domingo, 20 de abril de 2014

Reseñas cinematográficas: The Amazing Spider-Man 2: El poder de Electro


Ficha Técnica

Título original: The Amazing Spider-Man 2
Director: Marc Webb
Intérpretes: Andrew Garfield, Emma Stone, Jamie Foxx, Dane DeHaan, Paul Giamatti, Colm Feore, Sally Field, Chris Cooper, Marton Csokas, Felicity Jones, Campbell Scott, Embeth Davidtz, B.J. Novak, Louis Cancelmi, Denis Leary, Michael Massee, Stan Lee.
Guión: Alex Kurtzman, Roberto Orci, Jeff Pinkner, James Vanderbilt
Música: Hans Zimmer
Género: Acción, fantástico
Nacionalidad: Estados Unidos
Duración: 142 minutos
Año: 2014


Sinopsis:
Peter Parker es el asombroso Spiderman, el héroe predilecto de la ciudad de Nueva York, quien se juega todos los días su vida para salvar a los demás. Sin embargo, y aunque parezca que todo va bien mientras atrapa a los malos, detiene atracos y rescata a personas inocentes, algo reconcome a Peter, una promesa que realizó al capitán Stacy por la que se mantendría lejos de Gwen, el amor de su vida, e hija del agente de la ley. Sin embargo, eso no le resulta difícil a Peter, quien no puede estar lejos de la chica, a pesar de que sabe que su vida como Spiderman la pondrá en peligro tarde o temprano. Mientras tanto, algo se cuece en Oscorp, algo que tiene que ver con proyectos secretos, además del accidente que sufre Max Dillon, uno de sus trabajadores y el regreso de Harry Osborn, hijo de Norman Osborn, y el mejor amigo de Peter Parker quien, además, tratará de descubrir de una vez por todas el secreto que guardaban sus padres, ambos trabajadores de Oscorp.


Reseña:
Spiderman, Spiderman, Spiderman. Quien me conoce más o menos bien, sabe lo mucho que me gusta Spiderman. Incluso los que me conocéis de pasada, o sólo por el blog, sabéis cuánto adoro a este personaje. Y es que, Spiderman, el trepamuros, el sensacional, el asombroso, el amigo y vecino, el de la suerte Parker, es uno de mis personajes comiqueros favoritos, quizá mi preferido medio peldaño por encima de Batman, Punisher y Lobezno, otros de mis adorados. No soy el único que tiene en tan alta estima al cabeza de red, puesto que Marvel lo considera su mejor personaje, prácticamente su mascota, por decirlo así. Curiosamente, hace unas semanas leí ciertos datos sobre franquicias comiqueras que dan más dinero, y Spiderman se encontraba en el segundo puesto, sólo por detrás de Batman (y supongo que porque éste tiene más películas en su haber). 

Podría pasarme días enteros enumerando todas las geniales cualidades por las que me encanta Spiderman, todas sus historias que me han hecho disfrutar, aquellos cómics suyos que han hecho historia (desde la famosa muerte de Gwen Stacy, hasta la serie "Ultimate Spiderman", pasando por la última cacería de Kraven, la saga del traje negro, o aquellos cómics donde Harry Osborn se nos mostraba como un drogadicto a pesar de la censura de la época), todas las grandes características del personaje, sus guionistas, sus dibujantes, el mundo en el que se mueve, sus villanos, etc, etc. A estas alturas sobra decir que Stan Lee (Los Cuatro Fantásticos, Daredevil) creó todo un mito, uno de los mejores personajes de ficción que pueblan el mundo de los cómics en concreto, y del ocio y el arte en general. Además, es un personaje cercano, verosímil pese a todas sus habilidades sobrehumanas y, en definitiva, una de esas creaciones de Stan Lee con las que es fácil sentirse identificado de alguna que otra forma. Stan Lee y Steve Ditko (Doctor Extraño) rompieron muchos moldes cuando crearon a Spiderman en unos tiempos donde los héroes eran tipos como el Capitán América e Iron Man. Crearon a un personaje protagonista que, en realidad, tendría que haber sido el acompañante del héroe de turno, y no sólo lo crearon, no sólo cambiaron en cierta forma el modo de hacer cómics y las historias que se contaban en ellos, sino que redefinieron el concepto de héroe con pies de barro.

¡Vuelve Spiderman!


¿Por qué os suelto este pequeño rollo? Para avisaros de que os vais a encontrar con una reseña bastante positiva. Normalmente, suelo disfrutar bastante de todos los filmes comiqueros con los que me voy topando, pero si encima son de mis personajes favoritos, ya es difícil que lleguen a decepcionarme. Así que imaginaos qué ocurre si la producción tiene de protagonista a Spiderman, claro. Muy, muy, muy mala debe ser la película en cuestión para que de mi boca salgan sapos y culebras contra ellas y, "The Amazing Spider-Man 2: El poder de Electro", dista mucho de ser mala, en mi opinión. Sí, sé que dicho esto es difícil fiarse de mi opinión, pero eso no quiere decir que no le haya encontrado defectos al filme, ni mucho menos. Sin embargo, lo he disfrutado mucho. Creo que, por encima de él, aún están "Spider-Man 2" y "Spider-Man" de Sam Raimi (Posesión infernal, Darkman), pero también creo que supera a "The Amazing Spider-Man", y se coloca en una cómoda posición junto a "Spider-Man 3", luchando para ver cuál de las dos es mejor espectáculo comiquero en plan blockbuster.

