado, y no sólo en cuento a las escenas de acción, sino al argumento en sí mismo. Recordemos que Toretto y su banda son delincuentes callejeros... y nada más. El único con algo de preparación es O´Conner, que fue policía. ¿Por qué digo esto? Porque hasta el momento se habían enfrentado a matones callejeros como ellos, así que ver a estos personajes causándole problemas a un equipo especial de las fuerzas del orden (dirigido por el Hobbs interpretado por esa montaña humana que es la Roca, ojo) es bastante complicado de creer. Y esto es sólo el principio, porque en las siguientes entregas iba a peor. ¡Ah! No hubiera estado de más un villano a la altura de las circunstancias a pesar de tener a Hobbs dando guerra, ya que éste no dejaba de ser un futuro añadido a la banda de Toretto.

Letty también está preparada para dar leña


Llegamos pues a "Fast & Furious 6", la mejor hasta el momento como ya dije en la reseñe que hice en este blog, y el siguiente paso en la franquicia, uno que tampoco variaba mucho en estilo y tono del que nos mostraba la quinta parte. Sí, teníamos un villano a la altura, nuevos personajes, otros se iban de la peor de las maneras (refiriéndome a que acababan muriendo) y la trama era bastante diferente a lo que habíamos visto antes aunque bastante predecible desde el final de la anterior entrega que bien podría haber sido el final de la franquicia, ya que todo acababa bastante bien. Tengamos en cuenta que "Fast & Furious 5" acababa con toda la banda de Toretto siendo millonaria. Sí, huían. Sí, no podían volver a casa. Pero poseían el suficiente dinero como para llevar una nueva vida lejos del pasado. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el pasado y volver a los orígenes siempre ha sido importante en esta saga, como se ha demostrado en cada entrega y cómo se nos mostró al final de la quinta parte con esa fotografía de Letty vivita y coleando. Así que toca cerrar el círculo y, ¿qué mejor manera que consiguiendo la amnistía total?

Así es. "Fast & Furious 6" nos presentaba a Hobbs dando con nuestros protagonistas, al menos con los principales. Y les ofrece un trato: regresar a casa con los expedientes limpios. ¿La trampa? Deben ayudarle a atrapar a una banda de peligrosos mercenarios que usan las carreteras y los coches como principales armas, tan buenos que ninguna fuerza policial puede atraparles. Hobbs, Toretto, O´Conner y compañía se unen para capturar al genial Owen Shaw interpretado por el siempre carismatico Luke Evans (Nadie vive, El Hobbit: La batalla de los cinco ejércitos), un villano no sólo a la altura de los héroes, sino el mejor de toda la saga hasta la llegada de su hermano mayor interpretado por Jason Statham, que ya aparecía en esta entrega en una escena post-créditos donde no sólo anunciaba la séptima parte, sino que explicaba perfectamente la muerte de Han ocurrida en "A todo gas: Tokyo race", a pesar de que en su momento no estuviera planeado que tuviera nada que ver con futuros argumentos de la saga. El caso es que la trama es bastante sencilla y encaja bastante bien con la anterior entrega, es decir, si la familia vuelve a estar completa (o casi) y tiene dinero suficiente como para gastar en docenas de vidas, ¿qué les queda? Volver al hogar, volver a la casa donde Toretto, Letty, Mia y O´Conner se reunían en "A todo gas" para tomar unas birras y comer carne chamuscada en las famosas barbacoas que compartían. ¿Y cómo se consigue eso? Colaborando con Hobbs, aunque no es el único motivo que lleva a Toretto a aceptar, sino el hecho de que Hobbs le muestra que Letty sigue viva y es una de las colaboradoras de Shaw.

