sábado, 31 de diciembre de 2022

La década del extraño

 


Curioso como en este año 2022 hemos estado casi de continuas celebraciones en vuestra cueva favorita. No es de extrañar si tenemos en cuenta que en 2012 se producía el nacimiento de este humilde y pequeño blog, pocos meses antes de que apareciera a la venta "Actos de Venganza", mi primera publicación en solitario, una antología seguida por "Cinco tumbas sin lápida", "Drácula contra la Momia: Batalla por Chicago", "Tormenta Sangrienta"... Bueno, ya sabéis la historia, sobre todo si sois habituales de este rinconcito de internet; lo último que pretendo es hacer un revival de la publicación en la que celebraba el décimo aniversario del libro, es decir, la celebración de mis diez años publicando en solitario, pues antes ya había hecho mis pinitos colaborando en diversas recopilaciones de cuentos. Pero vamos a lo que vamos, porque igual Peter Griffin se nos impacienta, aunque lo veo muy interesado en su lectura (¿cuántos cogéis el guiño que he querido dar con esa imagen en concreto más allá de que este tipo de entradas me gusta encabezarlas con fotogramas de "Padre de familia", "Los Simpson" y derivados?). ¡La Cueva del Extraño cumple una década! Qué alegría da escribir y leer tal frase.

La verdad es que, al igual que con la entrada de mis diez años escribiendo desde la publicación de "Actos de Venganza", sinceramente no sé qué contaros que sea nuevo... aunque luego me salga una entrada de esas de necesitar bombonas de oxígeno para continuar leyéndola. Y es que, al fin y al cabo, muchos de los párrafos que han ido llenando la Cueva del Extraño durante años, ya van repletos de información acerca de su origen, objetivos, intenciones, logros y caídas, además de alguna que otra mención a la Cueva del Extraño antes de ser la Cueva del Extraño, porque, sí, este no es mi primer blog, aunque sí mi primer blog profesional, si es que se le puede llamar así. Cuando me abrí mi primer blog, ni siquiera se llamaban "blogs" de forma habitual. Es más, en realidad, me lo abrí cuando eran algo tan, tan nuevo en esta red de información que era igual de nueva, que se les llamaba "bitácoras" en ciertos círculos, y se usaban más como diarios, una forma de exponer y compartir con el mundo los pensamientos de cada uno. Para eso empecé a usar mi "bitácora", a pesar de que no tardé demasiado en llenarla con reseñas, opiniones y avances de libros, películas, series, cómics, videojuegos e incluso... ¡música! ¡Qué tiempos aquellos! Sin duda, una precursora bastante clara de la Cueva del Extraño en toda su gloria.

Ojo, porque la anécdota es aún más larga. Sin entrar en demasiados detalles, lo de abrirme una protocueva, por llamarla de alguna forma, fue como ir al gimnasio por aquella época: nos apuntábamos muchos a la vez. En este caso, el que por entonces era un amigo cercano y yo decidimos abrirnos el "blog" al mismo tiempo, animándonos así a escribir, leernos y compartir nuestras publicaciones casi al mismo tiempo y en los mismos círculos. Como con el gimnasio, pronto me quedé solo en tal tarea, desistiendo de ella, en realidad, cuando otros escritos (relatos, en su mayoría) tomaron el protagonismo, quedándome sin huecos libres en la agenda para una actividad que, por entonces, tampoco llegaba mucho más lejos. Si os fijáis, ya por entonces la gente se abría blogs a destajo que luego iba cerrando como si tal cosa, muchas veces por las razones más peregrinas. Este antiguo amigo del que os hablo, ni siquiera me dio un motivo claro; simplemente, fue dejando de actualizar la bitácora, y ahí se quedó, algo que también suele pasar con muchos blogs modernos. Yo mismo he visto bastantes casos parecidos, sobre todo al poco de nacer la Cueva del Extraño, cuando el tema de los blogs estaba más extendido, al no verse ensombrecido por Facebook, Twitter, Instagram y demás redes sociales y plataformas que han sido sustituyéndolos, aunque no del todo, como sí hicieron los blogs con los foros, y para mejor, debo decir, porque aquello acabó transformándose en un nido de trolls sin orden ni concierto. ¿Fueron los foros el protoTwitter de hoy en día? Supongo que podríamos dejar el tema para una entrada aparte, en un futuro más o menos próximo, porque me parece un asunto muy interesante, aunque no sé si compartiréis mi opinión.

El caso es que en estos diez años he visto a compañeros de letras abrirse incluso ¡tres blogs! Y los han ido cerrando con apenas publicaciones, dando la impresión de que más allá de darse bombo en la apertura del espacio poco más tenían que ofrecer. Si hablamos de reseñadores, he asistido a las situaciones más surrealistas, recordando especialmente dos tan patéticas como estrambóticas. Una de ellas está relacionada con un reseñador que se abría un blog, lo cerraba poco después, se abría otro, lo cerraba, se abría uno nuevo, lo cerraba... y así hasta que dejé de contar al quinto blog cerrado, porque luego pasó a hacer lo mismo en Facebook, abriendo y cerrando páginas con distinto título, todas de reseñas, como si no supiera exactamente qué hacer con ellas después del anuncio de su apertura por todo lo alto y tras un par de libros reseñados. La otra situación a la que me refiero estuvo protagonizada por un reseñador que podría haber llegado muy, muy alto, pero que se quedó en mero imitado de Risto Mejide, en un señor con bastante déficit de atención (en el más amplio uso del término) al que se le acabó comiendo un personaje inventado que confundía las faltas de respeto y la mala educación con ser sincero. El caso es que después de unos pocos años cabreando al personal con reseñas hechas con bastante mala baba y más faltas de ortografía, decidió retirarse por, según él en una de sus últimas entradas, no hallar los suficientes autores agradecidos por sus reseñas. Sí, es el momento de reírse. Justo ahora. Gracias. En pocas palabras, lo que vino a decir fue que ya nadie le hacía el mismo caso que antes, que ser un troll reseñador llama la atención durante un período corto de tiempo y que pasada esa época ya no te hace caso ni el tato. Por favor, que alguien llame a una ambulancia de lloricas para este señor que prácticamente escupió que nos estaba haciendo un favor porque es el último reseñador sincero que queda y... Perdonad, porque no puedo seguir. Las carcajadas no me dejan.

Pero no he tenido paciencia alguna y me he adelantado, porque tendría que haber hablado de lo de ir dejando cadáveres de blogs a destajo un poco más hacia el final de la presente entrada, aunque también me vale haberlo hecho ahora, si lo pienso bien. Al fin y al cabo, si pasaron años (y no pocos) entre aquella primera experiencia bloguera y la creación de la Cueva del Extraño fue, entre otros motivos, porque no quería ser como los demás, y abandonar a las primeras de cambio, por falta de comentarios, de visitas o de (risas) agradecimientos por el bien que le hago a la humanidad con el enésimo blog literario y cinéfilo. Perdonad, porque tengo que parar de nuevo para reírme. Un abrazo, motosierras, allá donde estés. En fin. Regreso a lo que iba. Y es que yo no soy de darme por vencido; ni difícil ni fácilmente. Cuando empiezo algo o lo acabo o lo continúo, y creo que el que este blog cumpla diez años es una buena muestra de ello, aunque con sus altibajos, por supuesto. ¿Quién no los tiene? En mi carrera literaria soy igual. Nunca me habrá visto nadie soltar el consabido rollo de "voy a dejarlo, pero lo que quiero es que me hagáis casito, me digáis lo que molo y volver dentro de un tiempo... que puede ser mañana mismo". No, no y más no. Si he tenido algún bajón, me lo he comido en privado, me ha durado cinco segundos, lo he desechado y, a continuación, me he puesto a trabajar como un cabrón. Con agradecimientos o sin ellos, claro.

Tener por seguro que no iba a dejar la Cueva del Extraño era uno de mis objetivos para iniciarla, para abrirla, pero el otro era tener algo que contar. ¿Qué iba a hacer? ¿Repetir lo de la bitácora? ¿Quizá de forma más ambiciosa, más a lo grande? Tampoco hubiera quedado mal y, en parte, es lo que ha acabado siendo este pequeño rinconcito de internet, un espacio para la literatura, el cine, los cómics, las series, los videojuegos y alguna que otra molonidad más, con reseñas, novedades, comentarios y la intención de que os lleguen a todos tanto mis opiniones como mis gustos para, al final, compartirlos, y que vosotros los compartáis conmigo. Sin embargo, quería más, y eso era justo lo que me faltaba para lanzar la Cueva del Extraño, ese era el componente del que carecía entonces y que de no tener estaba claro que terminaría cerrando el blog al poco de empezar, convirtiéndome en otro llorón más. Pasaron los años, llegó el 2009, cuando comencé a intentar dedicarme profesionalmente a la escritura, y la idea sobre la Cueva del Extraño, mucho antes de que se llamase así, volvió, regresó, renació en mi cabeza, aunque como una semilla que fue creciendo hasta el árbol que es hoy día. En 2010 publiqué por primera vez en papel, como bien sabéis los habituales del blog, y la idea fue cogiendo fuerza. En 2011 siguió ahí, cada vez más sólida. Y entonces llegó 2012. Ahora o nunca, fue lo que pensé. Ni siquiera esperé a mi primera publicación en solitario. Había llegado el momento.

La clave estuvo en mi descubrimiento tanto de autores españoles como de sus obras, justo cuando empecé a moverme con más confianza en el mundillo, buscando convocatorias, apuntando editoriales y confraternizando con compañeros de letras que, a día de hoy, son más que compañeros, son amigos que todavía me aguantan. Entonces lo vi bastante claro. ¿Y si yo compartiera esos descubrimientos? ¿Y si igual que podía crearme un espacio propio en internet, para publicitar mis colaboraciones en antologías, era capaz de arreglar ese mismo espacio para esos compañeros? Y ya de paso continuar con la labor que apenas empecé con la "famosa" bitácora de las narices. Vi que podía funcionar ese hueco donde hablar principalmente de literatura y cine, para también pasar a los cómics, a las series, a los videojuegos y incluso juguetear con la música, uno de mis proyectos pendientes, de vez en cuando. Sería un blog, no una web, con sus propias secciones, recomendaciones, entradas, publicaciones... ¡Tendría de todo! Y sí, yo lo llevaría todo adelante, yo solo, aunque reconozco que en alguna ocasión he tenido un par de colaboradores para secciones como la de los fan-fictions, que también fueron muy protagonistas en los primeros años de la Cueva del Extraño. Después de todo, fue una gran escuela, con buenos compañeros de clase y un mal director, acompañado por un jefe de estudios gruñón, algo estúpido y bastante penoso en lo que a escribir se refiere. Y sí, está siendo una entrada estupenda para repartir estopa. ¡Qué menos!

