Sí, sí. Ya sé que la novedad comiquera que vengo a presentaros hoy dista bastante de ser una novedad. En realidad, los tomos de Marvel Saga centrados en Daredevil llegan publicándose en España por Panini desde el pasado febrero del presente y casi extinto año 2016. Aprovechando que por entonces iba a estrenarse la segunda temporada de "Daredevil, realizada por Marvel y Netflix, Panini se puso manos a la obra para ofrecernos unos cómics de los que llevamos años esperando su reedición. Normal si tenemos en cuenta que los encargados de traérnoslos nos avisaban cada cierto tiempo de que veríamos la recuperación del "Marvel Knights: Daredevil" al completo en la línea Colección Extra Superhéroes, o lo que es lo mismo, los CES, tomos con bastantes cómics, a menor tamaño de los habituales y con precios tremendamente competitivos. A pesar de que series como "Alias", protagonizada la investigadora privada marveliana también amiga de Netflix, ya tuvieron su oportunidad en la comentada línea CES, la salida de la serie "Jessica Jones" supuso una nueva oportunidad de reedición, lo que se tradujo en un par de tomos para Marvel Saga, bastante bonitos, por cierto. Y sí, nadie puede negar las excelentes ediciones de Panini, y menos cuando se trata de volúmenes en tapa dura, y mucho menos cuando hablamos de los Marvel Saga, con precios bastante competitivos y material entre suculento y... extraño. Que no se me entienda mal, porque en Marvel Saga no caben esas colecciones y personajes que sólo los cuatro gatos adictos a los cómics conocemos, y a veces ni siquiera eso. Con lo de material extraño me refiero a que en lo poco que lleva la línea ya hemos tenido series que estaban anunciadas desde hace años para la línea CES, una línea con la que además choca no sólo en contenidos prometidos, sino también en intenciones. Recordemos que la Colección Extra Superhéroes nació para ofrecernos, de forma rápida y a precios muy ajustados (los primeros tomos eran imposible no pillarlos debido a la segunda razón), extensas etapas marvelianas acaecidas entre finales de los 90 y principios del presente siglo, coincidiendo algunos de sus tomos con las películas de los personajes en cuestión, un marketing perfecto. Lo gracioso es que Marvel Saga nace con los mismos objetivos, aunque siendo tomos de tapa dura y con precios mucho menos ajustados, y más indicados para considerarse volúmenes de lujo, sin ser caros.
Por ejemplo, una de las primeras series de Marvel Saga ha sido la de Spiderman, la de "Amazing Spider-Man" en realidad, comenzando por la etapa de J. Michael Straczynski (Midnight Nation, Supreme Power), y con intenciones de publicar todo Spiderman de la serie madre hasta la actualidad. La etapa Strac ya tuvo su momento de tomos, un par de veces además, y una de las últimas no hace demasiado, en el cojonudo coleccionable de Marvel Héroes. Vale, es una etapa imprescindible para el personaje, una de las mejores que ha tenido, y tener todo el Spiderman regular en tomos es una perita en dulce, pero ¿no había otras series que lanzar antes? Lo de "Alias" fue todavía más extraño, porque ya la tuvimos en modo CES, y tampoco hace tanto, tanto tiempo como para que no sea complicado encontrarla por ahí. Sin embargo, lo realmente chocante ha venido por parte de los héroes más urbanos de Marvel, amigos y enemigos a partes iguales, refiriéndome a Daredevil y Punisher, el primero un justiciero que podría convertirse en verdugo en cuanto se despiste, y el segundo un vengador urbano, un castigador sin piedad de crímenes que está más allá de la venganza, aunque tampoco le hace ascos. En ambos casos hablamos de personajes anunciados desde hace años para la línea CES, y para más inri, a Punisher ya empezaron a publicarlo allí, con el "Marvel Knights: Punisher" de Garth Ennis (Predicador, Hitman) y el tristemente fallecido Steve Dillon (Predicador, Ultimate Vengadores), siendo sólo esa etapa la que se puede encontrar en la Colección Extra Superhéroes, aunque se nos prometió que pasaríamos pronto a la línea MAX. Lo de Daredevil incluso clama más al cielo, porque las confirmaciones eran continuas... hasta la llegada de la línea Marvel Saga, claro. Insisto, una de cal y una de arena. No seré yo quien se queje de una nueva línea de tomos de tapa dura por parte de Panini, y más porque estaba deseando tener en tapa dura el Daredevil de Brian Michael Bendis (Ultimate Spiderman, Los Nuevos Vengadores) y Alex Maleev (Sam & Twitch, Spiderwoman), por no hablar de lo que mola tener el "MAX: Punisher" de Garth Ennis, la versión definitiva del personaje, en el mismo formato. Pero eso no quiere decir que no se puedan criticar las misteriosas razones dadas por Panini para abrir una nueva línea cuyos objetivos son colecciones que podrían entrar perfectamente en otras, ya sea en los baratos CES o en los Marvel Deluxe. Al final, da la impresión de que Marvel Saga se encuentra a medio camino entre ambas, una especie de Marvel Deluxe para los héroes urbanos de Marvel, en especial para aquellos que están protagonizando series en Netflix. ¿Marvel Saga es la Netflix de Panini? Es bastante posible, sí.
