martes, 19 de noviembre de 2013

Reseñas cinematográficas: Grand Piano


Ficha Técnica

Título original: Grand Piano
Director: Eugenio Mira
Intérpretes: Elijah Wood, John Cusack, Alex Winter, Kerry Bishé, Don McManus, Allen Leech, Tamsin Egerton, Dee Wallace.
Guión: Damien Chazelle
Música: Víctor Reyes
Género: Suspense
Nacionalidad: España
Duración: 90 minutos
Año: 2013


Sinopsis:
Tom Selznick es conocido por ser el pianista más joven y con más talento de su generación. Todo parece irle bien hasta que, una noche, al piano, sufre un ataque de pánico que le empuja a abandonar los escenarios y a vivir a la sombra de su mujer, una actriz famosa. Cinco años después, Tom parece estar dispuesto a retomar su carrera gracias a los ánimos de su amada esposa. La noche parece perfecta para comenzar de nuevo a pesar de las bromas de unos pocos que todavía recuerdan el fracaso de Tom. Pese a ello, tiene el apoyo de sus más allegados. Se sienta frente al piano, se dispone a repasar las partituras mientras la música de la orquesta comienza y, entonces, descubre un mensaje: "Si fallas una nota, estás muerto". Comienza el juego.


Reseña:
A estas alturas no creo que haga falta explicar la larga lista de prejuicios que existe sobre el cine español, especialmente en nuestro país, por los propios espectadores españoles, aunque nunca está de más el hecho de recordarlo, puesto que a veces a algunos se les olvida, especialmente a la industria del cine español y, sobre todo, a sus actores y actrices. Y es que, parece que a estos les encanta reírse del cine de fuera, sobre todo del que nos llega de Estados Unidos; que si explosiones, que si acción descerebrada, que si filmes con el único aliciente de los efectos especiales, que si comedias estúpidas y groseras... Como si aquí sólo hiciéramos películas de arte y ensayo, ¿verdad? Pues va a ser que no, como diría el sabio.

Curiosamente, si el cine español tiene tan mala fama es porque se la ha ganado a pulso. Puede que el cine de Estados Unidos tenga sus defectos, claro (¿cuál no los tiene?) pero que precisamente seamos "nosotros" quienes fijemos los ojos en dichos defectos, tiene guasa. Porque "nosotros" no nos libramos precisamente, sobre todo si hablamos de repetición de argumentos en las películas realizadas en nuestro país. Sí, señoras y señores, una de las mayores lacras que sufre el cine español es simple y llanamente que siempre estamos haciendo lo mismo, una y otra y otra vez. Si al menos dejásemos un poco de espacio para otro tipo de historias, la cosa no sería tan grave, pero ni siquiera eso, pues parece que queramos saturar el mercado con lo mismo, sin dar ninguna oportunidad a propuestas diferentes.

Elijah Wood es Tom Selznick... y está metido en un buen lío


¿Y a qué tipo de cine me refiero con más de lo mismo? Pues, aunque suene a tópico, a filmes sobre la Guerra Civil y sobre denuncia social. Mucho drama, mucha comedia que se convierte en drama, y más drama. Eso es el 95% del cine español, donde también se pueden incluir películas donde deben aparecer tetas sí o sí, o "joyas" como "Mentiras y gordas", filmes que demuestran que los americanos no van a ninguna parte con "American Pie" o las películas de Ben Stiller (Zoolander, Un loco a domicilio), Adam Sandler (Jack y su gemela, Little Nicky) y Will Ferrell (Pasado de vueltas, Hermanos por pelotas) entre muchos otros. Y eso que no he contado las cuatro entregas de José Luis Torrente, que en este caso yo mismo disfruto, pero no podemos ser tan hipócritas como para criticar lo de fuera y luego dar luz a personajes cómicos como este. O una cosa o la otra, pero no critiquemos la cocina del vecino cuando nuestro cuarto de baño es el escenario de una reunión de cucarachas.

