lunes, 18 de enero de 2016

Reseñas cinematográficas: Los Juegos del Hambre: Sinsajo. Parte 2


Ficha Técnica

Título original: The Hunger Games: Mockingjay. Part 2
Director: Francis Lawrence
Intérpretes: Jennifer Lawrence, Josh Hutcherson, Sam Claflin, Liam Hemsworth, Donald Sutherland, Julianne Moore, Natalie Dormer, Jena Malone, Philip Seymour Hoffman, Woody Harrelson, Elden Henson, Elizabeth Banks, Evan Ross, Stanley Tucci, Robert Knepper, Gwendoline Christie, Jeffrey Wright, Mahershala Ali, Willow Shields, Paula Malcomson.
Guión: Danny Strong
Música: James Newton Howard
Género: Ciencia-ficción, aventuras, acción
Nacionalidad: Estados Unidos
Duración: 137 minutos
Año: 2015


Sinopsis:
Katniss Everdeen ve llegar el final de la revolución. Mientras duda sobre qué hacer con Peeta, al que el presidente Snow ha convertido en un arma viviente que sólo se activa en su presencia, la resistencia coloca las siguientes piezas en el tablero para realizar el movimiento definitivo contra el Capitolio. Aunque Alma Coin, líder del Distrito 13, y la cabeza pensante de la resistencia, prefiere que Katniss se quede en la retaguardia y deje a las tropas avanzar contra Snow, la joven tiene otros planes que se centran en el asesinato del presidente de una vez por todas; si sigue vivo, todo continuará perdido. Sin embargo, Katniss comienza a a desconfiar sobre los métodos de Coin, apoyados por el propio Gale, su amigo de la infancia. Es entonces cuando el presidente Snow planea lanzar el golpe definitivo contra sus enemigos, nada más y nada menos que la creación de unos inmensos Juegos del Hambre alrededor del Capitolio. Si la resistencia desea su cabeza, tendrá que ir a por él, y Katniss Everdeen, ganadora de los Juegos del Hambre, no piensa decepcionarle.


Reseña:
¡Y fin! Parece que fue ayer cuando tuvimos el placer de conocer por primera vez a Katniss Everdeen, uno de los personajes por los que más será conocida esa gran actriz que se nos ha ido descubriendo que es Jennifer Lawrence (X-Men: Primera generación, El lado bueno de las cosas). Aunque afirmar que el tiempo pasa volando es un tópico de esos que todos hemos usado alguna vez (al estilo del mundo es un pañuelo), no es menos cierto por eso. Da la impresión de que pudimos disfrutar de la primera "Los Juegos del Hambre" en los cines de todo el mundo hace unas pocas semanas, cuando en realidad hace tres años que se estrenó. Sí, han hecho falta cuatro años para ver completada toda la saga de "Los Juegos del Hambre" en la gran pantalla, muchos menos de los que se suelen usar en el mundo del cine para este tipo de sagas. Da la sensación de que querían exprimir al máximo las novelas en las que se han basado las películas, y todos los años desde 2012 hemos tenido nuestra ración de Katniss, Peeta, Panem, los distritos y el presidente Snow. Muy cumplidores han estado estos nenes de Hollywood, la verdad. Cuatro años, uno más que las novelas que son en realidad, ya que la productora decidió dividir la última entrega en dos, por motivos artísticos, y no hay que dudar de ellos, pero es evidente que también ha sido por razones económicas; si a Harry Potter y a los vampiros de "Crepúsculo" les funcionó, ¿por qué no a Katniss?

Lo cierto es que si hacemos memoria, eso de película al año sólo se cumple con las actuales sagas "Divergente" y "El corredor del laberinto", porque hasta el momento las diferentes entregas de este tipo de sagas que adaptaban best sellers juveniles, se separaban más unas de otras en cuanto a las distintas partes en las que se dividían. Por ejemplo, Harry Potter tardó nada más y nada menos que diez añazos en ver completa su saga literaria en la gran pantalla, aunque es cierto que no es buen ejemplo del todo, dado que estamos hablando de personajes que seguían un curso escolar, por lo que debían adaptarse a este detalle del argumento e ir creciendo por el camino, por no hablar de que tenemos entre manos películas mucho más costosas de realizar a todos los niveles. Con "Crepúsculo", por ejemplo, sí que tuvimos nuestra cita anual, algo que estuvo lejos de ocurrir con fracasos estrepitosos como "Eragon", "El circo de los extraños" y "Cazadores de Sombras", entre otros intentos de adaptar best sellers juveniles que no salieron del todo bien, a pesar de que poseen una calidad que va entre el suficiente al notable. Pero las desventuras de Katniss para sobrevivir al distopico futuro de Panem siempre han sido diferentes a pesar de que contengan algunos de los ingredientes típicos de estas adaptaciones, por lo que sería mejor decir que todo proviene en realidad de los libros.

