Ficha Técnica
Título original: Star Trek: The Motion Picture
Director: Robert Wise
Intérpretes: William Shatner, Leonard Nimoy, DeForest Kelley, Persis Khambatta, Stephen Collins, James Doohan, George Takei, Nichelle Nichols, Majel Barrett, Walter Koening, Grace Lee Whitney, David Gautreaux.
Guión: Harold Livingstone
Música: Jerry Goldsmith
Género: Ciencia-ficción
Nacionalidad: Estados Unidos
Duración: 132 minutos
Año: 1979
Sinopsis:
Siglo XXIII. Una poderosa fuerza
alienígena se aproxima a la Tierra tras haber contactado violentamente con varias
naves espaciales por su trayectoria, destruyéndolas todas con una facilidad
pasmosa. Temiendo que la extraña nube de energía pueda eliminar toda forma de
vida en el planeta, la Flota Estelar envía al único vehículo capaz de
alcanzarla, la nave USS Enterprise, que recupera a su antiguo capitán, el ahora
almirante James T. Kirk, quien asume el mando no sin las protestas del actual
capitán, Willard Decker. Con los miembros más importantes de la Enterprise,
incluyendo al vulcaniano Spock, el capitán Kirk se embarca en un viaje
contrarreloj, una odisea por la supervivencia que le descubrirá horizontes más
profundos de los que nunca pensó que hallaría.
Reseña:
Siempre he sido más de "Star
Wars". Sí, sé que es una manera bastante rara de iniciar una crítica sobre
la primera película del universo trekkie, rara y ni siquiera original, porque
no soy el que inventó eso de mencionar la famosa saga galáctica a la hora de
hablar de cualquier título que esté relacionado con "Star Trek", y
aunque no deseo entrar en una comparativa entre ambas (no es el momento ni el
lugar), por más interesante que sea el experimento, sí es verdad que
prácticamente me veo obligado a mencionar la historia de los Skywalker a la
hora de comentar "Star Trek: La película". Con las dos franquicias
sucede lo mismo que con muchas aficiones que poseen dos caras enfrentadas por
la eternidad, más por los fans que por los responsables de llevarlas a cabo.
Ahí tenemos a Marvel y DC, en especial en el terreno fílmico, que se ha
recrudecido desde que la segunda presentase un universo continuista en la
pantalla grande similar al de la primera; en el terreno de la literatura no es
diferente, y lo normal es dar con enfrentamientos entre lectores de Tolkien y
de George R. R. Martin, sin olvidar que suelen ser más fuertes cuando nos
sumergimos en la literatura de terror, y los nombres a tratar son los de
Lovecraft, Poe y King; los videojuegos tampoco se libran, y una de las batallas
infinitas, con insultos y amenazas de por medio, es la que se lucha entre los
seguidores de Sony y los de Nintendo, como si el PC fuera un simple espectador
que sonríe, comiendo palomitas, mientras sus competidores se matan; y cómo
pasar por encima de los futboleros y ese seguimiento acérrimo por ciertos
equipos que ni siquiera mencionaré en el análisis de una película. Espero
haberme explicado bien con respecto a la idea que quiero compartir con
vosotros, la idea de que los bandos existen en multitud de áreas, y una de
ellas es la de las sagas galácticas en el celuloide, porque parece ser que o se
es un aficionado a "Star Wars" o un trekkie que escupe sobre la orden
jedi.