Dejando de lado las discusiones que pueda acarrear Marvel Saga entre los lectores, hablemos de "Daredevil", en especial de las razones que me han llevado a centrarme en la serie ahora que entramos de lleno en la etapa de Bendis y Maleev, aún situado en la línea "Marvel Knights" de Marvel, lo que hace que abramos varios frentes que trataremos en las siguientes líneas. Por ejemplo, ¿qué tal si hacemos un veloz repaso a lo que es el personaje de Daredevil desde sus inicios? Tranquilos, no va a ser nada del otro mundo, sólo algo necesario para estar en situación acerca de quién es el Diablo Guardián de la Cocina del Infierno, y cómo llegó a él uno de los mejores guionistas de la industria. Daredevil es de día y de forma oficial Matt Murdock, un humilde abogado ciego de la Cocina del Infierno, un barrio de Nueva York, que regenta un pequeño bufete junto a su mejor amigo, Foggy Nelson, a quien conoció en la universidad, durante la carrera de Derecho. Matt ha sido ciego desde pequeño, cuando salvó a un hombre ciego de ser atropellado por un camión que transportaba extraños residuos radiactivos, los cuales salpicaron sus ojos, no sólo inutilizandolos, sino otorgándole asombrosas habilidades a sus restantes sentidos, amplificandolas hasta cotas nunca imaginadas por el hombre. El asesinato de su padre, un boxeador en las últimas, supuso un antes y un después para Matt, quien no sólo juró que se convertiría en abogado para ayudar a la gente y alcanzar los estudios que su padre deseaba para él, sino que también saldría por las noches a hacer justicia, y tras un duro entrenamiento ninja por parte de Stick, su maestro, consiguió la pericia necesaria para transformarse en Daredevil, un justiciero que haría la vida imposible a criminales como Bullseye y Kingpin, entre muchos otros. Matt Murdock, o Daredevil, ha pasado por mucho, siendo considerado oficialmente uno de los pupas de Marvel, un perdedor capaz de levantarse siempre, incluso a la altura de Spiderman en este aspecto. Teniendo en cuenta que varias de sus novias o han muerto o lo han abandonado debido a su ajetreada vida, y que incluso ha visto su vida destrozada más de una vez, y su identidad secreta expuesta a todo el mundo, no es de extrañar que se le tenga como el saco de boxeo de Marvel, uno que se alza cuando sus enemigos menos se lo esperan. Y no contamos el asesinato de su padre o el abandono sufrido por parte de su madre, más tarde una monja a la que han recurrido varios autores para hacer uso de la potente simbología que contiene el universo del Cuernecitos. Ya sabéis, entre otras cosas, Matt Murdock es un católico que... se viste de diablo. Casi nada. Ah, y es un abogado de día, respetando las leyes y la justicia construida por las instituciones a las que ha jurado servir, y de noche se lo salta todo para ir de azotea en azotea aporreando criminales, al mismo tiempo que intenta mantener la cordura en un mundo oscuro, sucio, decadente y cruel que lo empuja repetidamente a convertirse en algo peor que los delincuentes a los que atrapa. Gran amigo de personajes como Spiderman, aliado ocasional de Punisher cuando no se están partiendo la cara por sus diferentes formas de parar la delincuencia, miembro de los Vengadores en épocas recientes, Daredevil ha llegado a abandonar los cuernecitos en varias ocasiones, a veces siendo sustituido por Puño de Hierro e incluso por sí mismo con una identidad distinta, cambiando de paso el traje, que empezó siendo amarillo, confeccionado a partir de trozos del equipamiento de boxeador de su padre, y ha terminado siendo a veces negro, incluso con cierto aspecto de armadura en los 90. Incluso ha estado en la cárcel como Matt Murdock, al destaparse su identidad secreta durante la etapa Bendis, de la que vamos a hablar a continuación. Lo que no le haya pasado a Daredevil... seguro que le ha ocurrido a Spiderman.