Katniss Everdeen se enfrenta a su prueba final


Katniss nunca fue una elegida, ni esa heroína cliché que surge entre todos los demás para alzarse como voz del pueblo, sino todo lo contrario. Si se cumpliera este tópico en "Los Juegos del Hambre", la protagonista hubiera sido su hermana Prim, la inicialmente elegida para participar en los Juegos del Hambre del Capitolio, quien se hubiese convertido en una heroína durante el sangriento campeonato. Pero no ocurrió así. Katniss se presentó voluntaria para sacrificarse por Prim, y lejos de ser una protagonista simpática, adorable y encantada en su papel de elegida, capaz de notarse cómoda en el traje de superheroína, la joven se nos mostró arisca, desconfiada, capaz de mentir y engañar para sobrevivir y, sobre todo, reticente ante su papel de superheroína capaz de formar una revolución a su alrededor. Sólo en Katniss ya observabamos una diferencia bastante radical con respecto a las características que parecían posee este tipo de historias, sobre todo si la comparamos con los filmes de Harry Potter, "Eragon" o "Crepúsculo", aunque en éste caso sea más bien una película basada en una novela romantica con tintes fantástico. Ni siquiera el romanticismo de "Los Juegos del Hambre" es empalagoso; el personaje de Jennifer Lawrence demuestra bastante a menudo que apenas tiene tiempo para amoríos, y cuando se detiene para ello, la cabeza está a punto de explotarle debido a su debilidad tanto por Peeta como por Gale, su mejor amigo desde siempre. Si continuamos ahondando en este tipo de diferencias, incluso estos dos personajes protagonistas son bastante distintos a los que se presentan en narraciones juveniles, por no hablar que Peeta es más bien un antihéroe, un chico normal y corriente que prefiere montar una granja antes que verse metido en cualquier clase de escena violenta.

Para analizar el éxito, repercusión y aceptación de "Los Juegos del Hambre" deberíamos mirar bien otras dos sagas que, surgidas a partir del éxito de ésta, han cosechado su propia popularidad: "Divergente" y "El corredor del laberinto". Ambas comparten muchas de las características mencionadas de "Los Juegos del Hambre" (las relaciones románticas en "El corredor del laberinto" se insinúan continuamente pero apenas se da nada por sentado), y una buena cantidad de ellas que ni siquiera se han nombrado, como ese tono distópico, futurista, apocalíptico y pesimista que las envuelve, por no hablar de grandes dosis de ciencia-ficción y una violencia que a las acercan más a historias para jóvenes adultos que para quienes acaban de abandonar atrás la niñez. Teniendo en cuenta que "Eragon", "Cazadores de Sombras" y "El circo de los extraños", eran relatos más fantásticos, ¿es posible que en estos tiempos que corren tengan más aceptación las distopías? Quizás Harry Potter puso punto y final a una especie de subgénero de adaptaciones de best sellers juveniles que ha evitado el éxito de otros títulos que igual se lo merecían. Es posible que lo apocalíptico y lo pesimista, los antihéroes y héroes reales que no quieren serlo, que sólo tratan de sobrevivir y descubrirse a sí mismos, mientras se mueven en ambientes de ciencia-ficción, sea lo que se lleve ahora al respecto. "Los Juegos del Hambre", un exitazo tanto dentro de la literatura como dentro del cine, fue también una excepción, el espejo en el que muchas de estas historias deberían mirarse a la hora de tener éxito, y eso que su trama no es especialmente original, un refrito USA de "Battle Royale", esa locura nipona en la que los alumnos de un colegio debían enfrentarse hasta la muerte en una isla con armas y trampas escondidas, con resultados bastante gores y críticos con el sistema educativo japonés. Por cierto, el subgénero juvenil fantástico no es el único que se saldó con malos resultados en la taquilla más allá de la saga Harry Potter, ya que el romántico con tintes sobrenaturales tampoco corrió demasiada suerte, como bien indica el guantazo en taquilla que se llevó "Hermosas criaturas" no hace demasiado. Aunque es cierto que a "Las crónicas de Narnia" sí que le fue bastante bien, llegando a tener tres entregas con la fantasía como gran protagonista, en plena época de Harry Potter.