Dicho esto, debo advertiros que esto no va a ser una comparación entre "Spider-Man 2" y esta nueva película sobre el personaje, ni siquiera sobre las entregas dirigidas por ahora por Marc Webb (500 días juntos) contra las de Sam Raimi. Cuando reseñé en este mismo blog (¡cómo pasa el tiempo!) "The Amazing Spider-Man", ya comenté que, aunque las comparaciones saldrían solas, pocas habría, pues lo principal era reseñar el filme por sí solo, y en este caso no voy a hacer una excepción aunque, de nuevo, haya algunas pequeñas comparaciones. Supongo que, tarde o temprano, me atreverá a llevar a cabo algún post especial sobre las versiones de Spiderman dadas por Sam Raimi y Marc Webb, pero por ahora, sigamos reseñando la película que tenemos entre manos, recién estrenada en nuestro país. Por supuesto, sobra decir que no encontraréis aquí ninguna clase de spoiler, y menos con un filme que tiene más de un giro, más de una sorpresa y algún que otro sorprendente descubrimiento, así que, esto es, como siempre, una reseña libre de spoilers. ¿Vamos a por ella?

Si se habla del poder de Electro es por algo


Hagamos un poquito de memoria antes de empezar a darle caña al nuevo filme arácnido de Marc Webb (guiño, guiño con el apellido). Y volvamos al primer proyecto serio de llevar Spiderman a los cines en una gran superproducción que iba a ser dirigida nada más y nada menos que por James Cameron (Terminator 2: El juicio final, Avatar), protagonizada por Leonardo DiCaprio (Infiltrados, Shutter Island), e incluso con bastantes posibilidades de que Arnold Schwarzenegger (Terminator, Los Mercenarios 2) fuera el villano de la historia. Un proyecto que, finalmente, no salió adelante, aunque hubiera sido bastante curioso, ¿verdad? Si buscáis bien por Internet, encontraréis imágenes, diseños, pósters y hasta el guión y algunos borradores de la película que prometía ser toda una superproducción de las gordas, y más si tenemos en cuenta como se las gasta siempre James Cameron.

Tuvimos que esperar a la ola de éxitos de Marvel de principios de este siglo para que Spiderman llenase los cines como su fama merecía. El gran éxito de "Blade" dio paso a "X-Men", que sirvió para poner, de una vez por todas, más proyectos en marcha. Sin embargo, aunque los dos filmes eran muy, muy buenos, se alejaban bastante del concepto de cómic en la pantalla grande, algo que "Superman" de Richard Donner (Arma Letal, La profecía) supo darnos a la perfección, y que, en cierto modo, también nos lo dio "Batman" de Tim Burton (Ed Wood, Sombras Tenebrosas). Más que adaptaciones, eran cómics en movimiento, y eso fue "Spider-Man" de Sam Raimi. Curiosa elección de director, ¿verdad? Raimi, creador de obras de terror tan famosas como "Posesión Infernal", o ese héroe pulp oscuro en "Darkman", se confesó gran admirador del personaje desde que era un niño, más que admirador, amaba a Spiderman, sobre todo sus primeros cómics, las etapas clásicas con Stan Lee, Steve Ditko, John Romita Sr. (Daredevil) y John Romita Jr. (Lobezno, Los Vengadores) entre otros, de por medio. 

Y eso nos dio "Spider-Man". Si "Blade" y "X-Men" eran muy buenas adaptaciones, "Spider-Man" era como ver un cómic en el cine, así de fácil. Sam Raimi, con Sony y Marvel en la dirección, supieron darle al filme ese toque del "Superman" de Donner, un toque superheroico, un toque comiquero que, quizá, no era del gusto de todo el mundo, sobre todo si tenemos en cuenta que el filme cogía, sobre todo, el material de los 60-70 de los cómics y lo llevaba a la pantalla grande. Sí, había detalles más modernos, como la presencia de Mary Jane, la araña modificada geneticamente y los lanzarredes orgánicos, pero eran sólo eso, detalles para que la historia funcionase mejor en los tiempos que corrían. Al final, la jugada les salió muy bien, siendo uno de los filmes comiqueros con más recaudación de la historia, y todo un gran éxito de público y crítica. Personalmente, considero el visionado en cines de "Spider-Man" como una de las mejores experiencias cinematográficas de mi vida, una que atesoro con mucho cariño; ver por primera vez a Spiderman balaceandose por los edificios de Nueva York, no tiene precio. Puede que el filme haya envejecido mal en ciertos aspectos, pero incluso hoy día, es impresionante.