No es casualidad que en sus inicios, Daredevil fuera conocido por muchos lectores como el Spiderman para pobres, e incluso como el Batman barato de Marvel, entre otros "simpáticos" apelativos que indicaban lo muy secundario que era el personaje para los aficionados en general. Compararlo con Spiderman era a causa de sus primeras etapas, especialmente la primera, cuando Stan Lee (Los Cuatro Fantásticos, Spiderman) y Bill Everett (Tales to Astonish, Doctor Extraño) lo presentaron al mundo como un justiciero saltarín, capaz de usar sus bastones extensibles para balancearse por Nueva York (¿os suena?), siempre sonriente y con ganas de librar divertidas batallas con variopintos supervillanos tan coloridos como ridículos. Sí, se parece mucho a Spiderman, pero para pobres, así que la definición no estaba mal implementada. Ese Daredevil rebelde y contento se ha recuperado en diferentes ocasiones alrededor de su historia comiquera, como por ejemplo, en una breve etapa en los 90 tras sus paseos en armadura, o gracias en la actualidad a Mark Waid (Capitán América, Los Cuatro Fantásticos), casi siempre tras largas historias donde se hacía hincapié en la naturaleza oscura, deprimente, pesimista y justiciera del personaje, argumentos que enlazaban de forma perfecta con el mundo de novela negra en el que se suele mover, repleto de criminales, delincuentes, violadores y ladrones de la peor estofa. Precisamente, este aspecto de Daredevil no sólo es el más conocido y popular, sino con el que tratan más los guionistas que se hacen cargo de él, abandonando cada vez más el carácter sonriente y desenfadado del Diablo Guardián, el cual, admitamoslo, casa bastante poco con todo lo que significa el personaje, a pesar de que naciera así. No es casualidad que las dos magníficas temporadas televisivas de Marvel y Netflix ahonden en este Daredevil, sin ignorar el humor, claro, pero es simplemente un adorno que surge en ocasiones muy, muy, muy contadas. Incluso la película estrenada en 2003, protagonizada por Ben Affleck (Perdida, Escuadrón Suicida), contenía más de una escena donde Daredevil cruzaba de azotea en azotea en plan Spiderman, con saltos propios de alguien con habilidades arácnidas. Afortunadamente, todo cambió por completo en los 80, época en la que se reinventó al personaje por completo, en la dirección adecuada del vigilante torturado y oscuro que muchos amamos. Al fin y al cabo, ¿de verdad se pueden hacer historias divertidas estilo años 60 con un héroe que viste de demonio? Es raro, ¿no? También es cierto que hoy lo vemos como algo normal, pero imagino que por la época fue un movimiento bastante rompedor, uno de esos que si se hicieran hoy día destrozarían Internet, donde millones de fans del personaje protestarían, afirmando que se ha pervertido la esencia de Daredevil. Los 80 eran otros tiempos, Matt Murdock no gozaba de la fama que posee hoy, y era uno de esos personajes perfectos para experimentar, para tratar que sonase la flauta en algún momento. Y vaya sí se consiguió.
Frank Miller (300, Spawn) fue quien logró transformar no sólo a Daredevil, sino al mundo en el que se movía. De villanos coloridos pasamos a mafiosos sádicos, crueles y sin ningún escrúpulo; de las sonrisas pasamos a los gestos amenazantes; de los secundarios cómicos pasamos a personajes torturados capaces de vender al protagonista por una dosis de heroína; de las historias divertidas pasamos a las tramas oscuras, ancladas en la realidad, muy cercanas a las mejores novelas negras. Miller hizo por Daredevil algo similar a lo que hizo por Batman, ¿o fue al contrario? Después de todo, eran los 80, y Miller se convirtió rápidamente en uno de esos autores que ayudaron a que los superhéroes fueran más tomados en serio, ya pasada la ingenua e inocente década de los 60, y esa madurez que comenzaron a tener en los 70. Llegados los 80, Daredevil vivió su mejor momento editorial, y su peor momento como personaje, alcanzado sobre todo en "Born Again", donde Miller nos contaba, con una simbología católica muy marcada, la caída y resurgimiento de Matt Murdock como Daredevil, tras descubrir Kingpin, su peor enemigo (antiguamente un villano de Spiderman, nada es casual), la identidad de quien se escondía bajó la máscara de diablo. Toda la etapa de Miller marcó no sólo un antes y un después en el personaje, sino que sirvió de guía a los posteriores guionistas, una especie de pasos a seguir para llevar a cabo una buena historia de Daredevil, y hay que admitir que la mayoría continuó el legado de Miller con bastante acierto, siendo la escritora Ann Nocenti (Batman, Kid Eternity) la que mejor supo mezclar su estilo propio con las características implantadas por Miller en Daredevil, añadiendo temas sobrenaturales a las aventuras del personaje, con viajes incluidos al más puro estilo road movie y un sobresaliente tratamiento psicológico del protagonista y los secundarios. Los 90 fueron tiempos complicados para Daredevil, y aunque los argumentos no estaban del todo mal, le faltaban ese toque que volviera a situar al personaje entre los más importantes de Marvel, como antaño, un personaje al que leer aunque no le gustasen a uno los superhéroes. La línea Marvel Knights lo consiguió, un movimiento tan arriesgado como valiente que realizaron Joe Quesada (Daredevil: Padre, Spiderman) y Jimmy Palmiotti (Jonah Hex, The Pro) cuando empezaban en Marvel. Consistía en una línea que relanzaría a personajes muy concretos, sobre todo a los justicieros más urbanos de la editorial, dándole total libertad a los autores encargados de tal empresa, tal y como le ocurrió a Frank Miller en los 80 con el mismísimo Daredevil. Los Inhumanos, Punisher, Pantera Negra y Daredevil fueron los elegidos, quedándose fuera otros que hubieran merecido una buena oportunidad como el Caballero Luna, muy en la línea de los mencionados, de ahí que siempre se esté rumoreando con la posibilidad de que termine teniendo su propia serie para Netflix. Curiosamente, el único que no funcionó, al menos al principio, en Marvel Knights, fue Punisher, sin duda por la dirección que tomó el personaje, resucitando gracias a ángeles que le convirtieron en una especie de vigilante con poderes sobrenaturales, más propios de una serie del Motorista Fantasma o el Doctor Extraño que de los Marvel Knights urbanos que Quesada y Palmiotti querían apuntalar en Marvel. Por fortuna, llegó Garth Ennis, pero esa es una historia para contar cuando hablemos de los Marvel Saga dedicados a Frank Castle. Volvamos a Daredevil.
La misión de Marvel Knights no sólo era la de resucitar a lo grande personajes de capa caída en la editorial, lo que parecía más ironía que otra cosa al hablar de algunos como Daredevil y Punisher; éste llegó a tener tres series regulares moviéndose al mismo tiempo, así que imaginaos. Otro de los objetivos de la línea era ofrecer cómics más adultos, no tanto como la línea MAX que vendría después, que llegaría a límites jamás pensados en la editorial, pero sí bastante maduros y serios, dedicados a lectores de mayor edad que aquellos a los que iban dirigidos el resto de títulos clásicos. Los primeros arcos argumentales de "Marvel Knights: Daredevil" dejaron bien claro las intenciones de la nueva línea, con un Quesada dibujando en estado de gracia, y un Kevin Smith (Clerks, Dogma) que dejaba de nuevo el cine por un instante para aproximarse a una de sus aficiones favoritas, los cómics, esta vez en calidad de guionista. Y menudas historias nos dieron ambos, no sólo con la creación de Eco, otro mortal interés romántico para Daredevil, con Kingpin pululando por ahí, sino con una primera trama donde volvía Karen Page, además de ser acusado Foggy de asesinato, siendo todo un plan de un villano inesperado que volvía la vida de Matt Murdock del revés. Eso fue tan sólo el principio de "Marvel Knights: Daredevil", serie que vivió algunos altibajos tras la marcha de Smith hasta que llegó Brian Michael Bendis, el ojito derecho de Marvel desde entonces y que ya triunfaba por todo lo alto con la sobresaliente "Ultimate Spiderman", una de esas lecturas perfectas tanto si se es fan de los cómics como fan de la buena literatura. Los comienzos del guionista fueron dubitativos, lo que tardó en abrazar la llegada de Alex Maleev, con quien ya había trabajado en la serie negra "Sam & Twitch", spin-off de "Spawn", en la que Bendis nos contaba las andanzas de los dos populares agentes de policía de la serie principal, lo que significaba que teníamos pura novela negra en viñetas, algo que ambos artistas trasladaron a "Marvel Knights: Daredevil" desde su primer arco argumental juntos, precisamente, el primer tomo de Marvel Saga en el que los dos participan, el que inicia su extensa etapa, continuada en intenciones y tono por Ed Brubaker (Capitán América, Los Cuatro Fantásticos) y Michael Lark (The Pulse, Los Libros de la Magia), aunque para alcanzar la interesante etapa de estos todavía queda mucho.
La de Bendis y Maleev acaba de comenzar, "Lugarteniente" es el primer tomo, y aunque hay ciertos detalles que tienen que ver con la última aparición de Kingpin en "Marvel Knights: Daredevil", en general es una etapa que se puede leer sin apenas saber nada de números anteriores, sólo conociendo los aspectos esenciales del personaje. La historia empieza con un simple matón que, al comprobar que Wilson Fisk no sólo está debilitado sino que tiene hartos a sus lugartenientes, decide organizar su asesinato, hacerse con el poder y terminar de una vez por todas con Daredevil, de quien descubre su identidad civil casi de inmediato. Poco más os puedo contar sin reventaros detalles importantes del emocionante argumento que empieza aquí Bendis, creando la que para muchos, entre los que me incluyo, es al menos la segunda mejor etapa del personaje junto a la creada por Miller, quedando en algunos momentos a la misma altura. Es cierto que Bendis coge mucho de Miller para sus arcos argumentales, ¿y? Desde que Frank Miller destrozó y rehizo a Daredevil, no hay autor que lo haya tocado que no usara los conceptos dejados por el guionista, como ya antes hemos comentado. Continuando con esa premisa, si nos fijamos bien la serie "Daredevil" de Marvel y Netflix, encontraremos más en ella de Bendis que de Miller, con ese tono de novela negra, ese juego de luces y oscuridad, esos secundarios ambiguos aun siendo amigos cercanos de un protagonista que lucha por no dejarse llevar por la violencia, la agresividad y los deseos de terminar con los criminales de formas más definitivas, más... castigadoras. Igual me repito, pero tenemos entre manos unos cómics perfectos para quienes degusten de este tipo de historias y para quienes no se acerquen nunca al mundo de las viñetas, porque el Daredevil de Bendis y Maleev va más allá de las mallas, las peleas contra coloridos supervillanos y salvar el mundo. Noir puro es lo que hallaréis en esta interesante etapa que contiene algunos de los mejores cómics ya no sólo del personaje, sino de Marvel en general, así que aprovechad que el Marvel Saga de "Marvel Knights: Daredevil" acaba de alcanzar esta etapa. Es una oportunidad única, y además en tapa dura, en una edición de lujo perfecta para reunir una lectura llena de matices, tramas absorbentes, mucha novela negra, personajes realistas y viñetas que van más allá de los clichés del mundo de los superhéroes. Cómics recomendables, no, más bien imprescindibles.