Un plan para acabar con Snow


Sea como sea, el éxito de "Los Juegos del Hambre" es innegable y, además, sus cuatro entregas tienen una calidad media bastante envidiable. Si pasamos lista rápidamente en cuanto a las adaptaciones antes mencionadas, no costaría comprobar que mientras algunas de las películas son bastante buenas, otras caen por su propio peso, y cuando se trata de sagas, estos altibajos a veces se notan demasiado. Con "Los Juegos del Hambre" no ha ocurrido eso, bien porque en cuatro películas no da tiempo de estropearlo mucho o bien porque los ingredientes que funcionan se han mantenido de unas películas a otras, como por ejemplo el tono, los actores principales e incluso el equipo principal de rodaje, con Francis Lawrence (Soy leyenda, Gotham) a la cabeza, el realizador encargado de la saga desde "Los Juegos del Hambre: En llamas". Eso sí, los cuatro filmes se pueden dividir perfectamente en dos según su calidad, sin dejar de lado que los dos últimos deberían ser en realidad uno. "Los Juegos del Hambre" y "Los Juegos del Hambre: En llamas" son claramente superiores a las dos partes de "Los Juegos del Hambre: Sinsajo", y no porque éstas fueran divididas, sino porque el peldaño que tendrían que haber estado por encima en realidad lo están por debajo. No sé si en los libros ocurrirá igual, ya que todavía no me he leído ninguno. En cuanto vi "Los Juegos del Hambre: En llamas" me dije que esperaría a completar la saga en cines para ponerme con las novelas. Y eso haré, así que en cuanto a cómo funcionan como adaptaciones daré mi opinión daré mi opinión cuando lea los libros. Mientras tanto, me centro en las películas.

Debo reconocer que con "Los Juegos del Hambre: Sinsajo. Parte 2" iba con las expectativas altas, aunque no demasiado. Lo cierto es que las expectativas controladas fueron en gran parte responsables de que me gustará tanto "Los Juegos del Hambre", ya que no sabía exactamente qué esperar. Con esta segunda entrega de "Sinsajo" sí que deseaba toda la acción, emoción y sorpresas que no me dio la primera entrega, no floja, pero sí tan lenta que parecía más bien un prólogo de lo que estaba por llegar, un poco lo que ocurrió con "Harry Potter y las reliquias de la Muerte: Parte I", pero que en cambio no sucedió con "Amanecer: Parte 1", que sí que iba más en consonancia con el resto de la saga. Sin embargo, y aunque "Los Juegos del Hambre: Sinsajo. Parte 2" no sólo no es una mala película, sino un final muy adecuado, un final que cumple con lo que hemos ido viendo desde 2012, en mi opinión se queda por detrás de las dos primeras entregas de la saga, ambas con un nivel muy alto para este tipo de producciones. Y la gracia es que el filme demuestra que la decisión de partir el último libro en dos fue bastante correcta, pero posee ciertos defectos y algunos altibajos que lastran el resultado final, como si en realidad hubiera temas y detalles repetitivos a proposito para alargar una historia que aquí encuentra su final. Un final cerrado, por cierto, sin ningún cabo suelto ni previsiones de que vayan a seguir explotando la saga de ninguna forma, a no ser que esos rumores sobre las precuelas se conviertan en auténticos.

¿De parte de quién está Peeta?