Hasta tal punto llega este monopolio, que muchos cineastas que se quieren dedicar a hacer buenas películas, tanto de terror, como de suspense o fantásticas, se tiene que buscar las habichuelas fuera de nuestras fronteras. Es el caso por ejemplo de Juan Carlos Fresnadillo (Intacto, Intruders), que al menos volvió con la cinta de miedo y suspense protagonizada por Clive Owen (El caso Bourne, Sin City); o el caso también de Jaume Collet-Serra (La casa de cera, Sin identidad) que sí que se ha quedado fuera. Da bastante pena comprobar cómo fuera de España se valora más el talento de directores capaces de hacer otro tipo de películas, que aquí dentro, donde si no va de la Guerra Civil, de historias de barrio, o comedias flojuchas, no tiene sentido hacer cine. Aunque siempre hay agradables excepciones, claro está.

Afortunadamente, hay un pequeño tanto por ciento de películas rodadas en España que se centran en el suspense, la acción, el terror y el fantástico, dirigidas por realizadores que están muy lejos de interesarse por los temas que siempre se dan en la industria de este país, aunque alguna que otra vez hayan caído de forma más o menos sutil en sus redes. Ahí están Alex de la Iglesia (El día de la bestia, Crimen ferpecto), Alejandro Amenabar (Tesis, Los otros) y Jaume Balagueró (Los sin nombre, Darkness) entre muchos otros, directores capaces de realizar películas interesantes en nuestro país, sin necesidad de acudir a los tópicos y clichés de siempre, y con una factura que envidian muchos filmes americanos. Aunque películas de este tipo siguen siendo minoritaria, el camino que se van abriendo es cada vez más grande, por lo que a día de hoy, poco sorprende que aparezcan productos como "Grand Piano" en nuestro país. Ojo, sorprende poco, pero sigue sorprendiendo, que es lo grave, puesto que debería ser la norma, no la excepción.

El público no es a lo único que tendrá miedo el protagonista


"Grand Piano" es una de esas películas de calidad con factura americana rodadas en nuestro país, con un elenco de actores extranjeros y dirigida por un director español, en este caso, Eugenio Mira (Agnosia) quien, curiosamente, ya realizó un experimento parecido con la interesante "The Birthday". Tal es su implicación norteamericana que prácticamente se podría considerar como una co-producción. Además, el cartel anuncia que cuenta con los productores de "Buried", el éxito español protagonizado por Ryan Reynolds (Green Lantern, El invitado) y dirigido precisamente por el español Rodrigo Cortés, realizador también de la estupenda "Luces rojas", de nuevo otro filme muy americano pero hecho en nuestro país, otro filme que nada tiene que ver con treintañeros haciendo de adolescentes que consumen drogas y se tiran cualquier cosa que se mueva, o con la eternamente cinematográfica Guerra Civil. 

A modo de apunte curioso, en "Grand Piano" nos encontramos de protagonista a Elijah Wood (El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo, Sin City) gran actor que ya hizo sus pinitos con un director español en la visible "Los crímenes de Oxford" y que parece que le ha gustado tanto nuestro país como para participar en una tercera película española, esta vez la "Open Windows" de Nacho Vigalondo (Los cronocrímenes). Un actor extranjero, un gran actor extranjero (qué puedo decir, siento debilidad por Wood, y nos ha dado a todos motivos de sobra para ello) que apuesta por nuestras producciones de calidad, y no es el único, aunque muchos otros lo hagan cuando los filmes se realizan fuera. Ahora mismo está el caso de Liam Nesson (Darkman, El equipo A) con el ya mencionado Jaume Collet-Serra.