Por ejemplo, una de las primeras series de Marvel Saga ha sido la de Spiderman, la de "Amazing Spider-Man" en realidad, comenzando por la etapa de J. Michael Straczynski (Midnight Nation, Supreme Power), y con intenciones de publicar todo Spiderman de la serie madre hasta la actualidad. La etapa Strac ya tuvo su momento de tomos, un par de veces además, y una de las últimas no hace demasiado, en el cojonudo coleccionable de Marvel Héroes. Vale, es una etapa imprescindible para el personaje, una de las mejores que ha tenido, y tener todo el Spiderman regular en tomos es una perita en dulce, pero ¿no había otras series que lanzar antes? Lo de "Alias" fue todavía más extraño, porque ya la tuvimos en modo CES, y tampoco hace tanto, tanto tiempo como para que no sea complicado encontrarla por ahí. Sin embargo, lo realmente chocante ha venido por parte de los héroes más urbanos de Marvel, amigos y enemigos a partes iguales, refiriéndome a Daredevil y Punisher, el primero un justiciero que podría convertirse en verdugo en cuanto se despiste, y el segundo un vengador urbano, un castigador sin piedad de crímenes que está más allá de la venganza, aunque tampoco le hace ascos. En ambos casos hablamos de personajes anunciados desde hace años para la línea CES, y para más inri, a Punisher ya empezaron a publicarlo allí, con el "Marvel Knights: Punisher" de Garth Ennis (Predicador, Hitman) y el tristemente fallecido Steve Dillon (Predicador, Ultimate Vengadores), siendo sólo esa etapa la que se puede encontrar en la Colección Extra Superhéroes, aunque se nos prometió que pasaríamos pronto a la línea MAX. Lo de Daredevil incluso clama más al cielo, porque las confirmaciones eran continuas... hasta la llegada de la línea Marvel Saga, claro. Insisto, una de cal y una de arena. No seré yo quien se queje de una nueva línea de tomos de tapa dura por parte de Panini, y más porque estaba deseando tener en tapa dura el Daredevil de Brian Michael Bendis (Ultimate Spiderman, Los Nuevos Vengadores) y Alex Maleev (Sam & Twitch, Spiderwoman), por no hablar de lo que mola tener el "MAX: Punisher" de Garth Ennis, la versión definitiva del personaje, en el mismo formato. Pero eso no quiere decir que no se puedan criticar las misteriosas razones dadas por Panini para abrir una nueva línea cuyos objetivos son colecciones que podrían entrar perfectamente en otras, ya sea en los baratos CES o en los Marvel Deluxe. Al final, da la impresión de que Marvel Saga se encuentra a medio camino entre ambas, una especie de Marvel Deluxe para los héroes urbanos de Marvel, en especial para aquellos que están protagonizando series en Netflix. ¿Marvel Saga es la Netflix de Panini? Es bastante posible, sí.