Una vez confirmado el contenido principal, quedaba por ver el diseño. De eso se encargó mi expareja, quien no sólo me preparó la plantilla, sino que también realizó varias ilustraciones, por ejemplo, la que tengo de avatar, en la que aparezco con un pequeño Cthulhu, en honor a un peluche del famoso monstruo lovecraftiano que todavía guardo a buen recaudo. Con ese mismo estilo me hizo una estupenda cabecera donde aparecía todo lo que me hacía (y me hace) feliz, una forma de expresar lo que significa para mí el blog, es decir, un espacio donde hablo de todo lo que me gusta, de todo lo que colecciono, de todo lo que atesoro y de todo lo que me hace ser yo. Esa cabecera hace mucho que desapareció, pues intentamos darle un aspecto más profesional, no tan cartoonesco, y la verdad es que funcionó, aunque a veces la echo de menos, no os voy a engañar, por los motivos indicados. Una vez todo estuvo preparado, quedaba el nombre. ¿Por qué la Cueva del Extraño? Os mentiría si dijera que recuerdo las otras opciones que barajaba, pero lo de "cueva" está bastante claro, por ser un espacio como todos podríamos meternos a contar historias y descansar con lo mejor de la cultura popular o del frikismo artístico, o cultura a secas, ojo. ¿Y lo de "extraño"? En los tiempos de los foros, sobre todo cuando pululaba por Dreamers, página web cuyo objetivo era como el de la Cueva del Extraño pero mucho más ambicioso y profesional, espacio donde empecé a publicar mis primeros escritos, esos fan-fictions de los que tantas veces os he hablado, me hacía llamar Stranger, en honor a uno de mis personajes favoritos del mundo de los videojuegos, The Stranger, protagonista del título de culto de terror "Nocturne", de 1999 (ha envejecido algo mal en ciertos aspectos, pero si sois muy, muy gamers, en especial de todo lo que huela a survival horror, en concreto, y a terror, en general, intentad haceros con él, porque encontraréis una joyita), donde una agencia secreta del gobierno se dedica a investigar fenómenos sobrenaturales y a cazar monstruos. The Stranger vendría a ser algo así como "El Extraño". El blog acababa de ser bautizado.

Ahora viene una parte extraña (nunca mejor dicho, je) de esta entrada, porque de lo que voy a hablaros lo podéis comprobar vosotros mismos con un par de clics en la sección de los años y las entradas del blog. Y es que las primeras publicaciones de la Cueva del Extraño eran muchísimo, pero muchísimo, más cortas que las actuales, incluyendo reseñas cinematográficas, literarias y jugonas, que suelen ser algunas de las más extensas que tenemos de un tiempo a esta parte. Por entonces, el blog se sustentaba en prácticamente lo mismo que ahora, con el añadido de muchas más entradas variadas (por ejemplo, hablaba bastante más de editoriales que nacían o de proyectos literarios como calendarios, eventos y similares) y más breves. Ese cambio, que se ha ido produciendo paulatinamente, es el que buscaba, en realidad, no es que se haya producido sin más y mucho menos sin querer. Al fin y al cabo, ahora el blog está más ordenado que antes, mucho más repartido por secciones, si las queremos llamar así. En pocas palabras, por entonces todo era un poco más caótico, más variado, sí, es cierto, pero también más centrado, y tampoco es que ahora se publique menos contenido que antes, ojo. Es más, ahora hay secciones que por entonces no había, como la de "Sospechosos Habituales" y aquellas en las que elijo las cinco mejores películas de intérpretes, directores y directoras. ¡Sin hablar del espacio protagonista que tienen ahora las series de televisión! Eso sí, quizás el mayor y más impactante cambio sea el que han ido recibiendo las novedades cinematográficas, que entonces, en sus orígenes, eran nada más y nada menos que... ¡semanales! No me lo invento, no. Id a comprobarlo. Claro, publicadas así las novedades, podíais estar más al día, pero admito que no sólo era una sección agotadora, sino una donde también se acababan pronto las novedades. ¡Y eso que me pasé años publicándola así! Ya hace tiempo que no lo hago, claro, y eso me lleva al siguiente párrafo.

Y es que, como podéis comprobar, la Cueva del Extraño no está, ni de lejos, tan activa como en sus primeros tiempos, años, en realidad. Echad un vistazo al número de entradas por año de los primeros, y veréis que en los últimos ni siquiera nos acercamos a la mitad. Sin ir más lejos, el ejemplo más claro de este bajón de actualizaciones del blog, lo podemos en las mencionadas novedades cinematográficas, porque ahora lo habitual es que, como mucho, tengamos dos publicaciones de esas al año: una durante el período de verano, cuando llega alguna Comic-Con; y la otra a finales de año, como una especie de resumen de los últimos meses y de lo que se avecina para el año que viene. Todo esto no se debe a que no tenga tantas ganas de echarle horas al blog como antes o a que no me deis las gracias por mi gran servicio a vuestro favor y por el bien que le hago a la humanidad (risas, risas y más risas). Sinceramente, ni siquiera tiene que ver con mis números, que siempre son bastantes buenos para lo que es la Cueva del Extraño y el objetivo que siempre he perseguido con ella. Nunca veréis docenas de comentarios en mis entradas, tengo poquitos seguidores y la media de visitas es la de cualquier otro blog normal y corriente que no actualiza a diario. Nunca me ha preocupado nada de eso, de verdad. Si fuera así, hace mucho que habría cerrado el chiringuito extraño. Pero es verdad que mi carrera profesional como escritor, afortunadamente, y gracias a unos lectores fieles que no me merezco, se ha ido haciendo cada vez más grande, sin olvidar las "obligaciones" personales y multitud de otras cuestiones que acaban tomando una prioridad que el blog no tiene. Al final, hay que elegir. Y la Cueva del Extraño, después de todo, es algo que va justo detrás de todo eso.

Me centro, porque igual os lío. La Cueva del Extraño no es un trabajo. Ojo, ayuda a mi trabajo y ayuda al de mis compañeros, lo más humildemente que puede en ambos casos, porque, insisto, no es ni un blog de referencia ni un espacio conocido mundialmente ni con miles de seguidores y sus propias cuentas de Instagram y Twitter, a pesar de haber quedado varias veces finalista a los Premios Ignotus en la categoría de Sitio Web, menciones que confirmo se notan mucho en los números del blog. Si os fijáis, en todos estos años ni siquiera he intentado convertir la Cueva del Extraño en una web aún más profesional; en vez de eso, hace ya tiempo que trabajo haciendo reseñas en la imprescindible web cultural Chica Sombra, dirigida por mi tornillo especial, por mi alma gemela, por mi bonita y talentosa Tamara López, una web que sí es de referencia y donde recibimos numerosos libros e incluso cómics todos los meses, además de colaboraciones, entrevistas e incluso invitaciones a importantes eventos. ¡Eso sí que es un verdadero rinconcito de internet! ¿Rinconcito? ¡Rinconazo! Pero la Cueva del Extraño está a kilómetros y kilómetros de distancia de algo como Chica Sombra. Tampoco pretende serlo. En el contexto del trabajo, siempre ha pretendido ser un apoyo tanto para los compañeros de letras como para lo que voy publicando, nada más. Un extra. Y en todo lo demás que encontráis en el blog, una manera de mostraros lo que me gusta, quién soy y qué me hace serlo. Literatura, cine, cómics, videojuegos, series... Todo eso y mucho más es la Cueva del Extraño. Todo eso y mucho más soy yo. Esto no es nada más que un escaparate a mi mundo.

Con la Cueva del Extraño nunca he ganado dinero. Sólo he recibido un libro gratis para reseñar, y fue en sus inicios y porque fue una especie de convocatoria en la que podía entrar cualquier blog (y la novela, además, me llegó demasiado tarde como para que su reseña entrase en el proyecto final, aunque la hice de todos modos; aún espero que su autor, Carlos Sisí, me diga algo al respecto, y eso que era bastante positiva). Los comentarios, visitas, seguidores y opiniones son mínimos, pero todos excelentemente recibidos, hasta el más ligero "like" en Facebook y Twitter cuando comparto las entradas, cuyo número va subiendo conforme me voy poniendo al día. Hago la Cueva del Extraño porque... me divierte. Porque me llena, porque me ayuda a alejarme de las letras más profesionales y oxigenarme un rato de "obligaciones" y "deberes". La Cueva del Extraño me sirve a menudo de válvula de escape, de espacio donde decir lo que me dé la gana sin que administradores o dueños de plataformas se vengan arriba con el botón de bloquear. Si me quiero extender sobre una película, por ejemplo, tengo el blog, así de sencillo. Si quiero hablar sobre alguna injusticia o quedarme a gusto sobre algunas de las polémicas del mundillo literario, vengo aquí, sin más. Y eso, habitantes de la cueva, no tiene precio. Por el camino sólo me llevo alegrías, seguidores, lectores de la cueva y personas que incluso reconocen las frases y latiguillos ya típicos del blog (Paco, el turrón, seguir hablando de la semana que viene con las novedades cinematográficas...). Mientras hay webs y blogs con diez veces más seguidores y popularidad que han caído, la Cueva del Extraño sigue aquí. Mientras hay editoriales que han caído, y de las que hemos hablado por aquí, la Cueva del Extraño resiste. Aguanta porque la sustentan la constancia y la pasión. Fuertes columnas que nunca han tenido otros proyectos.

Y por ayudarme a construirlas os doy las gracias. De corazón. Gracias por estar ahí. Gracias por formar parte de los habitantes de la cueva. Gracias porque sea vuestra cueva favorita.

¿Qué tal si seguimos otros diez años más? Por probar a ver qué tal.

¿Os apuntáis?

Reseñas cinematográficas: Terminator: Destino Oscuro


Ficha Técnica

Título original: Terminator: Dark Fate
Director: Tim Miller
Intérpretes: Linda Hamilton, Mackenzie Davis, Natalia Reyes, Arnold Schwarzenegger, Gabriel Luna, Diego Boneta, Tristán Ulloa, Tom Hopper, Alicia Borrachero, Enrique Arce, Manuel Pacific, Fraser James, Ferran Fernández, Cassandra Starr, Brett Azar, Steven Cree, Edward Furlong.
Guion: David S. Goyer, Billy Ray, Justin Rhodes, James Cameron
Música: Junkie XL
Género: Acción, ciencia-ficción
Nacionalidad: Estados Unidos
Duración: 128 minutos
Año: 2019


Sinopsis:
El futuro está a salvo. Sarah y John Connor lograron no sólo evitar a los terminators que envío Skynet, la computadora pensante, al pasado para eliminarles, y así destruir a la resistencia humana del futuro, sino también que el apocalipsis nuclear nunca tuviera lugar, aniquilando a la propia Skynet en el proceso. Sin embargo, que ese futuro haya sido evitado no quiere decir que se convirtiera en uno más luminoso, porque en su afán por trazar un nuevo destino, es posible que lo transformaran en uno más terrible, siniestro, mortal y oscuro. Años después de la batalla final de los Connor, un nuevo terminator aparece desde el futuro, buscando eliminar a un objetivo esencial para la supervivencia de la raza humana, una joven que contará con la ayuda de una poderosa protectora, aunque es posible que no sea suficiente para combatir a la máquina asesina. Ambas deberán confiar tanto en una experimentada Sarah como en una figura del pasado que ha vuelto una vez más.


Reseña:
Me encanta Terminator. Adoro la saga, el personaje, lo que hicieron James Cameron (Aliens, Titanic) y Arnold Schwarzenegger (Depredador, Los Mercenarios 2) con ayuda de Stan Winston (Jurassic Park, Iron Man) y cuatro duros, los repartos que han pasado por todas las entregas, los giros que han dado para tratar de avanzar en ella e incluso enderezarla tras décadas inactiva, el merchandising resultante, el universo que se ha formado alrededor de las películas (novelas, cómics, videojuegos, cruces con otras sagas populares de la ciencia ficción y la acción como "Robocop"), todo el mito levantado alrededor de sus personajes, el impacto en el cine de acción y ciencia ficción, que sus dos primeras entregas sean imprescindibles para entender el séptimo arte en las décadas de los 80 y los 90... Que sí, que soy un fan acérrimo de "Terminator", esta vez entre comillas para señalar que me refiero a saga al completo, a todo lo relacionado con la idea, el concepto y el personaje. ¿Qué quiere decir eso? Que hace falta mucho para que no me guste algo conectado al universo de Skynet.

