miércoles, 27 de agosto de 2014

Reseñas literarias: Sweet Dreams


Ficha Técnica

Título original: Sweet Dreams
Autores: María de los Ángeles Calduch, Rubén Pozo Verdugo, Víctor Blázquez, Javier Martos, AC Ojeda.
Portada: Iván RuSo
Género: Terror
Nacionalidad: España
Formato: Rústica
Nº de páginas: 130
Editorial: Corazón Literario
Publicación: 2013


Sinopsis:
Estas son las puertas del Infierno, atrévete a entrar, le acompañaremos por la oscuridad de sus páginas. Pero ten cuidado, puede que no salgas, que mueras en el intento de buscar una salida. Hay cuatro puertas; en la segunda encontrarás la oscuridad más intensa, el terror más extremo, pero en ella no estás solo, aunque no preguntes a la oscuridad, puede que te conteste y no te guste su respuesta; en la tercera descubrirás una advertencia, cuidado con el perro, ¿quieres entrar? ¿te atreves? No confíes en nadie; la cuarta, en esta disfrutarás de una agradable pesadilla, la peor de todas. Ten cuidado con tus sueños; en la quinta vive Víctor, un jovencito y su desván, pero guarda algo dentro, que no te guste lo que encuentres; pero la más terrorífica es la primera, una poesía te recibirá, te cautivará y de ella no podrás escapar, el terror que hay en su interior te atrapará. Bienvenido, este es el infierno, ¿quieres entrar?


Reseña:
Antologías. Ya sabéis lo mucho que me gustan, ¿verdad? Tranquilos, que no voy a soltaros otro tocho repleto de rollos sobre las razones por las que me encantan cada vez más las antologías de relatos, ya sean de un solo autor o de varios, ya sean de autores famosos o de escritores desconocidos. De lo que sí voy a hablaros un poquito es de todo lo bueno que tienen las antologías, concretamente, de tres razones por las que las antologías son buenas para los lectores (para los escritores no podría resumir tanto los puntos positivos de las antologías, pero seguro que hasta me agradecéis que no me pare en esta área), por si todavía hay alguien que visite este blog que aún no se haya atrevido, al menos, con una antología.

La primera razón seguro que os suena porque la menciono bastante, y es que gracias a las antologías podemos conocer a nuevos autores. Por supuesto, en este caso me refiero a las antologías de varios escritores donde seguro que a alguno no conocemos; quizá porque en dicha antología tiene su primera oportunidad de publicar en papel, quizá porque en otras que hemos leído no estaba, pero de un modo u otro, este tipo de libros siempre nos otorgan la oportunidad de conocer a nuevos escritores, o a escritores que, simplemente, no conocemos todavía. Como autor, os puedo decir que no es algo raro, y que no son pocas las personas que me han descubierto gracias a tal o cual antología. Pensadlo, os gusta mucho el relato de un autor de una antología, y queréis leer más de él, incluso ya, directamente, algo largo, y comprobáis que tiene publicadas un par de novelas, así que os vais a por la que os atrae más. Cosas de la vida literaria, os gusta tanto el libro, que el autor se convierte en uno de esos a los que seguís de por vida. Genial, ¿verdad? También puede pasar lo contrario, y que una antología nos sirva para catar algo de un autor del que queremos leer algo, pero no nos atrevemos a gastarnos el dinero en alguno de sus libros, así que le leemos un relato, no nos gusta y, quizá, descartamos seguir al autor.

Creo que este punto se entiende bastante bien. La segunda razón es el hecho de que con las antologías tenemos pequeñas píldoras literarias para leer, lo cual es perfecto si no disponemos del tiempo suficiente para meternos una novela larga entre pecho y espalda o también para tomarnos un pequeño descanso de las mencionadas novelas largas si acabamos de leer una especialmente extensa. Debo confesar que esto último lo hago bastante, y es bastante eficiente. Al fin y al cabo, por más largos que sean los relatos de una antología, siempre podemos terminarlos de una tacada, y dejar el próximo para el día siguiente, como si leyésemos una historia por día, y si es una antología de terror, os recomiendo que sea por la noche. Eso sin mencionar que las antologías no suelen ser libros demasiado voluminosos, así que, si sois de esos que llevan la cuenta de los libros que leen por año, son perfectas para terminaros unos cuantos al mes. ¡Todo ventajas!

