Ficha Técnica
Título original: Insidious: Chapter 3
Director: Leigh Whannell
Intérpretes: Dermot Mulroney, Lin Shaye, Stefanie Scott, Leigh Whannell, Angus Sampson, Steve Coulter, Tate Berney, Hayley Kiyoko, Michael Reid MacKay, Ele Keats, Ashton Moio, Tom Fitzpatrick, Corbett Tuck, Jeris Poindexter, Adrian Sparks, James Wan, Joseph Bishara.
Guión: Leigh Whannell
Música: Joseph Bishara
Género: Terror
Nacionalidad: Estados Unidos
Duración: 97 minutos
Año: 2015
Sinopsis:
Los Lambert ya están a salvo, pero mucho antes de encontrarse con los peligros que azotaban las vidas de los componentes de esta familia, Elise Rainier ya era una reputada médium que se ponía en contacto con los muertos para ayudar a personas desesperadas. Sin embargo, Elise no siempre estuvo dispuesta a usar sus habilidades para salvar a aquellas almas deseadas por las siniestras presencias del Más Allá. Hubo una época, la peor para Elise, en la que dudaba de todo cuanto la rodeaba, una época en la que se vio obligada a ayudar a Quinn Brenner, una joven que, desesperada por la pérdida de su madre, decidió ponerse en contacto con ella antes de acudir a Elise. Eso provocó que una terrible entidad se adhiriera a ella, un ser tenebroso que sólo Elise, con la ayuda de dos singulares cazafantasmas, podrá detener, aunque para ello antes tendrá que combatir a sus propios demonios.
Reseña:
Antes de comenzar la reseña propiamente dicha, me gustaría comentaros un par de detalles para que os hagáis una idea de lo que os espera. El primero de ellos tiene que ver con los spoilers, algo que los habituales seguro que habéis leído más de una vez, pero que nunca viene mal repetir por si llega alguien nuevo a este blog o por si se os olvida. Además, con filmes como el que tenemos entre manos, que esconden más de una sorpresa, nunca viene mal avisar de que las reseñas de este blog son libres de spoilers. Quizá con películas que tienen ya unos cuantos años seamos más abiertos y permisivos al respecto, es cierto, pero nunca con producciones que acaban de estrenarse. En este blog nunca destriparemos detalles de una película que estropeen el visionado de la misma de cualquier modo o forma. Sí, sé que en algunos momentos podría soltar algún spoiler y simplemente indicar que está ahí, aunque prefiero curarme en salud y evitarlos para que podáis leer la reseña al completo. Así se ha hecho desde hace tres años en este blog y así se seguirá haciendo. Y no es que los resultados estén siendo malos al respecto, claro, así que, os doy las gracias por adelantado.
El segundo detalle que quería comentarios antes de comenzar a profundizar en la película, es el hecho de que me ha gustado bastante. Disfruté mucho de "Insidious", me encantó "Insidious: Capítulo 2" y he salido muy contento del cine tras haber visionado "Insidious: Capítulo 3", tanto que ahora sería capaz de meterme entre pecho y espalda una sesión seguida con las tres, comenzando, por supuesto, por la precuela, teniendo en cuenta todas las conexiones que tiene con sus predecesoras. Aviso de que va a ser una reseña muy positiva por si sois de quienes no salisteis demasiado contentos de las dos anteriores o, simplemente, no disfrutáis con el modelo de cine de terror made in James Wan (Saw, Silencio desde el mal) que se ha instaurado en muchas películas de terror de un tiempo a esta parte. O, qué demonios, por si no soportáis a James Wan porque, aunque no estemos ante un filme de James Wan, en realidad sí que es de James Wan, y no sólo porque sea la tercera parte de una más que probable saga que inició él. Por ejemplo, "Annabelle", el spin-off/precuela de "Expediente Warren: The Conjuring", a pesar de que sí que tomaba el modelo de cine de terror de James Wan, no era una producción que podría llamarse suya. "Insidious: Capítulo 3", por otro lado, sí.
Una vez aclarados estos puntos que pueden animaros o desanimaros a continuar con la reseña (si sois poco fans del cine de Wan, del cine de fantasmas actual o de las dos anteriores entregas igual o desanima o puede que os entren más ganas de leerla para ver si os empuja a ir al cine; espero que sea esto último), creo que tendríamos que hacer un poco de memoria con respecto a James Wan. Sí, sé lo que estáis pensando, ¿por qué vamos a hablar de James Wan? Al fin y al cabo, la película la dirige y escribe Leigh Whannell (Saw, Saw II), aunque, ¿quién es el tal Whannell que parece salido de la nada? Bueno, tanto como salido de la nada... Y aquí es donde entra de nuevo James Wan, ya que la carrera de ambos está entrelazada de tal manera que no puede entender la de uno sin la del otro. Así que, si queremos hablar de Whannell, toca retroceder unos cuantos años para hablar de Wan, aunque también ocurre al revés cuando llega el momento de hablar de la carrera de Wan.
De este modo, ¿quién es James Wan? Actualmente uno de los maestros del terror cinematográfico, ya a la altura de genios como John Carpenter (La Cosa, Vampiros), Wes Craven (Pesadilla en Elm Street, Scream), Jaume Balagueró (Darkness, Mientras duermes), David Cronenberg (La Mosca, Una historia de violencia) y una larga lista que nos daría no ya para una miriada de entradas, sino para varios libros completos, y no de los cortos. ¿Pensáis que exagero? Bueno, sólo hay que ver las cifras de taquilla que atesora Wan, los éxitos que lleva acumulados y las críticas que suele conseguir normalmente. De su creación son ya filmes del género como "Saw", "Insidious", "Silencio desde el mal", "Insidious: Capítulo 2" y "Expediente Warren: The Conjuring", sin contar las producciones de las que ha formado parte en lo referente al cine de terror. Estamos hablando del director que pasó de no saber cómo iba a ir su carrera tras realizar el corto llamado "Saw" a ser el realizador de "Fast & Furious 7", mientras escribo esto, la cuarta película más taquillera de la historia. Hoy en día muchos estudios se pelean por Wan, no paran de llegarle proyectos y lo último que se sabe es que será el director de "Aquaman", la adaptación del famoso personaje de cómic. Todo eso sin dejar de lado que fue uno de los creadores de la saga de terror más rentable de la historia. Sí, hablo de "Saw", en la cual colaboró en el guión de "Saw II" y "Saw III", además de producir todas y cada una de ellas.
Casi nada para un director que ni llega a los cuarenta años de edad, ¿verdad? Y todo comenzó con "Saw", el cortometraje que le abrió las puertas de su actual carrera, un corto que tiene ya doce años y que nos mostraba lo que vendría a ser la saga, especialmente la primera parte. Dicho corto estaba protagonizado por nada más y nada menos que Leigh Whannell (¿veis cómo todo tiene que ver?), quien sería uno de los protagonistas del largometraje que ampliaba la historia que se nos contaba en el corto. Whannell no sólo era uno de los protagonistas que despertaban en un sucio baño acosado por las pruebas del asesino en serie Puzzle, sino que también era co-escribía el guión junto a, sí, el mismo James Wan. Todos sabemos lo que ocurrió con "Saw", ¿verdad? Un filme hecho con cuatro duros, mucho trabajo y más talento acabó reventando la taquilla, y más si tenemos en cuenta lo que costó y lo que iba a acabar siendo en un principio, carne de videoclub. Un filme independiente como "Saw" provocó que todas las miradas se posasen tanto en Wan como en Whannell, y fue ahí dónde comenzó la auténtica carrera de ambos.
"Saw" supuso mucho más de lo que parece a simple vista. Por ejemplo, confirmó el modelo de cine de terror que venía a traernos James Wan, terror low cost que pudiera amortizarse tras el primer fin de semana en los cines (algo que ya estaba inventado, pero Wan lo volvió a poner en primera línea). También trajo a la pantalla grande el torture porn que luego sería ampliamente imitado en todo tipo de producciones, dándonos alguna que otra bastante interesante. Y, por supuesto, fue el sueño hecho realidad de Wan y Whannell, grandes amigos desde que se conocieron en la universidad, donde tuvieron claro que querían hacer cine juntos. Sin embargo, el interés de James Wan iba más por el campo de la dirección, mientras que el de Leigh Whannell por el de la interpretación, algo que ambos han demostrado siempre durante sus colaboraciones. Eso sí, a los dos les encantaba escribir, por lo que no es de extrañar que casi todas las películas que han hecho juntos hayan sido co-escritas entre los dos. Y, por lo que hemos ido viendo, no sólo consiguen que todas funcionen, sino que hacen un gran equipo cuya amistad trasciende la pantalla. Atentos a las entrevistas que dan y los comentarios de sus películas en ediciones domesticas, porque son oro puro.
Whannell aprovechó "Saw II" y "Saw III" para co-escribir el guión de ambas y aparecer brevemente en los flashbacks sobre su personaje, además de también producir ambos filmes. James Wan se limitó a producir la segunda entrega pero volvió como co-guionista en la tercera; ambos produjeron todas las entregas de la saga hasta la última y, desde entonces, los rumores de una octava y definitiva última parte dirigida de nuevo por Wan y escrita por ambos siempre ha sobrevolado los foros y blogs de internet. Dejando de lado los saltos que daban ambos en la saga "Saw", el siguiente proyecto en el que colaboraron al completo fue "Silencio desde el mal", o lo que es lo mismo, la precursora de la trilogía "Insidious". Ambientación de película de terror de los 70 y 80, fantasmas, marionetas aterradoras, maldiciones, niebla, un teatro abandonado... y mayor presupuesto. En cuanto a taquilla, fue el primer tropiezo de James Wan, pero en cuanto a crítica, se ha convertido con el tiempo en una película de culto y con toda la razón. Leigh Whannell no estuvo en ella como actor, es cierto, pero sí que se encargó, junto a Wan, del guión.
"Sentencia de muerte" se estreno en el mismo año que "Silencio desde el mal" y no, no era un filme de terror, sino de acción, acción a la vieja usanza, acción bien rodada, acción ochentera al estilo de las películas de vengadores de aquella década. Ni Wan ni Whannell estuvieron en la producción y el guión, aunque el segundo sí que pudo colarse en el reparto, siendo uno de los pandilleros que le hacen la vida imposible a un Kevin Bacon (El último escalón, The Following) que no se andaba con tonterías, sobre todo en la última media hora del filme. Lamentablemente, "Sentencia de muerte" fue el segundo tropiezo de James Wan, quien parecía el invitado que todas las fiestas querían después del exitazo de "Saw" y todas y cada una de sus entregas apadrinadas por él. Y, como "Silencio desde el mal", "Sentencia de muerte" es hoy una película de culto con multitud de aciertos; entre ellos está la dirección de Wan, una gran dirección que le ha permitido ofrecernos con "Fast & Furious 7" la entrega mejor dirigida de toda la saga. Además, fue su primer cambio de registro donde demostró que aunque se le da fenomenal hacer cine de terror, en realidad no le hace ascos a cualquier reto.
James Wan y Leigh Whannell no volvieron a la pantalla grande hasta tres años después y de qué manera. 2010 fue el año de "Insidious", donde demostraron una vez más lo que habían enseñado a todo el mundo en "Saw", no sólo que eran el equipo perfecto, sino que con poco presupuesto y el total control de lo que deseaban hacer, eran imparables. Y lo fueron. Con un presupuesto de risa supieron crear una historia clásica de fantasmas con el sello personal de ambos y convertirla en uno de los taquillazos del año, haciendo que todas las miradas se volviesen de nuevo hacia ellos. James Wan se encargó de dirigir, demostrando su evolución como realizador, y Whannell no sólo escribió él solo el guión, sino que interpretó a uno de los mejores personajes de la trilogía, un inusual cazador de fantasmas que forma parte del trío de investigadores de lo sobrenatural que ayudan en el filme a la familia protagonista, sirviendo, además, de alivio cómico para las terroríficas escenas que nos regalaba "Insidious". A pesar de ciertas idas de olla al final del filme (realizadas a propósito, por cierto, en palabras tanto de Wan como de Whannell), "Insidious" es, al menos para quien esto escribe, un gran ejemplo de terror clásico hecho hoy día, ¿o debería decir bien hecho hoy día?
Ya por entonces muchos nos preguntábamos cuánto tardaría Whannell en ponerse tras la cámara y dirigir sus propias historias. Tampoco era un tema al que se le diera demasiadas vueltas, dado que Wan venía con Whannell y viceversa, es decir, ambos estaban bien trabajando juntos, lo hacían bien juntos y los mayores éxitos lo conseguían juntos. ¿Para qué separarse? Al menos, por el momento. Tuvimos que esperar hasta 2013 para que se nos respondiera a esta pregunta y, sin embargo, al mismo tiempo tuvimos la confirmación de que juntos continuaban siendo un equipo imparable. 2013 fue el año en el que se estrenó "Expediente Warren: The Conjuring", una de las mejores películas de terror de los últimos años, una joyita en todos los sentidos dirigida por James Wan pero donde Leigh Whannell no tuvo absolutamente nada que ver. Queriendo demostrar que las dos películas por año nunca han sido un problema para él, Wan estrenó meses más tarde "Insidious: Capítulo 2", una continuación tan directa de la primera parte que parecía que habían partido en dos una película más larga. Para esta segunda entrega el dúo regresó por todo lo alto; Wan dirigía y co-escribía el guión, Whannell se encargó de su parte del guión y, además, volvió a interpretar a Specs, el divertido cazafantasmas que ya salió en la primera entrega.
Aunque "Insidious: Capítulo 2" fue un nuevo éxito en todos los sentidos, nos trajo una mala noticia: James Wan se retiraba. Vale, ahora introduzco los matices. Lo único que dejaba era el cine de terror y, por lo que supimos luego, por una temporada, una bastante corta al final por fortuna para los que somos sus fans. Mientras rodaba la exitosa "Fast & Furious 7", todo un blockbuster que ha roto las taquillas del mundo entero, nacieron algunas películas derivadas de las que había ido creando junto a Whannell. Así surgió "Annabelle", precuela y spin-off al mismo tiempo de "Expediente Warren: The Conjuring", donde Wan ejerció como productor, como se nota por muchos de los sustos que nos da el filme y la perfecta continuidad que posee con respecto a la entrega dirigida por Wan. Sin embargo, no era la única precuela que iba a surgir a partir de una película de James Wan. Universal retrasó la producción de la segunda parte de "Expediente Warren: The Conjuring" para que Wan pudiera regresar al terror por todo lo alto y en 2016, pero no se pudo hacer lo mismo con "Insidious: Capítulo 3", la cual, a mitad de rodaje, nos dio la sorpresa de ser una precuela y no una secuela de las sus predecesoras. Por entonces, Wan se hallaba inmerso en la séptima entrega de las aventuras rápidas y furiosas de Vin Diesel (Pitch Black, Riddick) y compañía, así que, ¿quién podría sustituirle para continuar uno de sus trabajos más personales?
La respuesta era bastante evidente y, al mismo tiempo, no tanto. Recordemos que ni Wan ni Whannell quisieron dirigir "Saw II", así que, ¿querría Leigh Whannell apuntarse al carro de dirigir? Sí. Todos los ojos estaban puestos en él, las dos entregas de "Insidious" eran creación suya en gran parte y, además, había llovido mucho desde "Saw", así que, ya estaba más que preparado. Era el sustituto natural de James Wan. No para "Annabelle", claro, que era más un proyecto personal de su amigo en solitario (clara muestra de que ambos pueden funcionar muy bien juntos siguiendo caminos separados), pero sí con la tercera parte de "Insidious", ya que nadie conocía mejor el mundo y los personajes de las dos entregas que Leigh Whannell. Sin contar con James Wan, por supuesto. Así que se puso manos a la obra, dijo que sí, y comenzó el rodaje de "Insidious: Capítulo 3" que, curiosamente, como "Annabelle", supone una vuelta al principio y además de una forma bastante literal, tanto que el trailer y las informaciones recibidas se quedan cortas ante la cantidad de guiños y referencias a las dos anteriores que vamos a encontrar en ella.
Y ya nos podemos adentrar en el terreno de esta tercera entrega, queridos amigos cinéfilos, aunque, antes de ahondar todavía más, ¿qué nos cuenta Whannell ahora? Como decía antes, tenemos una precuela con todas las de la ley, tanto es así que podríamos verla perfectamente antes que las dos anteriores en modo maratón y encaja muy, pero que muy bien. No es que explique detalles que necesitasen ser explicados, no es que los hechos de esta nueva historia deriven en los aterradores sucesos que acosan a los Lambert en las dos primeras y tampoco es que el final enlace con el principio de "Insidious", no, como sí que hacía "Annabelle" con el comienzo de "Expediente Warren: The Conjuring". "Insidious: Capítulo 3" posee dos tramas conectadas y, al mismo tiempo, diferente; por un lado, la historia de la chica acosada por el hombre que no puede respirar y, por otro, la lucha de Elise Rainier contra sus demonios personales. Ambas tramas van de la mano, pero mientras gracias a la primera conoceremos a ciertos inusuales cazafantasmas y mucho mejor el llamado Más Allá, gracias a la segunda ahondaremos en el genial personaje interpretado por Lin Shaye (Pesadilla en Elm Street, Ouija), y sabremos qué la mueve a ayudar a los demás, así como mucho de lo que lleva consigo en las dos primeras "Insidious". Me cuesta mucho no dar detalles y reventaros ciertas escenas y sorpresas, pero os puedo asegurar que los guiños, las referencias y las conexiones con las dos primeras películas son múltiples y muy, muy bien colocadas. Bravo por Leigh Whannell.
Antes de detenerme a hablar de la labor de Whannell como director, comentemos un poco el argumento de "Insidious: Capítulo 3". Nos trasladamos a un escenario que tiene lugar muchos años antes de los aterradores hechos que casi acaban con la familia Lambert, aunque muchos después del primer encontronazo que tiene Elise Rainier con el ente oscuro que persigue a Josh Lambert durante buena parte de su infancia. Quinn Brenner, una joven que tiene el sueño de ser actriz, acude a Elise para que lograr ponerse en contacto con su madre, fallecida un año antes. La chica confiesa que ya ha tratado de contactar con ella por sí misma, algo que no le gusta demasiado a la médium quien accede a intentarlo aunque se muestra reticente por un triste suceso personal que todavía la persigue. La medium trata de ayudar a la joven, pero sus demonios interiores (y exteriores) se lo impiden, así que la deja ir no sin antes advertirle que si sigue llamando a su madre algún otro ser del otro lado puede escucharla y contestarle.
Será entonces cuando comiencen los problemas de Quinn Brenner, pues extraños sucesos tienen lugar a su alrededor, hechos sobrenaturales que ella toma como formas de contacto de su fallecida madre pero que, conforme se vuelvan más regulares, descubrirá que su madre no tiene nada que ver con la entidad que la acosa. Tras un terrible accidente los ataques son cada vez más comunes y agresivos, por lo que la ayuda de Elise se hace necesaria, pero Elise tiene sus propios problemas a pesar de que todas las señales la empujan a que ayude a Quinn. Sin embargo, hasta que la médium no combata el miedo que la corroe por dentro, un miedo que la ha encerrado en su casa y la obliga a no usar los dones que posee para contactar con los muertos. Pero Elise no puede escapar de lo que es, así que deberá decidir si continuar escondiéndose del mundo paranormal que la rodea o ayudar a una familia que podría ser destruida si no hace nada, a pesar de la aparición de ciertos cazafantasmas con muy buenas intenciones pero poca experiencia.
Sí, la historia tiene detalles en común con la de los Lambert, pero todo bastante superficial, porque Whannell se ha esforzado al máximo para que no sean iguales. Y lo ha conseguido, y con creces. Además, como decía más arriba en cuanto a su labor en la dirección, el hecho de que sea el co-creador del mundo de "Insidious" logra que la continuidad se mantenga al completo, y no sólo en los actores y sus personajes o el mundo en el que se mueven (totalmente reconocible para quienes vimos y adoramos las dos anteriores películas), sino también en detalles aparentemente nimios pero esenciales en la trilogía como la ambientación, el tono, el tipo de terror, las criaturas, la banda sonora e incluso los sustos que contiene el filme. Es cierto que ayuda bastante el hecho de que James Wan ejerza de productor pero, por ejemplo, como os comentaba más arriba, también lo hace en "Annabelle" y parecía menos suya, menos continuista con todos los detalles mencionados anteriormente con respecto a "Expediente Warren: The Conjuring". "Insidious: Capítulo 3" no echa de menos a James Wan. Vale, Whannell todavía está un poco verde en cuanto a dirigir, pero tengamos en cuenta que es su primera película en solitario al respecto y, además, es uno de los secundarios y escribe él solo el guión. Algo de mérito tiene.
Y no sólo eso, sino que sale más que bien parado de su primer paso en la dirección. Ha creado una película que conecta perfectamente con las anteriores, un filme en el que se nota el cariño del creador por sus personajes, tramas, mecanismos, esquinas, secretos, guiños, recovecos... En pocas palabras, en todo. Habría que ver de qué es capaz Whannell con una película de terror totalmente independiente, completamente nueva y sin procedencia alguna, sin entregas previas ni nada parecido. Mientras llega ese momento, demosle a Whannell la enhorabuena por demostrar que lo único que tiene que envidiarle a Wan es la experiencia tras la cámara, nada más. Eso sí, hay que admitir que gran parte de la culpa del éxito de la película en este sentido recae también en todos los miembros del equipo de las anteriores que repiten en esta; desde los actores (y os puedo asegurar que al respecto también os vais a encontrar con más de una sorpresa) hasta la banda sonora, compuesta de nuevo por el genial Joseph Bishara (Expediente Warren: The Conjuring, Annabelle).
En cuanto al argumento, la historia en general está bastante bien hilada. Está bastante bien que tengamos dos argumentos que vayan progresando de la mano y que se unan cada dos por tres hasta confluir de forma absoluta en la última media hora de la película. Ambas tramas tienen su dosis de terror y ambas están protagonizadas por mujeres; por un lado, el personaje de Quinn Brenner y por otro el de Elise Rainier. Las dos son las nuevas protagonistas de esta tercera entrega de "Insidious", aunque que Lin Shaye tome el mando no es ninguna sorpresa. Ya en "Insidious" era de lo mejorcito del filme y cuando regresó en "Insidious: Capítulo 2" provocó aplausos por parte de todos los fans. Whannell demuestra en esta tercera entrega que el personaje da para mucho, mucho más que para ser simplemente un secundario molón y consigue que tenga todavía más profundidad de la que pensábamos. A ratos su trama se come con patatas a la de la joven Quinn y, sin duda, la película gana enteros cuando ambos argumentos se fusionan. Aunque el guión es algo lento al principio, estamos ante un desarrollo que va de menos a más, por lo que, a partir de las apariciones más agresivas del hombre que no puede respirar, todo va cuesta arriba como un cohete.
El buen hacer de Leigh Whannell y uno de los mejores aspectos de "Insidious: Capítulo 3" reside precisamente en eso, en el ritmo y desarrollo de la trama que consiguen que la poco más de hora y media que dura se nos pase en un suspiro. Además, los sustos están muy, muy bien dosificados de forma que vayan de menos a más de una forma brutal. Atentos a las primeras e inesperadas apariciones del hombre que no puede respirar, porque impresionan y dejan con la boca abierta. Pero no son las únicas aterradoras escenas que contiene esta tercera entrega, siendo las mejores las de la última media hora, sobre todo aquellas que tienen que ver con los paseos de Elise al Más Allá, que se explora más que en las dos películas anteriores. Eso sí, los acosos que sufre Quinn por parte del hombre que no puede respirar son verdaderamente espeluznantes, especialmente una escena que tiene que ver con ciertos golpecitos en la pared, una escena que destripó el primer trailer de la película, lo cual es una pena. No es que impresione menos, pero sí que asusta menos una vez vista en el avance aunque es cierto que resultó un gancho muy bueno para invitar a ver el filme. Y, todo hay que decirlo, que siendo una tercera parte logré impresionar, aterrorizar y provocar brincos en el espectador con sustos nuevos y alejados de los de las anteriores "Insidious", dice mucho de la calidad de la película de Leigh Whannell.
No es que se recurra a sustos y golpes de efecto tremendamente originales, nunca vistos o a años luz de las dos anteriores películas de la trilogía, pero sí que es cierto que resultan bastante refrescantes, ocasionando cambios agradables que nos pueden pillar desprevenidos más de una vez, como algún que otro giro argumental o más de una aparición muy inesperada. No son los únicos pequeños cambios que Whannell ha ido añadiendo a "Insidious: Capítulo 3". Otros se dan por motivos argumentales como por ejemplo el aspecto diferente que presentan algunos de los personajes con respecto al que tenían en las anteriores, aunque siguen una lógica, dado que la trama tiene lugar mucho tiempo antes que las desgracias sufridas por la familia Lambert. Por cierto, quienes esperéis menciones a los Lambert tendréis vuestra recompensa, pero tampoco tengáis esperanza por mucho más, porque esta no es la película de los Lambert, sino la de los Brenner, la de Elise y la de ciertos cazadores de fantasmas bastante especiales.
Sin duda, los personajes son parte importante de las entregas dirigidas por James Wan, y Whannell no iba a dejarlos de lado. Ya he hablado del grandioso trabajo que hace Lin Shaye como Elise Rainier, incluso superior al mostrado en anteriores entregas, capaz de comerse con patatas a cualquier otro actor o actriz que la acompañe en pantalla, por no hablar de los geniales momentos que nos da (atentos a cierto enfrentamiento; en el cine en el que estaba arrancó incluso aplausos). Personalmente me alegra mucho que una actriz madura, con tanto talento y tan querida por los fans del cine de terror esté teniendo tan éxito últimamente y le estén saliendo trabajos hasta de debajo de las piedras así que, de haber una cuarta parte de "Insidious", espero que vuelva y en tan buena forma como aquí. No lo hace nada, nada mal Stefanie Scott (Sin compromiso, Red Zone), la adolescente protagonista, un personaje mucho más interesante de lo que parece en un principio interpretado por una actriz que no se limita a cobrar el cheque y adiós muy buenas. Más flojo me ha parecido Dermot Mulroney (Stoker, New Girl), sobre todo si lo comparamos con el magnífico Josh Lambert de Patrick Wilson (Hard Candy, Watchmen); no es que esté mal, pero muy por debajo de lo que este actor puede ofrecernos, ¿o es culpa del personaje que interpreta, demasiado lleno de tópicos? Por supuesto, no puedo dejar de mencionar el regreso de los cazafantasmas interpretados por el mismo Leigh Whannell y Angus Sampson (The Wake, Mad Max: Furia en la carretera), que siguen siendo seña de identidad de "Insidious"; son el alivio cómico al mismo tiempo que dos grandes secundarios que en este filme descubren que, quizá, les viene grande el trabajo que les ha encargado. Por supuesto hay otros personajes y actores que repiten, pero como os decía más arriba, están prohibidos los spoilers en este blog, aunque sí voy a mencionar a uno que no lo es. Tenemos de nuevo a Steve Coulter (Expediente Warren: The Conjuring, Los Juegos del Hambre) como Carl, el médium amigo de Elise que conocimos en "Insidious: Capítulo 2" y que nunca se separaba de sus dados (lo cual dio para una de las mejores escenas de terror de los últimos años, en mi opinión).
A pesar de que "Insidious: Capítulo 3" me ha encantado, como habéis podido comprobar hasta ahora, eso no quiere decir que sea perfecta, ni mucho menos. Por más que me deje llevar por el entusiasmo, me encanten este tipo de películas made in Wan-Whannell y me guste todo lo que huela a "Insidious", debo admitir que posee ciertos detalles que chirrían un poco. El primero de ellos es una escena bastante ñoña casi al final que, desde mi punto de vista, no casa demasiado con lo que es el tono de la trilogía, sobre todo en cuanto a los efectos especiales usados para la ocasión, Por otro lado, hay algunos actores que están muy, muy por debajo de lo esperado. Vale, James Wan es un excelente director de actores, pero el casting se podría haber currado más en ciertos papeles, aunque no es algo que sea común pero, por ejemplo, el actor que interpreta al hermano de la protagonista es terrible, y creo que me quedo corto. A mí no me ha ocurrido, pero el ritmo tan pausado de la primera media hora del filme, esa que sirve para ponernos en situación y presentarnos a los personajes, seguramente pondrá de los nervios a más de un espectador; en este caso, el tiempo de presentaciones estaba mejor llevado en las dos anteriores. Repito, a mí me ha gustado, pero es lógico que a muchos les parezca que la lentitud, al menos durante esa parte del filme, campa a sus anchas.
En definitiva, obviando estos pequeños defectos, debo confesar que "Insidious: Capítulo 3" me ha sorprendido gratamente. Sabía que me iba a gustar, aunque no tanto, la verdad. Incluso no me esperaba que estuviera tan bien conectada con las anteriores y contuviera tantos guiños, referencias y "cameos". También tenemos a un plantel de actores de lujo con personajes que son auténticas joyitas, un desarrollo de la trama que va de menos a más, un ritmo estupendo, sustos agradablemente diferentes, el regreso de muchos personajes y situaciones, una ambientación fantástica, un guión muy bien aprovechado y la dirección de Leigh Whannell, que demuestra que ha aprendido más de dos o tres cositas de su gran amigo James Wan. "Insidious: Capítulo 3" no gustará nada a quienes salieran gruñendo de las dos anteriores, pero eso es lógico, porque está hecha para quienes somos fans no sólo de "Insidious" e "Insidious: Capítulo 2", sino del cine de terror made in Wan-Whannell, un dúo que ya ha demostrado con creces que es capaz de hacer buen cine de género tanto juntos como por separados. ¿Será este el principio de una exitosa carrera como director para Leigh Whannell? Con las ganas en el cuerpo de volver a ver "Insidious: Capítulo 3" podría apostar que sí. Yo, al menos, estaré ahí para comprobarlo.
Nota: 8,5/10
El segundo detalle que quería comentarios antes de comenzar a profundizar en la película, es el hecho de que me ha gustado bastante. Disfruté mucho de "Insidious", me encantó "Insidious: Capítulo 2" y he salido muy contento del cine tras haber visionado "Insidious: Capítulo 3", tanto que ahora sería capaz de meterme entre pecho y espalda una sesión seguida con las tres, comenzando, por supuesto, por la precuela, teniendo en cuenta todas las conexiones que tiene con sus predecesoras. Aviso de que va a ser una reseña muy positiva por si sois de quienes no salisteis demasiado contentos de las dos anteriores o, simplemente, no disfrutáis con el modelo de cine de terror made in James Wan (Saw, Silencio desde el mal) que se ha instaurado en muchas películas de terror de un tiempo a esta parte. O, qué demonios, por si no soportáis a James Wan porque, aunque no estemos ante un filme de James Wan, en realidad sí que es de James Wan, y no sólo porque sea la tercera parte de una más que probable saga que inició él. Por ejemplo, "Annabelle", el spin-off/precuela de "Expediente Warren: The Conjuring", a pesar de que sí que tomaba el modelo de cine de terror de James Wan, no era una producción que podría llamarse suya. "Insidious: Capítulo 3", por otro lado, sí.
Elise Rainier vuelve para ayudar a una nueva familia |
Una vez aclarados estos puntos que pueden animaros o desanimaros a continuar con la reseña (si sois poco fans del cine de Wan, del cine de fantasmas actual o de las dos anteriores entregas igual o desanima o puede que os entren más ganas de leerla para ver si os empuja a ir al cine; espero que sea esto último), creo que tendríamos que hacer un poco de memoria con respecto a James Wan. Sí, sé lo que estáis pensando, ¿por qué vamos a hablar de James Wan? Al fin y al cabo, la película la dirige y escribe Leigh Whannell (Saw, Saw II), aunque, ¿quién es el tal Whannell que parece salido de la nada? Bueno, tanto como salido de la nada... Y aquí es donde entra de nuevo James Wan, ya que la carrera de ambos está entrelazada de tal manera que no puede entender la de uno sin la del otro. Así que, si queremos hablar de Whannell, toca retroceder unos cuantos años para hablar de Wan, aunque también ocurre al revés cuando llega el momento de hablar de la carrera de Wan.
De este modo, ¿quién es James Wan? Actualmente uno de los maestros del terror cinematográfico, ya a la altura de genios como John Carpenter (La Cosa, Vampiros), Wes Craven (Pesadilla en Elm Street, Scream), Jaume Balagueró (Darkness, Mientras duermes), David Cronenberg (La Mosca, Una historia de violencia) y una larga lista que nos daría no ya para una miriada de entradas, sino para varios libros completos, y no de los cortos. ¿Pensáis que exagero? Bueno, sólo hay que ver las cifras de taquilla que atesora Wan, los éxitos que lleva acumulados y las críticas que suele conseguir normalmente. De su creación son ya filmes del género como "Saw", "Insidious", "Silencio desde el mal", "Insidious: Capítulo 2" y "Expediente Warren: The Conjuring", sin contar las producciones de las que ha formado parte en lo referente al cine de terror. Estamos hablando del director que pasó de no saber cómo iba a ir su carrera tras realizar el corto llamado "Saw" a ser el realizador de "Fast & Furious 7", mientras escribo esto, la cuarta película más taquillera de la historia. Hoy en día muchos estudios se pelean por Wan, no paran de llegarle proyectos y lo último que se sabe es que será el director de "Aquaman", la adaptación del famoso personaje de cómic. Todo eso sin dejar de lado que fue uno de los creadores de la saga de terror más rentable de la historia. Sí, hablo de "Saw", en la cual colaboró en el guión de "Saw II" y "Saw III", además de producir todas y cada una de ellas.
Quinn Brenner, nueva protagonista |
Casi nada para un director que ni llega a los cuarenta años de edad, ¿verdad? Y todo comenzó con "Saw", el cortometraje que le abrió las puertas de su actual carrera, un corto que tiene ya doce años y que nos mostraba lo que vendría a ser la saga, especialmente la primera parte. Dicho corto estaba protagonizado por nada más y nada menos que Leigh Whannell (¿veis cómo todo tiene que ver?), quien sería uno de los protagonistas del largometraje que ampliaba la historia que se nos contaba en el corto. Whannell no sólo era uno de los protagonistas que despertaban en un sucio baño acosado por las pruebas del asesino en serie Puzzle, sino que también era co-escribía el guión junto a, sí, el mismo James Wan. Todos sabemos lo que ocurrió con "Saw", ¿verdad? Un filme hecho con cuatro duros, mucho trabajo y más talento acabó reventando la taquilla, y más si tenemos en cuenta lo que costó y lo que iba a acabar siendo en un principio, carne de videoclub. Un filme independiente como "Saw" provocó que todas las miradas se posasen tanto en Wan como en Whannell, y fue ahí dónde comenzó la auténtica carrera de ambos.
"Saw" supuso mucho más de lo que parece a simple vista. Por ejemplo, confirmó el modelo de cine de terror que venía a traernos James Wan, terror low cost que pudiera amortizarse tras el primer fin de semana en los cines (algo que ya estaba inventado, pero Wan lo volvió a poner en primera línea). También trajo a la pantalla grande el torture porn que luego sería ampliamente imitado en todo tipo de producciones, dándonos alguna que otra bastante interesante. Y, por supuesto, fue el sueño hecho realidad de Wan y Whannell, grandes amigos desde que se conocieron en la universidad, donde tuvieron claro que querían hacer cine juntos. Sin embargo, el interés de James Wan iba más por el campo de la dirección, mientras que el de Leigh Whannell por el de la interpretación, algo que ambos han demostrado siempre durante sus colaboraciones. Eso sí, a los dos les encantaba escribir, por lo que no es de extrañar que casi todas las películas que han hecho juntos hayan sido co-escritas entre los dos. Y, por lo que hemos ido viendo, no sólo consiguen que todas funcionen, sino que hacen un gran equipo cuya amistad trasciende la pantalla. Atentos a las entrevistas que dan y los comentarios de sus películas en ediciones domesticas, porque son oro puro.
Algo sigue a Quinn a todas partes |
Whannell aprovechó "Saw II" y "Saw III" para co-escribir el guión de ambas y aparecer brevemente en los flashbacks sobre su personaje, además de también producir ambos filmes. James Wan se limitó a producir la segunda entrega pero volvió como co-guionista en la tercera; ambos produjeron todas las entregas de la saga hasta la última y, desde entonces, los rumores de una octava y definitiva última parte dirigida de nuevo por Wan y escrita por ambos siempre ha sobrevolado los foros y blogs de internet. Dejando de lado los saltos que daban ambos en la saga "Saw", el siguiente proyecto en el que colaboraron al completo fue "Silencio desde el mal", o lo que es lo mismo, la precursora de la trilogía "Insidious". Ambientación de película de terror de los 70 y 80, fantasmas, marionetas aterradoras, maldiciones, niebla, un teatro abandonado... y mayor presupuesto. En cuanto a taquilla, fue el primer tropiezo de James Wan, pero en cuanto a crítica, se ha convertido con el tiempo en una película de culto y con toda la razón. Leigh Whannell no estuvo en ella como actor, es cierto, pero sí que se encargó, junto a Wan, del guión.
"Sentencia de muerte" se estreno en el mismo año que "Silencio desde el mal" y no, no era un filme de terror, sino de acción, acción a la vieja usanza, acción bien rodada, acción ochentera al estilo de las películas de vengadores de aquella década. Ni Wan ni Whannell estuvieron en la producción y el guión, aunque el segundo sí que pudo colarse en el reparto, siendo uno de los pandilleros que le hacen la vida imposible a un Kevin Bacon (El último escalón, The Following) que no se andaba con tonterías, sobre todo en la última media hora del filme. Lamentablemente, "Sentencia de muerte" fue el segundo tropiezo de James Wan, quien parecía el invitado que todas las fiestas querían después del exitazo de "Saw" y todas y cada una de sus entregas apadrinadas por él. Y, como "Silencio desde el mal", "Sentencia de muerte" es hoy una película de culto con multitud de aciertos; entre ellos está la dirección de Wan, una gran dirección que le ha permitido ofrecernos con "Fast & Furious 7" la entrega mejor dirigida de toda la saga. Además, fue su primer cambio de registro donde demostró que aunque se le da fenomenal hacer cine de terror, en realidad no le hace ascos a cualquier reto.
Los Brenner recibirán más ayuda que la de Elise |
James Wan y Leigh Whannell no volvieron a la pantalla grande hasta tres años después y de qué manera. 2010 fue el año de "Insidious", donde demostraron una vez más lo que habían enseñado a todo el mundo en "Saw", no sólo que eran el equipo perfecto, sino que con poco presupuesto y el total control de lo que deseaban hacer, eran imparables. Y lo fueron. Con un presupuesto de risa supieron crear una historia clásica de fantasmas con el sello personal de ambos y convertirla en uno de los taquillazos del año, haciendo que todas las miradas se volviesen de nuevo hacia ellos. James Wan se encargó de dirigir, demostrando su evolución como realizador, y Whannell no sólo escribió él solo el guión, sino que interpretó a uno de los mejores personajes de la trilogía, un inusual cazador de fantasmas que forma parte del trío de investigadores de lo sobrenatural que ayudan en el filme a la familia protagonista, sirviendo, además, de alivio cómico para las terroríficas escenas que nos regalaba "Insidious". A pesar de ciertas idas de olla al final del filme (realizadas a propósito, por cierto, en palabras tanto de Wan como de Whannell), "Insidious" es, al menos para quien esto escribe, un gran ejemplo de terror clásico hecho hoy día, ¿o debería decir bien hecho hoy día?
Ya por entonces muchos nos preguntábamos cuánto tardaría Whannell en ponerse tras la cámara y dirigir sus propias historias. Tampoco era un tema al que se le diera demasiadas vueltas, dado que Wan venía con Whannell y viceversa, es decir, ambos estaban bien trabajando juntos, lo hacían bien juntos y los mayores éxitos lo conseguían juntos. ¿Para qué separarse? Al menos, por el momento. Tuvimos que esperar hasta 2013 para que se nos respondiera a esta pregunta y, sin embargo, al mismo tiempo tuvimos la confirmación de que juntos continuaban siendo un equipo imparable. 2013 fue el año en el que se estrenó "Expediente Warren: The Conjuring", una de las mejores películas de terror de los últimos años, una joyita en todos los sentidos dirigida por James Wan pero donde Leigh Whannell no tuvo absolutamente nada que ver. Queriendo demostrar que las dos películas por año nunca han sido un problema para él, Wan estrenó meses más tarde "Insidious: Capítulo 2", una continuación tan directa de la primera parte que parecía que habían partido en dos una película más larga. Para esta segunda entrega el dúo regresó por todo lo alto; Wan dirigía y co-escribía el guión, Whannell se encargó de su parte del guión y, además, volvió a interpretar a Specs, el divertido cazafantasmas que ya salió en la primera entrega.
Elise se verá obligada a visitar de nuevo el Más Allá |
Aunque "Insidious: Capítulo 2" fue un nuevo éxito en todos los sentidos, nos trajo una mala noticia: James Wan se retiraba. Vale, ahora introduzco los matices. Lo único que dejaba era el cine de terror y, por lo que supimos luego, por una temporada, una bastante corta al final por fortuna para los que somos sus fans. Mientras rodaba la exitosa "Fast & Furious 7", todo un blockbuster que ha roto las taquillas del mundo entero, nacieron algunas películas derivadas de las que había ido creando junto a Whannell. Así surgió "Annabelle", precuela y spin-off al mismo tiempo de "Expediente Warren: The Conjuring", donde Wan ejerció como productor, como se nota por muchos de los sustos que nos da el filme y la perfecta continuidad que posee con respecto a la entrega dirigida por Wan. Sin embargo, no era la única precuela que iba a surgir a partir de una película de James Wan. Universal retrasó la producción de la segunda parte de "Expediente Warren: The Conjuring" para que Wan pudiera regresar al terror por todo lo alto y en 2016, pero no se pudo hacer lo mismo con "Insidious: Capítulo 3", la cual, a mitad de rodaje, nos dio la sorpresa de ser una precuela y no una secuela de las sus predecesoras. Por entonces, Wan se hallaba inmerso en la séptima entrega de las aventuras rápidas y furiosas de Vin Diesel (Pitch Black, Riddick) y compañía, así que, ¿quién podría sustituirle para continuar uno de sus trabajos más personales?
La respuesta era bastante evidente y, al mismo tiempo, no tanto. Recordemos que ni Wan ni Whannell quisieron dirigir "Saw II", así que, ¿querría Leigh Whannell apuntarse al carro de dirigir? Sí. Todos los ojos estaban puestos en él, las dos entregas de "Insidious" eran creación suya en gran parte y, además, había llovido mucho desde "Saw", así que, ya estaba más que preparado. Era el sustituto natural de James Wan. No para "Annabelle", claro, que era más un proyecto personal de su amigo en solitario (clara muestra de que ambos pueden funcionar muy bien juntos siguiendo caminos separados), pero sí con la tercera parte de "Insidious", ya que nadie conocía mejor el mundo y los personajes de las dos entregas que Leigh Whannell. Sin contar con James Wan, por supuesto. Así que se puso manos a la obra, dijo que sí, y comenzó el rodaje de "Insidious: Capítulo 3" que, curiosamente, como "Annabelle", supone una vuelta al principio y además de una forma bastante literal, tanto que el trailer y las informaciones recibidas se quedan cortas ante la cantidad de guiños y referencias a las dos anteriores que vamos a encontrar en ella.