Dejando de lado las discusiones que pueda acarrear Marvel Saga entre los lectores, hablemos de "Daredevil", en especial de las razones que me han llevado a centrarme en la serie ahora que entramos de lleno en la etapa de Bendis y Maleev, aún situado en la línea "Marvel Knights" de Marvel, lo que hace que abramos varios frentes que trataremos en las siguientes líneas. Por ejemplo, ¿qué tal si hacemos un veloz repaso a lo que es el personaje de Daredevil desde sus inicios? Tranquilos, no va a ser nada del otro mundo, sólo algo necesario para estar en situación acerca de quién es el Diablo Guardián de la Cocina del Infierno, y cómo llegó a él uno de los mejores guionistas de la industria. Daredevil es de día y de forma oficial Matt Murdock, un humilde abogado ciego de la Cocina del Infierno, un barrio de Nueva York, que regenta un pequeño bufete junto a su mejor amigo, Foggy Nelson, a quien conoció en la universidad, durante la carrera de Derecho. Matt ha sido ciego desde pequeño, cuando salvó a un hombre ciego de ser atropellado por un camión que transportaba extraños residuos radiactivos, los cuales salpicaron sus ojos, no sólo inutilizandolos, sino otorgándole asombrosas habilidades a sus restantes sentidos, amplificandolas hasta cotas nunca imaginadas por el hombre. El asesinato de su padre, un boxeador en las últimas, supuso un antes y un después para Matt, quien no sólo juró que se convertiría en abogado para ayudar a la gente y alcanzar los estudios que su padre deseaba para él, sino que también saldría por las noches a hacer justicia, y tras un duro entrenamiento ninja por parte de Stick, su maestro, consiguió la pericia necesaria para transformarse en Daredevil, un justiciero que haría la vida imposible a criminales como Bullseye y Kingpin, entre muchos otros. Matt Murdock, o Daredevil, ha pasado por mucho, siendo considerado oficialmente uno de los pupas de Marvel, un perdedor capaz de levantarse siempre, incluso a la altura de Spiderman en este aspecto. Teniendo en cuenta que varias de sus novias o han muerto o lo han abandonado debido a su ajetreada vida, y que incluso ha visto su vida destrozada más de una vez, y su identidad secreta expuesta a todo el mundo, no es de extrañar que se le tenga como el saco de boxeo de Marvel, uno que se alza cuando sus enemigos menos se lo esperan. Y no contamos el asesinato de su padre o el abandono sufrido por parte de su madre, más tarde una monja a la que han recurrido varios autores para hacer uso de la potente simbología que contiene el universo del Cuernecitos. Ya sabéis, entre otras cosas, Matt Murdock es un católico que... se viste de diablo. Casi nada. Ah, y es un abogado de día, respetando las leyes y la justicia construida por las instituciones a las que ha jurado servir, y de noche se lo salta todo para ir de azotea en azotea aporreando criminales, al mismo tiempo que intenta mantener la cordura en un mundo oscuro, sucio, decadente y cruel que lo empuja repetidamente a convertirse en algo peor que los delincuentes a los que atrapa. Gran amigo de personajes como Spiderman, aliado ocasional de Punisher cuando no se están partiendo la cara por sus diferentes formas de parar la delincuencia, miembro de los Vengadores en épocas recientes, Daredevil ha llegado a abandonar los cuernecitos en varias ocasiones, a veces siendo sustituido por Puño de Hierro e incluso por sí mismo con una identidad distinta, cambiando de paso el traje, que empezó siendo amarillo, confeccionado a partir de trozos del equipamiento de boxeador de su padre, y ha terminado siendo a veces negro, incluso con cierto aspecto de armadura en los 90. Incluso ha estado en la cárcel como Matt Murdock, al destaparse su identidad secreta durante la etapa Bendis, de la que vamos a hablar a continuación. Lo que no le haya pasado a Daredevil... seguro que le ha ocurrido a Spiderman.
No es casualidad que en sus inicios, Daredevil fuera conocido por muchos lectores como el Spiderman para pobres, e incluso como el Batman barato de Marvel, entre otros "simpáticos" apelativos que indicaban lo muy secundario que era el personaje para los aficionados en general. Compararlo con Spiderman era a causa de sus primeras etapas, especialmente la primera, cuando Stan Lee (Los Cuatro Fantásticos, Spiderman) y Bill Everett (Tales to Astonish, Doctor Extraño) lo presentaron al mundo como un justiciero saltarín, capaz de usar sus bastones extensibles para balancearse por Nueva York (¿os suena?), siempre sonriente y con ganas de librar divertidas batallas con variopintos supervillanos tan coloridos como ridículos. Sí, se parece mucho a Spiderman, pero para pobres, así que la definición no estaba mal implementada. Ese Daredevil rebelde y contento se ha recuperado en diferentes ocasiones alrededor de su historia comiquera, como por ejemplo, en una breve etapa en los 90 tras sus paseos en armadura, o gracias en la actualidad a Mark Waid (Capitán América, Los Cuatro Fantásticos), casi siempre tras largas historias donde se hacía hincapié en la naturaleza oscura, deprimente, pesimista y justiciera del personaje, argumentos que enlazaban de forma perfecta con el mundo de novela negra en el que se suele mover, repleto de criminales, delincuentes, violadores y ladrones de la peor estofa. Precisamente, este aspecto de Daredevil no sólo es el más conocido y popular, sino con el que tratan más los guionistas que se hacen cargo de él, abandonando cada vez más el carácter sonriente y desenfadado del Diablo Guardián, el cual, admitamoslo, casa bastante poco con todo lo que significa el personaje, a pesar de que naciera así. No es casualidad que las dos magníficas temporadas televisivas de Marvel y Netflix ahonden en este Daredevil, sin ignorar el humor, claro, pero es simplemente un adorno que surge en ocasiones muy, muy, muy contadas. Incluso la película estrenada en 2003, protagonizada por Ben Affleck (Perdida, Escuadrón Suicida), contenía más de una escena donde Daredevil cruzaba de azotea en azotea en plan Spiderman, con saltos propios de alguien con habilidades arácnidas. Afortunadamente, todo cambió por completo en los 80, época en la que se reinventó al personaje por completo, en la dirección adecuada del vigilante torturado y oscuro que muchos amamos. Al fin y al cabo, ¿de verdad se pueden hacer historias divertidas estilo años 60 con un héroe que viste de demonio? Es raro, ¿no? También es cierto que hoy lo vemos como algo normal, pero imagino que por la época fue un movimiento bastante rompedor, uno de esos que si se hicieran hoy día destrozarían Internet, donde millones de fans del personaje protestarían, afirmando que se ha pervertido la esencia de Daredevil. Los 80 eran otros tiempos, Matt Murdock no gozaba de la fama que posee hoy, y era uno de esos personajes perfectos para experimentar, para tratar que sonase la flauta en algún momento. Y vaya sí se consiguió.