Spiderman sigue demostrando que se dedica a salvar vidas


Si "Blade" y "X-Men" demostraron que las adaptaciones de cómics podían ser nuevamente tomadas en serio, "Spider-Man" confirmó que los cómics podían cobrar vida en la pantalla grande. "Spider-Man 2" lo reafirmó y de la mejor manera, de nuevo con todo el equipo al completo de la primera parte, pero mucho mejor que ésta, hasta el punto de que no somos pocos los que creemos que es una de las mejores películas comiqueras de la historia; en mi ranking personal de filmes Marvel, está en el segundo puesto, sólo superada por "Los Vengadores", así que, ahí es nada. "Spider-Man 2" daba un paso adelante, no sólo creando un nuevo cómic en pantalla grande, sino una de las películas de superhéroes más profundas y fieles al personaje que encontraremos nunca. Toda la suerte Parker condensada en multitud de escenas, ese Peter Parker que no quiere ser Spiderman mientras ve cómo su vida se derrumba, ese Doctor Octopus perfectamente traspasado a la gran pantalla, esa dirección de Sam Raimi, el inteligente guión, la banda sonora, los efectos especiales tan buenos que hoy en día siguen siendo geniales, escenas tan espectaculares como la de la pelea en el tren, etc, etc. "Spider-Man 2" es oro puro, así de claro.

"Spider-Man 3" estropeó la trilogía de Raimi, aunque por matices, dado que, a quien esto escribe, le encantó, no al mismo nivel que las anteriores, pero sí lo bastante como para pasárselo pipa con ella. Esta tercera entrega, pese a sus múltiples aciertos, dividió bastante a la crítica y al público. Tiene muchas fallos, para qué negarlos, pero grandes virtudes que, para unos pocos, se ven eclipsadas por cierto baile que a algunos nos resultó hasta gracioso. Sobra decir que reducir tantas cosas buenas y un filme de dos horas y media a un baile de apenas un par de minutos es bastante ridículo, y como si la taquilla se riera de ello, "Spider-Man 3" se convirtió en la más taquillera de las tres. Pero, ¿dónde estaba el fallo? Sony, la productora, decidió meter demasiado la mano en muchos aspectos, y el guión, repleto de agujeros, no ayudaba demasiado. Y, sin embargo, fue todo un éxito.

Spiderman se topa con Max Dillon


Entonces, llegó "Spider-Man 4". Sí, habéis leído bien, llegó "Spider-Man 4"... o casi. Y es que, tal el tremendo éxito de la tercera parte, y para sorpresa de propios y extraños, Sam Raimi y todo el equipo de las anteriores, tenían pensado regresar, algo bastante extraño en un negocio donde, como mucho, a la hora de hacer adaptaciones comiqueras, los responsables se quedan durante tres entregas, nada más. Sin embargo, Sam Raimi pensó en hacer una nueva entrada que siguiera la historia de las tres anteriores, pero volviendo al tono de "Spider-Man" y "Spider-Man 2", es decir, un cómic clásico, con una historia sólida, avances en la vida de Peter Parker y Mary Jane y, sobre todo, un villano clásico, los favoritos del director. En este caso, sería el Buitre, y todo indicaba que John Malkovich (Con-Air, Quemar después de leer) sería el famoso enemigo de Spiderman, aunque no sería el único, porque el Lagarto también aparecería después de haber sido presentada su forma humana en "Spider-Man 2" y "Spider-Man 3", es decir, el Curt Connors interpretado por Dylan Baker (El escondite, Truco o trato). Pero, una vez más, Sony iba a ponerle las cosas dificiles a Raimi.

Sony vio una nueva ocasión de meter mano en el filme pese a todo lo que Raimi había hecho por ellos. Y no sólo en el guión, sino también en el villano, el principal motivo de discusión entre el director y la compañía. Aunque, no fue lo único, pues Sony quería hacer la película cuanto antes, y la apretada agenda de Raimi, más el hecho de que no se veía capaz de hacer un buen producto en el tiempo dado, provocaron que el director saliera dele proyecto eso sí, y según él, de buenas formas. Con él, se largó todo el equipo, y llegó el reboot, aunque era un reboot que, supuestamente, Sony ya pretendía hacer tras "Spider-Man 4", que cerraría del todo la saga arácnida de Sam Raimi. Nunca sabremos qué hubiera pasado de haberse hecho esta cuarta parte, pero me gusta pensar que hubiera sido tan buena como las tres anteriores, más en la línea de las dos primeras, con Raimi colocando todas las piezas donde él quería. Nunca lo sabremos, y menos cuando, después, llegó "The Amazing Spider-Man".

No faltan las sombras y la oscuridad en la historia


Nuevo director, nuevo reparto, nuevo tono, nuevos caminos, un villano de "Spider-Man 4" aunque interpretado por otro actor y, sobre todo, un material de base bastante diferente al que usaba Sam Raimi en sus películas. Si el director de la trilogía "Evil Dead" usaba los cómics clásicos, sobre todo los creados por Stan Lee, Steve Ditko y John Romita Sr., las nuevas películas de Spiderman se centrarían en material más moderno, concretamente en la serie de cómics de "Ultimate Spiderman", que más tarde sirvió también de base para la serie de animación del mismo nombre, aunque esa es otra historia. Centrémonos en "The Amazing Spider-Man", que bebía tanto de "Ultimate Spiderman" que, en ocasiones, había escenas calcadas de esta colección (atentos al enfrentamiento entre Spiderman y el Lagarto en el instituto del primero). 