Pero hagamos memoria antes de adentrarnos en "Los Juegos del Hambre: Sinsajo 2". ¿Cómo comenzó "Los Juegos del Hambre"? Si habláramos de los libros, eso nos situaría alrededor de 2008, así que pasaremos al 2012, el año en el que conocimos a Katniss Everdeen, una habitante del Distrito 12, situado en un mundo distópico donde nos encontramos el país de Panem, donde se sitúa el Capitolio, liderado por el presidente Snow, quien dirige a los doce distritos con mano de hierro, usando la competición de los Juegos del Hambre para apaciguar a las masas tras un intento de rebelión por parte del Distrito 13 muchos años atrás. Los Juegos del Hambre son una competición anual televisada en la que cada uno de los distritos debe mandar un par de tributos, una chica y un chico entre los doce y dieciocho años para que combatan entre todos ellos a muerte hasta que sólo quede uno. El horrible espectáculo es tratado como un auténtico acontecimiento, una especie de show con programa de televisión incluido, donde ganarse el favor del público es primordial si se quiere sobrevivir, además de las habilidades con las que cuente cada tributo. Katniss Everdeen se convierte en uno de ellos al presentarse voluntaria en lugar de su hermana Prim, a la que salva. Junto a ella, y por parte del Distrito 12, el más pobre de todos los distritos, sale Peeta Mellark, un joven que una vez ayudó a la chica y que está enamorado de ella en secreto. Juntos son entrenados e instruidos para los Juegos del Hambre, al mismo tiempo que el presidente Snow comienza a presagiar que algo extraño ocurre con Katniss, la cual no sigue demasiado las pautas en su preparación para los juegos, o lo que es lo mismo, es dificil de atar a las normas del Capitolio.

A pesar de que el mundo lujos que se le presenta a Katniss le resulta absurdo e incómodo en un principio, pronto, gracias a quienes la ayudan en los Juegos del Hambre (incluyendo a uno de los antiguos ganadores de la competición, quien se encarga de entrenarla junto con Peeta), acaba por entrar en el juego donde caer bien supone la diferencia entre sobrevivir o morir. Para ello, se juega con la relación romántica entre Katniss y Peeta, verdadera para éste y sólo una forma de conseguir puntos para ganar por parte de la primera. Y así es hasta que comienzan los Juegos del Hambre, donde todos los jóvenes deben no sólo enfrentarse entre ellos, sino también a las trampas y monstruos creados por los vigilantes de la competición. Los chicos y chicas no tardan en morir, viendo Katniss como valiosos aliados caen durante el show y cómo comienza a sentir algo por Peeta, al que al principio cree un traidor al unirse a tributos más experimentados en el campo de batalla. Cuando sólo quedan ellos dos, son engañados por el Capitolio, desde donde habían asegurado, debido a la expectación que despertaba en los espectadores su historia de amor, que podrían ganar los Juegos del Hambre dos tributos. En el último momento, sólo puede quedar uno, así que Katniss decide que se suicidarán para que no haya ganador. Finalmente, ambos logran ganar debido a la presión hacia el concurso, lo que provoca el comienzo de la revolución y la confirmación para Snow de que Katniss Everdeen es mucho más de lo que parecía, ya que su gesto fue todo un desafío delante de las cámaras que televisaban la competición a todo Panem.

La última flecha del Sinsajo


"Los Juegos del Hambre: En llamas" era una continuación directa de la primera parte. El filme nos mostraba las primeras revueltas gracias al gesto del Sinsajo, como se empieza a conocer a Katniss Everdeen por los distritos, una especie de símbolo de la próxima rebelión. El presidente Snow intenta por todos los medios calmar esta posible revolución, recurriendo a la violencia desmedida primero y luego tratando de pactar con Katniss, a la que empuja a que sea más convincente sobre su relación con Peeta, la cual le une al Capitolio, desde donde les permitieron vivir por el "amor" que se profesaron en pantalla. Pese a ello, Snow ve a Katniss como un problema, por lo que decide realizar unos Juegos del Hambre en el que los tributos sean ganadores de los anteriores, un espectáculo conocido como el Vasallaje de los 25. Peeta se presenta voluntario, y a pesar de que los ganadores tratan de detener los juegos, Snow sigue adelante, incluso cuando Peeta y Katniss anuncian el embarazo de ésta, una táctica para que el Vasallaje de los 25 se cancele, aunque no lo logran. Al mismo tiempo que la chica se convierte cada vez más en un símbolo, crece lo que siente por Peeta, pasando de ser algo falso y utilizado para sobrevivir, a algo auténtico que le da fuerzas y, al mismo tiempo, puede hacerla caer en el show.

Comienza entonces el Vasallaje de los 25, en una isla repleta de trampas y criaturas mortales nunca vistas. Los tributos, expertos y ganadores todos ellos, no tardan en enfrentarse, aunque el bando de Katniss está formado por aliados que guardan secretos que no descubre hasta que se ve en auténtico peligro, y es que entre ellos militan conocedores de que el Distrito 13 todavía existe, y es usado como base de la resistencia, quien rescata a Katniss cuando estaba a punto de morir, dejando a Peeta de lado, a pesar de que luego sabemos que es Peeta al que querían, más próximo a las reglas del Capitolio que la joven. Durante estos enormes juegos, Katniss acaba mostrando sus sentimientos por Peeta, al mismo tiempo que éste está a punto de morir varias veces, aunque ambos, con la ayuda de los otros ganadores, logran eliminar a sus enemigos. El filme acaba entonces con Katniss siendo informada de la resistencia, del Distrito 13, de cómo ha tenido a su lado a miembros del mismo casi desde el principio, de que Peeta está en el Capitolio y de que el distrito aparentemente destruido pretende usarla como símbolo para que la revolución se convierta en una auténtica rebelión que acaba de una vez por todas con la presidencia de Snow, quien no se va a quedar parado esperando a ser eliminado.

Gale, de vital importancia para los rebeldes


"Los Juegos del Hambre: Sinsajo. Parte I", la entrega más lenta hasta la fecha y en la que menos pasa (podría haber durado perfectamente media hora menos), se inicia con Katniss Everdeen siendo presentada ante la resistencia liderada por Alma Coin, quien no siente demasiada simpatía hacia ella a pesar de saber el valor que tiene para la revolución. Katniss se encuentra a salvo en el Distrito 13 junto a su familia, y aunque se preocupa por Peeta, se sorprende al descubrirle lanzando mensajes contra la resistencia y a favor de Snow en diversos programas televisivos. Poco a poco, confirma que está siendo usado como arma propagandistica al igual que ella, aunque por el Capitolio, para forzarla a salir, hasta el punto de que cuando el joven se rebela en mitad de una emisión, es apartado de las cámaras, teniendo claro Katniss que van a matarlo. El rescate de Peeta es el clímax de toda una serie de movimientos por parte de Katniss y la resistencia para hacerle crecer como el símbolo del sinsajo. La revolución es imparable, a pesar de los violentos ataques de Snow y las mentiras que intenta diseminar sobre el Sinsajo. A pesar de que el rescate de Peeta sale bien, no tardan en descubrir que se ha convertido en la nueva arma viviente de Snow, siendo incluso capaz de tratar de matar a Katniss en cuanto la ve.

Y así llegamos a "Los Juegos del Hambre: Sinsajo. Parte 2". Por lo que os he contado sobre la primera parte, es evidente que montandola de tal forma que la última durase más, nos habríamos encontrado una película sin escenas tan parecidas a la anterior. Al fin y al cabo, lo que nos cuenta el primer trozo de "Sinsajo" es la transformación completa de Katniss como Sinsajo, algo que también observamos en la segunda parte de "Sinsajo", quedando algo redundante. Insisto, y sin haber leído los libros, creo que partir la última novela en dos no les ha salido nada mal, y no me refiero sólo al plan económico, pero también es cierto que cabe preguntarse si con un último filme más largo no les habría quedado una producción más contenida, más directa, sin dar tantas vueltas a algunos temas que se vuelven pesados en la segunda parte de "Sinsajo", como lo de matar al presidente Snow (¿cuántas veces insiste Katniss en el filme que tiene que matarlo?), lo de curar a Peeta o sus dudas sobre si seguir siendo el Sinsajo o no, tanto por creer que está siendo usado tal y como Snow usa a los suyos, como porque no se ve como una heroína, sino como simplemente una chica que trata de sobrevivir. En tal caso, me repito, no queda mal, pero tampoco genial. Podríamos compararlo al hecho de que la trilogía "El Hobbit" de Peter Jackson (El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo, King Kong) sea una adaptación muy ampliada con respecto al libro original, añadiendo gran cantidad de detalles, personajes y tramas de otras obras de Tolkien. No queda mal, en absoluto, incluso en varias ocasiones, bastante bien, pero ¿y si todo se hubiera quedado tan solo en dos películas? Nos habríamos evitado ciertas redundancias, que es lo que más daño hace en estos casos.

¿El final del presidente Snow?


"Los Juegos del Hambre: Sinsajo. Parte 2" comienza justo después de la anterior entrega, con Katniss y la resistencia a punto de lanzar su golpe final al presidente Snow mientras el resto de distritos se unen a ellos, al mismo tiempo que la joven trata de dar con una cura para Peeta, dudando sobre si confiar más en él y matarlo directamente, ya que ni siquiera parece el Peeta que conoció. Con una relación cada vez más estrecha con Gale, Katniss acepta del todo su papel como Sinsajo, al mismo tiempo que decide que todo terminará si mata a Snow, algo que debe hacer ella, por lo que insiste en acudir a la última misión que llevará a la resistencia al centro del Capitolio. Sin embargo, Snow quiere caer luchando, por lo que organiza una especie de enormes Juegos del Hambre en toda la ciudad, alrededor del Capitolio, en concreto, de la mansión donde él mismo vive. Mientras la resistencia lanza un ataque directo, Katniss y un equipo de seleccionados, entre los que se encuentra un Peeta que poco a poco va recuperando la memoria, se infiltra en la ciudad, enfrentándose a los monstruos y trampas de los vigilantes. Muchos mueren en el proceso, hasta que Katniss logra alcanzar el Capitolio, justo cuando un terrible ataque tiene lugar.

Y hasta aquí puedo contaros, porque entraríamos en terreno de spoilers, y además de los gordos, y como sabéis los que soléis leer mis reseñas (desde aquí os doy las gracias, ya de paso), no suelo ser de los que destripan detalles importantes de la trama aunque esté hablando de películas hace tiempo estrenadas, salvo en casos muy, muy, muy excepcionales, y "Los Juegos del Hambre: Sinsajo. Parte 2", no es uno de ellos, sobre todo teniendo en cuenta que es un filme que hace apenas dos meses (mientras escribo estas líneas, claro) que llegó a los cines. Además, es precisamente al llegar al final de la película cuando tienen lugar varios giros argumentales que lo dejan a uno de piedra a pesar de no ser realmente inesperados. Lo que sí os puedo adelantar es que tenemos un final feliz (eso sí, con ciertos matices al respecto, matices bastante realistas y muy bien tratados) para la saga, algo que sí comparte con otras adaptaciones de best sellers juveniles. La saga Harry Potter y "Crepúsculo" son de nuevo ejemplos de ellos, filmes donde todos, o casi todos, acaban bien, aunque confieso que me ha resultado más verosímil el final de "Los Juegos del Hambre", donde se vuelve a demostrar las claras diferencias de esta saga con respecto a los demás. Harry Potter sí que nos daba un final más tópico, que no malo, un final más superheroico, más de aventura épica donde el bien prevalece sobre el mal de manera completa. El de la saga "Crepúsculo" era totalmente romántico y algo surrealista en cuanto a éste concepto, pero hay que tener en cuenta que lo que significa el amor para la autora de las novelas originales era algo distinto al concepto que otros tenemos, así que continuaba el tono de la saga a pesar de ser un final con ciertas rozaduras. El de "Los Juegos del Hambre" es tan verosímil que resulta incluso poco épico, aunque bastante emotivo.

El equipo Sinsajo


Otra de las virtudes de la película es la de cerrar todos los cabos sueltos. Creedme, no queda ninguno libre. Desde Snow hasta Coin, pasando por el destino de Peeta, el de Gale, el de Finnick, el de Plutarch, el de la familia de Katniss y, por supuesto, el de ella misma. Finales merecidos para muchos de ellos, salvo para los que mueren en combate, y creedme cuando os digo que hay una gran cantidad de bajas por parte de ambos bandos en la película, que no se queda corta al respecto. Todo gracias a las trampas de los últimos Juegos del Hambre alrededor del Capitolio, que van desde "simples" explosiones hasta ametralladoras que surgen de todas partes, pasando por escenas muy, muy terroríficas, tanto que serían la envidia de muchas películas de terror. Me gustaría contaros algo más al respecto, pero toda la parte de las alcantarillas con ciertos "invitados" es de lo mejorcito no ya del filme, sino de la saga al completo. Supongo que leer eso en las novelas debe ser una gozada, porque verlo es disfrutar de una de las escenas con más dosis de miedo para el espectador que podamos tener en una historia juvenil. En serio, me he quedado gratamente sorprendido con esta parte, aunque debo admitir que podrían haber aprovechado mucho más estos definitivos Juegos del Hambre, incluso con mayor cantidad de trampas. Tampoco me gustaría dejar de lado ese momento en el que el grupo de Katniss debe hacer frente, corriendo a todo trapo, a los últimos ataques que reciben antes de alcanzar el Capitolio y vivir otra de esas escenas tensas a más no poder, minutos antes de que llegue la última parte de la película donde todo se resuelve.

A pesar de que tengamos un filme donde hay bastante acción, me ha parecido que posee mucho menos que las dos primeras partes de la saga. Como he dicho más arriba, se repiten ciertos temas de forma machacona, como lo del asesinato de Snow o las reticencias de Katniss a ser el Sinsajo de manera completa, algo en lo que se termina convirtiendo con sus últimas consecuencias. Sin embargo, sí me ha gustado mucho el mensaje final que se nos da con Katniss, o el tratamiento de toda la transformación de Peeta aunque tenga partes algo ñoñas. El hecho de que la protagonista se pregunte si podrá matarlo, si podrá dejar que alguien lo mate o si simplemente puede confiar en él, da bastante juego a pesar de que no dure demasiado teniendo en cuenta que estamos en la recta final de la historia principal. Hay un par de momentos con Peeta donde de verdad parece que vaya a caer a manos de algunos de los compañeros de Katniss o que sea él quien los eliminará a todos. Una tensión muy, muy bien conseguida. La película contiene otras tramas secundarias bastante interesantes, como esa que involucra a cierto personaje al final que parece querer seguir los pasos de cierto presidente que no nombraré; sí, lo sé, a veces hablar en clave es un rollo, pero si no quiero reventaros el filme, me temo que es lo único que me queda. Una lástima, porque a lo que me refiero es a otro de los grandes momentos de la cinta, uno bastante inquietante que lleva a otro bastante impactante con Katnnis y Snow como protagonistas. Y una flecha. Y un objetivo. El resto lo dejo en el aire.

Alma Coin, ¿el futuro de Panem?


Pero no estaríamos ante un filme digno de la saga si no fuera por sus personajes y el brutal elenco de actores y actrices que ha formado parte del mismo desde la primera entrega, comenzando por la Katniss Everdeen de Jennifer Lawrence, un personaje que permanecerá por siempre en su filmografía y no precisamente por haber quedado encasillada en él, ya que la actriz ha seguido trabajando tanto en proyectos comerciales como en otros más independientes, sin estarse quieta, sabiendo que todo su éxito no podía basarse en un personaje tan bien construido como interpretado, convirtiéndose en lo mejorcito de todas y cada una de las entregas de la saga. Debo confesar que soy gran seguidor de Josh Hutcherson (Los chicos están bien, Castigo sangriento), joven actor que me cae muy bien y que, curiosidades de la vida, ya estuvo en "El circo de los extraños", de la que ya os he hablado en esta reseña (una lástima que no se convirtiese en la saga que merecía haber sido) y donde, atentos, era uno de los villanos de la función, mostrando un papel radicalmente distinto al de Peeta Mellark, un chico normal y corriente que sólo quiere llevar una vida tranquila lejos de cualquier atisbo de violencia; un gran acierto darle ese papel de amigo y enemigo en este filme, sobre todo tras la poca relevancia presencial que tuvo el personaje en la anterior entrega. También podría hablar, y muy bien, del presidente Snow del soberbio Donald Sutherland (Virus, Los pilares de la Tierra), malvado hasta las últimas consecuencias pero siempre sincero, o de la fría Alma Coin de Julianne Moore (Hannibal, Don Jon), personaje que es cierto brillaba más en la anterior película pero que aquí nos da un par de momentos realmente estremecedores sin necesidad de estridencias.

También tenemos a personajes tan buenos como los de Natalie Dormer (Elementary, Juego de Tronos) y Elden Henson (El diablo metió la mano, Daredevil) que se incorporaron en la primera parte de "Sinsajo", mientras que otros igualmente destacables pasan a un segundo plano por motivos obvios, como los de Woody Harrelson (Bienvenidos a Zombieland, True Detective), Elizabeth Banks (Spider-Man, ¿Hacemos una porno?), Stanley Tucci (La Terminal, The lovely bones) y, claro está, el del tristemente fallecido Philip Seymour Hoffman (El Dragón Rojo, The Master), quien vio completadas sus escenas mediante diferentes técnicas digitales así como con imágenes de escenas eliminadas o directamente con cambios en las que participaba, como la última vez que "habla" con la protagonista. Por otro lado, hay otros personajes que ganan más cuota de pantalla como los de Liam Hemsworth (Los Mercenarios 2, La modista) y Sam Claflin (Blancanieves y la leyenda del cazador, El estigma del mal); mientras que el primero parece la mayor parte de las veces una excusa para que Katniss esté en un triangulo amoroso que es lo de menos en el filme, el segundo es uno de los mejores personajes de la saga, sobre todo cuando la historia se centra en él como secundario robaescenas, algo parecido a lo que le ocurre al personaje de la carismática y guapa Jena Malone (Las ruinas, Sucker Punch), que también se guarda para ella algunos de los momentos más impactantes del filme, y ojo, porque hablo de escenas que ni siquiera son de acción. Sin entrar en muchos más detalles, me gustaría señalar la presencia testimonial (casi son cameos) de actorazos como Gwendoline Christie (Juego de Tronos, Star Wars: El despertar de la Fuerza) y Robert Knepper (Prison Break, Hitman); mientras que la primera hace su única aparición aquí, y dura tan poco que da la impresión de que su personaje se ha quedado en la mesa de montaje, el segundo ya apareció en la anterior entrega, en cuya reseña supuse que tendríamos más de él en el filme que tenemos entre manos, error mío, ya que apenas sale un par de minutos. Menuda forma de desaprovechar a actores de tal calibre.

