Sí, sé lo que estáis pensando ahora mismo. ¿Esta entrada no la he visto antes por este blog? Sí y no. No y sí. Creo que el título de la novedad literaria que hoy os traigo ya os dice todo lo que debéis saber, o igual no. Al fin y al cabo, por mucho que haya cariñosos lectores que me consideren el Stephen King español, incluso después de diez libros en solitario (normalmente, el apelativo suele desaparecer a los dos o tres), ni siquiera me acerco a rozarle en fama y popularidad, así que es bastante probable que esté dando por hecho que sabéis de lo que hablo y quizá no sea así. Es más, ni siquiera debe ser así. Si os habéis acercado a este blog tras conocerme por alguna de mis últimas obras ("El que se esconde", "Las pesadillas de Stephen King" o "El Guardián del Miedo", sin mencionar las más nuevas), seguramente no sabréis que mi tercer libro publicado, mi segunda novela, fue una especie de blockbuster literario titulado "Drácula vs. la Momia: Batalla por Chicago". Fue en 2013 cuando se editó, poco después de mi querida "Cinco tumbas sin lápida", también por la fallecida editorial Tyrannosaurus Books (qué buenos principios nos dio; qué amargos últimos meses), y se presentó oficialmente en el prestigioso y espectacular Festival Celsius que se celebra todos los años en Avilés. Precisamente, tuve el honor de asistir a la presentación en sociedad del libro en la segunda edición de tal festival, volumen que abrió la colección conocida como "Monsters Unleashed", que duró unos cinco títulos, si mal no me falla la memoria. Esos son algunos de los detalles de la primera "Batalla por Chicago", pero ¿no hablamos ahora de la misma "Batalla por Chicago"? ¿O se supone que es la secuela? Porque la portada no es la misma, ¿verdad? ¿Estamos ante el mismo proceso que tuvo lugar con "Actos de Venganza" y "Actos de Venganza: Edición definitiva"? Sí y no. No y sí. De nuevo, toca explicarme, pero hagamos un poco de memoria antes de llegar a esta novedad literaria en concreto.
Mi primera publicación en solitario, "Actos de Venganza", una antología de terror y suspense, fue la que me ayudó a alcanzar "Cinco tumbas sin lápida". Después de presentarme a un par de convocatorias de relatos de zombis de las que saldrían varias antologías publicadas por Tyrannosaurus Books, sus editores se interesaron por mi trabajo, pidiéndome algo más largo que un cuento. Por entonces, no tenía ninguna novela, pero sí una recopilación de narraciones breves que preparaba para ir moviendo por diferentes editoriales. Lo cierto es que siempre he creído en ir paso a paso, en andar antes de correr, y de ahí mi predisposición para lanzarme en solitario al mundo editorial con una antología antes que con una novela. El proyecto se llamaba "Actos de Venganza", y estaba compuesto por once relatos donde el suspense y el terror se mezclaban en historias donde la venganza era la protagonista principal de las tramas principales. A pesar de ser un ávido lector de todo tipo de antologías, como escritor me atraía más la idea de llevar a cabo una recopilación de cuentos con un tema en común, y teniendo en cuenta todas las pequeñas historias que tenía que abordaban el tema de la venganza, el karma, el rencor y las cuentas por saldar, me fui directo a que mi primera publicación fuera "Actos de Venganza", además, con un claro homenaje comiquero en el título que sólo cazaron los amantes de las viñetas. A "Actos de Venganza" le costó arrancar entre la crítica y el público, no voy a engañaros, aunque levantó el suficiente interés entre ambos bandos y en los editores de Tyrannosaurus Books para que me siguieran pidiendo una novela. Y me puse a ello, con una idea muy clara: sería un más que evidente homenaje a la obra de mi adorado Stephen King (Cujo, Christine), aderezado con unos cuantos litros de oda a la saga cinematográfica "Evil Dead", dirigida por Sam Raimi (Terroríficamente Muertos, Darkman), uno de los genios del terror en el celuloide, y protagonizada por el cachondo, carismático y cercano Bruce Campbell (Spider-Man, Ash vs Evil Dead). "Cinco tumbas sin lápida" estaba a punto de nacer.
