Reseñas cinematográficas: Blade

Ficha Técnica

Título original: Blade

Director: Stephen Norrington

Intérpretes: Wesley Snipes, Stephen Dorff, Kris Kristofferson, Sanaa Lathan, Donal Logue, Traci Lords, Udo Kier, Arly Jover, N´Bushe Wright.

Guión: David S. Goyer

Música: Mark Isham

Género: Acción, terror, fantástico

Nacionalidad: Estados Unidos

Duración: 120 minutos

Año: 1998

Sinopsis:

Los vampiros existen. Viven entre nosotros, incluso tiran de nuestros hilos, situados en las más altas cimas de la sociedad. Viven a nuestra costa, alimentándose de nuestros cuerpos, en todos los sentidos. Parece que no haya nada que los puede detener, salvo un hombre: Blade. Nacido de una mujer mordida por un vampiro durante su embarazo, Blade posee todas sus habilidades y ninguna de sus debilidades. Ahora, deberá combatir al mayor reto de su carrera: Deacon Frost, un poderoso vampiro que pretende desatar el Apocalipsis.

Reseña:

Aprovechando que el estreno de "Los Vengadores" aún está calentito (sobre todo en Estados Unidos donde se acaba de estrenar) he decidido reseñar "Blade". ¿Cómo? ¿Que no tienen nada que ver? En realidad, sí, pues todos son personajes de Marvel Comics, la famosa editorial. ¿Qué? ¿Que sólo por eso no hay razón suficiente para conectar ambos proyectos? ¿Y si os digo que gracias a "Blade" existe "Los Vengadores"?

Años 90. Mientras DC, por medio de Warner, triunfaba por todo el mundo con sus producciones para la gran pantalla, como la saga versada en Batman, y su otra saga sobre Superman, en la pequeña pantalla codiciaba el oro con su magistral serie de animación sobre el Hombre Murcielago. ¿Qué hacía mientras Marvel? Es una época para no recordar demasiado, pero hay que hacer memoria, al menos, para conectar las andanzas del Que Camina al Sol con los Héroes Más Poderosos de la Tierra.

En la pantalla grande, Marvel no levantaba cabeza. No es sólo que no la levantase, sino que se avergonzaba de lo poco que mostraba de ella. Había películas del Capitán América, sí, pero de las que daban más verguenza ajena que otra cosa. En España tuvimos la serie de actores reales de Spiderman en forma de un par de filmes que, como curiosidad, se dejan ver pero que están lejos de atesorar cualquier atisbo de calidad. Mejor no hablemos de la primeriza película de los Cuatro Fantásticos. Quizás el proyecto que tuvo algo de éxito (y estoy siendo muy amable) fue "El Vengador" basada en Punisher. En la pequeña pantalla era otra cosa; muchas series animadas sobre sus personajes (la que triunfó de verdad fue la de Spiderman de los 90 y la no menos famosa "Spiderman y sus asombrosos amigos") y, en especial, la serie de actores reales de Hulk, con los inolvidables Bill Bixby y Lou Ferrigno, donde incluso aparecieron personajes como Thor y Daredevil, entre otros.

Sin embargo, la diferencia de proyectos llevados a cabo con los personajes de ambas editoriales es abismal. "Superman" de Richard Donner y "Batman" de Tim Burton son dos de las mejores películas comiqueras de la historia, mientras que "El Vengador" no deja de ser un entretenimiento de serie B para un fin de semana sin nada que hacer. Malos tiempos para Marvel y el cine... hasta que llegó "Blade".

Blade y su nuevo aspecto cinematográfico

Y, si lo pensamos bien hoy, "Blade" era un proyecto que podría haber salido muy, muy mal, pero donde los intreresados supieron colocar muy, pero que muy bien las piezas. Incluso yo diría que en el momento preciso, pues se acababa de mandar al infierno la franquicia Batman con "Batman & Robin", la de Superman hacía tiempo que estaba parada y las demás películas de superhéroes que iban saliendo era de editoriales independientes o algo más desconocidas como Dark Horse. Había un hueco que cubrir, y con "Blade" lo consiguieron. Pensadlo: un reparto con alguna que otra estrella del momento (Snipes y Dorff), vampiros, muchos efectos especiales, mucha sangre, una banda sonora de infarto y, sobre todo, acción, acción, y más acción con un presupuesto bajo para lo que nos podemos encontrar hoy día. Artes marciales de las mejores películas de Hong-Kong, una estética oscura y un personaje menos que secundario de Marvel totalmente reinventado (con algo de ayuda de la serie de animación de Spiderman).

Y se estrenó "Blade". Y triunfó. No, no es una de esas películas sesudas, ni pretende darnos más de lo que ofrece: una genial película de acción. Un buen entretenimiento con un personaje carismatico interpretado por un actor al que el papel le va como anillo al dedo. ¿He dicho ya que tiene vampiro a mansalva, peleas de ordago, tiros, explosiones y sangre, mucha sangre? Por si acaso lo reitero.