La última razón tiene mucho que ver con los escritores favoritos que tenemos todos. Como bien sabéis, lo normal, lo habitual, la media es un libro al año por autor. Stephen King (Cujo, Cell) es de esos pocos que suelen publicar varios al año y, normalmente, son dos. ¿Es lo único que escribe y publica King durante 365 días? Ni por asomo, pues siempre está metido en mil proyectos, entre ellos, unas cuantas antologías de varios autores y alguna en solitario. Los relatos de King en las antologías sirven entonces para tener nuestra ración del famoso escritor de Maine mientras esperamos su siguiente novela, y esto vale para King y para cualquier otro escritor. Por ejemplo, os gusta mucho un actor en concreto, pero sólo hace dos películas al año, y eso con suerte, pero también participa en una serie de trece episodios por temporada. Genial, ¿verdad? Pues las antologías son algo así, el mejor método para disfrutar de nuestros escritores favoritos mientras esperamos que saquen nuevo libro.

Si estos argumentos, sumados a todos los que os suelo dar cada vez que reseño una antología, no os han convencido, ya no puedo hacer nada más por intentar que os animéis con ellas, pero como seguiré reseñando antologías, trataré en más ocasiones de que os pique de una vez por todas el bicho de las antologías. Pero antes de ahondar más en "Sweet Dreams" y hablaros de sus relatos, dejad que os cuente cómo nació, y eso me lleva a hablaros de Corazón Literario, la "editorial" del libro, que en realidad conoceréis más por ser una página web dedicada a la literatura que publica su propia revista digital, al menos hasta hace poco, porque actualmente el staff de Corazón Literario se está tomando un buen descanso; deseando estamos de que regresen después de las vacaciones con más fuerza que nunca. ¿Podré animarles con esta reseña de su primera publicación? Eso espero.

Que Corazón Literario se lanzase a publicar sus propios libros parecía cuestión de tiempo. Sólo con observar la cantidad de colaboradores importantes que tenían en su haber y el cariño que les ponían a todas y cada una de sus publicaciones literarias, ya daba la sensación de que, tarde o temprano, organizarían algo. Personalmente, pensaba que se lanzarían con una convocatoria de relatos de la cual saldría una antología, así que ver "Sweet Dreams", una pequeña antología de cuatro historias y una poesía, fue una pequeña sorpresa. Autores elegidos y de confianza como Víctor Blázquez (El Cuarto Jinete), un prologuista como Alfonso Zamora (De Madrid al Zielo), un portadista profesional y con ganas de ofrecer algo diferente como Iván RuSo (Destino), y un equipo de coordinación con ganas de hacer muy bien las cosas y darnos una antología realmente terrorífica. Sin embargo, ahí no acabó la cosa, pues el método elegido para lanzar el libro fue mediante crowdfunding, ya sabéis, aportaciones de todo aquel que quiera colaborar en un proyecto concreto, o lo que es lo mismo, micromecenazgo, financiación colectiva de un producto, y mediante esa financiación podemos conseguir recompensas exclusivas junto al producto en sí, desde chapas, hasta puntos de lectura, y en el caso de libros, la mayoría de las veces, tener el honor de ver incluido nuestro nombre entre los agradecimientos del libro, e incluso insertar publicidad en el caso de que pongamos bastante dinero.

Pese a que el recorrido del crowdfunding de "Sweet Dreams" fue muy lento al principio, al final, el objetivo se consiguió, y la antología vio la luz, siendo el primer proyecto en papel de Corazón Literario, tras el cual irían unos cuantos más, desde otra antología, hasta un libro de cine hablando de las películas de la Cannon, la famosa productora, todos y cada uno de ellos de éxito, eso sí, algunos más que otros porque, por ejemplo, el de la Cannon ha tenido tan buena acogida que han tenido que sacar una segunda edición al poco de sacarlo a la calle. Mientras esperamos los siguientes libros que preparan los chicos de Corazón Literario, y os aseguro que nos espera más de una sorpresa al respecto, hoy os hablaré de "Sweet Dreams", una antología hecha con mimo, con cariño al terror y los libros de relatos, un libro que me ha gustado bastante, una antología diferente por el simple hecho de contar con tan pocos autores (aunque con relatos algo más largos de los que podamos encontrar en la mayoría de antologías), pero también tenemos entre manos un libro con algunos defectos que le restan bastantes puntos en el cómputo final.