Afortunadamente, hay muchos fans
que disfrutan de ambos grupos por igual. Sí, existen lectores de Marvel y DC, al
igual que hay gamers que adoran tanto una nueva entrega de "La leyenda de
Zelda" que el último "God of War", por poner algunos rápidos
ejemplos. Es posible que sus gustos se inclinen por unos u otros ligeramente,
pero siempre poseerán la capacidad de disfrutar con todos, y esa es la suerte
que tenemos muchos con "Star Wars" y "Star Trek". Si
siempre me ha interesado más la franquicia creada por George Lucas, ha sido en
lo esencial porque la conocí antes, me llegó mucho antes que la de "Star
Trek", la cual entró en mis gustos cinematográficos gracias a las
producciones centradas en la nueva generación del Enterprise, sí, la comandada
por el genial Jean-Luc Picard, interpretado por el eterno Charles Xavier del
celuloide, o lo que es lo mismo, por Patrick Stewart. Entre finales de los 90 y
comienzos del presente siglo me imbuí de la magia espacial del Enterprise,
descubriendo un mundo de ciencia-ficción muy distinto al de "Star
Wars", aunque similar en numerosos aspectos. Como decía antes, la otra
cara de una misma moneda que me llevó a disfrutar bastante de la trilogía
impulsada por J. J. Abrams, que más que un reboot no dejaba de ser una serie de
secuelas desde otro prisma, y no quiero entrar en spoilers al respecto, pero
sí, entran en el universo trekkie tal y como lo conocemos, el nacido a partir
de la serie original que duró sólo tres temporadas, entre 1966 y 1969. Cerrada
por la falta de audiencia, a pesar de que parezca mentira hoy día con la legión
de fans que posee, el fenómeno trekkie se recuperó por todo lo alto gracias a
"Star Trek: La película", un filme que no escatimó en gastos, siendo
por entonces un blockbuster tan ambicioso y enorme como lo son estos días los
títulos empujados por Abrams. Supongo que a las nuevas generaciones eso les
parecerá algo complicado, ya que hablamos de una cinta que ha envejecido mal en
ciertos aspectos, pero es evidente si tenemos en cuenta que tiene más de
treinta años, estando cerca de los cuarenta, que se dice pronto. Tampoco es que
todo en "Star Wars" haya envejecido bien, por si alguien quiere saber
mi opinión al respecto. Objetividad al poder, por supuesto.
La USS Enterprise en la gran pantalla |
A "Star Trek: La
película" no le hizo falta mucho para ser un éxito. Una cantidad ingente
de filmes y series en torno al universo trekkie transformaron una humilde serie
de televisión cancelada en todo un movimiento mundial que, especialmente en los
medios anteriormente mencionados, se ha aprovechado más y mejor que la eterna
guerra entre el Imperio y la Alianza Rebelde. Es probable que "Star
Trek" sea un fenómeno menos popular fuera de Estados Unidos, y sin
embargo, pocas dudas hay sobre la importancia que ha tenido el mundo en el que
se mueve la Enterprise para la ciencia-ficción de las últimas décadas, y no
sólo me refiero al cine y la televisión, sino a la literatura, los cómics, los
videojuegos... Las cifras que mueve "Star Trek" son menores que las
de "Star Wars", eso también es bastante evidente, pero en ocasiones
los temas que se tratan en sus obras audiovisuales resultan igual de
interesantes, e incluso más. "Star Trek: La película" es un gran
ejemplo de ello, un filme donde las soluciones no pasan la mayorías de las
veces por el uso de la violencia, sino por la utilización de la diplomacia, el
diálogo y la inteligencia de los personajes que intervienen.
En este contexto,
no es de extrañar que el argumento principal, sencillo pero no simple, tenga
incluso numerosas connotaciones filosóficas de las que carecen los actuales
filmes de "Star Trek", y no digamos ya muchos blockbusters
incorporados al género de la ciencia-ficción. La revelación final acerca de lo
que es en realidad la nube antagonista da para una extensa tesis que conectaría
perfectamente con "2001: Una odisea del espacio", ese clásico tan
querido como denostado. Y sí, si algunas escenas os recuerdan a ésta última es
porque "Star Trek: La película" bebía bastante de la obra de Kubrick.
Si "Star Wars" en aquel momento era todo aventuras, acción y
blockbuster a la enésima potencia, "Star Trek: La película" consiguió
ser algo más intimo, más orientado hacia el seguidor de la ciencia-ficción más
hard, mientras que la otra iba dirigida a los más nuevos en el género. Ni
siquiera te tenía que gustar para disfrutar "Una nueva esperanza",
sin embargo, si a uno le encantaba la ciencia-ficción, salía maravillado con la
primera aventura de la Enterprise en la pantalla grande. No es de extrañar si
tenemos en cuenta que su historia va de menos a más, con un clímax final de
infarto y, repito, muy deudor de las preguntas recurrentes que se realizan
numerosos títulos del género.
