Ficha Técnica
Título original: Horns
Autor: Joe Hill
Portada: MarySchuck
Género: Terror
Nacionalidad: Estados Unidos
Formato: Rústica
Nº de páginas: 464
Editorial: Suma de Letras
Publicación: 2010
Sinopsis:
La vida de Ignatius Martin Perrish ha sido un auténtico infierno desde que su novia Merrin fue salvajemente violada y asesinada. Justo cuando pasa un año desde el terrible crimen del que muchos en su pueblo le acusan, Ig, después de una noche de borrachera de la que no recuerda nada, se despierta con dos extraños cuernos en su cabeza. Lo que al principio piensa que es una alucinación, poco después se descubre como algo muy real, sobre todo cuando las personas con las que se cruza también ven los cuernos, aunque tienen en ellas efectos misteriosos; se olvidan de ellos en cuanto dejan de mirarlos y, además, hacen que confiesen sus peores secretos. De este modo, Ig averigua que incluso sus más allegados creen que fue él quién mató a Merrin. Es entonces cuando llega el momento de que Ig aproveche sus nuevas habilidades para encontrar al asesino del amor de su vida, al mismo tiempo que trata de averiguar qué hizo que le crecieran cuernos. Ig siempre fue un buen chico, pero eso se acabó; es el momento de convertirse en el demonio que todos creen que es.
Reseña:
Joe Hill (Fantasmas, El traje del muerto) es un romántico. Sí, ya sé que con esta frase he comenzado más de una reseña dedicada a alguna que otra obra de su padre, Stephen King (Cell, Joyland), pero es que es tan cierto como que King es el actual rey del terror literario. Ojo, ya vi algo de ese romanticismo en algunos de los geniales relatos de "Fantasmas", la antología de Hill que reseñé en este mismo blog hace un tiempo, su primera obra en solitario y por la que comencé a leerle, un libro que me dejó bastante satisfecho para ser su primera antología. En ésta ya pudimos comprobar cómo Hill, a pesar de que se acerca en muchos temas, tonos e incluso en prosa a su padre, sigue su propio camino, con una vertiente más fantástica que terrorífica de por medio, con los cómics como grandes referentes y, sobre todo, con un enfoque más actual en sus historias. Pero eso no quita que ambos sean unos románticos.
Ejemplos de novelas románticas en el caso de King los hay por docenas y, aunque no sea el momento de enumerarlas porque la reseña es de un libro de su hijo y no es su momento de gloria sino el de su retoño, siempre pondré como gran ejemplo "La historia de Lisey", una historia de terror, una oda al mundo interior de los escritores que es, al mismo tiempo, un enorme homenaje a las relaciones de pareja y al matrimonio, al amor de un hombre hacia su mujer y de una mujer hacia su hombre. "Cuernos" es algo así, una gran historia de amor que acompaña al relato de fantástico con grandes dosis de terror y horror humanos con venganzas de por medio protagonizado por Ig Perrish, un joven que vive envuelto en dolor desde la muerte de su novia, Merrin. Pero me estoy adelantando, ¿y si antes de meternos de lleno en esta sobresaliente novela hablamos un poco sobre su autor, Joe Hill? Sí, el hijo más conocido de Stephen King.
Me gustaría comentaros que todos los hijos de King escribe. Sí, su esposa también. Una familia entera de escritores. Sin embargo, ha sido Hill quien, poco a poco, e iniciándose en el mundillo sin que se le relacionase con su padre (algo bastante de alabar con lo fácil que habría sido abrirse puertas mencionando a su progenitor), se ha labrado un nombre más elogiado; desde "Fantasmas", la antología antes mencionada, hasta su última novela escrita por el momento y de curioso título, "NOS4A2", pasando por "El traje del muerto" y esta que tenemos aquí, "Cuernos", que contiene uno de los argumentos más curiosos y originales que me he encontrado en mucho tiempo en un libro. Debo reconocer que tengo pendiente de leer "NOS4A2", al que le tengo muchas ganas no sólo después de haber comprobado la inmensa calidad de "Cuernos", sino después de haber leído muchas críticas positivas al respecto. También me queda por leer "El traje del muerto", que iba a ser el siguiente libro de Hill al que le pusiera las manos encima, pero la proximidad de la película basada en "Cuernos" me hizo replantearme el orden de los factores y, lo cierto, es que no me arrepiento, al menos mientras no haya leído "El traje del muerto", claro.