Vayamos a por lo positivo antes de adentrarnos en los relatos. Como decía antes, "Sweet Dreams" es una antología llevada a cabo con mucho cariño tanto por este tipo de libros como por el género de terror, en la que sus realizadores han pensado en todo; desde tener un prólogo, hasta una pequeña poesía que vaya abriendo boca ante los relatos que nos esperan, sin olvidar los correspondientes agradecimientos al final del libro, e incluso unas pequeñas ilustraciones justo antes de cada relato. Además, el nivel de las historias incluidas está bastante equilibrado, y es que, todos sabemos lo que suele pasar con las antologías, que al final te encuentras con relatos de desigual calidad o, mejor dicho, relatos que nos gustan mucho más que otros, algo normal dado que no todo el mundo tiene los mismos gustos lectores. En este caso, son cuatro relatos además de la poesía de María de los Ángeles Calduch, y el nivel se mantiene durante todo el libro, es decir, para mi gusto, no hay ningún relato inferior a otro, sino que todos viajan por el notable. Eso también quiere decir que, al final, tampoco es que ninguno destaque sobre el resto, aunque ya confirmo que tengo mi favorito, por supuesto. Las historias, además, no navegan por otros géneros, sino que son de puro terror, así de simple, e intentan provocar escalofríos de principio a fin. Ninguna de ellas escatima en escenas truculentas, sustos, situaciones tensas, sucesos extraños, giros argumentales y seres que se esconden en la oscuridad salidos de una pesadilla.

En lo negativo, el libro necesita un par de repasos más, sobre todo en lo que respecta a erratas, errores ortográficos y de estilo. Ya en el prólogo, a los pocos párrafos, encontramos un "bello erizándose" que duele bastante a los ojos. Y esto es el principio, porque conforme avanzamos en el libro los errores de este tipo se suceden cada vez más, convirtiendo algunos relatos en una lista de erratas de llevarse las manos a la cabeza en más de una ocasión. Ojo, entiendo que pocos libros se libran de poseer este tipo de errores y que los despistes suceden; siendo escritor, y años leyendo libros de editoriales de todas formas y colores, uno entiende que la perfección en esto de corregir y repasar no existe, y que es verdaderamente difícil ofrecer un producto libre de estas imperfecciones. Es más, no me molesta ver un par de erratas, pero en este caso, cuando hay relatos que empeoran por este tipo de errores, la verdad es que escuece bastante. Alguna tilde que falte, puede pasarse. Alguna letra que sobre, otra que haya desaparecido, también. Pero errores como "bello" referido al pelo, son de traca. Siento ser tan directo, pero igual lo soy para hablar de las cosas buenas del libro, ¿verdad? Hay que mencionarlo todo, y en este caso, es una pena que la antología se vea ensombrecida por una serie de errores que también se deben a ser la primera publicación en papel de Corazón Literario, porque en sus restantes trabajos no se encuentran con tanta facilidad.

Dejando a un lado estos fallos que, de no estar, podrían haber convertido la antología en imprescindible, debo reiterar que "Sweet Dreams" es una muy buena lectura, de notable, en realidad. Algún que otro relato se graba a fuego en nuestra mente, y los demás tampoco están nada, nada mal, eso sin mencionar el espectacular resultado de Iván RuSo en la portada, dotándola de un estilo único y bastante original. Es un libro cuidado en el aspecto en el que no le falta nada y, repito, hecho con mucho cariño por gente que, se nota, ama la literatura, y dentro de ella, la de terror. "Sweet Dreams" es una buena lectura que atrapa, se termina pronto y perfecta si os apetece una antología de terror y la tenéis a tiro. Para demostraros que digo la verdad, paso a hablar de los relatos que contiene, uno a uno, y en orden de aparición:

-Cuando llega la noche... (María de los Ángeles Calduch)- Como os decía más arriba, el libro prepara el terreno a los relatos con una poesía, una decisión bastante acertada, sobre todo si tenemos en cuenta la calidad del texto que nos presenta la escritora. Quienes me conocéis ya sabéis mucho de poesía, así que cuando una me gusta, es porque tiene algo. El texto de María de los Ángeles Calduch es siniestro, inspirador, oscuro, tenebroso y un gran prólogo para los relatos que nos esperan en las siguientes páginas de la antología.