El material elegido es muy, muy bueno. Creada por Brian Michael Bendis (Daredevil, Los Vengadores) y Mark Bagley (Amazing Spider-Man, Los Cuatro Fantásticos), "Ultimate Spiderman" fue la primera colección de la línea Ultimate de Marvel, la cual nos presentaba a los personajes más clásicos de la editorial como si hubieran nacido en el siglo XXI en un entorno más realista, repleto de intrigas, tramas adultas, trajes de cuero, militares, operaciones secretas, guerras genéticas y, claro está, superhéroes. "Ultimate Spiderman" recontaba la clásica historia, pero con el trasfondo de un Spiderman tan heroico como el clásico aunque con las guerras genéticas en las tramas, con los experimentos de Norman Osborn siendo los causantes de la creación de Spiderman, además de multitud de villanos.

Y eso nos mostraba "The Amazing Spider-Man". Teníamos a un Peter Parker menos retraído, menos marginado, menos tímido, como el de la línea Ultimate, con Gwen Stacy de por medio, de nuevo en el instituto y consiguiendo sus poderes en Oscorp al tratar de descubrir qué ocurrió con sus padres, quienes trabajaban en la compañía en misteriosos experimentos genéticos destinados a algo que Peter no logra averiguar. Por supuesto, asistimos al asesinato de tío Ben, vemos cómo Peter se transforma en Spiderman, cómo abraza su responsabilidad por sus poderes y, sobre todo, cómo se enfrenta al Lagarto, en realidad, Curt Connors, trabajador de Oscorp, y cuyos experimentos están bastante relacionados con los que llevaban a cabo los padres de Peter Parker.

Con todos ustedes, Dane DeHaan como Harry Osborn


Como veis, sobre todo los que seáis o hayáis sido seguidores de "Ultimate Spiderman", es una trama muy parecida a la de dichos cómics. En los cómics, todo surge por motivos militares y empresariales, con Norman Osborn tratando de conseguir un suero idéntico al que creó al Capitán América, pero aquí, bueno, ya he dicho que no voy a soltar spoilers, pero tranquilos, en "The Amazing Spider-Man 2: El poder de Electro", se explica a qué son debidos los experimentos, y las dos respuestas que se dan son bastante evidentes. Pero me estoy desviando, ¿qué tal funcionó "The Amazing Spider-Man"? Bastante bien a todos los niveles, aunque no tanto como las de Raimi, eso es cierto. Sin embargo, lo bastante bien como para que Sony diera luz verde no sólo a una secuela, sino a una tercera parte... y a dos spin-off, pero me vuelvo a despistar.

Como adaptación de "Ultimate Spiderman", "The Amazing Spider-Man" funciona perfectamente, y eso es lo que hay que tener en cuenta, algo que mucha gente, muchas personas seguidoras del cómic, no entendieron, creyendo que los realizadores del reboot se habían cargado toda la esencia de los cómics clásicos, cuando el filme apenas se basaba en estos, salvo en un par de detalles. Sólo había que ver a ese Peter Parker que sin la máscara de Spiderman ya es simpático, cómico y abierto al mundo, muy diferente al que Sam Raimi nos ofrecía. Dos sagas basadas en cómics diferentes, y que funcionan cada una a su estilo, aunque conservando las características principales del personaje, es decir, un héroe con pies de barro. Pese a que "The Amazing Spider-Man" era una buena adaptación, no era un cómic en movimiento, aunque tampoco le hacía falta, y hubiera sido difícil hacerlo sin resultar una imitación de las de Raimi. 

Y ahora, vayamos con "The Amazing Spider-Man 2: El poder de Electro", que continúa con la historia donde se dejó. Ya sabéis, con el capitán Stacy asesinado por el Lagarto tras descubrir que tras la máscara de Spiderman se esconde Peter Parker, y haciéndole prometer que dejará a Gwen, su hija, fuera de su vida debido al peligro que siempre correrá a su lado. Una Gwen Stacy que también sabe que Peter es Spiderman, secreto confesado por éste mismo. El final del filme nos dejaba a Peter indicando de forma bastante sutil que iba a incumplir su promesa y volver con Gwen, al mismo tiempo que Curt Connors, encerrado por sus crímenes, recibía una misteriosa visita en su celda de alguien muy interesado en Peter Parker, alguien que creíamos era Norman Osborn, pero que en esta segunda parte se revela que no era él, ni mucho menos.

Jamie Foxx es Max Dillon, más tarde, Electro


Esta secuela comienza mostrándonos el día a día de Spiderman en Nueva York, esta vez con el traje clásico, un traje que, por cierto, está pero que muy muy bien adaptado, al más puro estilo "Ultimate Spiderman". Spiderman es un héroe que combate el crimen en su ciudad, mientras es querido por todos, y cuando se quita la máscara, vive feliz saliendo con Gwen Stacy, ¿o no? Porque, sí, el fantasma del capitán Stacy le persigue (y literalmente, dando lugar a algunas de las mejores escenas del filme) para que cumpla su promesa, y eso hace que Gwen y Peter se alejen, se acerquen, se alejen, hasta que uno de los dos decide tomar cartas en el asunto. Pero su relación no es el único problema para Peter Parker, porque Max Dillon, un trabajador de Oscorp, sufre un accidente que lo transforma en algo más, en un ser de inconmensurable poder al que deberá detener.