El capitán James T. Kirk, listo para volver con su tripulación |
Admitido que hay que ser muy
aficionado a la ciencia-ficción para disfrutar al cien por cien de "Star
Trek: La película", pero también hay que serlo de la serie original
trekkie para aprovechar de todo lo que el filme nos ofrece. Eso se nota en
especial cuando la trama nos muestra a los personajes principales, es decir,
cuando desfilan por el metraje por primera vez los ya famosos Kirk, Spock,
Scotty, Sulu, Chekov, Uhura y el doctor McCoy. Cero presentación de personajes,
como si el guión considerase que puede prescindir de ello, lo que es cierto si
somos seguidores de la serie televisiva, pero no si nos acercamos por primera
vez a un título trekkie, y no digamos si éste es la primera película de la
saga. El acierto de la cinta es mostrarnos cómo son conforme la trama avanza,
aunque no hubiera venido mal alguna que otra muestra de qué resalta en cada uno
de ellos, en vez de tanta escena alargada mostrándonos el espacio infinito o
hasta la última tuerca de la Enterprise, nave que posee uno de los diseños más
elegantes de la ciencia-ficción del celuloide. Al respecto, hay que reconocer
que con sólo haber sentido de pasada la popularidad de nombres como los de
Spock, Kirk o la Enterprise, se le eriza a uno cada pelo del cuerpo cuando
aparecen en pantalla, sobre todo en el caso de ese grandioso Leonard Nimoy, al
igual que lo hacen sus compañeros de viaje, quienes descubren, asombrados, que
nuestro vulcaniano favorito carece de toda emoción debido a un ritual realizado
en su planeta natal. Tal es el poder del fenómeno trekkie, capaz de producirnos
escalofríos al mostrarnos sus más características cartas a pesar de no ser fans
incondicionales de su universo. Y es que "Star Trek: La película" es
"Star Trek" en estado puro, de principio a fin, desde el regreso de
Kirk a la Enterprise hasta ese final tan de la serie original, pasando por la
potente presencia de Spock, los humos que se gasta McCoy o la amistad entre
Kirk y Scotty, sin olvidar la Enterprise, los teletransportadores, los
uniformes de la Flota Estelar y la convivencia con otras razas del cosmos, muy
distintas a los humanos. Demonios, lo único que falta es el pellizco vulcaniano
para que la cinta contenga todo lo que la cultura popular ha recogido de
"Star Trek" para invitarnos a descubrir todo lo que tenga que ver con
su cosmos.
Ahora viene lo que os puede
parecer una contradicción, porque a pesar de que "Star Trek: La
película" es en la práctica una extensión de la serie original, un método
de supervivencia de ésta, al mismo tiempo supone un perfecto punto de partida
para aquellos que desconocen por completo lo que significa adorar lo trekkie. Sí,
sé que pocas líneas antes he comentado que los personajes están presentados
como si ya los conociéramos (apenas presentados en todo caso), y que da la
sensación de que han cogido de aquí y de allá de la serie para construir el
filme, que no es ni mucho menos un capítulo alargado, por cierto. Sé las
palabras que he comentado en este análisis, y aunque os dé la impresión de que
me contradigo, en absoluto es así, porque lo supieron hacer lo bastante bien
como para que cualquiera se aproxime al universo de "Star Trek" y
quede rendido para siempre con la cinta, siendo la primera de muchas que pueden
disfrutarse independientemente de las series que han ido apareciendo,
resucitando cada cierto tiempo gracias, sobre todo, a los empujones de los
fans. Sin ir más lejos, "Star Trek: La película" vivió un pequeño
calvario antes de salir adelante, estrenándose su secuela a pesar de los
"flojos" resultados en taquilla, y las comillas son muy
intencionadas, dado que triunfó por todo el globo, aunque no de la manera
esperada por la productora, que vio un pequeño tropiezo que le saliera tan cara
la producción y no triplicaran los beneficios sólo en Estados Unidos.
El inconmensurable Leonard Nimoy como Spock |
Por fortuna,
la saga continuó en el cine, con una calidad irregular en las entregas a partir
de la tercera, porque la segunda es oro puro, y eso que la primera parte ya lo
es a todos los niveles. Unos efectos especiales fantásticos (vale, en algunas
escenas la cosa no ha envejecido nada bien, así que hay que tirar bastante de
nostalgia), unas actuaciones de notable, una dirección perfecta, una banda
sonora de matrícula de honor (espectacular Goldsmith) y un guión muy, muy
bueno, uno de esos guiones desarrollados con inteligencia, que convierten un
metraje de más de dos horas en uno de cinco minutos debido a lo absorbente que
resulta para el espectador. Regreso a la idea de que se puso toda la carne en
el asador con "Star Trek: La película" a todos los niveles, siendo
una gran apuesta que buscaba no sólo al fan incondicional de la serie original,
sino a aquellos que pudieran ampliar las filas de los amantes de la
ciencia-ficción. Y lo consiguió, vaya sí lo consiguió. ¿No sois trekkies? Sólo
os hace falta visionar "Star Trek: La película" para iniciar un
camino hacia el espacio, la última frontera, y conocer así los viajes de los
exploradores de la Enterprise.
Nota: 7,5/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario