martes, 17 de julio de 2018

Novedades literarias: Macabras


El terror escrito por mujeres ha existido desde siempre... aunque en bastante menor medida que el escrito por hombres. Ésta afirmación no es gratuita, no es para quedar bien, no es para cubrirme con la bandera del feminismo, ni para liderar ningún movimiento que no me pertenece más que para apoyarlo, ya que les pertenece a ellas (algo que muchos hombres deberían aprender), sino para constatar una terrible realidad que se vive en muchos medios, en numerosas áreas, sólo que ahora estamos tratando la de la literatura de género, más en concreto, la de terror, así que hay que dejarlo claro desde el principio. Y no sólo por si hay algún despistado que cree que todo esto del feminismo es un invento para que las mujeres dominen la Tierra al mismo tiempo que masacran a los pobres hombres que vivimos a su merced, sino también porque uno de los objetivos del libro que os presento hoy es el de, precisamente, reivindicar la figura de la mujer en la literatura de género, algo que pocas obras actuales han intentado, y no hablemos ya en nuestro país con escritoras nacionales, y que todavía menos han conseguido. Quitando un par de títulos realmente interesantes, da la sensación de que esta clase de interesantes propuestas se quedan en nada a la hora de la verdad, que todo va más de ir anunciando que se es más o menos feminista, pero que en el momento de actuar, muchos de esos adalides del feminismo se echan atrás, como si lo usaran más como publicidad que como una idea, un concepto, una poderosa e imparable marea que debe cambiar el mundo de arriba abajo. Afortunadamente, "Macabras" es todo eso y más, negándose a quedar como un mero producto publicitario para que quienes la han realizado queden de "guays", yendo a la raíz del problema, a lo verdaderamente importante, gritando que sus autoras están aquí y tienen voz y voto en el fantástico, y además con un detalle tan importante como esencial: todo el libro está llevado a cabo por mujeres.

Hace tiempo que no hablaba de ninguna antología en esta sección. Vale, es verdad que una cayó, pero era propia, así que, exactamente, no cuenta. Me refería a antologías de otros autores, así que es una alegría romper la mala racha con este título, "Macabras", publicado por Editorial Maluma, que a pesar de las obvias bromas a las que se presta con respecto al nombre de cierto cantante, proviene de la fusión de los nombres de las tres editoras que la forman, un detalle tan interesante como el hecho de que sigamos hablando de mujeres publicando un libro de mujeres. Editoras, autoras, ilustradora, prologuista... "Macabras" (fantástico título el de la obra, por cierto) es un volumen femenino de pies a cabeza, lo que, como ya he comentado antes y no dejaré de señalar durante toda esta entrada, lo diferencia de muchos otros que intentan lo mismo (al menos, lo intentan, que hay quienes ni siquiera se ponen a ello por más que enarbolen la bandera del feminismo, como si ellos tuvieran que liderar una poderosa ola que deberían limitarse a apoyar, a admirar y a aplaudir, pero nunca a tratar de considerarla como suya, de su propiedad, y mucho menos creerse que deben enseñar a las mujeres cómo es o debe ser) sin apenas acercarse. Pero aunque ese maravilloso detalle es de los más importantes de "Macabras", no es el único que hace tan especial a esta antología. Por ejemplo, y entre tantos otros, está el hecho de que todas sus ganancias van destinadas a un fantástico proyecto benéfico del que hablaremos más adelante, para darle el protagonismo que se merece, al igual que lo haré con la editorial, ya que es la primera vez que la mencionamos en la Cueva del Extraño, por lo que no podemos dejar pasar una oportunidad tan buena para ahondar en ella. Y eso sin olvidar quién es la prologuista del libro, o la artista que ha realizado todas y cada una de las espectaculares ilustraciones que pueblan las páginas de los relatos, portada incluida. Así que, una vez adelantos ciertos puntos de "Macabras", ¿qué tal si nos sumergimos en sus secretos?

La coordinadora de "Macabras" es nada más y nada menos que Tamara López (Susurros, Éxtasis), nombre que seguramente os suene bastante, tanto fuera como dentro de este blog. Periodista, influencer, blogger, entrevistadora... Fingir que no conozco a Tamara López, Wonder López, o Chica Sombra, como se la llama en varios medios, mi verdadera alma gemela, la pieza con la que siempre he encajado perfectamente, mi clon (y yo el suyo), el talento que me mantiene en pie, el motor que me empuja a continuar juntando palabras que dan lugar a historias que sin ella no existirían, sería algo absurdo, aunque prometo no esparcir más azúcar de unicornio a partir de esta parte de la entrada, pero no he podido (ni querido) contenerme al respecto. Sin embargo, me esforzaré para no volver a repetirlo, quedando todo en el terreno meramente profesional (me esforzaré, me esforzaré) relacionado, en especial en este caso, con la antología de la que estamos hablando. ¿Por dónde iba? Vale, vale. Sigo el hilo. Comentaba que la coordinadora absoluta de "Macabras" es Tamara López, periodista, blogger e influencer, entre muchas otras profesiones y aptitudes excepcionales, siendo dos de ellas la de coordinadora de recopilaciones de relatos y escritora, sobre todo, escritora de género, aunque también es muy dada a la poesía y a la romántica. A pesar de que parece que todo lo que haga la López se le dé de maravilla, en "Macabras" vemos dos áreas en las que demuestra las toneladas de profesionalidad y talento que atesora, no sólo regalándonos uno de los mejores relatos de la antología, sino demostrando con creces que ha sabido sacar adelante un libro que no sólo se encontraba prácticamente a las puertas de la muerte cuando llegó, sino donde no todo el mundo le puso las cosas fáciles... y ahí lo dejaremos. Que sea el tiempo y el karma quien ponga a cada cual en su sitio. Y, qué demonios, un día habrá que escribir un artículo sobre las formas de comportarse en una antología y las formas de no comportarse en una antología.

Afortunadamente, "Macabras" ha contado con Tamara López como capitana. Aunque siendo yo sólo un simple lector del libro, teniendo en cuenta que he asistido a los detalles sobre cómo se inició, dados por Tamara y algunas de las autoras durante las exitosas presentaciones que se han llevado a cabo, no puedo pasar de largo sin contaros una especie de resumen de cómo ha ido avanzando "Macabras" desde su nacimiento, insistiendo en que soy sólo un testigo de los hechos, y no un director participante de los mismos. Yendo al grano, cuando "Macabras" ni siquiera tenía nombre, y mucho menos editorial, Tamara no era la coordinadora, sino que llegó mucho después, cuando la antología se encontraba parada por temas personales del coordinador original, un Daniel Gutiérrez (Érase una veZ, Historia se escribe con Z) cuyas menciones nunca han faltado en el presente blog. Dani, confiando en Tamara, le pasó el testigo, y bien que hizo, porque fue ponerse manos a la obra y que el libro saliera adelante. Una vez preparados los relatos, pensado en quién haría el prólogo y con las ilustraciones y la portada listas, todas realizadas por la espectacular artista María Pizarro (Éxtasis), el buscar editorial fue cuestión de tiempo. Y no le costó mucho dar con una interesada en el riesgo que suponía una compilación como "Macabras". Al fin y al cabo, seamos sinceros. Tenemos entre manos una antología de terror, llevada a cabo sólo por mujeres y cuyas ganancias van destinadas a un proyecto benéfico. Riesgo sobre riesgo sobre riesgo. No debería ser así, claro, y es una lástima que así sea, pero lo es, valga la redundancia. Y eso sin olvidar que no estamos ante una novela o un ensayo, sino ante una antología, cuyas ventas, en general, no suelen equipararse a los de los formatos mencionados. Entonces, ¿qué llevó a una editorial como Maluma a acometer tantos riesgos? ¿Cómo ha logrado convertirse "Macabras" en un libro que en menos de seis meses ha agotado su primera tirada? ¿Cómo ha conseguido una antología con, aparentemente, tantas desventajas según el mundillo literario, en ser todo un éxito?

La edición de "Macabras" puede ser una buena razón. Maluma es una editorial con muy poco tiempo de vida, pero eso no significa que no cuiden los títulos de su catálogo, al contrario, e incluso sorprende la calidad de la edición de la antología una vez la tienes en las manos, así que gran punto positivo para el libro. Después de todo, puedes editar la mejor novela del mundo, pero si lo que se te presenta cara a cara es una porquería mal editada que parece llevada a cabo en una imprenta de baratillo, sin demasiado interés por los editores, eso no se va a vender. Lo de dentro tiene que ser bonito, y lo de fuera también, porque, al fin y al cabo, es lo primero que se ve, sobre todo, cuando hablamos de nombres y obras que no se van a vender automáticamente como esas que llenan las estanterías de los centros comerciales (y lo digo sin ningún interés peyorativo, ojo). Los "pequeños", por llamarnos así, necesitamos armas que los "grandes" ya han desechado, así que hay que poner toda la carne en el asador a la hora de que nos presten atención. Y eso significa montar muchos saraos, como los que se han ido organizando alrededor de "Macabras", si no cuento mal, tres para ser exactos, sin mencionar la presencia que tuvo en Sant Jordi, en el stand de Maluma, gracias a dos de sus encantadoras editoras. Al igual que la edición y la portada, que todos (todas en este caso) los participantes se muevan a una es esencial para que la obra llegue a buen puerto. Maluma, Tamara y algunas de las autoras de "Macabras", que iré nombrando lo han hecho, demostrando así que ante la vagancia de otras partes ellas se bastan y se sobran para tirar del carro. De ahí que la presentación en la biblioteca Manuel Altolaguirre, en Málaga fuera todo un éxito; de ahí que la presentación en el centro cultural de La Farinera del Clot, en Barcelona, también lo fuera; y de ahí que el eventazo celebrado en el Retiro, en Madrid, siguiera la misma línea, en especial, por la presencia de las tres simpáticas y profesionales encargadas del maravilloso Proyecto Pepo del que os hablaré enseguida, sin olvidar que tuvimos la grata presencia de la estupenda actriz Eva Isanta (Aquí no hay quien viva, La que se avecina), la prologuista estrella del libro, demostrando una humildad y una simpatía que destrozaron cualquier tópico que se tenga sobre el ego que supuestamente predomina en el mundo de la actuación. Por cierto, como detalle interesante, se desveló que es bastante probable que Eva Isanta vuelva para "Macabras 2", aunque como escritora, decisión tomada después de leer su excelente prólogo.

A estas alturas quizás os estéis preguntando qué es realmente "Macabras", porque os estoy contando muchas cositas acerca de la antología, pero no os he dado aún detalles sobre qué encontraréis en ella. En pocas palabras, y para no marearos mucho llegados a este punto de la presente entrada del blog, "Macabras" es un oda a la mujer como escritora de género fantástico, más en concreto, como escritora de terror en este caso, porque los dieciséis relatos que forman el libro van dirigidos a dar miedo, a aterrar, a asustar y, siendo directo, a acojonar. Y lo consiguen. Las tres fantásticas editoras de Maluma han apostado fuerte por un título que otras editoriales habrían tenido dudas de publicar, se animaron, le pidieron el manuscrito a Tamara López y poco después estaba todo encaminado a que "Macabras" fuera una realidad. Cada cuento del volumen posee una impresionante ilustración (atentos a la del prólogo de Eva Isanta, donde el retrato que de ella hace María Pizarro es sublime) acorde con el texto, es decir, nada de un dibujo porque sí, sino relacionado con la historia, siendo la colocación de estas ilustraciones un gran acierto por parte de la editorial y la coordinadora, al final de cada relato, para así evitar spoilers.  Del prólogo ya os he hablado, aunque falta también ahondar en el maravilloso Proyecto Pepo, destinado a donar a mujeres víctimas de violencia de género perros adiestrados para que las protejan. Sin duda, uno de los momentos cumbre de la historia de "Macabras" fue cuando en la presentación de Madrid, una de las integrantes del Proyecto Pepo (por cierto, tuvimos la exclusiva visita en el evento de uno de los pepos, un príncipe peludete la mar de guapo y bueno) nos contó lo necesario que es un proyecto así, narrandonos su propia experiencia en el tema, y no sólo como coordinadora de una iniciativa tan original como importante para la lacra que sufre nuestro país (y el mundo, en realidad) en forma de la repugnante violencia machista. Dejadme que os recuerde que los beneficios de "Macabras" van destinados al Proyecto Pepo, con el que también podéis colaborar por vuestra cuenta, una razón más para convertiros en macabras, para apoyar este libro mientras otros sólo usan el feminismo para hacerse publicidad, sin dar verdaderos pasos en las direcciones correctas, como sí hace esta antología. Un volumen de mujeres cuyas ganancias van destinadas a proteger mujeres. Estaría bien que llegara pronto el día que no necesitáramos protegerlas, ¿verdad? El día que "Macabras" pueda existir sin preocuparse por los horrendos "la maté porque era mía" que tanto pululan por una sociedad supuestamente civilizada.

Antes de pasar a ofreceros los enlaces de compra de "Macabras" (si es que queda algún ejemplar perdido por ahí; ya os comentaba antes que la primera edición se encuentra prácticamente agotada), me gustaría nombrar a otra parte imprescindible del libro, y esa es la de las autoras, la de las dieciseis escritoras que han hecho un trabajo formidable a la hora de construir esta terrorífica antología con la que gritan bien alto que están ahí, que también aman el terror y que, hayan escrito más o menos, se merecen su sitio en la mesa del género. Entre ellas tenemos, además de a la ya citada Tamara López, a Rain Cross (Aquel extraño hombre alto, Demonalia), a Bea Magaña (Voy a ser leyenda), a Lorena Gil Rey (Los hijos del mal, Vuelo de Cuervos), a Pepa Mayo (Ada, Nico y las esferas del tiempo), a Nidia Blackburn (150 Rosas), a Beatriz T. Sánchez (Pasos en la oscuridad, Dissident Tales), a Cristina Béjar (Ilusionaria, Body Shots) y, entre otras, a Fayna Bethencourt (Cianuro y Chocolate). Todas dan un nivel muy, muy alto a la antología, que reseñaré próximamente, para que comprobéis que ni miento ni exagero, teniendo entre manos uno de los mejores libros de género del año, y me quedo corto, tanto en continente como en contenido. Sin embargo, lo mejor es que seáis vosotros mismos quienes os sumerjáis en las aterradoras historias que las autoras más macabras del panorama literario nacional os han preparado. Y hacedlo rápido, porque antes de que os deis cuenta estará la segunda parte en las librerías, quedarán también pocos ejemplares y os preguntaréis dónde estuvisteis mientras las macabras conquistaban el terror dominado por los hombres, ocupando el puesto que les corresponde.

Aquí podéis comprar el libro en la página oficial de Editorial Maluma.

Aquí podéis adquirir la antología en Amazon.

Aquí podéis conseguir el volumen en la tienda online de librerías Proteo/Prometeo.

Aquí podéis saber más sobre Proyecto Pepo.

Y recordad que si os hacéis con "Macabras" no sólo estaréis dando a las autoras de género de nuestro país la importancia que merecen, sino que también estaréis apoyando algo tan maravilloso como el Proyecto Pepo, aportando vuestro granito de arena para que llegue todavía más lejos de lo que ya lo hace. Pero entre todas las razones que existen para conseguir un ejemplar de "Macabras" la más obvia debe ser la primera que cruce vuestro cerebro: ¿Os gusta el terror? Pues "Macabras" es terror del mejor. Del que no se puede olvidar, del que pone los pelos de punta, del que se queda contigo cuando cierras el libro, del que no te deja dormir con la luz apagada...

No esperéis más. ¡Sed macabras!


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