Al fin ha pasado. No porque tuviera que pasar por obligación. No porque fuera a ocurrir porque estuviera escrito en los telares del destino. Ha sucedido porque vosotros, lectores, habéis querido que así fuera. Lectores nuevos, lectores fieles o, simplemente, votantes. Al fin ha pasado. Redoble de tambores y... ¡He ganado un premio Ignotus! A mejor relato en la categoría de cuento, además, considerándose uno de los principales de las convocatorias de los Ignotus (es el momento de sacar pecho; me lo he ganado, ojo, aunque sea sólo momentáneamente). Podría decir que los Ignotus se me resistían en su fase final, pero estaría mintiendo porque como ocurre con los magos (Gandalf dixit), llegan cuando tienen que llegar, y estaba claro que no era el momento de que el monolito negro aterrizara en mi casa hasta el pasado año 2023 (también es cierto que el trofeo en sí ha tardado aún más, pero de eso hablaré más adelante). Y es que, al final, esto depende de vosotros, de nosotros, de todos. Sois vosotros los que votáis. Somos nosotros los que votamos. Los Ignotus los elegimos entre todos. ¡Y más en la edición de 2023 en la que hubo récord absoluto de participación! Impresionante, ¿verdad? Sin embargo, me veo en la obligación de ir por partes, porque quizá me esté adelantando para aquellos que no saben de la misa la mitad. Empiezo por el principio, siempre el mejor lugar para comenzar. ¿Qué son los premios Ignotus? Veamos.
Los premios Ignotus (o Premios Ignotus) son unos galardones instaurados a principios de los años 90. ¡Menuda solera tienen! Son otorgados anualmente por Pórtico, conocidamente anteriormente como la Asociación Española de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror (AEFCT) que, a su vez, era conocida tiempo atrás como la Asociación Española de Fantasía y Ciencia Ficción (mi amado terror no estaba entonces; por fortuna, fue un error que acabó arreglándose, y de la mejor de las maneras, aunque espero que no vuelva a pasar, hombre ya). La premisa básica de los premios Ignotus es la de premiar (valga la redundancia) lo mejor de lo mejor en cuanto a literatura fantástica, aunque con muchos matices que vamos a ir comentando en esta entrada. Por supuesto, esto va a año pasado, como la gran mayoría de eventos de este tipo, es decir, los premios Ignotus del año 2024 se centran en las obras publicadas en el año 2023. Poco misterio hay al respecto, ¿verdad? Sin embargo, no todo es literatura, porque también hay cómics/tebeos (según sean españoles o no) e incluso proyectos audiovisuales como podcasts, uno de los habituales a la hora de llevarse algún que otro galardón. Y dentro de las categorías literarias no todo es nacional, es decir, español, porque también hay no pocas categorías internacionales. ¡Y también para los traductores! Y las de las webs, por supuesto, que no se nos olviden las benditas webs y los siempre bien recibidos blogs.
Al principio, sólo existían tres categorías. Poco a poco, y con el transcurso de los años, se han ido añadiendo las que conocemos hoy, aunque alguna que otra ha salido y entrado según la participación, llegando a desaparecer por completo al final (te miro a ti, poesía). Tras la creación de los Ignotus, no se tardó demasiado en formalizarse la creación de un reglamento que logró que se parecieran más a los Hugo estadounidenses, el objetivo principal de los Ignotus en cuanto a apreciación por parte del público. Por si fuera poco, a partir del año 2013 la inscripción y voto en los premios se abrió a todo el público, ya que hasta ese momento era exclusiva de los socios, lo cual los cambió por completo de varias formas; por ejemplo, se han llegado a dar galardones de los Ignotus por veinte e incluso quince votos, mientras que desde dicha apertura los votos necesarios han subido en algunos casos hasta los doscientos, consiguiendo así que los Ignotus sea cada vez más limpios en relación a su organización y adjudicación. En pocas palabras, es uno de los pocos premios populares (¿quizás el único?) que la literatura fantástica (terror, fantasía, ciencia ficción) tiene en nuestro país. Los galardones se conceden en el evento de la HispaCon, que cada año se celebra en una provincia española distinta, se estructuran en tres fases (censo, propuesta de candidatos, elección de ganadores), su aspecto es un homenaje directo al popular monolito de la película "2001: Una odisea del espacio" de Stanley Kubrick (El resplandor, La naranja mecánica) y llevan ese nombre en honor al escritor español de ciencia ficción José de Elola y Gutiérrez (Corazones bravíos, El credo y la razón), más conocido por su pseudónimo de Coronel Ignotus.
Conocí los Ignotus casi al comenzar mi carrera literaria. Si me atengo a las publicaciones en papel, comenzó en el año 2010, ignorando, aunque nunca con desprecio, mis intentos para ello durante el 2009. ¡Qué lejano se ve ya! Conforme más me sumergía en el mundo de las letras del género fantástico, más crecía mi interés en estos premios, siempre observándolos con ilusión, pero desde la barrera, sabiendo que ni siquiera me contaría nunca entre los finalistas. ¿Para qué hacer publicidad? ¿Para qué tratar de intentarlo? Cual fue mi sorpresa cuando en el informe final de los Ignotus del año 2017, descubrí que "El que se se esconde", mi primera novela de terror publicada con Dilatando Mentes, aparecía en unos puestos próximos a la nota de corte de los finalistas. Aún más sorprendido me quedé al hallar mi primer ensayo sobre Stephen King (Cujo, Revival), el primer volumen de "Las pesadillas de Stephen King", entre los casi elegidos para la final. ¡A tres votos se quedó! Me dio cierta rabia, reconozco ahora... y admití ya por entonces. ¿Y si les hubiera dado la publicidad? ¿Y si hubiese dado la matraca día y noche a compañeros, amigos, familiares y conocidos con ambas obras? ¡Y desconocidos, por supuesto! Cualquier voto era (y es) bueno. Dicho y hecho. Me dispuse a ello.
