Ficha Técnica
Título original: Total Recall
Director: Len Wiseman
Intérpretes: Colin Farrell, Kate Beckinsale, Jessica Biel, Bryan Cranston, Bill Nighy, John Cho, Will Yun Lee, Steve Byers, Bokeem Woodbine, Milton Barnes.
Guión: Kurt Wimmer, Mark Bomback
Música: Harry Gregson-Williams
Género: Ciencia-ficción, acción
Nacionalidad: Estados Unidos
Duración: 121 minutos
Año: 2012
Sinopsis:
El futuro. El mundo está dividido. Douglas Quaid trabaja en la Colonia, como un empleado más, siguiendo todos los días la misma rutina. A pesar de tener a su lado a una guapa esposa que le quiere, Douglas siente que le falta algo. ¿Y si Rekall, la empresa que implanta recuerdos, es la solución a su vacío existencial? Cuando al fin se decide y acude a ella, descubre que podría no haber tenido la mejor de las ideas, al hallarse inmerso en una alocada persecución donde él parece ser un espía pero, ¿y si todo es mentira y forma parte de sus recuerdos inventados? ¿Dónde acaba la realidad y empieza la ficción? ¿Podrá distinguirlas antes que sea demasiado tarde?
Reseña:
La aparición de un nuevo remake en las salas de cine siempre provoca una serie de comentarios por parte de una pequeña parte de los amantes del cine (bueno, algunos más amantes de las protestas gratuitas que del cine) que vienen muy bien para desestresarse de manera fácil, barata y directa. Incluso no hace falta que el filme se estrene, con que haya una mínima noticia al respecto es suficiente para que se hable de "películas innecesarias", "mierdas", "poca originalidad en Hollywood" y demás argumentos sin mucha base, puesto que si alguien de verdad no está interesado en remakes, la indiferencia debería ser total hacia ellos.
Normalmente, estos endebles argumentos son fácilmente desechables, especialmente, si la película aún no ha salido en los cines, y se habla por hablar. ¿Películas innecesarias? ¿Acaso las originales eran necesarias? ¿Exactamente para qué? ¿Poca originalidad en Hollywood? Las adaptaciones de libros siempre han estado ahí; "El Padrino", "El Exorcista", "Carrie", "Jursassic Park"... curiosamente, todas las mencionadas son ya clásicos del cine, grandes películas que ningún buen amante de este arte debería perderse. Muy atrás queda esa frase llena de prejuicios que es "todos los remakes son una mierda", no ya porque generalizar de esa burda manera es más propio de alguien que no sabe ir al cine, sino porque es totalmente falso.
Seguro que cualquier buen amante del cine sabe decir al menos diez remakes bastante buenos. Y no digamos ya a la altura de los originales e incluso, sí, ¡superiores! ¿Cómo? Pero si los talibanes anti-remakes saben que ningún remake puede superar al original, por peor que se éste último. Quizás es que no han visto la nueva versión de "El día de la madre", o quizás se olvidan de "Las colinas tienen ojos" de Alexandre Aja (Piraña 3D, Reflejos) o que incluso "Halloween: El origen" de Rob Zombie (Los renegados del diablo, The Lords of Salem) tiene su propia legión de seguidores que la consideran ligeramente superior al clásico de John Carpenter (En la boca del miedo, La Cosa). Es curioso, porque el remake de "La Matanza de Texas" es muy superior a las secuelas de la original, secuelas de las que nadie dudó en su día si eran necesarias o no; antes eso era algo secundario.
El nuevo Douglas Quaid en Rekall |
Otros flojos argumentos de los anti-remakes tienen que ver con las razones por las que se hacen. No tienen en cuenta que detrás puede haber equipos que, sinceramente, quieran rendir culto a los clásicos que les encantaron, o que quizás estén hechos porque en su momento tal productora o tal director no pudieron aprovechar bien el material del original. O, qué demonios, hay muchos remakes que están hechos por dinero, ¿y? ¿No es esto un negocio? ¿Acaso alguien trabaja gratis pudiendo cobrar? ¿Justifica el hacer dinero realizar algunos remakes? Por supuesto; igual que el espectador tiene la libertad de darse la vuelta y olvidarse de dichos proyectos. Nadie le pone una pistola a nadie en la cabeza para que vea remakes, o lea las noticias sobre ellos.
Ante un ambiente donde unos pocos se quejan como bebés de la "moda" de los remakes (otra mentira; al año se estrenan el doble y el triple de filmes originales ante remakes en pantalla grande) nos llega "Tocal Recall (Desafío Total)" el remake del clásico protagonizado por Arnold Schwarzenegger (Depredador, Los Mercenarios 2) y dirigida por Paul Verhoeven (Instinto Básico, El hombre sin sombra). Y no, la parrafada que he usado como prologo no viene a decir que todo remake es bueno, sino que como todo en este mundo, hay de todo en esa parcela, igual que hay secuelas buenas o malas, o películas originales buenas y malas. Es de cajón; hay remakes malos y muy malos, pero por definición un remake no indica falta de calidad, ni de originalidad. Ni mucho menos. Y más cuando muchas veces miramos los originales más con nostalgia que con ojos objetivos, por no hablar de que muchas más veces todavía ni siquiera son productos para el mismo tipo de público, y ni siquiera productos parecidos.