Tardé más tiempo en estructurar y corregir la novela que en escribirla, lo cual me llevó mes y medio. Cuando acabé, tenía lista la historia de George Campbell, un escritor de terror que decide volver a su pueblo natal para superar un terrible bloqueo del escritor que lleva sufriendo desde que asesinaron a su esposa. La cabaña familiar en la que vivían se convierte en el escenario de recuerdos y la resurrección de demonios interiores mucho más reales de lo que cree el escritor, que se verá envuelto en una pesadilla de muertos resucitados, sangre, asesinatos y violencia de la que no puedo hablaros más, ya que dentro de muy, muy poco saldrá a la calle su reedición con una editorial con la que tenía muchas, muchas ganas de trabajar. Teniendo en cuenta que "Cinco tumbas sin lápida" salió en 2013, hace ya cinco años, y que lleva descatalogada prácticamente más de tres, iba siendo hora de recuperarla para los nuevos lectores que llegan a mi obra por mis últimos títulos, lo mismo que os comentaba más arriba, por cierto. Además, mi intención, y la de la editorial, es la de sacar la secuela de "Cinco tumbas sin lápida" este mismo año, y ¿qué sentido tiene editar la segunda parte de un libro que nadie puede encontrar? Sí, los que se lo pillaron en su momento, y encima lo disfrutaron (doble mérito), seguro que no tendrán problemas en ir a por la secuela, pero quienes llegaron después y mucho más tarde es bastante probable que ni sepan que existe "Cinco tumbas sin lápida". En nuestros planes ya entra una tercera entrega, eso sí, si tiene éxito la segunda, así que por ahora pensemos nada más en la segunda parte, y en la obra que nos ocupa, por supuesto, con la que guarda no poca relación. Al fin y al cabo, mientras escribía "Batalla por Chicago", las ideas para una trilogía sobre monstruos clásicos enfrentándose entre sí, en tiempos donde la delincuencia era el pan de cada día, surgieron con facilidad alrededor de la historia original. Aunque, en este caso, también apareció la posibilidad de que esa trilogía acabara en una saga más larga, con una cuarta entrega que atase todos los cabos sueltos, e incluso una "segunda trilogía" que continuara con los personajes que permanecieran vivos, además de incluir nuevos monstruos a la fórmula. Pero prosigamos con la historia del misterioso e inquietante pueblo de Shelter Mountain.
"Cinco tumbas sin lápida" funcionó bastante bien. En realidad, mucho mejor de lo que yo pensaba. Quienes os pasáis habitualmente por aquí y me habéis visto hablar de mis trabajos literarios, ya sabéis que soy de entrada bastante pesimista con lo que voy publicando, pensando que con tal o cual libro me la pegaré de todas las maneras posibles. Fue una sorpresa que mi primera novela estuviera funcionando, y al salir, en marzo de 2013, ya tenía en mi mesa una propuesta para la segunda, para "Batalla por Chicago", aunque todavía no había ninguna batalla en la Ciudad del Viento, y mucho menos un conde Drácula que se enfrentara a una momia milenaria y mágica. Cuando uno de los editores de Tyrannosaurus Books me propuso abrir la colección Monsters Unleashed, no me lo podía creer, tanto por el honor que suponía como por la responsabilidad que significaba ser el primer número de una serie de libros que, por entonces, no parecía tener final. Lamentablemente, hubo final, y menudo final. La colección, para la que había muchos planes al principio (recopilatorios, cajas con la llamada Fase 1, derivados de algunas de las novelas...), sólo llegó a los cinco números, quedándose en el camino una historia sobre un monstruo de Frankenstein motero que nunca llegó a terminarse (supongo que porque el editor estaba de trabajo hasta arriba, guiño, guiño) y saliendo un quinto número, donde Sherlock Holmes se enfrentaba nada más y nada menos que a Nosferatu, durante los últimos días de una editorial que cometió muchos más fallos como aciertos, en especial, en sus últimos tiempos, siendo la mala gestión uno de ellos. Triste final tuvo Tyrannosaurus Books, cuando los comienzos fueron tan buenos, y el devenir de Monsters Unleashed fue buen ejemplo de ello (quizá no fue correcto sacar novelas que ni ellos mismos veían bien editar, sobre todo, tras corregir un mínimo de cinco veces lo que ellos creían que era un borrador). Ojo, recuerdo agradecido a la editorial, y no hay que dejar de pensar en ella sin relacionarla con lo adelantados que estaban a su tiempo editorial, siendo un empuje para las innumerables editoriales medianas, pequeñas e independientes que han ido apareciendo en los últimos años. Sin embargo, los entre cinco y seis años que duraron bien podrían ser una lección bastante evidente de lo que se debe hacer con una editorial... y lo que no se debe hacer con una editorial. Puede que una editorial se considere un éxito con uno, dos o tres años, pero cuidado, que torres más altas han caído cuando pensaban que que iban de camino a la década, y si una editorial como Tyrannosaurus Books falleció con siete años, más les valdría a algunas no andarse con egos cuando apenas llevan la mitad. Quien avisa no es traidor.