Apuntes curiosos aparte, ¿de qué trata "Grand Piano"? Estamos, por encima de todo, ante una película de suspense muy bien llevada, con un aroma a lo Alfred Hitchcock (Los pájaros, Psicosis) que sobrevuela todo el metraje, bastante ajustado por cierto, y que nos deja con un filme con una ambientación portentosa, una factura de calidad, unos actores que llenan la pantalla y, sobre todo, un desarrollo de la historia que provoca que el espectador se coma las uñas hasta los codos. Lo que nos da "Grand Piano" es buen cine, una nueva muestra de que sin reinventar la rueda (ni falta que hace) y usando notablemente los elementos que posee, un director puede llevarnos hasta una sala de cine y ofrecernos hora y media de buen suspense que nos obligará a no quitar los ojos de la pantalla en ningún momento.

Cada escena será más tensa que la anterior


La historia de "Grand Piano" no es nada del otro mundo. Como ya he comentado, la originalidad del filme no es precisamente su fuerte; es más, recuerda y mucho a "Última llamada", ese magnifico filme de Joel Schumacher (Jóvenes ocultos, Batman Forever) donde Colin Farrell (Daredevil, Cómo acabar con tu jefe) lo pasaba realmente mal en una cabina telefónica a causa de un psicópata que le apuntaba con un rifle de precisión. Precisamente, esa película ya se parecía bastante al corto español de terror bastante famoso conocido como "La cabina". Salvando las diferencias entre "Última llamada" y "Grand Piano", las similitudes son evidentes. Pero no es originalidad lo que busca el filme de Eugenio Mira, sino atrapar al espectador, meterle en la piel del protagonista, que sienta su angustia y, sobre todo, mantener el suspense in crescendo, como si fuese un concierto de piano que aumenta su ritmo a cada minuto que pasa. Como siempre digo, la originalidad está bastante sobrevalorada, e igual que hay mucha mierda original, hay muchas joyas que no son para nada originales. "Grand Piano" es una de ellas.

La película se centra en Tom Selznick, interpretado por Elijah Wood, una especie de joven pianista superdotado que, un buen día, durante un concierto, falla de forma estrepitosa, consiguiendo en vez de la ovación del público un terrible pánico escénico que lo mantiene lejos de los conciertos. Cinco años después, espoleado por su amada esposa, que es una famosa actriz de cine, y un amigo amante de su música, decide volver a los escenarios en lo que se convierte en todo un acontecimiento, tanto para aquellos que desean verle fallar de nuevo, como para los que sólo quieren disfrutar de su grandioso talento. Pese a los nervios, Tom parece suficientemente preparado como para regresar, hasta que entre las partituras, y en mitad del concierto, encuentra una nota bastante macabra que afirma que si falla una sola nota, lo matará. Ese será el comienzo de un siniestro juego con un psicópata que no sólo le amenaza a él, sino también  a su esposa.

La esposa de Tom, la principal causa de su regreso a los escenarios


Como veis los que hayáis visto "Última llamada", en principio no hay muchas diferencias... pero en realidad sí que las hay, más allá de las obvias. Tranquilos que no voy a soltar spoilers, pero aquí no estamos ante un psicópata como el del filme de Schumacher. En este caso, el psicópata, interpretado notablemente por John Cusack (Con-Air, 1408) otro de esos actores que llena la pantalla sólo con su presencia, quizá tenga más motivos para encararse con el protagonista que los que tenía el personaje interpretado por Kiefer Sutherland (24, Reflejos) en "Última llamada". No diré nada más acerca de este personaje y sus razones, puesto que forman parte del quid de la película, de la gran gracia que tiene el filme, aunque el trailer ya nos haya estropeado parte de ella al mostrar al personaje en pantalla, cuando ni siquiera deberíamos saber su aspecto hasta el final del filme, tal y como está desarrollado. De todos modos, os puedo asegurar que sus motivos son lógicos y coherentes con lo que se nos cuenta en el filme, así que, en ese aspecto, "Grand Piano" acierta de pleno.