¿El resultado? En los Ignotus de 2018 acabé teniendo dos obras finalistas. Por un lado, nada más y nada menos que en la categoría de novela, la considerada, digamos, la principal o, al menos, una de las más importantes de los premios. Logramos colar "Al final del bosque", mi segunda novela de terror con Dilatando Mentes. ¡Qué honor! "La mejor compañía", uno de mis relatos de la antología "El Guardián del Miedo", obra publicada con Apache Libros, fue mi segunda nominación de ese año. ¡Otro honor! Ninguno de esos trabajos se llevó el Ignotus, pero estar nominado, doblemente nominado además, ya fue premio más que suficiente. Ahí no se quedó la cosa, porque desde entonces he ido acumulando nominaciones y finalistas año tras año, gracias a todos aquellos lectores, compañeros de letras, amigos, familiares y conocidos que aportan su granito de arena con sus votos. Y no es poco, la verdad, porque el proceso de selección no solamente es complicado, sino también el de censo, votaciones... Por fortuna, se ha ido simplificando lo más posible. ¡Qué tiempos en los que incluso había que mandar las dos caras del DNI! Junto a un documento en papel. ¡Escaneado y todo! Aun así, el galardón se me ha ido resistiendo hasta el año 2023, justo el año en el que dejé de dar tanto la matraca, de dar publicidad a mis obras y de "optar" a los Ignotus. Y entonces cayó. Qué ironía, ¿verdad? Y menudo periplo. Cómo ha ido cambiando el cuento a medida que daba más o menos publicidad. Los misterios del marketing.
Sin embargo, no todo ha sido bueno. No todo ha sido celebrar nominaciones y finalistas, propias y ajenas, de uno mismo y de compañeros que, al final, no se lo han llevado nunca, a pesar de parir obras muy merecedoras de ello (desde mi personal punto de vista, por supuesto; todos tenemos nuestras opiniones a la hora de que alguien se lleve un Ignotus, y siempre que se muestren desde el respeto y diría que la coherencia, merecen ser tenidas en cuenta). Pocos han sido los años que recuerdo en los que no se ha desatado una polémica o no habido comentarios maliciosos y repletos de una tremenda carga de hipocresía. Gentuza que acusaba de que a unos y a otros los votaban sus cuñados y primos (¿es que está prohibido que te voten familiares?) cuando no le gustaban los nominados, pero, en cambio, cuando el nominado sí es de su agrado, callan o, peor aún, esa misma gentuza comenta que ha salido finalista con justicia. ¡Ja! Al final, esos trolls literarios, esos buscadores de problemas, esos malos protagonistas de programas del corazón que sólo existen en su imaginación, han ido diluyéndose, esfumándose, como si fueran un mal sueño. ¡Incluso siendo nominados en alguna que otra ocasión! Porque, sí, algunos de esos personajes (porque son eso, personajes, personajillos, personajazos) terminaron siendo nominados y finalistas después de criticar a nominados y finalistas. Autozasca en todo su esplendor.
Que se queden ahí. Yo tengo algo que celebrar. Mi galardón. Mi premio. Mi Ignotus. Logrado con mi relato "Los Marginados", aparecido en la antología "¡Matad a esos p#tos nazis!", con referencias a filmes como "El espinazo del diablo" y "El laberinto del fauno" y a libros como "El ritual", del maestro Adam Nevill (Apartamento 16, El fin de los días). ¡Mi primer Ignotus ganado en la categoría de cuento! Una forma de cerrar una especie de círculo personal y profesional, debido a que fue con la narrativa breve con la que empecé, a tratar de publicar y a publicar, al final. También en solitario, pues "Actos de Venganza", mi primer libro, es una antología de, sí, relatos. Como si mi primer Ignotus no pudiera ser en ninguna otra categoría. ¿Ha sido merecido? No lo sé. Como siempre digo ante preguntas así, la última y definitiva palabra la tienen los lectores. Esos mismos lectores, compañeros, amigos, conocidos, desconocidos y familiares (o no) que decidieron que "Los Marginados" debía alzarse con el galardón. Igual que esos mismos lectores, amigos, conocidos, desconocidos y familiares (o no) deciden de igual forma con respecto a las demás obras. Ayer, hoy y mañana. Digan lo que digan. Y eso hay que aceptarlo y respetarlo. Yo, por mi parte, os doy a todos miles de millones de gracias desde aquí. Siempre. ¡Gracias por votarme! ¡Gracias por conseguirme este Ignotus! ¿El primero de muchos? ¿El primero de pocos? ¿O el único? Sea como sea, antes de que llegara ya me sentía premiado. Con vosotros. Con vuestros votos. Con vuestra fidelidad. Con vuestro apoyo. Con vuestra presencia.
De nuevo... ¡Gracias!
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