Pero mejor no hacer leña del árbol caído, aunque a veces sea inevitable por motivos personales, y continuemos hablando de lo que significó Monsters Unleashed, colección cuyos títulos sólo pueden ser encontrados hoy día en el socorrido mercado de la segunda mano, o mediante packs absurdamente baratos cuyos beneficios van destinados a pagar a la distribuidora con la que la editorial todavía conserva una importante deuda, reduciendo el trabajo de quienes colaboramos con la colección al de simples mercenarios a coste cero. Como iba diciendo, prácticamente no pude vivir el proceso de promoción de "Cinco tumbas sin lápida" con tranquilidad. Antes de darme cuenta, me encontraba escribiendo "Drácula vs. la Momia: Batalla por Chicago". Uno de los editores me ofreció la posibilidad de ser la punta de lanza de Monsters Unleashed, y no la desaproveché, no sólo porque se me ofrecía la oportunidad de escribir y publicar mi tercer libro, segunda novela, sino por lo bien que pintaba el proyecto en sí. Una colección con portadas que irían en el mismo tono, una serie de títulos que homenajearían a los monstruos clásicos de siempre, dejados de lado por otros más ¿modernos? que ocupaban todo el protagonismo, aunque con una diferencia. Drácula, el monstruo de Frankenstein, el Hombre Lobo, la Momia, el monstruo de la Laguna Negra, el Hombre Invisible y la novia de Frankenstein, entre otros, regresarían a la literatura de género por todo lo alto, con historias que navegaban entre la mejor serie B y los blockbusters más espectaculares y ambiciosos, pero la idea del editor de Tyrannosaurus Books no se quedaba en recuperar a esos interesantes personajes, sino en darles una nueva perspectiva. Las novelas se centrarían en narraciones enclavadas en escenarios donde estos monstruos no fueran habituales. Por ejemplo, el monstruo de la Laguna Negra en el espacio exterior, el Hombre Lobo en las arenas de los gladiadores de Roma, Drácula en un futuro dominado por las máquinas o el monstruo de Frankenstein como investigador de asesinatos en serie, por poner unos ejemplos. Por supuesto, no valía situar al monstruo de la Laguna Negra en una excursión por el Amazonas, al Hombre Lobo en olvidados páramos repletos de neblina, al Hombre Invisible en una villa llena de vecinos cotillas o al conde Drácula en el Londres victoriano. Eso no tendría mucho sentido, ¿verdad?
Con sinceridad, aunque "Batalla por Chicago" fue bien recibida, hablamos de mi novela menos vendida por el momento. Tampoco era de extrañar, si consideramos que se separaba del terror de "Cinco tumbas sin lápida" para entrar en terrenos más pulperos, si consideramos el pulp como algo parecido a un género, claro. Terror, pulp, novela negra y monstruos clásicos dieron lugar a una obra que yo considero la más "friki" de mi bibliografía, en el mejor y peor de los sentidos, claro. Admito que me lo pasé bomba escribiéndola, siendo siempre una sorpresa toparme con lectores que la adoran, pero también hay que tener en cuenta que es una novela dirigida a un público muy concreto, como si dentro del pequeño nicho de los lectores de terror hubiera otro nicho todavía más pequeño protagonizado por aquellos otros lectores que disfrutan de "rarezas" como "Batalla por Chicago". ¿El patito feo de mi producción? Puede ser, pero no por ello menos querido, hasta el punto de que, como comentaba mucho antes, llegaría a pensar para él varias secuelas, hasta formar una saga que, espero, se haga realidad con el tiempo, sin prisa pero sin pausa. Entre todas las ideas que le mandé al editor sobre la premisa planteada de monstruos clásicos fuera de su hábitat, la que más le gustó fue la de enfrentar a la Momia y al conde Drácula en una especie de guerra de bandas por el control de Chicago en plan época de la ley seca, como si los personajes fuesen derivados de Al Capone que usaran sus habilidades sobrenaturales, junto a los famosos subfusiles Thompson de aquel entonces, para enfrentarse a las fuerzas de la ley y hacerse con el control absoluto de las bandas mafiosas de la ciudad. Además, el hecho de no usar sólo a un monstruo, sino a dos, le daba al libro un tono más ambicioso, que es lo que buscaban los editores. No era ya enfrentar a los monstruos clásicos contra protagonistas humanos, sino entre ellos, y los motivos "gansteriles" eran la oportunidad perfecta, sin desechar, por supuesto, a los héroes humanos, en este caso, una investigadora privada con demasiado gusto por el alcohol, muy adelantada a su tiempo, y un reportero caído en desgracia.