Sin embargo, no todo acaba ahí. Harry Osborn ha vuelto a la ciudad, el mejor amigo de Peter Parker e hijo de Norman Osborn, dirigente de Oscorp. La llegada de Harry, y la transformación de Max Dillon, hacen que Peter se replantee ciertos aspectos de su vida, y vuelva a tratar de averiguar qué escondían sus padres, y de qué huían exactamente. Eso no sólo le acercará a sus orígenes, sino también a todo lo que se oculta en Oscorp relacionado con los experimentos genéticos que convierten a las personas en monstruos, o armas biológicas. Y es que, Max Dillon no es la única amenaza a la que deberá enfrentarse, ni mucho menos. Conspiraciones, secretos, mentiras, manipulaciones genéticas, amigos que se convierten en enemigos y, en medio de todo, Peter y Gwen. ¿Sobrevivirá su relación a toda la vorágine de caos que asola sus vidas?

Como veis, "Ultimate Spiderman" de nuevo por toda la trama, desde la historia hasta los villanos, pasando por la actitud de Peter, los chistes de Spiderman (tenemos al Spiderman más divertido, gracioso y hablador de todos los filmes hasta el momento), e incluso los secretos que se esconden y el futuro que va tomando la franquicia. Sólo hay que ver que el mismo Electro se parece bastante en aspecto al Electro de "Ultimate Spiderman", e incluso el Rino, con su forma de tanque, está más cerca de la versión Ultimate que de la clásica, la cual no sé yo si habría quedado demasiado bien en pantalla grande (tampoco el traje clásico de Electro, por cierto). Quizá las dudas se han depositado más en el Duende Verde, en este caso, Harry Osborn, por algo que le ocurre a Norman Osborn y que, aunque no es spoiler ya que se comenta en un spot sobre la película, no voy a contaros para que os llevéis cierta sorpresa. Este Duende Verde es una curiosa mezcla entre el clásico y el de "Ultimate Spiderman", y comparte con este último más de lo que pueda parecer en un principio, y no cuento más para no desvelaros otro de los giros del filme.

Paul Giamatti como Aleksei Sytsevich antes de ser el Rino


Prosigue la trama sobre los padres de Peter, trama que conecta con los experimentos de Oscorp, trama también muy "Ultimate Spiderman" y que nada tiene que ver con el Spiderman clásico (los padres de este eran agentes secretos asesinados por Cráneo Rojo, ¡casi nada!). En este caso, la trama se divide en dos partes: los secretos de los padres de Peter, y los secretos de Oscorp, ambas tienen que ver entre sí, pero dan lugar a dos historias. De nuevo, "Ultimate Spiderman". Por no hablar del uso de nuevas tecnologías, o detalles tan buenos como la forma en la que Peter Parker se relaciona con el Daily Bugle (no, no sale J. Jonah Jameson, al menos, no físicamente). Todo esto hace que el tono de la anterior película siga aquí, así que, los que salisteis disgustados de aquella, podéis ir preparando las antorchas y a los que no entendieron que esta nueva saga se fija más en "Ultimate Spiderman", ahora tienen una nueva oportunidad para pillar la "indirecta". Y sí, las comillas van con mucha intención, porque leer a estas alturas que por qué se ha cambiado el aspecto de, por ejemplo, los villanos, no tiene mucho sentido si tenemos en cuenta el material de base usado para la nueva saga. 

Esto me lleva a comentar que "The Amazing Spider-Man 2: El poder de Electro" es el inicio de algo mucho más grande, algo que, de nuevo, si nos fijamos bien (recordad, recordad, amantes del cómic), tiene bastante que ver con "Ultimate Spiderman". Y es que, si la anterior película ya dejaba intuir algo, no ha sido hasta que Sony le ha visto las orejas al lobo, que se ha puesto manos a la obra para sacarle todo el jugo posible a la única franquicia de superhéroes que le queda, la de Spiderman. Tras perder los derechos de Daredevil, el Motorista Fantasma y Punisher (personajes que podría haber cruzado con Spiderman perfectamente), y al comprobar cómo Marvel Studios se lleva el trozo más grande de la tarta, con Fox y su universo mutante justo detrás para tratar de pillar algo, Sony ha decidido que hay que explotar a Spiderman, y lo va a hacer, y a lo grande, por medio de secuelas y un par de spin-offs que podrían dar lugar a nuevas secuelas y otros spin-off.

¿El nacimiento de los Seis Siniestros?


Tras "The Amazing Spider-Man 3" nos llegarán "Los Seis Siniestros" y "Veneno", ambas confirmadas y con guionistas y directores trabajando ya en ellas (lo cual es de agradecer, sobre todo en el caso de "Veneno", un filme que siempre se ha intentado poner en funcionamiento, y parece que ahora, con el enfoque Ultimate, al fin saldrá adelante). Ante este futuro, la primera piedra sólida es "The Amazing Spider-Man 2: El poder de Electro", donde se responden varias preguntas hechas por la primera entrega, aparecen otras y, sobre todo, gran parte de la trama conduce a que la historia se ponga en el camino correcto para lo que nos espera en el futuro al más puro estilo Marvel Studios. De ahí que en el filme tengamos simplemente retazos de conceptos y personajes que en los cómics tienen gran importancia y que, en las futuras películas, será igual. 