Frank Miller (300, Spawn) fue quien logró transformar no sólo a Daredevil, sino al mundo en el que se movía. De villanos coloridos pasamos a mafiosos sádicos, crueles y sin ningún escrúpulo; de las sonrisas pasamos a los gestos amenazantes; de los secundarios cómicos pasamos a personajes torturados capaces de vender al protagonista por una dosis de heroína; de las historias divertidas pasamos a las tramas oscuras, ancladas en la realidad, muy cercanas a las mejores novelas negras. Miller hizo por Daredevil algo similar a lo que hizo por Batman, ¿o fue al contrario? Después de todo, eran los 80, y Miller se convirtió rápidamente en uno de esos autores que ayudaron a que los superhéroes fueran más tomados en serio, ya pasada la ingenua e inocente década de los 60, y esa madurez que comenzaron a tener en los 70. Llegados los 80, Daredevil vivió su mejor momento editorial, y su peor momento como personaje, alcanzado sobre todo en "Born Again", donde Miller nos contaba, con una simbología católica muy marcada, la caída y resurgimiento de Matt Murdock como Daredevil, tras descubrir Kingpin, su peor enemigo (antiguamente un villano de Spiderman, nada es casual), la identidad de quien se escondía bajó la máscara de diablo. Toda la etapa de Miller marcó no sólo un antes y un después en el personaje, sino que sirvió de guía a los posteriores guionistas, una especie de pasos a seguir para llevar a cabo una buena historia de Daredevil, y hay que admitir que la mayoría continuó el legado de Miller con bastante acierto, siendo la escritora Ann Nocenti (Batman, Kid Eternity) la que mejor supo mezclar su estilo propio con las características implantadas por Miller en Daredevil, añadiendo temas sobrenaturales a las aventuras del personaje, con viajes incluidos al más puro estilo road movie y un sobresaliente tratamiento psicológico del protagonista y los secundarios. Los 90 fueron tiempos complicados para Daredevil, y aunque los argumentos no estaban del todo mal, le faltaban ese toque que volviera a situar al personaje entre los más importantes de Marvel, como antaño, un personaje al que leer aunque no le gustasen a uno los superhéroes. La línea Marvel Knights lo consiguió, un movimiento tan arriesgado como valiente que realizaron Joe Quesada (Daredevil: Padre, Spiderman) y Jimmy Palmiotti (Jonah Hex, The Pro) cuando empezaban en Marvel. Consistía en una línea que relanzaría a personajes muy concretos, sobre todo a los justicieros más urbanos de la editorial, dándole total libertad a los autores encargados de tal empresa, tal y como le ocurrió a Frank Miller en los 80 con el mismísimo Daredevil. Los Inhumanos, Punisher, Pantera Negra y Daredevil fueron los elegidos, quedándose fuera otros que hubieran merecido una buena oportunidad como el Caballero Luna, muy en la línea de los mencionados, de ahí que siempre se esté rumoreando con la posibilidad de que termine teniendo su propia serie para Netflix. Curiosamente, el único que no funcionó, al menos al principio, en Marvel Knights, fue Punisher, sin duda por la dirección que tomó el personaje, resucitando gracias a ángeles que le convirtieron en una especie de vigilante con poderes sobrenaturales, más propios de una serie del Motorista Fantasma o el Doctor Extraño que de los Marvel Knights urbanos que Quesada y Palmiotti querían apuntalar en Marvel. Por fortuna, llegó Garth Ennis, pero esa es una historia para contar cuando hablemos de los Marvel Saga dedicados a Frank Castle. Volvamos a Daredevil.