La importancia de los sinteticos, principal diferencia del remake |
Y el caso de la película que nos ocupa es curioso, porque no les ha faltado tiempo a los anti-remakes (a los que dedicaré una entrada más amplia, espero que dentro de poco) para llamarla innecesaria y, especialmente, poco original. Una excusa más para protestar sobre la, supuestamente, pobre originalidad que tiene actualmente Hollywood (evidentemente, aquí en España somos los números uno en cine original, especialmente en cuanto a cine sobre la Guerra Civil, ejem) cuando, sorpresa, sorpresa, "Total Recall (Desafío Total)" está basada en una película que a su vez está basada en un relato corto que ni siquiera daba para una película de una hora de duración. Curioso cuanto menos, ¿era la original necesaria si ya estaba hecho el relato? ¿Era original, puesto que ya venía de un producto previo? Muy curioso, sí.
Como dice un amigo mío muy acertadamente, las películas hay que criticarlas por lo que son, no por lo que queremos que sean, ni mucho menos por estar basadas en tal o cual material "original". Si no, entramos en un juego de comparaciones bastante aburrido donde, al final, vomitamos sobre un filme concreto simplemente porque el anterior nos gustó más, sin saber ver los aciertos del nuevo. Si es que los tiene, por supuesto. Así que, centrémonos en la nueva versión de la historia de Philip K. Dick, una pequeña sorpresa para ir al cine a divertirse y poco más, lo cual tampoco es que sea una empresa menor.
La historia, grosso modo, es prácticamente la misma que la original: Douglas Quaid vive una existencia monótona a pesar de estar acompañado por su bella, adorable y comprensiva esposa. Algo le falta, un vacío en su persona que decide llenar con Rekall, una empresa que implanta recuerdos a quienes contratan sus servicios. Pero algo sale mal, y la vida de espía que elige parece hacerse real, demasiado real. ¿Son los recuerdos que le ha dado Rekall, o de verdad es un espía?
Jessica Biel como Melina |
A partir de ahí, el protagonista comienza una carrera por su supervivencia, donde también tendrá que averiguar qué es real y qué no, al mismo tiempo que se dirige en busca de sus recuerdos auténticos aprisionado siempre por la pregunta de ¿quién soy? que deberá resolver durante su odisea. Mientras tanto es perseguido por su esposa, ayudado por una atractiva mujer que veía en sueños y auxiliado por ecos de su pasado, en forma de pistas que él mismo se ha ido dejando.
Estamos ante una película que mezcla la acción y la ciencia-ficción de manera bastante acertada, muy equilibrado todo, aunque por los trailers parezca que la acción ha ganado la partida. Coches voladores, móviles en las manos, sintéticos, Rekall, la Catarata, gravedad cero en el transporte de la misma, armas futuristas, collares capaces de cambiar el rostro de la gente, armaduras ciberneticas, chicas que parecen salidas de un anime de ciencia-ficción, y un largo etcetera de dispositivos, chismes y parafernalia que nos hacen estar en el mundo del mañana, por una parte maravilloso, y por otra, bastante pobre y ruinoso; dos mundos enfrentados en una guerra donde el bando rebelde tiene todas las de perder. O eso parece al menos al principio.
En este aspecto futurista y de ciencia-ficción, es imposible que a muchos se les escapen las continuas referencias literarias, cinematográficas e incluso de diversos videojuegos. La película nos zambulle en un mundo, en una historia que bebe mucho de "Blade Runner", de "Minority Report", incluso de filmes como "El caso Bourne" y de videojuegos como "Mass Effect" (hay diseños de armas y personajes que parecen sacados directamente de éste), y no digamos ya de animes y mangas como "Ghost in the Shell" por poner el ejemplo más básico. No faltan tampoco las referencias a la original "Desafío Total" como cierta mujer que va de vacaciones dos semanas, algún que otro cambio de rostro o la presencia de una chica con tres tetas. Todo este tipo de detalles le sientan muy bien a la película, y le ayudan a tener una calidad que, en principio, no parecía poder conseguir.
Ambientación llena de referencias |
En cuanto a la acción, debo decir que soy poco objetivo en este caso. Principalmente, porque me encanta el cine de Len Wiseman (Underworld, Underworld Evolution) director del filme y marido de Kate Beckinsale (El Aviador, Van Helsing) mala malisima de la película, y protagonista de la saga de los vampiros y hombres lobo, donde la conoció. Pese a que Wiseman ha hecho pocas películas, su modo de encarar la acción, los efectos especiales, ese frikismo que desprenden sus productos (ver por ejemplo "La Jungla 4.0") y el plantel de actores que suelen tener sus productos lo sitúan como una especie de prometedor Paul W. S. Anderson (Resident Evil, Horizonte Final) que de ser más prolífico estaría perfectamente jugando en su liga. Además, no deja de ser curioso que los dos compartan esa agradable manía (al menos, para mí lo es) de colocar a sus esposas en sus películas.