Por ejemplo, al fin vemos en un filme de Spiderman el famoso Instituto Ravencroft para delincuentes perturbados, un lugar muy parecido al Asilo Arkham de Batman, donde acaban los villanos más psicóticos que se enfrentan a Spiderman, e incluso llegamos a conocer a la doctora Kafka, aquí doctor, un Marton Csokas (Aeon Flux, El mito de Bourne) bastante inspirado y siniestro que nos ofrece una presentación del personaje que promete mucho para los siguientes filmes. También se nos presenta a Alistair Smythe interpretado solventemente por B.J. Novak (The Office, Malditos Bastardos), en los cómics, hijo de Spencer Smythe, celebre creador de los robots cazadores-asesinos de arañas que persiguen a Spiderman en incontables ocasiones. En el material original, Smythe incluso se llega a convertir a sí mismo en un cazador de arañas, y con lo poco que sale en el filme, no sería de extrañar que lo viéramos en los próximos, ¿quizá formando parte de los Seis Siniestros? Todo es posible.

Alistair Smythe, ¿futuro villano?


A este respecto, también se nos da cierto aperitivo en forma de la breve aparición de ciertas alas y brazos ciberneticos pertenecientes a dos de los más famosos enemigos de Spiderman. Incluso el personaje de Felicia (¿Felicia Hardy?) da a entender que veremos mucho más sobre él en futuras películas. Y, claro, es más que evidente visto el final del filme que tendremos mucho más de todo con respecto a Oscorp, los Osborn y los proyectos especiales que se ocultan en la empresa. Y es que, todas las tramas relacionadas con el trabajo de los Parker, y los experimentos de Oscorp, conducen a lo que está por llegar, lo cual parece muy, muy grande. Incluso la aparición de Rino nos lleva a babear por lo que está por venir, produciendo las mismas sensaciones que nos daban las primeras películas de Marvel Studios en cuanto supimos que existiría un filme llamado "Los Vengadores".

Pero hay más tramas en la película, claro. No todo va a ser Oscorp, los secretos de los Parker y los Osborn, porque, sin duda, la relación entre Peter y Gwen vuelve a ser de lo mejorcito de la producción. Marc Webb, una vez más, saca todo el partido posible a la química entre Andrew Garfield (La red social, Leones por corderos) y Emma Stone (Supersalidos, Rumores y mentiras), pareja en la vida real. Se nota que es lo que más le gusta al director, porque las escenas entre ambos están extremadamente cuidadas, tratadas con mimo, con cariño y con la suficiente profundidad como para que ambos personajes nos sigan importando, como para que la relación entre ambos sea real, tridimensional, nada artificial. Quizá con momentos demasiado ñoños y redundantes, pero eso no les quita valor alguno.

Peter y Gwen, de nuevo, de lo mejor de la película


Otra de las tramas del filme es la que tiene que ver con la llegada de Harry Osborn, interpretado en esta ocasión por Dane DeHaan (Chronicle), una trama que tiene que ver con los entresijos de Oscorp, una trama bastante bien llevada, sobre todo cuando dejamos de lado la amistad entre Peter y Harry y nos centramos en la relación de éste con su padre y la empresa. Y es que, el Harry Osborn de DeHaan es una de las grandes sorpresas del filme, la confirmación de que el talento de este joven actor sólo está empezando a mostrarse, capaz de realizar un Harry Osborn cercano y terrorífico al mismo tiempo, sobre todo cuando se va acercando a su... transformación. Y es que, el Duende Verde es uno de los grandes valores de la historia, un villano que, ante su aspecto, muchos daban como lo peor del filme, y al final resulta ser todo lo contrario. De nuevo, gracias al trabajo de DeHaan que, aunque salga realmente poco como el Duende Verde, nos entrega un principio villanesco de nivel, muy, muy prometedor.

Esto me lleva a hablar del otro villano del filme, el que logra colocarse en el título español de la película, este es, Electro, el villano principal interpretado por Jamie Foxx (Collateral, Django desencadenado). Foxx consigue un buen villano, no de los que situaría entre los diez mejores villanos Marvel llevados al cine, pero sí uno bastante solvente aunque, eso sí, no deja de ser curioso que a nivel de poder, Electro sea el más potente de todas las amenazas cinematográficas a las que se ha enfrentado Spiderman y, sin embargo, en ningún momento parece poder ponerlo de verdad en peligro. Resulta más peligroso para Spiderman el Duende Verde en apenas unos minutos que Electro en toda la película, a pesar de tener los poderes de un Dios, o casi. Eso no quiere decir que no sea un buen villano, porque es bastante espectacular, y tiene un par de momentos (cuando se bautiza, o en el edificio de Oscorp) en los que resulta muy aterrador, pero también parece un villano desaprovechado, sobre todo en su origen, que podría haber dado lugar a un auténtico psicópata salido de las aventuras de Batman, pero en vez de eso nos da a un friki bastante excéntrico, quizás exageradamente excéntrico. Con respecto a esto, los motivos de Max Dillon para odiar a Spiderman me parecen bastante comiqueros, pero mal aprovechados, tratados de una forma un tanto floja, como si Webb sólo tuviera ojos para el tema Peter-Gwen.