Antes de salir de Tyrannosaurus Books en 2014, los planes para las secuelas de "Batalla por Chicago" pintaban bastante mal. Tras ver las cifras, los editores no parecían saber qué hacer con una colección que prometía mucho en su momento, pero que por docenas de razones no había sido capaz de arrancar con las expectativas que ellos tenían en mente. La editorial empezó a separarse del terror, a centrarse en otros géneros y Monsters Unleashed empezó a languidecer. Yo andaba en otros proyectos, así que por mi cabeza no volvió la idea de continuar las aventuras de Samuel Parker y Jessica Kramer hasta que otra editorial, con cuyos dueños iba a terminar igual que con los de Tyrannosaurus Books, pasó por delante. Fue en 2015 cuando los conocí, ni siquiera merece la pena que los nombre y el idilio editorial, afortunadamente, duró poco. Tras leer uno de los editores "Batalla por Chicago", me habló de la novela, y en el momento en el que le comenté que siempre pensé en una secuela, se interesó por ella. Por entonces, escribía "El que se esconde" y el primer volumen de mi primer ensayo, "Las pesadillas de Stephen King", por lo que la enorme carga de trabajo era evidente. Aun así, saqué tiempo para llevar a cabo "El Hombre Lobo vs. el monstruo de Frankenstein: Guerra en Los Ángeles", aunque antes de sacarla era evidente que algo había que hacer con "Batalla por Chicago". Veréis, no tiene mucho sentido sacar la segunda parte de una historia cuando la primera es apenas inencontrable, y ya entre 2015-2016 era complicado hallar ejemplares del primer tomo de Monsters Unleashed, así que imaginaos ahora. Cuando uno va escribiendo libros, y existe gente tan maravillosa como loca que te los publica, tarde o temprano, se consiguen nuevos lectores, y por fortuna, eso, en mayor o menor medida, siempre me ha pasado. Eso quiere decir que los que se acercaban por "El que se esconde" no tenían ni idea de que existía "Batalla por Chicago", y si lo averiguaban, la dificultad para hacerse con ella era palpable. Si no hubiera tenido intenciones de sacar una segunda parte, no la habría reeditado, al menos, no tan pronto, pero con una secuela ya escrita de principio a fin, ¿cómo iba a complicarle la vida a los lectores? Aunque fueran cuatro gatos quienes se acercaran a la guerra que se iba a librar en Los Ángeles entre el monstruo de Víctor Frankenstein y el Hombre Lobo más conocido de todos, o uno de ellos, al menos. Lamentablemente, esta nueva editorial no sólo no paraba de marearme con fechas de entrega con las que ni ellos se aclaraban, sino que tenían poca idea de lo que querían hacer con "Batalla por Chicago"; desde un volumen único con ambas novelas a un precio prohibitivo hasta llevar a cabo un tomo similar, pero con la segunda parte por delante de la primera, pintando un panorama estrambótico, pasando por el hecho de que por narices ambas debían ilustrarse sí o sí. Eso se acabó, y a pesar de que los planes originales para la publicación de la saga de monstruos, que empecé a llamar Monsters Unleashed a modo de homenaje, volvieron a pasar por la autopublicación de Amazon, no me di por vencido, apostando por una editorial con la que buscaba trabajar desde hacía mucho: James Crawford Publishing.