Toretto y O´Conner deberán buscar aliados inesperados contra Shaw


Esta sexta entrega no sólo era más espectacular que la anterior, lo cual fue difícil de creer, sino que apuntaba más alto en todos los sentidos, al mismo tiempo que sus defectos se hacían cada vez más grandes. El villano de turno era superior a todos los vistos con anterioridad pero, de nuevo, sacaba bastante de la historia el hecho de que Hobbs (recordemos, lo mejor de lo mejor) pidiera ayuda a una banda de delincuentes callejeros expertos en... carreras. El acabose es comprobar como Toretto y compañía pueden hacer frente a un mercenario internacional que lleva un tanque y que es experto en varias técnicas de lucha, por no hablar de sus compañeros, entre los que se incluye a la Riley interpretada por Gina Carano (Promesa sangrienta, Indomable), un hueso duro de roer que no parece ser rival para la Letty de Michelle Rodríguez. Repito, no veo mal la suspensión de la incredulidad con respecto a las escenas de acción (la del tanque es impresionante) pero sí creo que el guión debería estar mejor trabajado en algunos aspectos, y este es uno de ellos. Ya es complicado creerse que O´Conner, un simple policía, sea capaz de enfrentarse cara a cara con estos mercenarios, pero, ¿de verdad la banda callejera de Toretto es la mejor opción, Hobbs? ¿De verdad?

Letty volvía en una de las tramas más culebronescas que he visto en una película de acción, en un salto de fe bastante dificil de asimilar y muy, muy forzado (atentos al final donde el personaje de Elena debe quitarse de en medio); y se nos iba Gisele, uno de los pocos personajes de la banda que moría a manos de los enemigos a batir. Éste hecho encajaba con el final de Han, otro de los personajes que volvían en esta entrega junto a Roman y Tej, ya unos clásicos de la saga. Nos olvidábamos de Leo y Santos, aunque a cambio teníamos a algunos personajes de las primeras entregas en pequeños cameos, como el delincuente Braga, el cual, sorprendentemente, tiene mucho que ver con Shaw (sí, toda la trama de "Fast & Furious: Aún más rápido" tiene su importancia en esta debido al estado de Letty). Por supuesto, el regreso a pasadas entregas es de vital importancia, coronándose con ese emotivo final donde Dominic Toretto y los suyos regresan a casa, además de la escena mencionada en la que descubrimos quién asesinó realmente a Han. Si bien es cierto que el nuevo rumbo que toma la historia (con cambio de localizaciones con respecto a las anteriores películas) además de la espectacular acción que nos ofrece el filme en todo momento son grandes alicientes para colocarla como la mejor de la saga, también es verdad que en cuestión de otras tramas y diálogos (atentos a las continuas machadas que comienzan a no hacer gracia) la cosa está cada vez más flojas, algo lógico si tenemos en cuenta que se trata de la sexta entrega de una saga que tiene estos detalles como algunas de las principales características que la sustentan. Las continuas repeticiones sobre el concepto de familia de Toretto o la insulsa trama con Letty son dos buenos ejemplos más de lo que os comento.

Shaw no será el único villano al que combatir


Y llegamos a la séptima entrega. Si habéis alcanzado este punto de la reseña sin dormiros una sola vez, felicidades, sois unos campeones, tenéis una paciencia para enmarcar y os merecéis un buen premio. Gracias, gracias, gracias. Y ahora, ¿de qué trata exactamente "Fast & Furious 7"? Pues de la venganza de Deckard Shaw, el hermano mayor de Owen Shaw, así de sencillo. Todo comienza con el mayor de los Shaw visitando a su hermano, al que promete venganza sobre todos aquellos que le han dejado en coma, antes de comenzar sus ataques hacia la banda de Toretto, aunque empieza por Hobbs, al que casi mata y del que consigue toda la información necesaria para ir a por los demás. Primero Han (en la ya famosa escena que conecta con la tercera parte de la saga), y luego se da el gusto de volar por los aires la casa de Toretto justo cuando Mia, Brian y el hijo de ambos andan cerca. Harto de huir, enfadado por los ataques y confundido por la actitud de Letty que todavía no parece recordarle del todo, Toretto inicia su propia venganza, aunque no tardará en reconocer que necesita algo de ayuda de expertos que conocen bien de lo que es capaz Shaw. Sin embargo, dichos expertos quieren algo de la banda de Toretto.