El nuevo Duende Verde


Y hablando de espectacularidad, hay que reconocer que el filme, en ese aspecto, es de sobresaliente, tanto por los efectos especiales, como por lo digital, pasando por las diferentes peleas contra los villanos, el uso de los poderes de estos y los movimientos de Spiderman, que está mejor retratado que nunca, con unos balanceos realmente impresionantes, sin olvidar el uso de su agilidad y las telarañas. Una gozada. Y ninguno de los villanos es más espectacular que el resto, sino que todos están al mismo nivel. Hasta el Rino, con lo poco que sale, queda alucinantemente bien en pantalla grande, tanto en su forma final, como al principio, cuando todavía es Aleksei Sytsevich, interpretado por un Paul Giamatti (Entre copas, La joven del agua) que se nota que se lo ha pasado de cine interpretando a uno de los enemigos más potentes de Spiderman. Una pena que salga tan poco, aunque claro, si tenemos en cuenta que lo tendremos de regreso en los siguientes filmes, la pena se lleva mejor.

Tanta trama entrelazada hace que podamos echar un vistazo más profundo a otros aspectos del mundo del personaje como por ejemplo, un buen flashback donde conoceremos mejor la huida de los Parker, todo lo que tiene que ver con Max Dillon antes de ser Electro, o la vida que lleva la tía May sin Ben Parker, además de algunos retazos de la amistad entre Harry y Peter, la vida de Gwen sin Peter de por medio, la culpa que embarga a Peter a causa de la muerte del capitán Stacy, la vida de Spiderman como héroe de Nueva York, o los tejemanejes del Donald Menken interpretado por Colm Feore (Las crónicas de Riddick, Sin aliento), actor que siempre llena la pantalla y que en este caso se mete en un papel que existía en los cómics, un papel de suma importancia para la trama. Es evidente que las dos horas y media de película, aunque parezcan excesivas, dan para mucho y, aun así, no todo está tan bien tratado como parece. Pero acabemos de contar lo bueno antes de pasar a lo malo del filme.

El Rino en toda su gloria


El sonido es de gran importancia en este filme, tanto como sus efectos especiales (quizás algo artificiales en algunas escenas, sólo en algunas, muy pocas, pero se notan bastante), y para muestra, el botón que es Electro, quien siempre se ve acompañado en cada aparición por acordes eléctricos que avisan de lo que está a punto de ocurrir. Un recurso bastante bien usado, y que funciona a la perfección. Para terminar con todo lo que tiene que ver con el aspecto técnico del filme, me gustaría decir que esta vez sí he podido ver un filme de Spiderman en 3D y, sinceramente, aunque no es un 3D que vaya a pasar a la historia, sí que resulta muy, muy bueno, sobre todo cuando llegan las peleas contra los supervillanos y los balanceos y movimientos de Spiderman. Una auténtica gozada verlos en 3D, la verdad.

Si algo bueno tiene también "The Amazing Spider-Man 2: El poder de Electro" es la gran cantidad de referencias comiqueras, detalles, guiños y huevos de Pascua que contiene. Aparte de los ya apuntados tenemos, por ejemplo, pequeñas referencias en los archivos de Oscorp a Curt Connors (cuyas acciones en la primera parte tienen bastantes consecuencias en esta secuela), el doctor Michael Morbius y Veneno. También hay muchas referencias a cierta famosa canción de Spiderman, tanto en las frases de algunos de los personajes ("Hace lo que una araña hace"), como en el tono de móvil de Peter Parker. Incluso es una gozada ver la tarta de cumpleaños de Max Dillon, con algunos detalles que recuerdan a su traje verde y amarillo clásico. Y hablando de trajes, ¿os habéis fijado ya en el que lleva Gwen Stacy en la parte final de la película? Si es por detalles, incluso vuelve el misterioso hombre del sombrero que vimos al final de la primera parte y, sí, tenemos también a Chris Cooper (American Beauty, Los Muppets) como un enfermo y monstruoso Norman Osborn, en demasiado poco metraje para mi gusto.Incluso tenemos detalles tan comiqueros como los enfrentamientos uno por uno que lleva a cabo Spiderman contra sus enemigos, al más puro estilo del combate contra los primeros Seis Siniestros (cuando eran el Buitre, el Hombre de Arena, Electro, Mysterio, Kraven el cazador y el Doctor Octopus), o que los propios villanos se bauticen, algo muy de cómic.

¿Os suena lo que lleva puesto Gwen? ¡Gran detalle!