El filme nos cuenta la cruzada de Blade contra los vampiros, a los que odia por haber matado a su madre y convertirlo a él en un hibrido, un mestizo, un monstruo que no pertenece a ninguno de los mundos. En su camino se cruza una doctora que está infectada, por lo que tendrá que buscar una cura para su nueva condición. De fondo, Deacon Frost, un peligroso vampiro, empieza a maquinar para traer al mundo a la Magra, un dios vampiro que convertirá a la humanidad en chupadores de sangre. Una trama directa, sencilla y que funciona hasta su última escena (que encadena con la secuela, por cierto).

Blade y una de las escenas cumbre del filme

En los primeros minutos se nos deja claro el tono del filme. Vampiros lascivos, que se esconden para disfrutar de fiestas de sangre (uno de los momentos cumbre del filme), que tienen sus propios cogidos, su propio lenguaje, que se situan en la cima de la cadena alimenticia... hasta que llega Blade, en una de las mejores escenas de la película, mostrándonos por qué los vampiros le temen tanto. Vemos a un Blade algo cambiado en cuanto a su contrapartida comiquera: no tiene estacas de madera, su ropa no llama la atención en la noche, pero sigue conservando su personalidad. Nada de piedad, nada de distracciones, sólo la muerte de todos los vampiros del planeta le traerá la paz.

No es el único personaje de las aventuras comiqueras de Blade que vemos en el filme. Tenemos a Deacon Frost, su mayor nemesis. El hombre que le convirtió en lo que es. Si Blade es diferente en aspecto, Frost no se queda atras. Ha pasado de ser un vampiro anciano y cientifico a ser un joven vampiro chulesco, engreído y que se revuelve contra sus superiores para conseguir sus objetivos (la escena de la tortura dental). Su personalidad no cambia, pero su fisico sí... y funciona. Por otro lado, Whistler en los cómics no existía; es un personaje nacido en la serie de animación de Spiderman de los 90. Y ahí, practicamente, acaban las relaciones comiqueras del filme.

Whistler, mentor de Blade

No hay nada mejor que coger a un personaje, y hacerlo tuyo. Y eso hizo el director, Stephen Norrington (La Liga de los Hombres Extraordinarios) junto a David S. Goyer (Blade: Trinity) y quizás fue el detonante principal de que "Blade" triunfase. ¿Qué hubiera pasado si se llega a trasladar a Blade exactamente como en los cómics donde se presentaba? Quién sabe, pero es posible que no hubiera conectado del todo con la mayoría de quienes fueron a ver el filme en su momento.

Las escenas de acción son uno de los grandes alicientes de la película. La de la discoteca de sangre es ya mítica, y la pelea final con Frost nos muestra (aún con ciertos trucos) que se puede hacer un climax final con villano incluido en una película comiquera y tener encandilado al personal. Por no hablar del ataque de Blade al edificio de Frost, combate con vampiros que explotan incluido. A todo ello ayudan los efectos especiales, que incluso hoy siguen siendo bastante potables, una ambientación magistral y unas coreografías de infarto.

Pero la película no sería la misma sin sus actores. Wesley Snipes (Demolition Man, Asalto al tren del dinero) hace el perfecto Blade. ES Blade, en definitiva. Una pena que ahora esté tan apartado, no sólo de las pantallas de cine, sino del cine en general. Por entonces, su carrera estaba en la cima, y más lo estuvo tras el filme. Su simple presencia le da personalidad al personaje, que no necesita tics extraños, ni diálogos con profundidad para ser quien es.

A su lado, encontramos a Kris Kristofferson (Payback, Lazos de sangre) músico y actor que funciona a las mil maravillas como mentor de Blade. Su "muerte" es una de las mejores escenas de la película. Stephen Dorff (Alone in the Dark, Jóvenes Salvajes) da la replica a Blade como villano, y también lo hace perfectamente; es una amenaza tanto fisica como intelectual, capaz de poner el mundo del cazador de vampiros patas arriba, al mismo tiempo que si tiene que darle una paliza, así lo hará. Entre los secundarios tenemos a Donal Logue (Motorista Fantasma, Max Payne) como correcta mano derecha de Frost (su muerte, otros de los grandes momentos de la historia), a Traci Lords (¿Hacemos una porno?), Sanaa Lathan (Alien vs Predator) y al incombustible Udo Kier (Revenant, Halloween: El origen) como uno de los vampiros mayores.

Deacon Frost, capaz de patearle el culo a Blade

El filme a muy, muy disfrutable. Una de esas películas que los que somos fans de la acción desenfrenada no nos cansamos de ver. La adrenalina personificada. Desde la escena de la discoteca, hasta el enfrentamiento final con la Magra, pasando por el asalto al edificio de Frost, el descubrimiento de los pergaminos de la Magra, o la lucha de Blade en el templo. Diversión en estado puro.

"Blade" es el cine de acción y de artes marciales en el mundo del cómic. Vampiros, música techno, chupas de cuerpo, bullet time (antes de "Matrix") y sangre, mucha sangre. Gracias a ella vinieron todas las demás, Marvel supo que hacer cine sobre sus personajes podría tener éxito y, al final, llegamos a tener "Los Vengadores" arrasando por todo el planeta. Tras las aventuras del cazador de vampiros llegaría "X-Men", pero esa es otra historia.

Nota: 8/10