No sólo me pasa con "Terminator". Por ejemplo, antes mencionaba "Robocop", que sería otro buen ejemplo, pero ahí tenemos también las sagas de "Depredador" (o "Predator") y "Alien", con las que me ocurre exactamente lo mismo, sagas, además, tan conectadas con la del personaje de Schwarzenegger que muchas veces han cruzado sus caminos en el mundo de los videojuegos, en el de los cómics e incluso en el de la literatura. ¡Y también en el cine en algunos casos! Hablamos de sagas muy de los 80, aunque la de "Alien" naciera a finales de los 70 (un prólogo de lo que nos vendría en la década siguiente), enmarcadas en esa dulce mezcla de ciencia ficción y acción (con algo de terror en algunos casos, ojo) y que consiguieron con sólo una entrega una base muy fuerte de fieles seguidores que prácticamente nos tragamos todo lo que tenga que ver con ellas. Da igual lo que hagan con el xenomorfo, con el yautja o con el agente Murphy, que ahí seguiré, como millones de personas, más que dispuesto a disfrutar de sus siguientes historias, aunque sean flojas y sólo dedicadas a nosotros, los que babeamos con cualquier mención hacia ellos, aguantando carros y carretas, y no son pocos ni pocas en los cuatro casos mencionados. Hay más, claro, aunque, por mi parte, ya me iría al cine de terror, con sagas como las de "Pesadilla en Elm Street", "Muñeco Diabólico", "Halloween", "Saw", "Viernes 13", "Hellraiser"... Pero mejor no me despisto. Sigo con "Terminator".

Ha vuelto


En pocas palabras, soy poco subjetivo con esta saga, la verdad. Eso no quiere decir que no vea las cosas como son, pero me es complicado que algo lleve la marca "Terminator" y no me guste. Por supuesto, insisto, que conservo algo de subjetividad; por ejemplo, resulta bastante evidente que "Terminator 2: El juicio final" es bastante superior a cualquier de sus secuelas, sólo siendo capaz de medirse en calidad la primera entrega, que, por mi parte, aún se quedaría varios peldaños por debajo. Y es que la segunda odisea adrenalínica de James Cameron con los cyborgs de Skynet la tengo como una de mis películas favoritas de todos los tiempos, dentro y fuera de la ciencia ficción y la acción, una de esas cintas que he visto tantas y tantas veces que podría recitar los diálogos mucho mejor que el director y los intérpretes. Me parece uno de los mejores filmes de la historia del cine, ahí es nada, seguido bien de cerca por su primera parte, esa oscura "Terminator" que dispuso las bases para todas las que llegarían más tarde. Claro está, todo esto no sería capaz de decirlo de entregas posteriores como "Terminator 3: La rebelión de las máquinas" o "Terminator Salvation", entregas muy reivindicables, pero que se alejan, y bastante, de las cotas de calidad impuestas por las dos originales. Lo cortés no quita lo valiente, y al César lo que es del César. Mientras las dos primeras "Terminator" son obras maestras, las restantes son buenas, correctas y notables películas de acción, ciencia ficción y efectos especiales, cada una en su justa medida, espectaculares blockbusters, pero sin alcanzar a sus progenitoras. 

Sin embargo, insisto, eso no hace que las quiera menos. Es verdad que la tercera entrega ha envejecido bastante mal en ciertos puntos (ese sentido del humor en los momentos más inoportunos), pero también es cierto que supone una continuación lógica de "Terminator 2: El juicio final", recuperando una línea temporal que el propio James Cameron trataba de cortar por lo sano, aunque fuera sufriendo incoherencias en su propia historia; "Terminator Salvation" seguía ese camino, rompiendo el esquema de "terminator contra terminator viajando al pasado para proteger y asesinar" y llevándonos, al fin, a la guerra contra las máquinas en el futuro posapocalíptico que nos presentaba el soldado Kyle Reese en la primera parte; y "Terminator Génesis" es una tremenda y disfrutable frikada que no se merece todos los palos que lleva recibiendo desde su estreno, y de la que hablé bastante bien cuando la reseñé aquí mismo, precisamente cuando nos llegó en un ya lejano año 2015, prometiendo un reinicio que nunca se produjo del todo, pues pensaba instaurar una nueva trilogía que rompiese con todo lo visto anteriormente, un poco como "Terminator Salvation", aunque las expectativas de las productoras sobrepasaron bastante los resultados finales de ambas cintas, lo cual fue todo un problema, ya que ninguna a de ellas resultó un verdadero fracaso en taquilla. ¿Y qué decir de las series que sacaron con motivo del estreno de "Terminator Salvation"? La genial "Las crónicas de Sarah Connor" y la estupenda miniserie de animación "The Machinima Series", que funciona como precuela de la cuarta entrega. Muy fan de ambas, por supuesto.

El terminator no es el único que vuelve


Como es evidente, no me voy a detener en las novelas, cómics y videojuegos de la saga, más que nada porque acabaría realizando un ensayo que podría intentar que se publicase en papel, pero no me faltan ganas, la verdad, porque hemos tenido conceptos tan interesantes en los mencionados medios como el ya comentado "Robocop versus Terminator" que ojalá podamos ver en el cine algún día, algo nada descabellado si pensamos en cruces como "Alien vs. Predator", "Freddy contra Jason" y "Godzilla vs. Kong". Además, sería una buena forma de revitalizar ambas franquicias, ¿verdad? Quizá ya os estoy dando pistas sobre por dónde van los tiros (nunca mejor dicho) con respecto a mi opinión sobre "Terminator: Destino Oscuro", aunque es algo que va más allá de mi crítica personal de la cinta. Y es que la sexta entrega de la saga (seis partes, que se dice pronto) no ha funcionado tal y como se esperaba, ni dentro ni fuera de la taquilla. A pesar de que en éste caso no ha sido realmente un fracaso, no ha cubierto las expectativas puestas por la productora, además de llevarse palos por todas partes, tanto del público como de la crítica, incluso por aquellos que, como yo, son firmes defensores de la marca "Terminator". A mí me ha gustado, ya os lo adelanto. Sin embargo, tengo varios "peros" que no voy a dejar de señalar, siendo para mi gusto la secuela más floja de toda la saga, luchando por el puesto con una "Terminator 3: La rebelión de las máquinas" a la que le pesa ser demasiado poco ambiciosa y usar demasiado el humor cuando menos le pega.

Me estoy desviando, ¿o quizá me adelanto? Admito, y sé que los habituales de este blog conocéis muy bien por dónde voy, que si estuviera hablando de una película sin continuaciones, predecesoras o similares, iría directamente al grano y punto, aunque con alguna entradilla más o menos larga. ¡Ya sabéis lo que me gustan los prólogos, preámbulos y presentaciones! Sin embargo, os recuerdo, y sé que no hace falta, que estamos ante una nueva entrega (y, seguramente, no la última) de una ya larga saga, así que ¿por qué no hace un recordatorio rápido de cómo le ha ido al T-800 por el cine? Resulta evidente que para ello debemos comenzar por "Terminator", o "The Terminator" en el original, la cinta de 1984 con la que James Cameron se presentaba en sociedad (o más o menos, si no contamos un cortometraje y su presencia en la curiosa y surrealista "Piraña II: Los vampiros del mar"), y de qué manera. El argumento principal nos mostraba un futuro desolado por la guerra contra las máquinas tras una masacre nuclear a nivel mundial, una situación en la que aparece un líder rebelde que propicia que los seres humanos no sólo empiecen a sobrevivir a las máquinas asesinas, sino que también devuelvan el ataque hasta el punto de que Skynet, el superordenador que provocó tal apocalipsis, perciba que está a punto de perder la guerra. ¿La solución? Crear una máquina del tiempo y enviar al pasado a un terminator, un cyborg, una máquina escondida bajo la piel de un ser humano, capaz de infiltrarse en las filas enemigas y destruirlas desde dentro, al no poder detectarlo sus rivales. A su vez, la resistencia humana manda también al pasado a uno de sus mejores soldados, cuyo objetivo es proteger a Sarah Connor del Terminator. ¿Qué tiene que ver una humilde y joven camarera de los 80 en todo esto? Fácil: es la madre de John Connor, el líder de la resistencia.

Una nueva protectora llegada del futuro


A partir de ahí se nos presenta un filme de pura acción y ciencia ficción con ciertos toques de terror (el futuro de Skynet, no pocas escenas con el Terminator de Arnold), e incluso con algunas gotas del subgénero slasher si lo pensamos bien, pues el T-800 (modelo del más popular Terminator de la saga) no deja de ser en la película como un asesino en serie o psycho killer sobrenatural (moríos de envidia, Jason y Michael) que persigue a la joven protagonista sin descanso, destrozando a quien se ponga en medio. Una verdadera máquina de matar. De este modo, la cinta resultó ser todo un éxito de crítica y taquilla, catapultando la fama de sus realizadores, en especial de Cameron y Schwarzenegger, quien hace aquí uno de sus pocos papeles de villano, y menudo villano. ¿Queréis pasar miedo con él? Pues como si no fuera suficiente con escenas como la de su presentación, la matanza de la comisaría o el enfrentamiento final, ahí tenemos las palabras que le dedica el propio Kyle Reese cuando le explica a Sarah Connor qué es un terminator, palabras que persiguen tanto a los protagonistas como a nosotros durante toda la saga: "El Terminator está ahí fuera. No se puede razonar con él. Es un exterminador. No siente lástima, ni remordimiento, ni miedo y no se detendrá ante nada, jamás, hasta que estés muerta". Impresionante.

Esta joya cinematográfica tuvo tanto éxito que la secuela nos llegó siete años después, prácticamente abriendo la década de los 90. "Terminator 2: El juicio final" se convirtió pronto en una de las películas más taquilleras de la historia, en el mejor trabajo de James Cameron y Arnold Schwarzenegger y en una revolución en el terreno de los efectos especiales, sobre todo en los creados por ordenador, consiguiendo ser un antes y un después al respecto, por no hablar que siempre aparece en las listas de las mejores producciones de la historia, dentro y fuera del campo de la acción y la ciencia ficción, un filme prácticamente perfecto, sin el "prácticamente". La acción recuperaba la estructura de la primera parte, como bien nos indica el brutal prólogo, que ya nos muestra a John Connor dirigiendo la guerra contra las máquinas (el altísimo presupuesto se exhibe desde el minuto uno del metraje, y no es para menos, dado el gran éxito de la primera parte). De nuevo, son enviados al pasado dos guerreros; uno por Skynet; otro por la resistencia de la raza humana. Al fallar el primer terminator, Skynet manda a otro, esta vez no para acabar con Sarah Connor antes de que dé luz a John, sino para exterminar a éste cuando todavía es un niño que apenas sabe defenderse, un objetivo fácil, claro. Sin embargo, hay varias detalles con los que no cuenta Skynet. El primero de ellos es que Sarah Connor lleva años preparándose para la guerra contra las máquinas, produciéndose así una curiosa paradoja temporal (sabemos así que John Connor sabe tanto sobre combatirlas porque le enseña Sarah, quien a su vez fue instruida por Kyle Reese, enviado desde el futuro por John para proteger a su madre... bucle tras bucle tras bucle); el segundo es que el protector que el propio John envía para sí mismo es nada más y nada menos que... un terminator.

Un equipo que suena


Este guerrero defensor de John Connor, que obedece todas sus órdenes porque se lo envía él mismo (continuamos con el bucle tras bucle tras bucle) es un terminator del mismo modelo que el que trató de asesinar a su madre en los 80, una gran manera de colocar a Arnold como protagonista, aunque esta vez en el lado de los buenos, dándonos a un cyborg con el que es imposible no ir encariñándose conforme avanza el metraje y John, ese debutante y jovencísimo Edward Furlong (Cementerio viviente 2, Cero en conducta), lo hace cada vez más humano, mientras la ahora poderosa Sarah Connor (atentos a su brutal evolución) asiste a una extraña relación que al principio ve con desconfianza, después tolera y más tarde siente como más auténtica que muchas de las que ha tenido John con sus antiguas parejas. Para subir las apuestas, el nuevo terminator es un modelo muchísimo más potente y actualizado que el de Schwarzenegger, el cruel, sádico, letal e indestructible (o casi) T-1000, interpretado por un Robert Patrick (True Blood, El Pacificador) que quedaría marcado para siempre por un papel que repetiría en algún que otro cameo (por ejemplo, echad un vistazo a esa joyita incomprendida que es "El último gran héroe"). Pero esta segunda parte no sólo funciona en el apartado de efectos especiales, visuales, reparto y escenas de acción, sino también en el guion, un guion a ratos tramposo con respecto a la entrega anterior, pues mientras ésta nos dice que el futuro no se puede cambiar y que el destino es inevitable, "Terminator 2: El juicio final" viene a contradecirse a sí mismo, señalando que el destino no está escrito y que lo hacemos nosotros, dando un volantazo argumental a la saga que la siguiente película llegó para arreglar.