Como veis, hasta el momento en la saga no habíamos tenido una venganza por parte de los villanos que se nos han ido presentando, y eso que muchos tenían motivos más que de sobra. Sin embargo, sí que habíamos tenido a nuestros particulares héroes haciendo tratos con las fuerzas del orden para conseguir indultos, por ejemplo, y en este caso la cosa no va demasiado desencaminada cuando a mitad de la película aparezcan ciertos personajes, liderados por el Señor Nadie, interpretado por el grandioso Kurt Russell (La Cosa, Death Proof), quienes le ofrecen a la banda de Toretto un trato para ayudarles a atrapar a Shaw. Lo cierto es que es una pena que comiencen a repetirse en la saga ciertos conceptos y argumentos, pero también es cierto que, normalmente, no se ha hecho antes, salvo en las dos primeras secuelas, claro; desde que "Fast & Furious" comenzó la nueva senda las tramas no eran demasiado originales, pero sí diferentes entre sí. En esta han decidido mezclar una nueva y una ya vista y que sirve para introducir al Señor Nadie, uno de los mejores personajes ya no de esta entrega, sino de toda la saga. Kurt Russell sigue siendo mucho Kurt Russell.

No faltarán las persecuciones espectaculares


Quizá centrarse demasiado en la venganza de Shaw no habría dado para una película de más de dos horas, aunque les habría permitido centrarse en otros aspectos de la saga y tampoco es obligatorio que el filme dure tanto, a pesar de que el metraje esté muy ajustado y se pase volando, pero lo cierto es que la trama que se repite de anteriores entregas da para buenos y malos momentos. Los buenos tienen que ver con las escenas de acción, por supuesto, y con el paseo que se pegan nuestros protagonistas por varios lugares distintos a los acostumbrados. Eso sí, seguimos estando ante una trama que ya hemos visto en al menos un par de ocasiones y, repetirla, sólo significa que comienzan a agotarse las ideas para que la saga prosiga sin caer en la repetición o el autoplagio. Esperemos que de haber una octava entrega nos presenten una trama, si no impredecible, sí diferente a las vistas hasta ahora, al menos, lejos del ya clásico argumento de pactar con las fuerzas del orden para conseguir un objetivo en común. Además, en este caso la cosa chirría tanto como en "Fast & Furious 6", es decir, un equipo especial de fuerzas del orden piden ayuda a unos antiguos delincuentes callejeros no ya sólo para detener a personajes como Shaw, sino para idear planes que, ¿ellos mismos no han tenido? ¿En serio? Cogido con pinzas es decir poco.

Pero esta saga nunca ha destacado especialmente por sus guiones. Seamos sinceros, estas películas son para pasar un buen rato y desconectar en el cine, y nada más. Si buscáis otra cosa, a pesar de que puedan tener sus fallos y tal, os estáis equivocando de producto. Cualquiera de las entregas de la saga, especialmente las últimas estrenadas, han sido hechas para ir al cine con unas palomitas, un refresco y pasar un rato divertido; ni más ni menos. Tiros, explosiones, coches volando, vehículos estrellándose, persecuciones, malos y buenos hostiandose, machadas de muy machotes, chicas con poca ropa, mucha testosterona, armas muy grandes,fantasmadas a punta pala, más explosiones, unos pocos más de tiros, personajes que se dan de leches sin que se hagan apenas nada... En pocas palabras, tenemos entre manos un blockbuster palomitero en toda regla, el séptimo de una saga que desde hace ya unos cuantos años se ve venir de lejos. Lo que quiero decir con esto es que la película tiene su público y punto. Pedirle otra cosa a estas alturas es bastante absurdo e inútil. O vas a verla o no vas a verla, pero no se puede negar lo que es. "Fast & Furious 7" tiene sus defectos, claro, porque una cosa no quita a la otra, aunque uno de ellos no es que sea un filme mentiroso, que no lo es. La sinceridad es una de las virtudes de esta película, una sinceridad que ha ido gestando en las anteriores, así que si entráis en el cine a verla, es fácil saber lo que os vais a encontrar, ni más ni menos.