Centrada en las antologías, la editorial llevada por William Fleming siempre ha destacado por lanzar títulos bastante arriesgados con una regularidad envidiable, sin dejar de lado novelas y otro tipo de publicaciones. Después de colaborar en algunas de las antologías que ha ido editando durante estos años, y siempre con promesas de trabajar juntos, me atreví a proponerle la publicación de "Batalla por Chicago", con la intención de que cada año llegara una nueva entrega de la saga, por la que pasarían monstruos como el ya mencionado Hombre Lobo, y otros como las novias de Drácula, el Hombre Invisible, el monstruo de la Laguna Negra y algunos que no puedo desvelar para no incurrir en spoilers que igual os estropearían la lectura de las próximas novelas, si es que tarde o temprano vais a encararlas. La propuesta le gustó al editor, así que nos pusimos enseguida a ello, dándole a "Batalla por Chicago" un par de cambios, alguna corrección extra y la nueva portada realizada por Marco Gómez Gómez (Las 8 caras del miedo), ilustrador con el que hace mucho que deseaba trabajar, al igual que con William Fleming. Un proyecto que parecía maldito, dos profesionales con los que quería colaborar y la promesa de volver con ellos para las futuras secuelas. No está nada mal si tenemos en cuenta que Monsters Unleashed daba la impresión de estar bien muerta, ¿verdad? Y además, con venta directa por Amazon, lo que asegura que eso de que el libro se descatalogue no va a pasar nunca más, una oportunidad de oro para terminar la saga, y después ponerme con las demás ideas que tenía para la colección original de Tyrannosaurus Books. ¿Quién sabe? En principio, vamos a por la primera trilogía de estos nuevos Monsters Unleashed, la cuarta entrega que sirva de "epílogo" y luego, quizás, a por tres entregas nuevas (¿o cuatro?) para una especie de segunda saga que una a monstruos clásicos menos concretos. Imaginaos a Samuel Parker y Jessica Kramer enfrentados a, no sé, ¿zombis y dioses primigenios sacados del universo Lovecraft? ¿Leyendas populares de Estados Unidos como el Jinete Sin Cabeza o el espíritu de Samhain? Todo es posible.
Por ahora, aquí tenéis la reedición de "Drácula contra la Momia: Batalla por Chicago". Nueva editorial, nuevas expectativas, nuevos objetivos, nueva portada, ligeros cambios en el título y un futuro con secuelas como "El Hombre Lobo contra el monstruo de Frankenstein: Guerra en Los Ángeles", que empieza donde acaba la primera parte, con los protagonistas visitando la cuna de Hollywood para enfrentarse a dos verdaderas máquinas de matar que pretenden hacerse con el control de los bajos fondos de una ciudad donde los agentes del orden son peores que los propios criminales. Todavía es pronto para hablar de las novias de Drácula, el Hombre Invisible y, quizás, de cierto doctor y cierto míster de doble personalidad y un regreso a Chicago, así que, por el momento, hablemos de la batalla por Chicago, del conde Drácula, de la momia Imhotep y de cómo no hay que darse por vencido a la hora de sacar adelante un proyecto literario. Por fortuna, la reedición de "Cinco tumbas sin lápida", novela que ha tenido gran protagonismo en la presente entrada, no ha sido tan accidentada, pero teniendo en cuenta que la ambición tras Monsters Unleashed pasa por una extensa saga, merece la pena haberse partido tanto la cara por sacarla adelante. A continuación os dejo con el enlace mediante el cual podéis adquirir esta nueva edición de "Batalla por Chicago", invitándoos a haceros con ella si todavía no os la habéis leído, y si así ha sido, quizás os apetezca haceros con ella para tener todos los volúmenes iguales de Monsters Unleashed. Sea como sea, muchas, muchas, muchas gracias, porque sin vosotros, sin vuestra confianza, sin ese apoyo que le dais a mi trabajo, no tendría mucho sentido reeditar este libro. Es más, ni siquiera habría hueco para ello, pero si lo habéis pedido no seré yo quien os impida haceros con él.
Aquí podéis comprar la novela en Amazon.
Recordad que los monstruos clásicos siempre vuelven, y no es de extrañar, si tenemos en cuenta lo importantes que han sido siempre para la literatura y el cine de terror. Desde los clásicos entre los clásicos del terror escrito hasta los clásicos de la Hammer y la Universal, los monstruos siempre han estado ahí, sobreviviendo a otros que han intentado quitarles su popularidad, alzándose incluso cuando lo tenían todo en contra. Mis Monsters Unleashed sólo son mi pequeño homenaje hacia ellos, mi cariñoso intento de que se les siga recordando. Una carta de amor de un escritor de terror hacia figuras que son el terror mismo. Acompañadme en este viaje que se inicia de nuevo. Acompañadme.
Seamos... monstruosos.