A pesar de que la historia se cerraba bastante bien (y más con el final alternativo/eliminado que se incluyó incluso en la versión del director), el dinero manda, y pronto se empezó a gestar el proyecto para una tercera entrega donde se pedía el regreso de las estrellas de las anteriores. "Terminator 3: La rebelión de las máquinas" nos llegó en 2003, doce años después de la anterior, y sólo con Arnold como protagonista, dada la negativa de no continuar de Linda Hamilton (Los chicos del maíz, La bella y la bestia) y los altibajos profesionales y personales de Furlong. La estructura volvía a repetirse, con dos máquinas de matar llegadas desde el futuro para destruir y proteger al mismo objetivo, que en este caso volvía a ser John Connor, aunque con algunas ligeras diferencias con respecto a la anterior. Por ejemplo, damos con un John crecidito, que ha perdido a su madre y que se esconde de todo y de todos para no ser encontrado por las máquinas, un John que esta vez no es el único objetivo, pues también lo es su futura esposa, quien codirige la resistencia de la humanidad junto a él, y algunos de sus principales comandantes y tenientes. A por todos ellos va la T-X (Terminatrix), la primera terminator de la franquicia, que fusiona los modelos del T-800 y el T-1000, además de contemplar varios mortales añadidos para convertirla en la cazadora definitiva o como la definen de manera genial en la película: la terminator que caza terminators. Sublime.

Los daños colaterales


Todavía hoy no faltan quienes señalan este título como el más flojo de la franquicia, cuando es tremendamente reivindicable. Es verdad que es la primera entrega que contiene trazas de cierto humor y autoparodia que a ratos sientan bien y a ratos... no tanto. Sin embargo, también es verdad que posee numerosos aciertos y virtudes que consiguen que haya ganado puntos una vez transcurridos los años, por ejemplo, gracias a escenas de acción tan impactantes y propias de las dos anteriores como la del terminator protagonista en el cementerio, su enfrentamiento contra la T-X a puñetazo limpio o su sacrificio final para detenerla. Para ensalzarla aún más debo regresar a lo comentado anteriormente, a ese guion que vuelve a la primera entrega, afirmando que el destino ya está escrito, que todo está conectado y que la rebelión de las máquinas, así como el fin de la humanidad y el alzamiento de Skynet, debe suceder. Y es que recordemos que en "Terminator" la misión de Kyle Reese es la de proteger a Sarah Connor para que dé luz al salvador de la humanidad; en ningún caso trata de evitar el surgimiento de Skynet y la caída de las bombas. Eso ocurre en la segunda parte, con ese brusco giro de los acontecimientos, cuando los protagonistas descubren que hay acontecimientos que se cruzan con ellos y que darán lugar al exterminio de la raza humana. Pero como bien indican los protagonistas en los últimos minutos de "Terminator 3: La rebelión de las máquinas", el objetivo nunca fue detener a Skynet, sino sobrevivir al holocausto. Y lo consiguen, dando lugar a la siguiente etapa de la franquicia, o a lo que debería haber sido la siguiente etapa, claro.

Si la saga continuaba por esos cauces lógicos que casi se había cargado la segunda entrega, era coherente que tocase "Terminator Salvation", o lo que es lo mismo, la primera cinta de la franquicia que se centraba en la cruenta guerra contra las máquinas cuyos retazos habíamos visto en las tres anteriores. La película venía a romper la estructura de "viaje al pasado para proteger y destruir" centrándose en los primeros años de la guerra de la humanidad contra Skynet, hasta el punto de que en ella vemos a un joven Kyle Reese que aún no conoce a John Connor, interpretado en esta ocasión por Christian Bale (American Psycho, El Caballero Oscuro), al mismo tiempo que asistimos al nacimiento del modelo de terminator de Arnold Schwarzenegger, siendo ese uno de los mejores momentos de un filme que es el único en el que el actor no participa de forma activa y directa, aunque sí de manera más... sutil. La continuidad se mantiene de tal manera que Bryce Dallas Howard (Spider-Man 3, Jurassic World) es quien se mete ahora en la piel de la esposa de John, a la que conocimos en "Terminator 3: La rebelión de las máquinas". Por supuesto, no faltan muchísimos guiños más a todos los demás títulos (atentos a la escena con la moto terminator), un buen montón de máquinas asesinas en su aspecto más primario e incluso un nuevo modelo de terminator que supone un giro en la historia algo pillado por los pelos, si tenemos en cuenta ciertos detalles sobre la creación del T-800. En pocas palabras, "Terminator Salvation" es una producción que debía existir sí o sí. Era lo que tocaba si se quería avanzar con esta saga. ¿Funcionó? Sí y no.

¿Quién persigue a Dani?


Curiosamente, no fue un fracaso en taquilla. Tampoco se convirtió en uno de esos megataquillazos capaces de competir con "Avatar" y Marvel Studios, pero cumplió con los números mínimos (en realidad, sólo "Terminator: Destino oscuro" ha sido el único fracaso taquillero de la saga, y tampoco las cifras lo indican con calidad). Sin embargo, que no fuera ese megataquillazo esperado y las críticas que recibió llevaron a que se cortasen los planes para una nueva trilogía de "Terminator" centrada en el futuro, una que pondría fin a la saga de una manera absoluta, con dos entregas más que nunca se hicieron y en la que seguiríamos viendo más y más detalles que se nos daban a entender en las anteriores cintas. Una verdadera pena, porque "Terminator Salvation" también es muy reivindicable, una brutal cinta de acción y ciencia ficción, un no parar de explosiones, disparos y robots cada vez más grandes, sanguinarios y mortales, capaces de dar miedo al más pintado de los transformers. Llegados a este punto, convenía dar un giro a la franquicia, la cual tardaría otros seis años en ver su nueva entrega, tras numerosos rumores de reiniciarla o reimaginarla con un remake de la historia original. Fue entonces cuando nació "Terminator Génesis", la cual ya reseñé en este mismo blog cuando se estrenó en 2015, por lo que los que leísteis aquella entrada ya sabéis que disfruto muchísimo con ella.

"Terminator Génesis" fue el nuevo intento por comenzar una nueva trilogía con la franquicia y llevarla en una dirección muy distinta a la que estábamos viviendo, usando los viajes en el tiempo y los universos alternativos para jugar con la marca "Terminator" y los personajes más importantes de ésta, dándonos más de una sorpresa por el camino, giros argumentales incluidos (atentos a ese John Connor que redefine las reglas sobre su protección). Lo que trataba de hacer el filme era, como hizo a las mil maravillas ese mismo año "Jurassic World", atraer tanto a los fans más talluditos de la saga como a los nuevos que apenas sabían nada de ella o, en el mejor de los casos, lo más básico. En este caso, si olía todo más a reinicio (o reinicio ligero) que con lo que se había hecho con "Jurassic Park" y la nueva entrega. A ver, ambas producciones son secuelas, pero mientras una (la de los dinosaurios) usó la nostalgia para ir hacia delante en la franquicia, la otra (la de las máquinas asesinas y los viajes temporales) la utilizó para tratar de dar un punto y aparte y comenzar a contar otras cosas, de ahí ese final que presagiaba dos entregas más, una batalla final con el Skynet con cuerpo y la resolución de ciertos misteriosos alrededor de quién había enviado un terminator al pasado para proteger a Sarah Connor cuando sólo era una niña. Cabos sueltos que se quedaron así, lo cual es una auténtica pena, porque el nuevo sendero de la saga prometía bastante.

Sarah Connor sabe cómo resolver un problema de terminators


Hoy, "Terminator Génesis" sería considerada una recuela, o lo que es lo mismo, ese término innecesario que a veces mezcla el concepto de reboot y secuela y en otras ocasiones las ideas de remake y secuela, cuando no es ni lo uno ni lo otro. ¿Se puede ver y disfrutar al completo de esta película en concreto sin ver las anteriores? No. Entonces no es un reinicio. Entonces no es un remake. Es una secuela que trata de abrir otro camino para darle a la franquicia una nueva y necesaria vida, centrándose en este caso, más que en el holocausto nuclear en los viajes temporales y la guerra contra las máquinas. Para ello seguimos a Kyle Reese justo al viajar al pasado en la primera entrega; es entonces cuando sucede algo distinto a lo que conocemos, lo cual lo cambia todo... en parte, porque todo ya ha cambiado cuando descubrimos que la Sarah Connor de los 80 ya es una guerrera que cuenta con un guardián en forma del terminator más clásico de Arnold Schwarzenegger que a su vez se enfrenta al de los 80, en escenas tan impactantes como espectaculares y complacientes para el fan. De ahí mi gusto hacia esta entrega en concreto, no sólo por el reparto, no sólo por tratar de ir más allá, no sólo por las espectaculares escenas de acción, no sólo por su aire de cómic, no sólo por su nostalgia... "Terminator Génesis" intenta reinventarse a sí misma usando las herramientas más clásicas y reconocibles de la franquicia. Y le sale bien, pero no genial, según la crítica y el público. De nuevo, menos taquilla de la esperada, lo que provoca que, una vez más, deba replantearse el futuro de los Connor y el T-800.

No quiero pasar al filme protagonista de la reseña de hoy sin mencionar dos títulos muy olvidados de la franquicia, pero que son ya hoy de culto: "Terminator: Las crónicas de Sarah Connor" y "Terminator Salvation: The Machinima Series". Ésta segunda no deja de ser una simple curiosidad que amplía el universo de "Terminator Salvation", una miniserie creada mediante animación digital, de ahí lo de "Machinima", que es un término que hace referencia a las creaciones en vídeo usando el motor gráfico de un videojuego, convirtiéndose el mejor ejemplo de ello los vídeos de sagas como "Resident Evil", sobre todo si hablamos de sus primeras entregas. Es la otra serie de televisión, "Terminator: Las crónicas de Sarah Connor", el título verdaderamente interesante de los dos. Con un estreno en el año 2008, nos presentaba una línea temporal en la que no existe "Terminator 3: La rebelión de las máquinas", y mucho menos "Terminator Salvation", que aún estaba por estrenarse, por lo que la acción se sitúa poco después de los acontecimientos de "Terminator 2: El juicio final", con Sarah y John tratando de llevar una vida normal sin despistarse, sin olvidar que el segundo sigue siendo un objetivo de las máquinas asesinas, las cuales le atacan de nuevo, sólo que esta vez el protector llegado del futuro era una protectora, nada más y nada menos que una terminator encarnada por Summer Glau (Ángel, Serenity), quien se convirtió casi automáticamente en todo un símbolo friki de la ciencia ficción gracias a la producción. Por supuesto, Arnold Schwarzenegger no se pasó por ninguno de los capítulos, así como tampoco ningún miembro del reparto original, algo que hoy sería impensable (que se lo pregunten a las series de Marvel); por no tener al tito Arnold, ni siquiera su personaje aparecía en la serie. Eso sí, para la "nueva" Sarah Connor se eligió nada más y nada menos que a una Lena Headey (300, Dredd) que todavía no tenía la fama mundial que le concedería "Juego de Tronos". "Terminator: Las crónicas de Sarah Connor" sólo duró dos temporadas, siendo cancelada sin resolver muchas de sus tramas abiertas y dejándonos con un cliffhanger de los que hacen historia, después de haber jugado fantásticamente con la mitología de la serie durante treinta y un episodios para recordar. ¿Quizá ya es demasiado tarde para que algún canal de streaming la retome?