El hombre que no puede respirar |
Y ya nos podemos adentrar en el terreno de esta tercera entrega, queridos amigos cinéfilos, aunque, antes de ahondar todavía más, ¿qué nos cuenta Whannell ahora? Como decía antes, tenemos una precuela con todas las de la ley, tanto es así que podríamos verla perfectamente antes que las dos anteriores en modo maratón y encaja muy, pero que muy bien. No es que explique detalles que necesitasen ser explicados, no es que los hechos de esta nueva historia deriven en los aterradores sucesos que acosan a los Lambert en las dos primeras y tampoco es que el final enlace con el principio de "Insidious", no, como sí que hacía "Annabelle" con el comienzo de "Expediente Warren: The Conjuring". "Insidious: Capítulo 3" posee dos tramas conectadas y, al mismo tiempo, diferente; por un lado, la historia de la chica acosada por el hombre que no puede respirar y, por otro, la lucha de Elise Rainier contra sus demonios personales. Ambas tramas van de la mano, pero mientras gracias a la primera conoceremos a ciertos inusuales cazafantasmas y mucho mejor el llamado Más Allá, gracias a la segunda ahondaremos en el genial personaje interpretado por Lin Shaye (Pesadilla en Elm Street, Ouija), y sabremos qué la mueve a ayudar a los demás, así como mucho de lo que lleva consigo en las dos primeras "Insidious". Me cuesta mucho no dar detalles y reventaros ciertas escenas y sorpresas, pero os puedo asegurar que los guiños, las referencias y las conexiones con las dos primeras películas son múltiples y muy, muy bien colocadas. Bravo por Leigh Whannell.
Antes de detenerme a hablar de la labor de Whannell como director, comentemos un poco el argumento de "Insidious: Capítulo 3". Nos trasladamos a un escenario que tiene lugar muchos años antes de los aterradores hechos que casi acaban con la familia Lambert, aunque muchos después del primer encontronazo que tiene Elise Rainier con el ente oscuro que persigue a Josh Lambert durante buena parte de su infancia. Quinn Brenner, una joven que tiene el sueño de ser actriz, acude a Elise para que lograr ponerse en contacto con su madre, fallecida un año antes. La chica confiesa que ya ha tratado de contactar con ella por sí misma, algo que no le gusta demasiado a la médium quien accede a intentarlo aunque se muestra reticente por un triste suceso personal que todavía la persigue. La medium trata de ayudar a la joven, pero sus demonios interiores (y exteriores) se lo impiden, así que la deja ir no sin antes advertirle que si sigue llamando a su madre algún otro ser del otro lado puede escucharla y contestarle.
Sean Brenner hará lo que sea para proteger a su hija |
Será entonces cuando comiencen los problemas de Quinn Brenner, pues extraños sucesos tienen lugar a su alrededor, hechos sobrenaturales que ella toma como formas de contacto de su fallecida madre pero que, conforme se vuelvan más regulares, descubrirá que su madre no tiene nada que ver con la entidad que la acosa. Tras un terrible accidente los ataques son cada vez más comunes y agresivos, por lo que la ayuda de Elise se hace necesaria, pero Elise tiene sus propios problemas a pesar de que todas las señales la empujan a que ayude a Quinn. Sin embargo, hasta que la médium no combata el miedo que la corroe por dentro, un miedo que la ha encerrado en su casa y la obliga a no usar los dones que posee para contactar con los muertos. Pero Elise no puede escapar de lo que es, así que deberá decidir si continuar escondiéndose del mundo paranormal que la rodea o ayudar a una familia que podría ser destruida si no hace nada, a pesar de la aparición de ciertos cazafantasmas con muy buenas intenciones pero poca experiencia.
Sí, la historia tiene detalles en común con la de los Lambert, pero todo bastante superficial, porque Whannell se ha esforzado al máximo para que no sean iguales. Y lo ha conseguido, y con creces. Además, como decía más arriba en cuanto a su labor en la dirección, el hecho de que sea el co-creador del mundo de "Insidious" logra que la continuidad se mantenga al completo, y no sólo en los actores y sus personajes o el mundo en el que se mueven (totalmente reconocible para quienes vimos y adoramos las dos anteriores películas), sino también en detalles aparentemente nimios pero esenciales en la trilogía como la ambientación, el tono, el tipo de terror, las criaturas, la banda sonora e incluso los sustos que contiene el filme. Es cierto que ayuda bastante el hecho de que James Wan ejerza de productor pero, por ejemplo, como os comentaba más arriba, también lo hace en "Annabelle" y parecía menos suya, menos continuista con todos los detalles mencionados anteriormente con respecto a "Expediente Warren: The Conjuring". "Insidious: Capítulo 3" no echa de menos a James Wan. Vale, Whannell todavía está un poco verde en cuanto a dirigir, pero tengamos en cuenta que es su primera película en solitario al respecto y, además, es uno de los secundarios y escribe él solo el guión. Algo de mérito tiene.
Viejos conocidos ayudarán a Elise |
Y no sólo eso, sino que sale más que bien parado de su primer paso en la dirección. Ha creado una película que conecta perfectamente con las anteriores, un filme en el que se nota el cariño del creador por sus personajes, tramas, mecanismos, esquinas, secretos, guiños, recovecos... En pocas palabras, en todo. Habría que ver de qué es capaz Whannell con una película de terror totalmente independiente, completamente nueva y sin procedencia alguna, sin entregas previas ni nada parecido. Mientras llega ese momento, demosle a Whannell la enhorabuena por demostrar que lo único que tiene que envidiarle a Wan es la experiencia tras la cámara, nada más. Eso sí, hay que admitir que gran parte de la culpa del éxito de la película en este sentido recae también en todos los miembros del equipo de las anteriores que repiten en esta; desde los actores (y os puedo asegurar que al respecto también os vais a encontrar con más de una sorpresa) hasta la banda sonora, compuesta de nuevo por el genial Joseph Bishara (Expediente Warren: The Conjuring, Annabelle).
En cuanto al argumento, la historia en general está bastante bien hilada. Está bastante bien que tengamos dos argumentos que vayan progresando de la mano y que se unan cada dos por tres hasta confluir de forma absoluta en la última media hora de la película. Ambas tramas tienen su dosis de terror y ambas están protagonizadas por mujeres; por un lado, el personaje de Quinn Brenner y por otro el de Elise Rainier. Las dos son las nuevas protagonistas de esta tercera entrega de "Insidious", aunque que Lin Shaye tome el mando no es ninguna sorpresa. Ya en "Insidious" era de lo mejorcito del filme y cuando regresó en "Insidious: Capítulo 2" provocó aplausos por parte de todos los fans. Whannell demuestra en esta tercera entrega que el personaje da para mucho, mucho más que para ser simplemente un secundario molón y consigue que tenga todavía más profundidad de la que pensábamos. A ratos su trama se come con patatas a la de la joven Quinn y, sin duda, la película gana enteros cuando ambos argumentos se fusionan. Aunque el guión es algo lento al principio, estamos ante un desarrollo que va de menos a más, por lo que, a partir de las apariciones más agresivas del hombre que no puede respirar, todo va cuesta arriba como un cohete.