Pero mejor no hacer leña del árbol caído, aunque a veces sea inevitable por motivos personales, y continuemos hablando de lo que significó Monsters Unleashed, colección cuyos títulos sólo pueden ser encontrados hoy día en el socorrido mercado de la segunda mano, o mediante packs absurdamente baratos cuyos beneficios van destinados a pagar a la distribuidora con la que la editorial todavía conserva una importante deuda, reduciendo el trabajo de quienes colaboramos con la colección al de simples mercenarios a coste cero. Como iba diciendo, prácticamente no pude vivir el proceso de promoción de "Cinco tumbas sin lápida" con tranquilidad. Antes de darme cuenta, me encontraba escribiendo "Drácula vs. la Momia: Batalla por Chicago". Uno de los editores me ofreció la posibilidad de ser la punta de lanza de Monsters Unleashed, y no la desaproveché, no sólo porque se me ofrecía la oportunidad de escribir y publicar mi tercer libro, segunda novela, sino por lo bien que pintaba el proyecto en sí. Una colección con portadas que irían en el mismo tono, una serie de títulos que homenajearían a los monstruos clásicos de siempre, dejados de lado por otros más ¿modernos? que ocupaban todo el protagonismo, aunque con una diferencia. Drácula, el monstruo de Frankenstein, el Hombre Lobo, la Momia, el monstruo de la Laguna Negra, el Hombre Invisible y la novia de Frankenstein, entre otros, regresarían a la literatura de género por todo lo alto, con historias que navegaban entre la mejor serie B y los blockbusters más espectaculares y ambiciosos, pero la idea del editor de Tyrannosaurus Books no se quedaba en recuperar a esos interesantes personajes, sino en darles una nueva perspectiva. Las novelas se centrarían en narraciones enclavadas en escenarios donde estos monstruos no fueran habituales. Por ejemplo, el monstruo de la Laguna Negra en el espacio exterior, el Hombre Lobo en las arenas de los gladiadores de Roma, Drácula en un futuro dominado por las máquinas o el monstruo de Frankenstein como investigador de asesinatos en serie, por poner unos ejemplos. Por supuesto, no valía situar al monstruo de la Laguna Negra en una excursión por el Amazonas, al Hombre Lobo en olvidados páramos repletos de neblina, al Hombre Invisible en una villa llena de vecinos cotillas o al conde Drácula en el Londres victoriano. Eso no tendría mucho sentido, ¿verdad?
Con sinceridad, aunque "Batalla por Chicago" fue bien recibida, hablamos de mi novela menos vendida por el momento. Tampoco era de extrañar, si consideramos que se separaba del terror de "Cinco tumbas sin lápida" para entrar en terrenos más pulperos, si consideramos el pulp como algo parecido a un género, claro. Terror, pulp, novela negra y monstruos clásicos dieron lugar a una obra que yo considero la más "friki" de mi bibliografía, en el mejor y peor de los sentidos, claro. Admito que me lo pasé bomba escribiéndola, siendo siempre una sorpresa toparme con lectores que la adoran, pero también hay que tener en cuenta que es una novela dirigida a un público muy concreto, como si dentro del pequeño nicho de los lectores de terror hubiera otro nicho todavía más pequeño protagonizado por aquellos otros lectores que disfrutan de "rarezas" como "Batalla por Chicago". ¿El patito feo de mi producción? Puede ser, pero no por ello menos querido, hasta el punto de que, como comentaba mucho antes, llegaría a pensar para él varias secuelas, hasta formar una saga que, espero, se haga realidad con el tiempo, sin prisa pero sin pausa. Entre todas las ideas que le mandé al editor sobre la premisa planteada de monstruos clásicos fuera de su hábitat, la que más le gustó fue la de enfrentar a la Momia y al conde Drácula en una especie de guerra de bandas por el control de Chicago en plan época de la ley seca, como si los personajes fuesen derivados de Al Capone que usaran sus habilidades sobrenaturales, junto a los famosos subfusiles Thompson de aquel entonces, para enfrentarse a las fuerzas de la ley y hacerse con el control absoluto de las bandas mafiosas de la ciudad. Además, el hecho de no usar sólo a un monstruo, sino a dos, le daba al libro un tono más ambicioso, que es lo que buscaban los editores. No era ya enfrentar a los monstruos clásicos contra protagonistas humanos, sino entre ellos, y los motivos "gansteriles" eran la oportunidad perfecta, sin desechar, por supuesto, a los héroes humanos, en este caso, una investigadora privada con demasiado gusto por el alcohol, muy adelantada a su tiempo, y un reportero caído en desgracia.