¿La nueva Sarah o la nueva John Connor?


Y así llegamos, al fin, a "Terminator: Destino Oscuro", nueva entrega creada con el objetivo de lograr lo que no consiguió "Terminator Génesis", pero que se ha acabado llevando más palos que ésta, incumpliendo todavía más las expectativas y confirmando que a veces rescatar los valores que una vez fueron de éxito no hacen repetirlo. Y es que para esta nueva secuela, que venía con un truco que comentaremos enseguida, se cumplía lo que los fans de la saga llevaban tiempo pidiendo con cierta desesperación: el regreso tanto de James Cameron como de Linda Hamilton. Mientras el primero se dispuso a producir la cinta, la segunda llegaba para coprotagonizarla al más puro estilo Jamie Lee Curtis (Mentiras arriesgadas, Todo a la vez en todas partes) en la nueva trilogía de "Halloween", en la que también regresaba su creador, John Carpenter (La cosa, Vampiros). Esta nueva película de la saga se venía a sumar a esa oleada de títulos, cada vez más habituales de ver en los cines, sobre todo si hablamos del género fantástico, que retroceden en la continuidad de la franquicia para seguirla desde cierto punto, ignorando al resto de secuelas. Por ejemplo, volviendo a "Halloween", la llamada "La noche de Halloween", estrenada en 2018, pasaba por encima de absolutamente todas las continuaciones de la saga, contando sólo la primera, la original, y contando una "nueva" historia a partir de ahí. La nueva "La matanza de Texas", estrenada directamente en Netflix en 2022, hacía lo mismo, incluyendo, por supuesto, al único personaje superviviente de la original. "Terminator: Destino Oscuro" aprovecha así que tiene a una guerrera entre guerreras, personajes femenino fuerte y poderoso entre todos los que pueden atesorar tales virtudes, y hace lo mismo, contando, tal cual hace "Terminator: Las crónicas de Sarah Connor", sólo los dos primeros filmes dirigidos por James Cameron. Craso error.

Como decía con anterioridad, olvidaos de esos términos absurdos como los de recuela; si no has visto "Terminator" y "Terminator 2: El juicio final", apenas te enterarás de nada de lo que ocurre en "Terminator: Destino Oscuro", por lo que tampoco es un reinicio. Estamos, insisto, ante una secuela con todas las de la ley, sólo que prefiere usar la apisonadora para no contar con todas las demás entregas que no le convienen, en vez de usarlas para su beneficio, como sí hace "Terminator Génesis", con bastante acierto, ojo. Mientras que ésta última utiliza el factor nostalgia para avanza, para evolucionar la trama, la nueva entrega con Linda Hamilton lo hace para desviarse, tomar otro camino y... fracasar. "Terminator: Destino Oscuro" no es una mala entrega de la franquicia, que no se me entienda mal, aunque, claro, regresando a las primeras líneas de esta reseña, está claro que la voy a defender sí o sí, pero se hace complicado, porque en mi opinión sí que estamos ante el filme más flojo de toda la saga, el que sale perdiendo ante los demás. Y es normal si pensamos que lo que hace es coger de aquí y de allá conceptos e ideas ya vistos en las anteriores películas para no hacer absolutamente nada con ellos más que permanecer estático, sin más. "Terminator: Las crónicas de Sarah Connor" y "Terminator Génesis" son los principales referentes de "Terminator: Destino Oscuro", y prefiero hablar de referentes para no hablar directamente de coger herramientas e incluso escenas casi calcadas de ambos productos para ofrecernos una ensalada difícil de tragar cuando llevas un rato pensando "¿pero esto no lo he visto ya?". Sin ir más lejos, por ejemplo, el terminator enemigo en esta ocasión vuelve a ser un modelo de endoesqueleto de metal recubierto por metal líquido, cuando parecía que era algo que ya habíamos dejado atrás gracias al modelo de "Terminator Génesis", ese terminator de terminators en el que se convertía John Connor, sin olvidar al Skynet funcional interpretado por Matt Smith (Morbius, La Casa del Dragón). 

El mortífero REV-9 


El tema no se queda ahí. Cuando acaba la película, sí que queda en el aire cierta aura de reinicio, como ocurre en "Terminator Génesis", sólo que habría que hablar también de remake, una posibilidad que llevaba años barajándose para la franquicia después de "Terminator Salvation". Es curioso como "Terminator Génesis" y "Terminator: Destino Oscuro" se acaban pareciendo tanto en esos detalles que muestran pizcas de reinicios como en los que exhiben el gusto o intento por rehacer la saga de una vez por todas, como si trataran de hacerlo sin atreverse del todo, aunque es verdad que a la cinta de 2015 le sale mejor la jugada, pues esos ingredientes de remake se enlazan estupendamente con el argumento principal, mientras que en este nuevo título todo parece más gratuito y pobre, como si los guionistas no se hubieran esforzado demasiado. Sin ir más lejos, durante la historia se nos descubre que Skynet ya no existe en el futuro, pero que ha sido sustituido por Legión, otra inteligencia artificial asesina, que también ha creado terminators (o algo similar), que también maneja los viajes temporales, que también ve amenazada su "vida" por la resistencia humana y que, por supuesto, también envía a un asesino cyborg al pasado para que acabe con la virgen María que supondrá su final. Es verdad que en este último aspecto de la producción hay cierto giro argumental, interesante, sí, pero que se ve venir de lejos al carecer de ciertos detalles que sí veíamos en la primera entrega original. "Terminator Génesis" trabaja sobre los acontecimientos que ya hemos vivido y disfrutado, en especial en "Terminator"; por el contrario, "Terminator: Destino Oscuro" pretende hacerlo mejor y sufre un retroceso que duele. ¡Incluso el T-800 que interpreta Schwarzenegger es una copia de guardián de Sarah Connor en "Terminator Génesis"! Envejecimiento incluido, ojo.

Visto lo visto, leído lo leído, ¿de qué va exactamente "Terminator: Destino Oscuro"? Para reafirmarse en su intención de pasar de todas las demás secuelas y centrarse en las creaciones de Cameron, el filme comienza con Sarah y John, tal cual los dejamos después de "Terminator 2: El juicio final", en una playa, disfrutando de la vida después de haber evitado el apocalipsis nuclear y la existencia de Skynet y los terminators. ¿O no? Parece que antes de desaparecer por completo, Skynet logró enviar al pasado a otro T-800 (sí, el modelo de Arnold) que pilla desprevenidos al hijo y a la madre, acabando con el primero de una vez por todas, para luego alejarse sin que Sarah pueda hacer nada. La acción nos sitúa más tarde décadas después, con otros dos viajeros del tiempo llegando a su pasado; uno, un terminator muy avanzado, conocido como REV-9, capaz de dividirse en dos; el otro, una soldado de la Resistencia que hará lo que sea para proteger a su objetivo. Sin embargo, todo es más complicado de lo que parece, y la trama se enreda aún más cuando aparece la mismísima Sarah Connor, quien lleva años recibiendo mensajes cifrados sobre agujeros temporales de parte de un desconocido que resulta ser el mismo T-800 que asesinó a John, el cual ha adquirido autoconciencia después de separarse durante tanto tiempo de Skynet, pudiendo incluso formar una familia y entender como nunca antes a los humanos. Todos deberán unirse para lograr que Dani Ramos sobreviva, sin saber bien qué papel juega exactamente en el futuro. ¿Es la nueva Sarah Connor? ¿O, en realidad, es la nueva John?

Una vez terminator, siempre terminator


En un vistazo rápido, "Terminator: Destino Oscuro" tiene bastante buena pinta. Y que no se me entienda mal, porque al verla la sigue teniendo, siendo poseedora de algunas de las mejores escenas de acción de la saga y de otras que están a la altura de las circunstancias, siendo, curiosamente, las menos interesantes aquellas que nos llevan a un futuro donde ya no existe Skynet, ni ninguno de los elementos que nos son familiares después de cinco entregas, una serie de dos temporadas y una miniserie de animación. Estamos ante una película que es un no parar de acción; desde el primer encuentro con el REV-9, que termina con la impactante aparición de Sarah Connor, hasta esa espectacular batalla final en la que todo el equipo se une para acabar con un terminator que parece más invencible que nunca, una batalla bastante larga y que contiene momentos tan geniales como el enfrentamiento en el avión militar. Por supuesto, es un filme repleto de efectos especiales y visuales, y en este caso seguimos la costumbre de los últimos años, con un CGI asombroso en algunos momentos y más pobre en otros, aunque siempre a buen nivel. Además, la ambientación y el tono más hispanos (o latinoamericanos, como se prefiera) le van como anillo al dedo, pues es algo que va enlazado a la franquicia desde la primera entrega, con esos minutos finales de una Sarah Connor embarazada pidiendo gasolina o todo el trasfondo que tienen ciertas partes de "Terminator 2: El juicio final". Hasta en eso han sido cuidadosos para que conste que "Terminator: Destino Oscuro" debería convertirse en la tercera entrega oficial de la franquicia, en vez de en la sexta. Pero no debería hacerlo si el coste es reciclar ideas hace tiempo dejadas atrás.

Antes he mencionado unos cuantos conceptos que se repiten en esta nueva cinta. Hay otros, claro, en ocasiones tan nimios que son casi imperceptibles (ciertos detalles de la batalla entre el REV-9 y el T-800, por ejemplo), pero uno de los más grandes es el secreto de Grace, la protectora de Dani llegada del futuro, interpretada por la carismática Mackenzie Davis (Black Mirror, Otra vuelta de tuerca). Llegados a cierto punto de la historia, y sin ser esto un spoiler, se nos descubre, aunque alcanzados esa parte ya lo podemos sospechar, que es una soldado mejorada cibernéticamente, es decir, tiene superfuerza, mayor resistencia y más velocidad, el camino que va el soldado humano convencional al terminator de Skynet (perdón, de Legión). Esto funciona bastante bien, sobre todo porque Grace no es invencible, y a veces, si se esfuerza demasiado o recibe más daño del que puede aguantar, se estropea. Sin embargo, ¿no hemos visto algo así? ¿Qué es el Marcus de "Terminator Salvation"? Sí, algo, muy, muy parecido, aunque se acerque más al terminator habitual. Y sí, en "Terminator: Las crónicas de Sarah Connor" también hallamos retazos de esta idea, una gran idea, que luce impresionante en un blockbuster de acción y ciencia ficción, pero que no deja de ser un reciclaje. Peor se pone la cosa cuando vamos conociendo a Grace en mayor profundidad, siendo un personaje tan exageradamente agresivo que resulta desagradable en más de una ocasión, como si los guionistas, al no saber cómo hacer un personaje femenino al estilo de Sarah Connor, se hubieran pasado de la raya, desequilibrando a una protectora que parece ver enemigos donde no los hay, y eso, en una saga donde en el bando de los buenos hemos tenido a Kyle Reese y al T-800 de "Terminator 2: El juicio final", duele, y mucho.