La misión de Marvel Knights no sólo era la de resucitar a lo grande personajes de capa caída en la editorial, lo que parecía más ironía que otra cosa al hablar de algunos como Daredevil y Punisher; éste llegó a tener tres series regulares moviéndose al mismo tiempo, así que imaginaos. Otro de los objetivos de la línea era ofrecer cómics más adultos, no tanto como la línea MAX que vendría después, que llegaría a límites jamás pensados en la editorial, pero sí bastante maduros y serios, dedicados a lectores de mayor edad que aquellos a los que iban dirigidos el resto de títulos clásicos. Los primeros arcos argumentales de "Marvel Knights: Daredevil" dejaron bien claro las intenciones de la nueva línea, con un Quesada dibujando en estado de gracia, y un Kevin Smith (Clerks, Dogma) que dejaba de nuevo el cine por un instante para aproximarse a una de sus aficiones favoritas, los cómics, esta vez en calidad de guionista. Y menudas historias nos dieron ambos, no sólo con la creación de Eco, otro mortal interés romántico para Daredevil, con Kingpin pululando por ahí, sino con una primera trama donde volvía Karen Page, además de ser acusado Foggy de asesinato, siendo todo un plan de un villano inesperado que volvía la vida de Matt Murdock del revés. Eso fue tan sólo el principio de "Marvel Knights: Daredevil", serie que vivió algunos altibajos tras la marcha de Smith hasta que llegó Brian Michael Bendis, el ojito derecho de Marvel desde entonces y que ya triunfaba por todo lo alto con la sobresaliente "Ultimate Spiderman", una de esas lecturas perfectas tanto si se es fan de los cómics como fan de la buena literatura. Los comienzos del guionista fueron dubitativos, lo que tardó en abrazar la llegada de Alex Maleev, con quien ya había trabajado en la serie negra "Sam & Twitch", spin-off de "Spawn", en la que Bendis nos contaba las andanzas de los dos populares agentes de policía de la serie principal, lo que significaba que teníamos pura novela negra en viñetas, algo que ambos artistas trasladaron a "Marvel Knights: Daredevil" desde su primer arco argumental juntos, precisamente, el primer tomo de Marvel Saga en el que los dos participan, el que inicia su extensa etapa, continuada en intenciones y tono por Ed Brubaker (Capitán América, Los Cuatro Fantásticos) y Michael Lark (The Pulse, Los Libros de la Magia), aunque para alcanzar la interesante etapa de estos todavía queda mucho.
La de Bendis y Maleev acaba de comenzar, "Lugarteniente" es el primer tomo, y aunque hay ciertos detalles que tienen que ver con la última aparición de Kingpin en "Marvel Knights: Daredevil", en general es una etapa que se puede leer sin apenas saber nada de números anteriores, sólo conociendo los aspectos esenciales del personaje. La historia empieza con un simple matón que, al comprobar que Wilson Fisk no sólo está debilitado sino que tiene hartos a sus lugartenientes, decide organizar su asesinato, hacerse con el poder y terminar de una vez por todas con Daredevil, de quien descubre su identidad civil casi de inmediato. Poco más os puedo contar sin reventaros detalles importantes del emocionante argumento que empieza aquí Bendis, creando la que para muchos, entre los que me incluyo, es al menos la segunda mejor etapa del personaje junto a la creada por Miller, quedando en algunos momentos a la misma altura. Es cierto que Bendis coge mucho de Miller para sus arcos argumentales, ¿y? Desde que Frank Miller destrozó y rehizo a Daredevil, no hay autor que lo haya tocado que no usara los conceptos dejados por el guionista, como ya antes hemos comentado. Continuando con esa premisa, si nos fijamos bien la serie "Daredevil" de Marvel y Netflix, encontraremos más en ella de Bendis que de Miller, con ese tono de novela negra, ese juego de luces y oscuridad, esos secundarios ambiguos aun siendo amigos cercanos de un protagonista que lucha por no dejarse llevar por la violencia, la agresividad y los deseos de terminar con los criminales de formas más definitivas, más... castigadoras. Igual me repito, pero tenemos entre manos unos cómics perfectos para quienes degusten de este tipo de historias y para quienes no se acerquen nunca al mundo de las viñetas, porque el Daredevil de Bendis y Maleev va más allá de las mallas, las peleas contra coloridos supervillanos y salvar el mundo. Noir puro es lo que hallaréis en esta interesante etapa que contiene algunos de los mejores cómics ya no sólo del personaje, sino de Marvel en general, así que aprovechad que el Marvel Saga de "Marvel Knights: Daredevil" acaba de alcanzar esta etapa. Es una oportunidad única, y además en tapa dura, en una edición de lujo perfecta para reunir una lectura llena de matices, tramas absorbentes, mucha novela negra, personajes realistas y viñetas que van más allá de los clichés del mundo de los superhéroes. Cómics recomendables, no, más bien imprescindibles.
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