Antes de salir de Tyrannosaurus Books en 2014, los planes para las secuelas de "Batalla por Chicago" pintaban bastante mal. Tras ver las cifras, los editores no parecían saber qué hacer con una colección que prometía mucho en su momento, pero que por docenas de razones no había sido capaz de arrancar con las expectativas que ellos tenían en mente. La editorial empezó a separarse del terror, a centrarse en otros géneros y Monsters Unleashed empezó a languidecer. Yo andaba en otros proyectos, así que por mi cabeza no volvió la idea de continuar las aventuras de Samuel Parker y Jessica Kramer hasta que otra editorial, con cuyos dueños iba a terminar igual que con los de Tyrannosaurus Books, pasó por delante. Fue en 2015 cuando los conocí, ni siquiera merece la pena que los nombre y el idilio editorial, afortunadamente, duró poco. Tras leer uno de los editores "Batalla por Chicago", me habló de la novela, y en el momento en el que le comenté que siempre pensé en una secuela, se interesó por ella. Por entonces, escribía "El que se esconde" y el primer volumen de mi primer ensayo, "Las pesadillas de Stephen King", por lo que la enorme carga de trabajo era evidente. Aun así, saqué tiempo para llevar a cabo "El Hombre Lobo vs. el monstruo de Frankenstein: Guerra en Los Ángeles", aunque antes de sacarla era evidente que algo había que hacer con "Batalla por Chicago". Veréis, no tiene mucho sentido sacar la segunda parte de una historia cuando la primera es apenas inencontrable, y ya entre 2015-2016 era complicado hallar ejemplares del primer tomo de Monsters Unleashed, así que imaginaos ahora. Cuando uno va escribiendo libros, y existe gente tan maravillosa como loca que te los publica, tarde o temprano, se consiguen nuevos lectores, y por fortuna, eso, en mayor o menor medida, siempre me ha pasado. Eso quiere decir que los que se acercaban por "El que se esconde" no tenían ni idea de que existía "Batalla por Chicago", y si lo averiguaban, la dificultad para hacerse con ella era palpable. Si no hubiera tenido intenciones de sacar una segunda parte, no la habría reeditado, al menos, no tan pronto, pero con una secuela ya escrita de principio a fin, ¿cómo iba a complicarle la vida a los lectores? Aunque fueran cuatro gatos quienes se acercaran a la guerra que se iba a librar en Los Ángeles entre el monstruo de Víctor Frankenstein y el Hombre Lobo más conocido de todos, o uno de ellos, al menos. Lamentablemente, esta nueva editorial no sólo no paraba de marearme con fechas de entrega con las que ni ellos se aclaraban, sino que tenían poca idea de lo que querían hacer con "Batalla por Chicago"; desde un volumen único con ambas novelas a un precio prohibitivo hasta llevar a cabo un tomo similar, pero con la segunda parte por delante de la primera, pintando un panorama estrambótico, pasando por el hecho de que por narices ambas debían ilustrarse sí o sí. Eso se acabó, y a pesar de que los planes originales para la publicación de la saga de monstruos, que empecé a llamar Monsters Unleashed a modo de homenaje, volvieron a pasar por la autopublicación de Amazon, no me di por vencido, apostando por una editorial con la que buscaba trabajar desde hacía mucho: James Crawford Publishing.
Centrada en las antologías, la editorial llevada por William Fleming siempre ha destacado por lanzar títulos bastante arriesgados con una regularidad envidiable, sin dejar de lado novelas y otro tipo de publicaciones. Después de colaborar en algunas de las antologías que ha ido editando durante estos años, y siempre con promesas de trabajar juntos, me atreví a proponerle la publicación de "Batalla por Chicago", con la intención de que cada año llegara una nueva entrega de la saga, por la que pasarían monstruos como el ya mencionado Hombre Lobo, y otros como las novias de Drácula, el Hombre Invisible, el monstruo de la Laguna Negra y algunos que no puedo desvelar para no incurrir en spoilers que igual os estropearían la lectura de las próximas novelas, si es que tarde o temprano vais a encararlas. La propuesta le gustó al editor, así que nos pusimos enseguida a ello, dándole a "Batalla por Chicago" un par de cambios, alguna corrección extra y la nueva portada realizada por Marco Gómez Gómez (Las 8 caras del miedo), ilustrador con el que hace mucho que deseaba trabajar, al igual que con William Fleming. Un proyecto que parecía maldito, dos profesionales con los que quería colaborar y la promesa de volver con ellos para las futuras secuelas. No está nada mal si tenemos en cuenta que Monsters Unleashed daba la impresión de estar bien muerta, ¿verdad? Y además, con venta directa por Amazon, lo que asegura que eso de que el libro se descatalogue no va a pasar nunca más, una oportunidad de oro para terminar la saga, y después ponerme con las demás ideas que tenía para la colección original de Tyrannosaurus Books. ¿Quién sabe? En principio, vamos a por la primera trilogía de estos nuevos Monsters Unleashed, la cuarta entrega que sirva de "epílogo" y luego, quizás, a por tres entregas nuevas (¿o cuatro?) para una especie de segunda saga que una a monstruos clásicos menos concretos. Imaginaos a Samuel Parker y Jessica Kramer enfrentados a, no sé, ¿zombis y dioses primigenios sacados del universo Lovecraft? ¿Leyendas populares de Estados Unidos como el Jinete Sin Cabeza o el espíritu de Samhain? Todo es posible.