Grace, la guerrera mejorada


Y es que si nos adentramos en el terreno de los personajes, el tema chirría bastante, siendo la entrega donde más ocurre. Dani Ramos, interpretada por una sobreactuada Natalia Reyes (Queda la tarde, Chess), no sólo no tiene ningún carisma, sino que no hace nada para que le cojamos cariño o sintamos el asesinato de sus seres queridos, a los que el REV-9 va masacrando sin ningún esfuerzo. Ojo, porque tanto Grace como Dani son las supuestas verdaderas protagonistas del filme, quedando relegados el T-800 y Sarah Connor a meros comparsas y secundarios, más o menos bien usados, pero si las protagonistas no funcionan, porque sus personajes no funcionan, ¿qué nos queda? Tirar de la nostalgia que ofrecen los clásicos, aunque eso tampoco va bien, y menos con la que debería ser la estrella de la cinta, la recuperada Linda Hamilton, que a ratos parece cansada y sin saber exactamente qué hace en la historia más allá de regresar porque el T-800 tiene una cuenta que saldar con ella (redención). Se convierte en protectora y en mentora, sin que ninguno de los dos términos termine de cuajar al cien por cien, dando la sensación al terminar la producción de que, al contrario que Jamie Lee Curtis en las nuevas "Halloween", tendría que haberse mantenido apartada de la franquicia. Sin ir más lejos, las ideas alrededor de su personaje, ofrecidas en "Terminator Génesis", funcionan mejor y tenían mayor futuro que las que sobrevuelan a esta envejecida Sarah Connor. Una pena, pero, como decía anteriormente, no siempre lo que piden los fans van a funcionar como se espera. 

Eso sí. ¿Qué sería de un filme de "Terminator" sin la presencia de Schwarzenegger y la de un villano a la altura? Ambos son, sin duda, de lo mejorcito de la película, aunque con ciertos matices, porque también son personajes muy, muy mejorables. El T-800, insisto, sigue la línea del maduro/envejecido guardián de "Terminator Génesis", aunque todavía más humano, algo para lo que se da una explicación que a mí, personalmente, me ha convencido bastante poco, llegándonos a ofrecer más de un momento cómico bastante penoso. Y es que se lleva confundiendo lo de humanizar al terminator protector con el hecho de que haga chistes desde "Terminator 3: La rebelión de las máquinas", cuando deberían fijarse más en el perfecto T-800 de "Terminator 2: El juicio final"; por cierto, el concepto de que haya un terminator que mate a John Connor y luego se una al bando de los buenos también se exploró, precisamente, en la verdadera tercera entrega de la franquicia, con ese T-850 que era enviado al pasado después de asesinar a John en el futuro, al cual pudo acercarse por los recuerdos de la niñez que tenía por haber sido su protector un modelo similar. De ahí pasamos al REV-9, interpretado por un más que eficiente Gabriel Luna (Agentes de SHIELD, The Last of Us), ofreciéndonos un terminator que recicla mucho tanto del T-1000 como de la T-X, sobre todo esa mezcla de animal y robot, haciéndolo muy amenazador, lo cual es bastante importante en una entrega de esta franquicia, pues si no hay peligro real hacia los protagonistas o existe la sensación de que estos podrían fácilmente vencer al terminator de turno, la impresión de terror, de persecución y de acoso que debería transmitir, se pierde por completo. Aquí hay un momento en el que tienen que unirse los cuatro protagonistas contra el REV-9, así que imaginaos lo bien que cumple como terminator enemigo, aunque no pueda contarse entre los favoritos de la saga.

Terminator contra terminator, todo un clásico


Pasando a personajes más secundarios, me ha parecido tan curioso como simpático el gran peso que tienen en el filme los intérpretes españoles, aunque teniendo en cuenta que parte de la historia se ha rodado en nuestro país tampoco debería ser tan extraño. Por ejemplo, en la piel del padre de Dani, tenemos a Enrique Arce (El corazón del guerrero, Criminales a la vista), mientras que la "esposa" del T-800 (Carl) está interpretada por Alicia Borrachero (Isabel, Tiempos de guerra), sin olvidar la presencia de Tristán Ulloa (Los sin nombre, Lucía y el sexo). Qué queréis que os diga, pero gusta que nuestros actores y actrices tengan más proyección internacional que la de los típicos proyectos y personales, además de que gusta ver que no son los mismos de siempre una y otra vez, haciendo los mismos papeles una y otra vez. Si nos adentramos en otros aspectos del filme, encontramos una banda sonora más que correcta, sustentada principalmente en los acordes más conocidos de la franquicia, tan inolvidables como ya icónicos para el cine de acción y ciencia ficción, así como una dirección más que correcta de Tim Miller (Deadpool), quien tras el exitazo que tuvo con cierto Mercenario Bocazas tendría que haber tenido mejor suerte con una saga que nunca ha fallado de tal forma en taquilla. De verdad, una lástima que le haya tocado a él, porque tiene ideas, capacidad, talento y ritmo suficiente como para darnos otro nuevo taquillazo antes de que nos demos cuenta.

"Terminator: Destino Oscuro" se estrenó en el año 2019, tan sólo cuatro años después de "Terminator: Génesis", siendo la entrega de la saga lanzada con menos tiempo de diferencia desde la llegada de su predecesora. Mientras escribo esta reseña han pasado ya casi otros cuatro años, y no hay noticia alguna de que vayamos a tener una nueva "Terminator" pronto; ni siquiera se vislumbra en el horizonte. De llegar a tenerla, seguramente sea ya sin Arnold Schwarzenegger de por medio, y mucho menos con Linda Hamilton regresando una vez más, y dudo que James Cameron se atreva a volver, y menos después de unas declaraciones en las que entre unos y otros apuntaban los errores de la producción. Y es que tanto reciclar ha sido al final un tremendo error, sobre todo cuando llevas a cabo una historia que parece haber sido montada con una larga lista de escenas e ideas eliminadas de las anteriores. Pocos son los caminos que le quedan a la franquicia si se desea continuar con ella, claro, porque no es obligatorio que prosiga eternamente. ¿Quizás un remake de verdad, cambiando algunos detalles de la "Terminator" original? ¿Quizá volver a esos conceptos de "Terminator Génesis" que presentaban terminators tratando de acabar con los padres e incluso abuelos de Sarah Connor en épocas pasadas? ¿Quizá regresar el sendero de "Terminator Salvation"? ¿Por qué no una "Terminator Salvation" de una única entrega que sirva para cerrar la saga definitivamente? ¿Y una nueva serie que haga todo esto y más?

Por John


Sé que le doy a "Terminator: Destino Oscuro" una nota mejor de la que se merece. Sé que me dejo llevar por mi amor hacia la franquicia, ese amor subjetivo y, a veces, cegador del que ya os he hablado al comienzo de la presente reseña, y que también tengo por otras sagas. Pero ¿qué le voy a hacer? También soy alguien que, al final, se queda antes con las virtudes que con los defectos. Y sí, a ratos la película parece hecha sin verdaderas ganas, sus personajes chirrían en un momento u otro, su fracaso la ha convertido en una trilogía acabada al empezar y lo peor es que es una cesta de reciclaje repleta de ideas y conceptos desechados o ya vistos una y otra y otra vez con anterioridad. ¿Y? Es un gustazo friki poder ver de nuevo a Linda Hamilton con Arnold Schwarzenegger en un filme de "Terminator", es un disfrute ver al actor interpretar (¿por última vez?) al T-800, molan mucho sus escenas de acción, ese comienzo es de los más potentes de todas las entregas de la franquicia, el REV-9 es una gran amenaza que nos hace revivir la indefensión clásica de los protagonistas de cualquier título de "Terminator", tenemos la banda sonora con los acordes clásicos y, qué demonios, es difícil no emocionarse ante ese "por John" que sobrevuela todo el gran último acto. Quizá sea hora de que el T-800, Skynet y los Connor descansen una buena temporada, pero de lo que no cabe ninguna duda es de que, tarde o temprano, volverán. Estad seguros. Siempre vuelven.


Nota: 7,5/10


Novedades cinematográficas: El despertar de la posesión, la furia de Riddick, el Coco de Maine y mucho más

¡Muy buenas! De verdad que me resisto a los tópicos. Lo intento con fuerza, os lo prometo, pero es inevitable caer en ellos, sobre todo en ciertas circunstancias, así que allá va... ¡Cómo pasa el tiempo! Parece que fue ayer cuando tuvimos las últimas novedades cinematográficas en vuestra cueva favorita, pero, en realidad, llegaron hace un año. Ya sabéis que mientras me pongo al día con el blog, esta sección pasó de ser habitual a ser algo de un par de veces al año, para eventos especiales y para celebrar el año en cuestión que terminase. ¡Qué tiempos en los que las novedades cinematográficas eran semanales! Por supuesto, mi opinión es que debería encontrar un equilibrio, pero mientras llega tal equilibrio, aquí estamos, despidiendo el 2022 y dando la bienvenida al 2023 con mucho de lo que nos espera para los próximos doce meses. Imágenes, carteles, avances, rumores, confirmaciones, cancelaciones, pósters, tráilers, noticias... ¿Vamos a darle caña? ¿Sí? Pues ya sabéis lo que significa... ¡Al turrón!

Por supuesto, comenzamos con una buena ronda de avances. ¡Y menudos avances os traigo! Ya sabéis los habituales que el terror y los superhéroes (o los cómics, en general) son dos de los temas favoritos y predilectos de vuestra cueva favorita, así que empecemos con una pequeña gran dosis (perdón por el chiste malo) de Marvel Studios gracias al tráiler final en español de "Ant-Man y la Avispa: Quantumanía", la tercera entrega cinematográfica de las aventuras de nuestro querido Hombre Hormiga; ojito a esta nueva cinta de Scott Lang, porque no sólo da inicio a la Fase 5 de Marvel Studios, sino que nos deja preparado del todo el camino para la saga del multiverso y las dos siguientes secuelas de "Los Vengadores". Vamos con un poquito de terror mezclado con mucho cachondeo en el primer tráiler en nuestro idioma de "Renfield", proyecto que ha dado mucho de qué hablar incluso desde su propia concepción, pues nos sitúa nada más y nada menos que a Nicolas Cage (Con-Air, Mandy) como el mismísimo conde Drácula en un trama repleta de gore, comicidad, acción y, por supuesto, sustos, muchos sustos; ojo, que después de ver este avance yo, personalmente, le tengo muchas ganas, porque no me esperaba algo tan cañero. Mucho más terror, aunque algo más serio, en el avance de "Scream VI", que nos llega un año después del exitazo que supuso "Scream" (o "Scream 5", porque, al final, mucho reinicio, mucho reinicio, y ahí tenemos otra entrega numerada; a aguantarse), con un brutal cambio de escenario para la saga, pues nuestro nuevo y querido Ghostface se muda a Nueva York para continuar asesinando con el cine de terror como principal herramienta, junto a sus cuchillos y armas varias, claro. Nos ponemos en modo acción con una de las sorpresas del año en forma de primer tráiler en español para "Transformers: El despertar de las bestias", continuación de la popular y exitosa saga que llevó a cabo Michael Bay (Dos policías rebeldes, La isla), basada en los famosos robots alienígenas capaces de transformarse en cualquier vehículo y que se extendió durante cinco entregas y un spin-off hasta que se hizo necesario un breve descanso ahora roto con una nueva aventura que pretende romper récords de taquilla ahora con las bestias transformers acompañando a los protagonistas. Volvemos al terror con nuestro querido Stephen King (El pasillo de la muerte, Revival), quien nunca falta en nuestras novedades cinematográficas gracias a las distintas adaptaciones que se siguen haciendo de sus magistrales obras, ya sea para la pantalla grande o para la televisión, aunque de la que vamos a hablar no está nada claro, por más que parezca sorprendente que tengamos un tráiler que tiene muy buena pinta de una nueva entrega de "Los chicos del maíz", saga que, con esta nueva cinta, suma ya once títulos, que se dice pronto para lo que originalmente fue un relato del de Maine; cuidado, porque si el filme tiene al final tan buena pinta como parece, podríamos encontrarnos ante la mejor entrega de la saga desde la primera, así que crucemos los dedos. Nos vamos ahora a por videojuegos, porque el nuevo tráiler de "Super Mario Bros: La película" es oro puro, toda una carta de amor para el gamer, para el fan de los videojuegos de Mario y para la saga en sí; atentos a todos los guiños a los videojuegos y, en especial, a esos minutos finales con cierto... coche. Y más superhéroes, porque, al fin, nos ha llegado el nuevo avance de "Flash", el filme que será todo un punto y aparte para el universo DC cinematográfico; atentos, porque por el tráiler prácticamente tenemos un "Spider-Man: No way home", pero en modo DC, o mejor dicho, la adaptación más o menos fiel de la historia "Flashpoint", aunque sustituyendo a Superman por Supergirl y al Batman de Thomas Wayne por nada más y nada menos que el Batman de... ¡Michael Keaton (Caballero y asesino, Morbius)! Y de DC (ahora DC Studios si hablamos de su universo compartido; más información más adelante en esta misma entrada) pasamos de nuevo a Marvel, a Marvel Studios, con el tráiler final en español de la muy esperada "Guardianes de la Galaxia: Volumen 3", dirigida de nuevo por James Gunn (Super, El Pacificador), quien termina así su trilogía sobre los personajes y el viaje de muchos de ellos (no miro a nadie, Drax), dejando en el aire la continuidad del equipo, aunque yo apostaría a que más pronto que tarde veríamos a otros Guardianes de la Galaxia. Atentos a uno de los platos fuertes que os traigo, porque se trata del primer y brutal avance en español de "Posesión Infernal: El despertar", el siguiente paso en la saga "Evil Dead" (sí, habéis leído bien; no es una secuela del remake, aunque lo parezca) que pinta maravillosamente aterrador, y aunque me gustaría contaros mucho sobre él, prefiero dejarlo para el póster que os espera unos párrafos más adelante. Terminamos sin dejar el terror y regresando a Stephen King, porque el primer avance en nuestro idioma de "The Boogeyman: El Hombre del Saco", promete muchos sustos, bastante mal rollo y toneladas de noches durmiendo con la luz encendida; sin dar tampoco muchos detalles al respecto, me gustaría recordar que hablamos de la adaptación cinematográfica de "El Coco", uno de los mejores relatos del escritor, al menos en mi opinión, que se incluye en la potente antología "El umbral de la noche", a su vez uno de sus mejores libros. En cuanto a estrenos, tanto en Estados Unidos como en España parecía que "Avatar: El sentido del agua" seguiría comiéndose la tarta de la taquilla durante mucho, mucho tiempo, pero ha sido M. Night Shyamalan (El sexto sentido, El bosque), el maestro del suspense, quien le ha arrebatado el primer puesto con su soberbia "Llaman a la puerta". Bueno, no os molesto más, que estoy seguro de que tenéis ganas de novedades cinematográficas después de mucho tiempo sin ellas. Pasad y disfrutad.