Y vamos a por lo malo, porque esta secuela no es, ni mucho menos, perfecta. Y el principal defecto que tiene el filme son ciertas trampas de guión apoyadas, a su vez, por escenas mostradas en los trailers que al final, ¡no hemos visto! Por ejemplo, una en la que el Duende Verde se mostraba a Felicia, o esa en la que Harry le enseñaba a Peter que Oscorp había estado vigilandole, entre muchas otras. Se nota que han recortado, y teniendo en cuenta que tenemos dos horas y media de filme, da bastante miedo si pensamos en ello, ¿verdad? Pero se nota, y mucho, cuando vemos ese "cameo" de Norman Osborn, o la nimia presencia de la Felicia de la guapa Felicity Jones (Chalet Girl, Hysteria) que es evidente tenía más importancia en el guión original; yo, al menos, me he quedado con ganas de verla mucho más. Pero todo esto se nota sobre todo con Harry Osborn, introducido a marchas forzadas en esta segunda parte como, y cito textualmente, "el mejor amigo de Peter Parker", sin que en la anterior, ¡se mencionase siquiera que existía! Muy, muy mal. No habría pasado nada por hacerlo a lo Sam Raimi, e ir cocinando su aparición poco a poco, aunque quizás es por eso por lo que se ha hecho así, para hacer olvidar a la gente la trilogía anterior, lo cual también tendría sentido si pensamos en el pequeño papel de Norman Osborn en todo esto.

Si hablamos de aspectos negativos, habría que destacar la redundancia de algunas escenas entre Gwen y Peter, y que el director vuelva a por ellas, abandonando otras que necesitan más atención, sólo porque son las que le gustan. Por no hablar de ciertos altibajos demasiado brutales, como pasar de una escena de acción a otra más tranquila de forma un tanto brusca, lo que evidencia que faltan escenas en el filme, y que, en algunas partes, se ha recortado a base de bien. Apostaría a que todo el tema de Harry, Peter y los Osborn está muy, muy recortado, por no hablar de Ravencroft y, de nuevo, Felicia. Por no hablar de aspectos muy desaprovechados, como todo lo referente a Max Dillon, o licencias que se toma el guión con demasiada soltura.

¡Regresa el traje clásico!


Que el filme sea el principio de algo mayor no es malo... pero al mismo tiempo, sí que lo es. "The Amazing Spider-Man 2: El poder de Electro", sufre el efecto "Iron Man 2" (les daría hasta la misma nota, qué curioso), con muchos temas y personajes en una misma película sólo para que, en las siguientes, se expandan y desarrollen de mejor forma. Si de la segunda aventura de Tony Stark surgieron SHIELD, la Viuda Negra, la relación amorosa entre Pepper y Tony, Máquina de Guerra, todo lo del padre de Stark, etc, etc, de aquí surgen tantas cosas que, personalmente, no puedo esperar a ver qué hacen con ellas en los siguientes filmes, ya tengan de protagonista a Spiderman, o a los Seis Siniestros, o a Veneno. Sí, es bueno dar alicientes para que los espectadores babeemos, pero al mismo tiempo, el filme se queda cojo al mostrar tanto que aún no está expandido. En este aspecto, seguro que cuando tengamos todas las demás películas, al verlas como un todo, la cosa mejora bastante.

Sin embargo, para mí, esos defectos son minucias comparadas con todas las virtudes que tiene el filme, que como habéis visto son muchas. Estamos ante una película que aunque salga perdiendo por mucho si la comparamos con "Spider-Man 2" (sobre todo en temas de profundidad, y de abarcar lo justo, o mostrar a un Peter Parker más clásico), queda por encima de la primera "The Amazing Spider-Man". Una película que nos indica el camino que va a seguir Sony de aquí en adelante con respecto a la franquicia arácnida, una película entretenida, divertida y, sobre todo, espectacular, que se hace corta, que se queda corta en ciertos aspectos, que hace que pidamos más cuando acaba y que, a pesar de sus defectos, sabe pasar por encima de ellos para ofrecernos un entretenimiento cinematográfico-comiquero de nivel.

Espectacular, buena forma de definir la película


Es una pena que no sea más redonda, y que eso sea a causa de que mientras la productora está pensando en las siguientes, el director está pensando en la relación entre Gwen y Peter, lastrando en ambos casos gran parte del filme, pero como secuela ofrece todo lo que debe ofrecer una segunda parte: más y mejor. En este caso, está más cerca del notable alto-sobresaliente que del notable bajo de la anterior. Un paso más en la nueva franquicia arácnida, un paso más que yo he disfrutado como un enano. ¡Quiero más!


Nota: 8,5/10


2 comentarios:

  1. La semana pasada, el viernes, vi Spiderman 2, por un canal de aire. Me pareció la mejor. No sólo por el final, que no voy a mencionar. Incluso reconocí alguna escena que estaba en el comic, cuando Peter Parker abandona su traje en la basura, muy similar. O cuando el editor recibe el traje.
    Muy efectivo su cambio de opinión cuando regresa Spiderman a la acción. La tercera tiene el problema de meter varias historias juntas, y una muerte que no va, es demasiado drastico deshacerse de ese personaje y el final juntos de Peter y Mary Jane desentona, le falta fuerz. El perdón de Spiderman a Sandman me resulta inverosimil.
    Me molestó bastante el haber empezado otra vez por el principio. Y hacer menos timido a Peter Parker.
    Recomiendo el cross over Spiderman & Batman, donde los villanos son Carnage y el Joker.
    Spiderman se muestra como una admirador de Dark Knight, que en principio se muestra hostil.

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    1. "Spider-Man 2" es muy, muy, muy buena. Para mí, la mejor del personaje, y con diferencia por encima de las demás. Como digo en la reseña, me parece una de las mejores películas comiqueras de la historia.

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