-Nunca preguntes a la oscuridad (Rubén Pozo Verdugo)- Para mi gusto, uno de mis favoritos, sobre todo porque es un relato que me recuerda mucho a películas como "En la oscuridad", "They" y "Silencio desde el mal", es decir, historias donde no sólo la oscuridad es tan protagonista como sus propias víctimas, sino porque se centra en los miedos infantiles. Y es que, el tema de la oscuridad siempre funciona para dar terror, pues es una enemiga terrible incluso cuando somos adultos, y siempre está ahí. ¿Quién es capaz de decir que no se imagina que hay algo al fondo del pasillo cuando está completamente a oscuras a las tantas de la noche? Rubén Pozo Verdugo, del que ya había leído alguna que otra cosita con anterioridad, sabe usar con mucho acierto tanto a la oscuridad como a la presencia que se esconde en ella y persigue a nuestro protagonista. Lo malo del relato es que es el menos cuidado de todos los de la antología, por lo que las faltas y las erratas son bastante comunes en él, lamentablemente, ya que eso estropea bastante la valoración final de una historia casi perfecta. Para el recuerdo, tanto el principio del relato como su terrorífico final.

-Cuidado con el perro (Víctor Blázquez)- No sabía bien cómo encarar este relato, la verdad, aunque debo confesar que, al final, me ha dejado bastante satisfecho. La razón es muy sencilla, y tiene que ver con lo único que había leído del autor antes de esta historia, su primera novela, "El Cuarto Jinete", que dejando a un lado su infinita cantidad de aciertos, me acabó pareciendo más de lo mismo en el terreno zombi. En este relato, Víctor también adolece de cierta previsibilidad y uso de clichés, hasta el punto de que la historia me recordó a un par disfrutadas con anterioridad. Sin embargo, el modo de contar este relato que parece salido de "Historias de la cripta", los saltos temporales, el desarrollo de los padres del protagonista y la tensión que se masca en los flashbacks hacen olvidar bastante tanto un final algo flojo en comparación con el resto, como ciertas erratas en el uso de tiempos verbales.

-Atrapasueños (Javier Martos)- Javi Martos tampoco es un desconocido en este blog, ni mucho menos entre mis lecturas, y de un tiempo a esta parte, ni siquiera en lo que respecta a lecturas largas más allá de relatos en antologías. "Ojos de circo", su libro co-escrito con Jesús Gordillo (Mustang) es una novela que tengo pendiente reseñar, y "Promesas de que algún día" un libro que tengo pendiente comprar y que pinta bastante interesante. Javi nos entrega en esta antología un relato repleto de tensión y sangre donde, a pesar de que se vea venir cómo va a acabar el asunto (sobre todo si somos ya perros viejos en estos temas) el misterio no decae en ningún momento. Excelentemente escrito y desarrollo, lo que menos me ha gustado de la historia es el final, que me parece algo cogido con pinzas si pensamos en todo lo que ha sufrido el protagonista con sus sueños. Eso sí, está bastante bien la crudeza de la historia en ciertos puntos, pero hay partes de la violación y tortura que me sobran bastante, y que, en mi opinión, no aportan demasiado más allá de recrearse en la violencia ejercida contra el personaje mencionado.

-El desván de Víctor (AC Ojeda)- La antología termina con el relato más corto del libro, pero no por ello el más flojo, ni mucho menos. Con un tono muy de "Historias de la Cripta", en consonancia con los anteriores, AC Ojeda, cuyas historias ya he podido disfrutar con anterioridad en más de una ocasión, nos ofrece un relato bastante impactante, algo a lo que ayuda su corta extensión. Bastante bien escrito, muy bien llevado hasta el final, y sin decaer en ningún momento, quizás el único pero que le podría poner a la historia de AC Ojeda es que algo más de extensión no le habría venido nada mal para crear más tensión, o ahondar todavía más en los personajes, a los que se les coge cariño en unas pocas páginas, algo de admirar. Unos abuelos, un nieto, un secreto, un macabro descubrimiento y un final realmente desesperanzador cumplen su cometido a la perfección.


Nota: 7,5/10


2 comentarios:

  1. Le tengo muchísimo cariño tanto a la antología como al relato y me alegro que por fin tenga una reseña como se merece :) ¡Me entusiasma que te haya gustado tanto el mío pese a tener la pluma torcida! :D

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    1. Jajaja esas cosas pasan hasta en las mejores familias, créeme.

      Lo importante es que el relato sea bueno, y el tuyo lo es.

      ¡Gracias por pasarte, compañero! Me alegra que te haya molado la reseña :)

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