Wiseman demuestra una vez más que sabe manejarse con la acción. Quizás podría haberse estado más quieto con la cámara en ciertas escenas, y otras están algo alargadas (la persecución con los coches voladores) pero, en general, nos ofrece acción de la buena, con un estupendo uso de los efectos especiales y espectaculares y emocionantes peleas, persecuciones, tiroteos... El filme tiene escenas de acción tan conseguidas como el primer enfrentamiento entre Quaid y los agentes de seguridad, la batalla final o la lucha entre ascensores. Escenas para el recuerdo, especialmente ésta última. Se nota que el director va aprendiendo poco a poco y se pone las pilas en cuanto a dejarnos momentos de notable.
Los efectos especiales, tanto digitales como físicos ayudan también bastante, aunque tienen el error típico de este tipo de producciones blockbusters para divertir y entretener sin más, es decir, hay escenas muy logradas, y otras donde cantan demasiado los efectos digitales (por ejemplo, el collar cambia-caras). El resultado final es bastante bueno, muy apropiado para una película donde los puntos fuertes son los efectos especiales, explosiones, pantallas verdes, etc, etc. De nuevo, me remito a la escena de los ascensores, o a la creación de la Catarata.
Bryan Cranston como Cohaagen, y sus hombres |
En cuanto a la historia, en este punto sí me voy a permitir comparar con el filme original. Aunque la estructura es muy parecida (incluso tiene escenas trasladadas, aunque no al pie de la letra) "Total Recall (Desafío Total)" sigue su propio camino, su tono particular y personal, dándonos un producto que suena parecido, pero que al final es diferente, tanto en lo que pretende, como en su público. Esto es un acierto, salvo en diversos aspectos como la falta de violencia y sangre, personajes secundarios demasiado desaprovechados (especialmente si observamos qué actores los encarnan) y una falta bastante constatable de alma en algunas partes del filme. Menos mal que de cuando en cuando sale la vena Wiseman, si no, podría haber pasado por un filme manufacturado por cualquier otra persona.
En cuanto a actores y personajes, en lo primero hay ciertos cambios y, en lo segundo, el reparto resulta ser uno de los puntos más positivos, como es costumbre en los filmes de Wiseman. Colin Farrell (Daredevil, Minority Report) hace un buen trabajo como Douglas Quaid, dándonos un personaje carismático, real, verosímil y que puede ser herido, que se cansa, sabiendo transmitir además la confusión que vive en todo momento por lo que le está ocurriendo. Farrell demuestra, una vez más, tener ese tipo de carisma que traspasa la pantalla. Además, su química tanto con Jessica Biel (Blade: Trinity, El Ilusionista) como con Kate Beckinsale es palpable. Especialmente bien le sienta a ésta última su papel de villana de la función, fusionando dos papeles de la película original. Beckinsale se convierte en otra de las mejores cosas de la película, siendo una enemiga implacable, que además, conforme avanza la historia, disfruta bastante con lo que hace, y que tiene sus propios planes con Quaid, lejos de los del personaje de Cohaagen. Quizás sea Biel la más desaprovechada de este trío, aunque sus escenas con Beckinsale son de lo mejorcito.
Kate Beckinsale, una de las bazas fuertes del filme |
Tenemos también a Bryan Cranston (Breaking Bad, Malcolm) que ya ha dejado más que dicho que es un gran actor. Y me quedo corto. Su papel de Cohaagen es lo que pide la historia ni más ni menos; quizás podría haber salido más, pero nos da momentos bastante buenos, como su pelea a puñetazo limpio con Quaid. Por otro lado, tenemos por ejemplo a John Cho (Dos colgaos muy fumaos, American Pie) y a Will Yun Lee (Elektra, Witchblade) en pequeños papeles que pedían ser más desarrollados y a un Bill Nighy (Underworld, Zombies Party) que pide más protagonismo, y cuyo papel se queda a la altura de un simple cameo. Todo un desacierto.
Como película de acción, ciencia-ficción y entretenimiento, cumple bastante bien. Podría llegar a calar más, pero su falta de más crudeza, sus personajes secundarios mal llevados y su larga duración para lo que cuenta, entre otras cosas, le hacen perder puntos. Como remake, se defiende pero que muy bien. Personalmente, y entro en otra pequeña comparación sin maldad alguna, queda por debajo de "Desafío Total", aunque claro, es diferente a ésta y tampoco cuenta con el factor nostalgia o llevar más de veinte años revalorizándose Sin embargo, no es un mal remake; se queda en esa agradable franja de los remakes majos, que se pueden ver, degustar y que tienen los suficientes parecidos y diferencias como para saber qué se está viendo en realidad. No es mejor, no está a su nivel, pero no es un desastre; acaba siendo un filme muy entretenido, divertido y disfrutable. Unas palomitas, algo de bebida y a verla en pantalla grande.
Nota: 7/10