Quinn Brenner no lo va a pasar nada bien |
El buen hacer de Leigh Whannell y uno de los mejores aspectos de "Insidious: Capítulo 3" reside precisamente en eso, en el ritmo y desarrollo de la trama que consiguen que la poco más de hora y media que dura se nos pase en un suspiro. Además, los sustos están muy, muy bien dosificados de forma que vayan de menos a más de una forma brutal. Atentos a las primeras e inesperadas apariciones del hombre que no puede respirar, porque impresionan y dejan con la boca abierta. Pero no son las únicas aterradoras escenas que contiene esta tercera entrega, siendo las mejores las de la última media hora, sobre todo aquellas que tienen que ver con los paseos de Elise al Más Allá, que se explora más que en las dos películas anteriores. Eso sí, los acosos que sufre Quinn por parte del hombre que no puede respirar son verdaderamente espeluznantes, especialmente una escena que tiene que ver con ciertos golpecitos en la pared, una escena que destripó el primer trailer de la película, lo cual es una pena. No es que impresione menos, pero sí que asusta menos una vez vista en el avance aunque es cierto que resultó un gancho muy bueno para invitar a ver el filme. Y, todo hay que decirlo, que siendo una tercera parte logré impresionar, aterrorizar y provocar brincos en el espectador con sustos nuevos y alejados de los de las anteriores "Insidious", dice mucho de la calidad de la película de Leigh Whannell.
No es que se recurra a sustos y golpes de efecto tremendamente originales, nunca vistos o a años luz de las dos anteriores películas de la trilogía, pero sí que es cierto que resultan bastante refrescantes, ocasionando cambios agradables que nos pueden pillar desprevenidos más de una vez, como algún que otro giro argumental o más de una aparición muy inesperada. No son los únicos pequeños cambios que Whannell ha ido añadiendo a "Insidious: Capítulo 3". Otros se dan por motivos argumentales como por ejemplo el aspecto diferente que presentan algunos de los personajes con respecto al que tenían en las anteriores, aunque siguen una lógica, dado que la trama tiene lugar mucho tiempo antes que las desgracias sufridas por la familia Lambert. Por cierto, quienes esperéis menciones a los Lambert tendréis vuestra recompensa, pero tampoco tengáis esperanza por mucho más, porque esta no es la película de los Lambert, sino la de los Brenner, la de Elise y la de ciertos cazadores de fantasmas bastante especiales.
Ciertos cazafantasmas también regresan |
Sin duda, los personajes son parte importante de las entregas dirigidas por James Wan, y Whannell no iba a dejarlos de lado. Ya he hablado del grandioso trabajo que hace Lin Shaye como Elise Rainier, incluso superior al mostrado en anteriores entregas, capaz de comerse con patatas a cualquier otro actor o actriz que la acompañe en pantalla, por no hablar de los geniales momentos que nos da (atentos a cierto enfrentamiento; en el cine en el que estaba arrancó incluso aplausos). Personalmente me alegra mucho que una actriz madura, con tanto talento y tan querida por los fans del cine de terror esté teniendo tan éxito últimamente y le estén saliendo trabajos hasta de debajo de las piedras así que, de haber una cuarta parte de "Insidious", espero que vuelva y en tan buena forma como aquí. No lo hace nada, nada mal Stefanie Scott (Sin compromiso, Red Zone), la adolescente protagonista, un personaje mucho más interesante de lo que parece en un principio interpretado por una actriz que no se limita a cobrar el cheque y adiós muy buenas. Más flojo me ha parecido Dermot Mulroney (Stoker, New Girl), sobre todo si lo comparamos con el magnífico Josh Lambert de Patrick Wilson (Hard Candy, Watchmen); no es que esté mal, pero muy por debajo de lo que este actor puede ofrecernos, ¿o es culpa del personaje que interpreta, demasiado lleno de tópicos? Por supuesto, no puedo dejar de mencionar el regreso de los cazafantasmas interpretados por el mismo Leigh Whannell y Angus Sampson (The Wake, Mad Max: Furia en la carretera), que siguen siendo seña de identidad de "Insidious"; son el alivio cómico al mismo tiempo que dos grandes secundarios que en este filme descubren que, quizá, les viene grande el trabajo que les ha encargado. Por supuesto hay otros personajes y actores que repiten, pero como os decía más arriba, están prohibidos los spoilers en este blog, aunque sí voy a mencionar a uno que no lo es. Tenemos de nuevo a Steve Coulter (Expediente Warren: The Conjuring, Los Juegos del Hambre) como Carl, el médium amigo de Elise que conocimos en "Insidious: Capítulo 2" y que nunca se separaba de sus dados (lo cual dio para una de las mejores escenas de terror de los últimos años, en mi opinión).
A pesar de que "Insidious: Capítulo 3" me ha encantado, como habéis podido comprobar hasta ahora, eso no quiere decir que sea perfecta, ni mucho menos. Por más que me deje llevar por el entusiasmo, me encanten este tipo de películas made in Wan-Whannell y me guste todo lo que huela a "Insidious", debo admitir que posee ciertos detalles que chirrían un poco. El primero de ellos es una escena bastante ñoña casi al final que, desde mi punto de vista, no casa demasiado con lo que es el tono de la trilogía, sobre todo en cuanto a los efectos especiales usados para la ocasión, Por otro lado, hay algunos actores que están muy, muy por debajo de lo esperado. Vale, James Wan es un excelente director de actores, pero el casting se podría haber currado más en ciertos papeles, aunque no es algo que sea común pero, por ejemplo, el actor que interpreta al hermano de la protagonista es terrible, y creo que me quedo corto. A mí no me ha ocurrido, pero el ritmo tan pausado de la primera media hora del filme, esa que sirve para ponernos en situación y presentarnos a los personajes, seguramente pondrá de los nervios a más de un espectador; en este caso, el tiempo de presentaciones estaba mejor llevado en las dos anteriores. Repito, a mí me ha gustado, pero es lógico que a muchos les parezca que la lentitud, al menos durante esa parte del filme, campa a sus anchas.
Una nueva entidad insidiosa |
En definitiva, obviando estos pequeños defectos, debo confesar que "Insidious: Capítulo 3" me ha sorprendido gratamente. Sabía que me iba a gustar, aunque no tanto, la verdad. Incluso no me esperaba que estuviera tan bien conectada con las anteriores y contuviera tantos guiños, referencias y "cameos". También tenemos a un plantel de actores de lujo con personajes que son auténticas joyitas, un desarrollo de la trama que va de menos a más, un ritmo estupendo, sustos agradablemente diferentes, el regreso de muchos personajes y situaciones, una ambientación fantástica, un guión muy bien aprovechado y la dirección de Leigh Whannell, que demuestra que ha aprendido más de dos o tres cositas de su gran amigo James Wan. "Insidious: Capítulo 3" no gustará nada a quienes salieran gruñendo de las dos anteriores, pero eso es lógico, porque está hecha para quienes somos fans no sólo de "Insidious" e "Insidious: Capítulo 2", sino del cine de terror made in Wan-Whannell, un dúo que ya ha demostrado con creces que es capaz de hacer buen cine de género tanto juntos como por separados. ¿Será este el principio de una exitosa carrera como director para Leigh Whannell? Con las ganas en el cuerpo de volver a ver "Insidious: Capítulo 3" podría apostar que sí. Yo, al menos, estaré ahí para comprobarlo.
Nota: 8,5/10
De Saw recuerdo que es defenestrada como saga, al principio de Scream 4, por el hecho que no se desarrollan los personajes, como sí lo haría la misma saga de Scream.
ResponderEliminarMe gusta el género de los cazafantasmas y me gustó El conjuro. Así que podría interesarme.
Bueno, "Scream" es que es muy de hacer la broma con las demás películas de terror, pero "Saw" puede, precisamente, presumir de personajes desarrollados (como que hay uno que dura las siete entregas xD) y, bueno, "Scream" juega mucho con el cliché, en mi opinión.
EliminarÉchale un vistazo a esta tercera parte. Al ser precuela, si te mola, igual te animas con las dos anteriores ;)