Esto me lleva a alabar el guión de la película, que es digno de mención. No sólo utiliza sabiamente las limitadas herramientas de las que dispone, sino que además desarrolla la historia de manera magistral, sin que haya altibajos, ni descanso de ningún tipo, siendo toda una montaña rusa de sensaciones donde pasamos de encontrarnos mal con el protagonista a disfrutar de algún modo de los peores momentos que vive encima del escenario, y no sólo por el miedo a fallar una nota. Hay que reconocer que el guión lo hila todo muy bien, y eso que nos encontramos ante una película de escenario muy limitado; sí, el protagonista al final se mueve más de lo que parece, y hay un par de escenas algo forzadas y cogidas por los pelos, pero tengamos en cuenta que el grueso del filme transcurre en un escenario, mientras se lleva a cabo un concierto en el que el protagonista principal toca un piano y todos los ojos están puestos en él. Bravo por el guionista, pero también bravo por el director.

El piano, otro personaje más


Eugenio Mira logra su mejor trabajo, y eso que "The Birthday" era bastante resultona, pero "Agnosia" fallaba bastante, a pesar de que su propuesta era bastante interesante. En "Grand Piano" el director demuestra todo lo que ha aprendido, demuestra que ha aprendido tanto de los errores como de los aciertos. Sólo hay que ver las escenas en las que el protagonista toca, desbocado, el piano, o la larga lista de momentos de suspense que contiene el filme, todos bastante bien llevados, aunque alguno que otro algo predecible, quizá demasiado a pesar de no pedir originalidad a la película. Otro campo a destacar en este caso es la banda sonora de Víctor Reyes, realmente magnifica, y que acompaña a todo el suspense de la historia de forma casi perfecta. En un filme donde el piano en concreto, y la música en general son protagonistas, no esperaba menos de la banda sonora, y da lo que promete, un sobresaliente como una casa.

En cuanto a los actores y actrices y sus personajes, entramos en un terreno complicado, especialmente por el hecho de que tenemos un filme con pocos actores y actrices en quienes centrarnos (no faltan los extras, claro). Los protagonistas son dos, aunque la historia, como es evidente, se centra sobre todo en uno, en Tom Selznick interpretado por Wood, quien nos ofrece un personaje notable, repleto de inseguridades y miedos que llegan al actor, aunque también lleno de un talento impresionante para tocar el piano, un talento que lo hace único hasta sus últimas consecuencias. De ahí que el plantel de secundarios sea minúsculo, y donde destacan especialmente tres: el socio del psicópata, el amigo que sostiene a Tom en los momentos más dificiles del concierto y la esposa de Tom. Interpretados respectivamente por Alex Winter (Jóvenes ocultos, Bones), el habitual en series Don McManus (Dexter, Sobrenatural) y la hipnótica Kerry Bishé (Red State, Argo). Pese a que hay unos pocos más de secundarios por ahí, ellos son los más importantes y los que destacan por encima del resto. Además, cada uno tiene su momento, todos verdaderamente importantes para la historia que se nos cuenta. ¡Ah! No me gustaría dejar de lado a los personajes del filme sin mencionar a ese piano que toca el protagonista y al que todo convierte en un personaje más, desde el trabajado guión, hasta la banda sonora, pasando por los planos y el resto de los personajes.

Don McManus es Reisinger, buen amigo de Tom


En resumen, "Grand Piano" es una de esas películas españolas que demuestran que no todo está perdido en nuestro país, y que todavía hay esperanzas de encontrar buen cine que no tenga que ver con la Guerra Civil, los dramas sociales o las comedias flojas que, encima, se terminan convirtiendo en dramas bastante sosos. Un thriller, una película de suspense intensa, con una ambientación genial y un guión para quitarse el sombrero. Eso sin olvidanos de la mgistral dirección de Eugenio Mira, o el magnifico trabajo de Elijah Wood y, en menor medida, aunque no demasiado menor, John Cusack, una elección perfecta para el papel de villano de la historia. Tiene sus defectos, claro, con algunas escenas demasiado, demasiado predecibles y otras a las que se les podría haber sacado mucho mayor provecho, pero sus virtudes hacen trizas dichos defectos de manera absoluta. Un gran ejemplo de que el cine sigue siendo grande.


Nota: 7,5/10


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