-Acabo de prometer que os hablaría más de "Posesión Infernal: El despertar" y ¿qué mejor para ello que traeros también su primer póster en español? Impresionante, ¿verdad? ¡Y qué mal rollo da! ¿No os suena su tono de algo? Efectivamente. A pesar de que se ha dicho por activa y por pasiva que esta nueva entrega irá relacionada con la saga clásica, esto es, con "Posesión Infernal", "Terroríficamente muertos", "El ejército de las tinieblas" y "Ash vs. Evil Dead", el tono tanto del cartel como del avance parecen más los del fantástico remake de 2013, que se llegó a sugerir que era una secuela encubierta de los títulos originales. ¿Qué pensáis vosotros? ¿Hacemos apuestas sobre lo que nos encontramos al final? Ojo, que hay que recordar que la película iba a ser estrenada originalmente en HBO Max, en streaming, pero después de los buenos resultados de los pases de prueba se decidió que iría a los cines el próximo mes de abril de 2023. La mejor decisión posible, sin duda.

Vuelve el libro más mortífero de todos

-A pesar de las buenas críticas y la buena taquilla que tuvo "Riddick", la tercera entrega de las aventuras del personaje más popular de Vin Diesel (Diablo, Guardianes de la Galaxia), con permiso de Dominic Toretto, nada más se supo de la cuarta parte que cerraría la saga... hasta ahora. Diez años hemos tenido que esperar para que se confirme "Riddick: Furya", en la que el duro antihéroe regresará, al fin, a su hogar natal. Se habla de un estreno para 2024, así que habrá que estar atentos. ¿Qué decís? ¿Nos lo creemos? Porque parece que esta vez sí que van en serio.

-Como es costumbre, no hay tráiler nuevo sin nuevo póster, y con el primer avance de la inquietante "The Boogeyman: El Hombre del Saco" también nos ha llegado su primer cartel. Aprovecho para recordaros que este filme ha vivido algo parecido a lo de "Posesión Infernal: El despertar", que acabamos de comentar, es decir, en principio iba a tener un estreno exclusivo en streaming, pero los pases de prueba han sido tan buenos que, finalmente, llegará a los cines. Viendo el tráiler no me extraña, la verdad. Esto promete, y mucho.

Algo vive en tu armario

-El tráiler final de "Scream VI" también nos ha llegado con un póster que, personalmente, me ha gustado mucho, siendo de los mejores que he visto de una entrega de la saga, sobre todo a la hora de definir la película en cuestión, al mismo tiempo que hace algún que otro guiño a carteles de anteriores entregas. Atentos a lo curioso de esta nueva etapa de la saga, porque la anterior salió como "Scream", en vez de como "Scream 5", en una horrible forma de marketing que confundió a propios y extraños, para, después de comprobar su éxito, dar marcha atrás con la nueva entrega, que ha pasado a ser "Scream VI"; igual "Scream 2" hubiera quedado algo raro, ¿no? En fin... Hay que saber llamar las cosas por su nombre, y dejar las tonterías de recuelas (¿remake más secuela o secuela más reboot?) y derivados y saber qué es cada película por su contenido, por no hablar de esta clase de marketing absurdo que a veces hacen las productoras. Ahora nos comemos un "VI" como una casa en esta "Scream", teniendo así dos "Scream" sin numerar, la primera y... la quinta. Da para unas risas.

Bienvenidos a Nueva York

-Sorpresa de las gordas la que nos ha dado James Wan (Saw, Insidious) durante las entrevistas que ha estado dando por el estreno de "M3GAN", la nueva película de terror de Blumhouse Productions, de la que también es productor y guionista. Parece ser que hay planes para una cuarta entrega de "Expediente Warren", de nuevo con Patrick Wilson (Hard Candy, Aquaman) y Vera Farmiga (La huérfana, Ojo de Halcón), la cual será la última de esta saga en concreto, sin contar los diferentes spin-offs, claro está. Salvo a los protagonistas, todavía no se tiene a nadie más, ni en el reparto ni en la dirección, aunque se sopesa el año 2025 para su estreno. Toca aplaudir. ¡Qué ganas!

-Parece ser que el mundo de "The Walking Dead" va echando el cierre. Es cierto que se tiene pensado más de un spin-off sobre algunos de sus personajes más míticos, pero también es verdad que hace meses que se terminó la serie principal, y ahora es el turno de ponerle también fin a su primer spin-off, la popular "Fear the Walking Dead", que empezó muy dubitativa pero ha ido ganando adeptos a base de esfuerzo, trabajo y calidad ascendente. Se ha anunciado que su octava temporada será la última, a estrenarse en dos bloques separados durante el próximo 2023. Habrá que ir preparándose para una nueva despedida zombi.

-Regresamos a Stephen King, pero no a su faceta más conocida y querida, la del maestro del terror, sino a una que va ganando puntos conforme pasan los años, porque está siendo en la que más se centra: la de autor de thriller y suspense. Y es que parece que la adaptación de "Billy Summers", uno de sus últimos trabajos, sigue adelante con novedades bastante interesantes. En principio iba a ser una serie, pero ahora, en realidad, será una película, a estrenarse en 2024 y con J. J. Abrams (Perdidos, Star Trek) y Leonardo DiCaprio (Titanic, Django desencadenado) como productores. Ojo, que ya se empieza a rumorear que igual el actor se hace con el papel principal. ¿DiCaprio como protagonista de una adaptación de una obra del de Maine? ¿Dónde hay que firmar?

-"Renfield", que ha sorprendido a propios y extraños con su primer y divertido tráiler, también consigue nuevo póster, que sigue con la línea presentada tanto por el avance como por el primer cartel que tuvimos. Hay que reconocer que eso de ver a Nicolas Cage como Drácula tiene su morbo, ¿verdad? Mucho cachondeo con los vaivenes de la carrera del actor, pero hay que reconocer que no se está quieto y siempre es capaz de sorprender con sus elecciones interpretativas. ¡Qué de películas interesantes está haciendo! Muy fan de Cage, la verdad.

Un auténtico jefe chupasangre

-¡El turno de los superhéroes! Aquí tenéis el póster final de "Ant-Man y la Avispa: Quantumanía", que promete ser todo un antes y un después en el universo de Marvel Studios, y no sólo porque sea el inicio de la muy potente Fase 5, sino porque es aquí donde de verdad empieza la saga del multiverso tras prólogos tan interesantes como los de "Spider-Man: No way home", "Doctor Strange en el multiverso de la locura" y, sobre todo, la primera temporada de "Loki", que ya nos presentaba a un primer Kang de infinitos, uno de ellos el villano de esta nueva aventura del Hombre Hormiga. ¿Tendremos aquí al villano que haga sombra al mismísimo Thanos?

Pequeño gran héroe

-¿De verdad hay en marcha una película de "Dead Space", el brutal videojuego de terror del que ya tenemos un remake en marcha que se está llevando buenas críticas por todas partes? Pues podría ser que después de tantos años tratando de sacar adelante el proyecto, ahora que los videojuegos están recibiendo tantas buenas adaptaciones, cinematográficas y televisivas, que parece que están viviendo lo mismo que los cómics, o podrían estar cerca de vivirlo, claro. La gracia es que ha sido el gran John Carpenter (Halloween, Vampiros) quien ha podido dejar caer que así podría ser, pues en una entrevista ha recordado lo fan que es de los videojuegos, lo que le encanta la saga "Dead Space" y lo que le gustaría hacer una película basada en ella. De inmediato, ya se confirmaba que sería él el director, a lo que contestaba que los encargados del filme ya tenían a un realizador contratado. ¿Ha sido su manera de confirmar que la cinta está en camino... sin darse cuenta de ello? ¡Ojalá!

-¿Hay alguien que de verdad diera por terminada la saga de "La Purga"? A pesar de que sus realizadores afirmaran una y otra vez que todo se acababa con "La Purga: Infinita", la quinta entrega de la saga, parece que no es así, incluso cuando tuvimos dos temporadas de su serie, porque todo indica que tendremos una sexta y, esta vez sí, última entrega (¿nos lo creemos?). Y para terminar por todo lo alto quieren hacerlo con el genial personaje de Leo, esa especie de Punisher que conocimos en la segunda parte y que era prácticamente el protagonista también de la tercera, brutalmente interpretado por el carismático Frank Grillo (Prison Break, Capitán América: El Soldado de Invierno). Parece que Leo vuelve, algo confirmado incluso por el propio Grillo, pues se había dejado bastante de lado a un personaje que se estaba convirtiendo en recurrente en una saga donde cada entrega iba por su propio camino, solamente con la noche de la Purga como escenario principal. No sé qué pensaréis vosotros, pero si va a ser con Leo Barnes, digo sí a esta nueva Purga.