Por ahora, aquí tenéis la reedición de "Drácula contra la Momia: Batalla por Chicago". Nueva editorial, nuevas expectativas, nuevos objetivos, nueva portada, ligeros cambios en el título y un futuro con secuelas como "El Hombre Lobo contra el monstruo de Frankenstein: Guerra en Los Ángeles", que empieza donde acaba la primera parte, con los protagonistas visitando la cuna de Hollywood para enfrentarse a dos verdaderas máquinas de matar que pretenden hacerse con el control de los bajos fondos de una ciudad donde los agentes del orden son peores que los propios criminales. Todavía es pronto para hablar de las novias de Drácula, el Hombre Invisible y, quizás, de cierto doctor y cierto míster de doble personalidad y un regreso a Chicago, así que, por el momento, hablemos de la batalla por Chicago, del conde Drácula, de la momia Imhotep y de cómo no hay que darse por vencido a la hora de sacar adelante un proyecto literario. Por fortuna, la reedición de "Cinco tumbas sin lápida", novela que ha tenido gran protagonismo en la presente entrada, no ha sido tan accidentada, pero teniendo en cuenta que la ambición tras Monsters Unleashed pasa por una extensa saga, merece la pena haberse partido tanto la cara por sacarla adelante. A continuación os dejo con el enlace mediante el cual podéis adquirir esta nueva edición de "Batalla por Chicago", invitándoos a haceros con ella si todavía no os la habéis leído, y si así ha sido, quizás os apetezca haceros con ella para tener todos los volúmenes iguales de Monsters Unleashed. Sea como sea, muchas, muchas, muchas gracias, porque sin vosotros, sin vuestra confianza, sin ese apoyo que le dais a mi trabajo, no tendría mucho sentido reeditar este libro. Es más, ni siquiera habría hueco para ello, pero si lo habéis pedido no seré yo quien os impida haceros con él.
Aquí podéis comprar la novela en Amazon.
Recordad que los monstruos clásicos siempre vuelven, y no es de extrañar, si tenemos en cuenta lo importantes que han sido siempre para la literatura y el cine de terror. Desde los clásicos entre los clásicos del terror escrito hasta los clásicos de la Hammer y la Universal, los monstruos siempre han estado ahí, sobreviviendo a otros que han intentado quitarles su popularidad, alzándose incluso cuando lo tenían todo en contra. Mis Monsters Unleashed sólo son mi pequeño homenaje hacia ellos, mi cariñoso intento de que se les siga recordando. Una carta de amor de un escritor de terror hacia figuras que son el terror mismo. Acompañadme en este viaje que se inicia de nuevo. Acompañadme.
Seamos... monstruosos.
Menuda odisea editorial. Espero que puedas hacer realidad tu sueño de realizar todo ese monstruoso carrusel y que resucites el sello Monster Unleashed a tu propia imagen y semejanza. Porque ese proyecto daba para mucho y merecería una segunda oportunidad. Al igual que los frustrados autores, como un servidor, que querían proponer sus monstruosas locuras.
ResponderEliminarNo te voy a negar que haya sido una odisea, no. Y eso que las ganas de mandar los paseos editoriales a tomar por saco y editarlas en Amazon era bien grande, pero mira, al final, todo es intentarlo, el "no" ya lo tienes, se mueve uno y al final hay gente loca y maravillosa a la que le interesa. ¡Ole!
EliminarDe todos modos, tampoco voy a vender ya la piel del oso, cuando sólo ha salido la primera parte, y a pesar de que la segunda prácticamente está ya en preparación editorial (hemos tenido pruebas de portada y tal), mejor no dar nada por hecho. Ni con este proyecto ni con ninguno que sea publicar libros. Yo, desde hace tiempo, hasta que no veo el libro en la calle, no me creo que se haya publicado, jajajaja.
Y sí, la verdad es que el proyecto pintaba muy bien. Pero como te dije por Facebook, apañero, siempre puedes rescatar esas ideas y presentarlas a diferentes editoriales, aunque no haya sagas ni colecciones de por medio. ¡Anímate! :D :D
Y muchísimas gracias por pasarte y comentar.
Muchas ganas de echarle el guante a esas secuelas. Batalla por Chicago me encantó.
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