Panem libre


En definitiva, y sin querer extenderme mucho más, "Los Juegos del Hambre: Sinsajo. Parte 2", cumple, aunque no con creces. Se echa de menos la calidad que destilaban las dos primeras entregas, a pesar de que esté por encima de la primera parte de "Sinsajo". Cuenta con bastantes aciertos como para ser un final bastante digno de una saga repleta de sorpresas y que ha llevado a otro nivel a las adaptaciones de best sellers juveniles, sobre todo por su crudeza (sin pasarse, claro), temas adultos, personajes geniales, cero estereotipos y tópicos que se derrumban conforme avanzamos en la historia. Es cierto que tiene sus defectos, como el desaprovechamiento de algunos actores y personajes, la redundancia de algunas tramas con respecto a la anterior película y algunos bajones de ritmo bastante graves. No es menos verdad que para ser la entrega final de la saga podrían habernos dado algo mucho más épico, yo lo esperaba, y es posible que las expectativas que me ayudaron con "Los Juegos del Hambre" me hayan jugado una mala pasada con esta "Los Juegos del Hambre: Sinsajo. Parte 2", pero yo creo que en una última entrega hay que poner toda la carne en el asador, y eso que la cinta cuenta con cierto elemento de sorpresa que suelen perder estas sagas después de los primeros filmes. A pesar de sus pequeños fallos, tenemos entre manos una producción la mar de decente, que mantiene la calidad media de las películas anteriores y que acaba de forma notable una saga que ha seguido un curso envidiable en el cine. Hay que admitir que ha sido un gran juego. Que el Sinsajo sea libre al fin.


Nota: 7/10


4 comentarios:

  1. No soy un gran fan de esta saga, pero es cierto que después de ver las anteriores entregas es mejor acabar el ciclo. En mi opinión es una saga pasable y entretenida, sin más.
    Saludos

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    1. Yo reconozco que me gustan, pero fan, fan, fan... no es que sea del todo.
      Una saga muy entretenida, eso sí, pero ninguna de las entregas ha caído en mis listas de lo mejor del año, la verdad.

      ¡Saludos! Gracias por pasarte.

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  2. Hola, Tony.

    Lo que más me gusta de todo es que quede cerrado y bien cerrado, según dices. Personalmente, me harta esa manía que tiene Hollywood de alargar más y más las historias haciendo infinitas partes, con el único afán, en mi opinión, de sacar pasta.

    Pedazo de reseña que has escrito, se ve que tenías tiempo, ¿eh? Jajaja. :) Bueno, pues me esperaré a cuando la vea para comprobar si tienes razón en todo lo que dices. Las dos primeras me parecieron buenas películas, sin estridencias. Veremos si estas dos partes finales están a su altura.

    ¡Un abrazo!

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    1. Bueno, seguro que en algunos casos hay una historia que puede ser alargada y las ganas de alguien por contarla... pero es cierto que la pasta tiene mucho que ver, sobre todo cuando la historia en sí está MUY cerrada, tanto como la de "Los Juegos del Hambre". ¿Precuelas? Pueden hacer, el mundo de Panem da para ello, pero secuelas lo veo harto improbable. O muy forzado.

      Aquí o se reseña en modo libro o no se hace na de na :P

      A ver qué te parece el final de la saga, amiguete.

      ¡Un abrazo! Gracias por pasarte.

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