-Otro que vuelve es Will Smith (Men In Black, Wild Wild West) para ser leyenda. Así es, el rumor, que no era un rumor, se ha convertido en algo real: se prepara oficialmente "Soy leyenda 2". ¡Nada más y nada menos que con Smith y el gran Michael B. Jordan (Cuatro Fantásticos, Cuestión de justicia)! Pero, a ver, a ver, si el personaje de Smith moría al final de la primera entrega. ¿Va a volver como uno de los vampiros del filme? ¿Como una alucinación? ¿Flashbacks? No, no. ¡Va a regresar como el mismo personaje, aunque unos años más madurito! ¿Cómo? Y es que para esta hacer realidad esta secuela se va a tomar un camino nada común en estos casos, y es el de los finales alternativos. Si recordamos el final alternativo, muy fácil de encontrar en internet y más todavía si tenemos alguna de las ediciones domésticas de la cinta, en él el personaje de Smith compartía destino (con bastantes matices) con el de la novela original en la que se basa la producción, es decir, se daba cuenta de que él era una especie de leyenda terrorífica para los nuevos habitantes de la Tierra, esa especie de extraños infectados, pero quedando vivo en este caso (se cambia bastante el concepto de "ser leyenda" que se daba en el final que tuvimos, donde se convierte en leyenda porque es el salvador de la humanidad). Supongo que añadirán el final alternativo en el filme de alguna manera, porque si no va a ser un poco lío, y ya lo es. Curiosa vuelta de tuerca y decisión para poder traer a Smith de vuelta. ¿Quizá para que el proyecto no sea una nueva "Independence Day: Contraataque"?

-Nos pasamos a los videojuegos con este cartel tan, tan chulo de "The Last of Us", la serie que me lleva a preguntarme, y esta vez de verdad, si ahora sí el mundo gamer va a verse en los cines y en la televisión con el poderío y la ambición de las adaptaciones de cómics. Y es que estamos viviendo una época en la que los productos de calidad van ganando en cantidad a los más flojos, cuando anteriormente siempre había estado la cosa más reñida, sobre todo desde los 90, cuando empezaron a popularizarse las adaptaciones de videojuegos. La nueva "Mortal Kombat", las dos entregas de "Sonic", las series de "Castlevania" y "Halo", el filme de "Uncharted"... ¿De verdad estará cambiando la cosa? Me da que "The Last of Us" será decisiva para ello.

¿Quién quedará al final?

-Volvemos al cine de terror con una de las secuelas más esperadas de los últimos años, cuya confirmación nos ha pillado a muchos por sorpresa, y más teniendo en cuenta su sinopsis oficial, a pesar de que los secretos y los misterios la rodeen. Hablo de... ¡"Saw X"! Sí, la décima entrega de una de las sagas más rentables del cine de terror (puede que la más rentable) ya es una realidad que se está rodando. ¿Su argumento principal? Parece que transcurrirá entre "Saw" y "Saw II", por lo que será bastante complicado clasificarla (¿secuela? ¿Precuela?), centrándose por completo en el personaje de John Kramer, nuestro querido Puzzle/Jigsaw interpretado por el carismático e inquietante Tobin Bell (The Flash, The Call). Ojo, que regresa después de aquel interesante experimento que es "Spiral: Saw", la única entrega de la saga en la que no participó en persona, aunque sí que vemos varios fotos de él durante la investigación llevada a cabo por los protagonistas. ¡Ah! Y cómo olvidar que no es el único nombre conocido de la franquicia que regresa para esta décima entrega. ¡También vuelven nuestra admirada Shawnee Smith (Una broma peligrosa, El resplandor) y el brutal Costas Mandylor (Lazarus, Numbers)! ¡Que no pare la fiesta! ¿Será este regreso a los orígenes la traca final para la saga?

"Paco, ¿quieres jugar a un juego?"

-Seguimos con sagas que vuelven, aunque la que ahora nos ocupa sólo llegó a trilogía, y con solamente las dos primeras entregas como las verdaderamente populares. Hablo de "Sé lo que hicisteis el último verano", basada en una novela de terror y suspense y que, precisamente, tuvo el pasado 2021 una horrible serie que no había por donde cogerla, de las peores series que he visto en mi vida y que no me extraña que no pasara de la primera temporada. El caso es que se está preparando un regreso a lo "La noche de Halloween" con las dos primeras "Sé lo que hicisteis el último verano", con nada más y nada menos que Jennifer Love Hewitt (Entre fantasmas, Las seductoras) y Freddie Prinze Jr. (Esta chica me pone, Navidad contigo) volviendo como sus personajes protagonistas. No sé qué pensaréis del proyecto, pero a mí me da mucha, mucha curiosidad.

-¡Más regresos! Y toca ahora otro al que le tenía muchas ganas. ¡Hellboy vuelve al cine! Contemos con que el personaje, dejando de lado sus filmes de animación, ha tenido dos exitosas adaptaciones dirigidas por el maravilloso Guillermo del Toro (Mimic, La forma del agua), exitosas aunque no lo bastante, en especial la segunda entrega, para poder terminar su trilogía, uno de los mayores crímenes que ha dado el cine blockbuster de cómic. 2019 puso fin al sueño de que se pudiera finalizar esa trilogía con una nueva adaptación, una "Hellboy" más basada en los cómics, más sangrienta, más salvaje y más gore que fue un verdadero fracaso en taquilla. Lo que quedaba era otra nueva adaptación, y es la que se acaba de anunciar con estreno previsto para 2024. Todavía no se sabe quién sustituirá a Ron Perlman (Monster Hunter, No hay santos) y a David Harbour (Stranger Things, Viuda Negra) como el nuevo Hellboy, pero sí que tenemos al director. Nada más y nada menos que Brian Taylor (Gamer, Mamá y papá), realizador con un estilo tan marcado como agresivo y gamberro, que ya ha tocado el género de superhéroes sobrenaturales con la segunda parte de las aventuras cinematográficas del Motorista Fantasma de Nicolas Cage y que tendrá la historia de "The Crooked Man" como principal trama para el futuro nuevo Hellboy. ¿Qué os parece?

-No nos alejamos de los cómics para dar una de las noticias del año. ¡Nace DC Studios! Sí, si suena como Marvel Studios es porque el objetivo es el mismo, además del hecho de reiniciar el universo cinematográfico (y televisivo) que Warner y DC llevan creando en continuidad desde 2013, con el estreno de "El Hombre de Acero", y que tantos altibajos, buenas y malas decisiones ha tenido, como si en vez de preocuparse en hacer las cosas bien sólo estuvieran observando lo que hace Marvel, corriendo, sin demasiada planificación, para copiarla. Parece que eso va a cambiar ahora, con el personalísimo James Gunn a la cabeza de tan enorme proyecto. Como bien sabéis, hemos tenido multitud de cancelaciones, sobre todo en el entorno de las series, y la noticia de que en el 2023 veremos las últimas películas del ya llamado antiguo universo cinematográfico de DC: "¡Shazam! La furia de los dioses", "Flash" y "Blue Beetle". A partir de ahí, y teniendo en cuenta los acontecimientos de "Flash", el 2024 nos traerá el universo de DC Studios, con nuevas series y películas que irán interconectándose como, sí, Marvel Studios. ¿Y cuáles serán los primeros títulos? ¿De qué van los primeros proyectos? El anuncio es que esto no irá de fases, como Marvel Studios, sino de capítulos, por lo que los próximos años serán los del "Capítulo 1: Dioses y monstruos", y sí, esos capítulos llevarán su propio título, muy indicado en este caso, pues en los cómics los personajes de DC son muchas veces vistos como dioses más que como los dioses con pies de barro de Marvel, junto a los monstruos sobrenaturales que pululan por su universo y que parece Gunn usará bastante. Diez son los proyectos que contendrá "Dioses y monstruos"; los cinematográficos serán "Superman: Legacy" (supondrá el verdadero inicio del nuevo universo DC), "Batman: The Brave and the Bold" (Batman y el Robin de Damian Wayne, su hijo, hacen equipo), "Supergirl: Woman of Tomorrow" (las propias aventuras de la prima de Superman), "The Authority" ("The Boys" antes de "The Boys"), "La Cosa del Pantano" (la más oscura de todas, con un personaje sobrenatural que ejemplifica el universo Dark de DC y que viene de tener dos películas y dos series de televisión); por otro lado, los televisivos serán "Paradise Lost" (serie centrada en la isla de las amazonas de Wonder Woman), "Lanterns" (serie detectivesca con los Green Lanterns como personajes principales), "Booster Gold" (serie sobre el héroe del futuro que llega a nuestro tiempo para fingir ser el mejor superhéroe del mundo), "Waller" (la continuación de "El Pacificador"... o más o menos, porque también se deja caer que veremos una segunda temporada de ésta) y "Creature Commandos" (serie animada que tendrá a unos protagonistas monstruosos y sobrenaturales unidos contra amenazas terroristas). ¿Qué pensáis sobre este nuevo capítulo de DC en el audiovisual? Dejando de lado cancelaciones injustas y dolorosas o que hayan decidido cortar por lo sano con lo que teníamos hasta el momento y que, según muchos (me incluyo), todavía podía arreglarse. ¿Os llama esto de los capítulos? ¿Os llaman estos proyectos? ¿Os llaman las intenciones de James Gunn, un tipo que lleva años confirmando que sabe lo que se hace? Por mi parte, sí que tienen un gran voto de confianza. Espero que cumplan, porque, a priori, muchos de los títulos ofrecidos son la mar de interesantes. ¿Veremos, al fin, el universo DC cohesionado en el cine y la televisión que nos merecemos desde hace tanto tiempo? Crucemos los dedos para que así sea.

-Seguimos con los cómics. Continuamos con James Gunn. Eso sí, nos vamos a Marvel, precisamente, para traeros el nuevo póster del último trabajo del director para la Casa de las Ideas. Aquí tenéis el cartel de "Guardianes de la Galaxia: Volumen 3", bastante evocador y repleto de referencias. Por cierto, ¿qué apuestas tenéis en cuanto a esta tercera entrega? Porque yo pienso que o Mapache Cohete o Drax van a caer en combate (precisamente, el actor de Drax ya ha comentado varias veces que será la última vez que se ponga en su piel, así que o habrá un nuevo casting o...). Ojo, porque que el Warlock de Will Poulter (El corredor del laberinto, Midsommar) se unirá al grupo al final ni cotiza, vamos.

Un último baile para salvar la galaxia

-Vamos terminando tal cual empezamos, es decir, en Maine, porque toca recordar que el pedazo de proyecto del que ahí os dejo el primer póster no sólo sigue en pie, sino que dentro de poco comenzará su rodaje con un estreno previsto en HBO Max para 2024. Os hablo de la esperada "Welcome to Derry", serie de televisión que servirá de precuela a las dos entregas de "It" de Andy Muschietti (Mamá, Flash), aunque todavía no se tienen muchos más datos de ella, a excepción de que comenzará en los años 60 y que contará con muchas de las escenas de la novela original que involucran a Eso y que no han sido llevadas aún al cine y a la televisión. ¡Qué ganas!

¿Preparados para flotar una vez más?

¡Y fin! Menudo repaso hemos dado, ¿verdad? ¡Y menudo 2022! Eso sí, hay que reconocer que el 2021 dio más de sí por eso de que el 2020 prácticamente nació muerto. Qué gusto da comprobar que volvemos a la normalidad cinematográfica, tanto en noticias como en estrenos, salas, industria, rodajes... Creo que, en todos esos sentidos, este año que ya se nos va ha sido tremendamente decisivo, habiendo sido el 2021 el de la recuperación, el de la puesta al día, el de la actualización cinematográfica. Y, cuidado, porque el 2023 tiene pinta de ser un año repleto de cine espectacular, fantástico, maravilloso, divertido, impresionante, asombroso y entretenido. Buen cine, vamos. Porque, después de todo, si estas novedades son una pequeña muestra de lo que nos espera, no puedo esperar a teneros por aquí dentro de un año para hacer un repaso del 2023 y hablar ya del 2024. ¡Ansioso que es uno! Sin embargo, mientras pasa eso, id al cine, ved series, disfrutad del séptimo arte en casa. ¡Y terminad bien el 2022! Y comenzad de lujo el 2023. Pero, sobre todo, sed felices. Eso siempre.