Hobbs contra Shaw


Y al ser lo que es, James Wan ha puesto toda la carne en el asador para darnos la entrega más espectacular y bien dirigida de toda la saga. Se nota, y mucho, las tablas del director para meternos en todas las escenas de acción y permitirnos, al mismo tiempo, que no nos perdamos ni un solo detalle de todas ellas. Escenas como el enfrentamiento entre Shaw y Hobbs, toda la parte de Dubai, la última y emocionante media hora con destrucción incluida de parte de la ciudad donde se desarrolla el último enfrentamiento, el rescate de Ramsey y, sobre todo, la primera escena en la que conocemos a Deckard Shaw y lo que es capaz de hacer (una de las mejores escenas de toda la saga), todas ellas son grandes escenas de acción con alguna que otra fantasmada demasiado grande incluso para un filme como este. Y es que parece que Wan ha puesto el listón todavía más alto después de la sexta entrega, cuando parecía que la saga había tocado techo en cuanto a escenas espectaculares y aniquiladoras de las leyes de la física y la gravedad. Sin embargo, repito, es todavía más molesto a nivel argumental ver como un tipo como Toretto es capaz de medirse cara a cara con otro como Shaw. Hobbs, vale, sí, uno se lo traga, y es una de las mejores partes del filme, pero la pelea final con Diesel, a pesar de ser muy buena y tener grandes momentos, es poco creíble por parte del personaje de Diesel. Lo siento, pero por ahí no entro. O, al menos, debería costarle más estar a la altura de Shaw, al que se le supone una máquina de matar, o eso dicen.

Sin duda, uno de los factores más positivos del filme es la inclusión de nuevos personajes. No esperéis que recuperen a más de las anteriores entregas, aunque sí que tiene una breve aparición Hector, a quien ya vimos en "A todo gas", pero más allá de eso, no se ha recuperado a nadie más (si no contamos con una de las previsibles "sorpresas" del filme de la que os hablaré más adelante), presupongo que para no saturar al espectador, porque hemos tenido una buena ración de personajes nuevos; a pesar de ello, hubiera sido de agradecer disfrutar del regreso de Mónica Fuentes y Suki, e incluso de algún maloso antiguo como Carter Verone. Pero, claro, es evidente que no los echamos demasiado en falta más allá de gustos personales debido a los importantes personajes que nos llegan, el más flojo de todos el de Ramsey, que se une a la banda de Toretto y promete llegar a ser importante si le dan tiempo en las próximas secuelas, de haberlas, claro. Ese es el personaje flojo del que no desvelaré más (es una de las sorpresas del filme), porque los demás son muy, muy potentes aunque salgan sólo unos pocos minutos en pantalla, sobre todo por quienes los interpretan. Del Señor Nada de Kurt Russell ya he hablado, teniendo incluso su propia escena de acción donde demuestra que el actor sigue siendo uno de los grandes en cuanto a cine de acción; también contamos con el grandioso Tony Jaa (Ong-Bak, Thai-Dragon) en el bando de los malos dándonos algunas de las mejores escenas de pelea de la película en un enfrentamiento que también es algo surrealista sabiendo a quién se enfrenta, aunque eso sí, mejor resuelto que otros que nos presenta la película; la dura Ronda Rousey (Los Mercenarios 3) aparece en la parte de Dubai y se mide cara a cara con Letty; y tenemos también el omnipresente Djimon Hounsou (Push, Guardianes de la Galaxia) como otro de los villanos del filme. Menudo elenco, ¿eh?

Kurt Russell es el Señor Nada, ¿amigo o enemigo?


Pero me he dejado dos bastante importantes, uno porque es el villano de la película y otro por la importancia que tiene para la saga, pues es un personaje que se ha ido pidiendo desde que comenzaron a reunirse todos en la quinta entrega. El primero es, por supuesto, el mayor de los Shaw, un Jason Statham que robaescenas y que llena la pantalla sólo con su presencia, dándonos algunos de los momentos más fuertes del filme y actuando como una especie de acosador imparable a lo Terminator que aparece cada vez que menos te lo esperas (para los gamers, ¿recordáis a Némesis de "Resident Evil 3: Némesis"? Pues en esa línea). Vale, más que un personaje Statham ya hace de sí mismo pero en modo malote, porque su Shaw no se diferencia demasiado de todos los héroes y villanos a los que ha ido interpretando en su carrera como héroe de acción, así que, por ese lado, sí se lo podría haber trabajado más, aunque es el único defecto que se le podría achacar a uno de los más positivos valores de esta séptima parte. Además, ejemplifica perfectamente el hecho de que la formula de "Los Mercenarios" se ha instalado tanto en "Fast & Furious" que tanto Statham como Rousey forman parte de esas películas, y aquí están, asegurándose estar en otra. Por no hablar que los nombres de Jaa, Russell y Hounsou han salido siempre en todas las quinielas como posibles añadidos en los filmes de Stallone y amiguetes.

El otro personaje del que voy a hablar lo cierto es que aparece bastante poco en el filme, tanto que llega a cameo y poco más. Sin embargo, es uno que los fans de la saga reclamaban (¿o reclamábamos?) desde hacía mucho, concretamente, desde la quinta parte donde comenzaron los Vengadores de Toretto. Hablo del personaje de Lucas Black, protagonista de la tercera entrega de la saga donde conocímos a Han y volvimos a ver a Vin Diesel en una entrega de "A todo gas". James Wan aprovecha la muerte de Han para explicarnos que lo que vimos en "A todo gas: Tokyo race" no era más que la carrera que Toretto lleva a cabo con el personaje de Black para honrar a Han antes de llevarse sus restos. Lo cierto es que el personaje de Black siempre se ha pedido bastante para la saga y pegaría bastante con el equipo de Toretto, e incluso, al tener un estilo como el de Paul Walker, no me extrañaría que acabase siendo su sustituto en próximas películas. Estaría bastante bien, la verdad. Por ahora nos quedamos con su pequeña pero satisfactoria aparición en esta séptima entrega, eso sí, también bastante curiosa; tened en cuenta que en "A todo gas: Tokyo race" el actor, de veinte años por entonces, interpretaba a un adolescente y, como es evidente, el tiempo no pasa en balde y tenemos aquí la misma escena con Diesel que vimos en aquella, sólo que con Black teniendo unos cuantos años más, algo que se nota bastante.

Toretto deberá recurrir a viejos métodos para vencer a Shaw


En cuanto al resto de personajes, lo cierto es que cumplen sin más. No os vais a encontrar actuaciones muy diferentes al del resto de películas de la saga, así que vuestros favoritos seguirán siendo vuestros favoritos y los que menos os guste... lo mismo. Eso sí, a destacar la poca presencia que tiene Jordana Brewster en el filme salvo en aquellos momentos en los que se reúne con Brian, aunque es lógico si tenemos en cuenta que tienen un hijo en común y que con la venganza de Shaw cerniéndose sobre sus cabezas no es muy seguro que anden con el niño de arriba para abajo. Con Hobbs sucede algo parecido, pero más bien parece que se lo han reservado para las mejores escenas, dejando el resto de la película para la banda de Toretto; le tenemos al principio, durante la espectacular pelea contra Shaw y en la confrontación final en la ciudad, donde vuelve a ser una de las estrellas de la función, ametralladora incluida. Eso sí, nadie puede negar que la continuidad de la saga se siga respetando, porque incluso en esta entrega tenemos a Elena, el personaje de Elsa Pataky, apareciendo un par de veces junto a Hobbs, al que regresó después de su extraño y forzado lío con Dominic Toretto (uno de esos ligues sacados de la manga por guionistas que piensan que Diesel debe ligar con cualquier tía en esta saga; no se ha ligado a Jordana Brewster porque hace de su hermana, que si no...). Especial mención se merecen Ludacris y Tyrese Gibson en sus ya conocidos papeles de Tej y Pearce respectivamente, dos personajes que no pueden faltar en ninguna entrega de la saga y que aportan no sólo la dosis de comedia, sino la dosis de normalidad que necesita la banda de Toretto lejos de machadas sin sentido y testosterona alta.

A estas alturas supongo que está bastante claro que a pesar de que "Fast & Furious 7" es la mejor de la saga, al menos, a la altura de la sexta entrega, eso no quiere decir que sea perfecta, ni mucho menos. Sí, puede verse prácticamente junto a la anterior, como si fuera una película partida en dos, y sí, tiene multitud de virtudes, pero también fallos que se han ido agrandando conforme la saga evolucionaba, como el fallo de un motor que no se arregla pero se sigue usando el coche hasta que... se va a tomar por saco. Pues igual. Todavía están a tiempo de reparar los defectos de la saga o, al menos, de repetirlos los menos posibles. La insistencia de Toretto con lo de la familia, el culebrón con Letty, las fantasmadas de guión al estilo "criminales callejeros que pueden vencer a mercenarios entrenados por agencias secretas", las repetitivas machadas en los diálogos que ya hemos escuchado docenas de veces y el hecho de que estamos ante la entrega con menos sangre de todas (tenemos a dos tíos pegándose con hierros y ninguno de los dos sangra o aparece con heridas abiertas), entre otros defectos, hacen que "Fast & Furious 7" no luzca tanto como debería hacerlo. Eso sí, en taquilla es la que mejor ha funcionado, hasta el punto de que es la cuarta película más taquillera de la historia. Gran tanto el que se ha apuntado James Wan.

Para Paul


En definitiva, esta séptima entrega de una de las más taquilleras sagas de acción de la actualidad posee todos los pros y los contras que las anteriores. Indicada sobre todo para fans que consideren a la banda de Toretto como su propia familia, es una película para pasarlo bien en el cine, con unas buenas palomitas y un refresco a juego. "Fast & Furious 7" es cine de evasión con mayúsculas a pesar de sus evidentes carencias. Además, es un gran homenaje a Paul Walker. No es sólo que la película al completo esté dedicada a él y que hayan sabido sacar a su personaje de la saga de una manera bonita y elegante cuando lo lógico hubiera sido por optar por el camino más fácil, sino que los últimos diez minutos del filme consiguen emocionar al más pintado. Por supuesto, no voy a desvelar nada de este momento, pero todo encaja perfectamente (incluida la canción dedicada a Walker) como un puzzle que es imposible que no nos toque el corazón, sobre todo si hemos visto todas las entregas de la saga desde sus inicios en un lejano 2001 cuando cierto Dominic Toretto y un policía llamado Brian O´Conner se conocieron como rivales antes de hacerse hermanos para siempre.


Nota: 7/10


2 comentarios:

  1. Es una trágica ironía que Walker haya muerto en un accidente de tránsito.
    No soy un fan de esta franquicia, hasta el punto de que se me olvidan los nombres de los personajes. Y me costaba diferenciar a la hermana y la beligerante novia de Toretto, cuyo nombre sí recuerdo. Tal vez sea el mejor personaje.

    La primera me gustó por eso del policía infiltrado. Y me recordó algo que planteó Borges, quien fue crítico de cine. Mencionaba el recurso de un protagonista que finge ser amigo de un delincuente para entregarlo a la policía. Según Borges, para el público argentino es una canallada.
    Acá en cambio, se da de que el policia infiltrado adquiere admiración por el sospechoso, seguramente el espectador. Y recurso infaltable, se enamora de la hermana del sospechoso.
    Tanto que el culpable pero carismatico Toretto se escapa, por decisión del policía.

    Tanto que el polcía infiltrado se metido de lleno en las carreras clandestinas en la segunda parte.
    Y con fastidio acepta el infiltrarse otra vez. Sin dejar de burlarse de policías, que no saben de autos. Interesante el papel de Eva Mendez como una policia infiltrada.
    Detalle: el villano es argentino.

    La tercera no la vi.
    Y vi la cuarta, me gustó el tema de la venganza.
    Y es todo lo que puedo comentar.

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    1. A ver si llega alguna película de este estilo donde sea el criminal el que se "enamore" del policía, jejeje.
      Sería un giro interesante.

      No has sido poco lo que has comentado, no ;)

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