"Cuernos" me ha gustado mucho, mucho, muchísimo. Si no le he dado un diez por completo ha sido por un pasaje que no me ha terminado de cuadrar con el resto de la historia de los cuernos que le salen a Ig Perrish, el protagonista, porque por lo demás es una de esas historias que me han llegado directamente al corazón. "Cuernos" me ha aterrorizado, me ha emocionado, me ha hecho replantearme muchas cosas (sobre todo en la relación del Diablo con el humanidad y el mismo Dios) y me ha dado muchas ganas de seguir escribiendo. Cuando un libro logra que un escritor de tres al cuarto como yo tenga ganas de ponerse en el teclado nada más terminarlo, no es casualidad. Cuando un libro de casi quinientas páginas se acaba en menos de dos días, no es por casualidad. Cuando una novela logra que al acabarse uno tenga ganas de regresar a su historia, no es casualidad. Y así podría pasarme toda la reseña, porque "Cuernos" me ha dejado muy tocado a muchos niveles. Es evidente que habrá mucha gente a la que no le parecerá gran cosa, y que se habrá ganado muchos críticos, pero a mí eso me da bastante igual. "Cuernos" se ha convertido, con tan sólo una lectura, en una de mis novelas favoritas. Muy dificil lo tienen las demás creaciones de Joe Hill para llegarme tanto como "Cuernos", pero por mí pueden intentarlo, porque las voy a disfrutar igual. En pocas palabras, si King tiene "Cementerio de animales", "It (Eso)", "El misterio de Salem´s Lot", "Misery", "Carrie", "Christine"... Hill no tiene nada que envidiarle a su padre con "Cuernos", donde confirma que su fama es bien merecida y que sólo puede seguir creciendo si continúa creando novelas como ésta.
La sinopsis de "Cuernos" es una de esas que atrapan al instante. La historia nos presenta a Ig Perrish, un joven cercano a la treintena que vive un auténtico infierno desde que, un año antes de los acontecimientos que se nos presenta en la novela, su novia, el amor de su vida, Merrin Williams fue brutalmente violada y asesinada por alguien cuya identidad se desconoce. Tras una noche de borrachera en la que el joven hace un montón de cosas malas que no recuerda, se despierta con dos protuberancias en la cabeza que son nada más y nada menos que cuernos. La primera reacción de Ig es asustarse y creer que son una alucinación provocada por la resaca que todavía tiene; sin embargo, pronto averigua que los cuernos son muy reales y que causan un extraño efecto en quienes le rodean, obligandoles a que confiesen sus mayores pecados, incluidos aquellos que tienen que ver con él mismo. Ig descubre entonces que incluso familiares y amigos piensan que él fue quien mató a Merrin, lo que ocasionará una gran frustración en el joven antes de que se dé cuenta de que puede usar los cuernos para encontrar al asesino de Merrin y hacerle pagar por lo que hizo. Ig Perrish siempre fue un buen chico, pero es el momento de que se convierta en un ángel caído y haga las obras del demonio.
Pese a que en un primer momento "Cuernos" pueda parecer una novela de suspense (y sí, mucho de suspense tiene) donde el protagonista debe ir desvelando pistas junto al lector hasta descubrir al villano de la función, en realidad no lo es, al menos, no del todo. Sí, hay un asesino cuya identidad desconocemos tanto nosotros como el protagonista, y sí, hay una búsqueda de esa identidad, pero Joe Hill toma uno de los dos caminos por dónde dirigir esta historia, y no deja de ser curioso que tome el menos habitual dada la fama de comiquero que tiene, es decir, el escritor no toma el rumbo donde Ig Perrish va usando sus cuernos para descubrir pistas hasta que se enfrenta al asesino de Merrin en las últimas páginas de la historia, sino que Hill usa la historia de otra forma hasta el punto de que, sin entrar en spoilers (ya sabéis; este blog siempre está libre de spoilers), el escritor nos ofrece la identidad del asesino de Merrin Williams poco después de comenzar la novela, una identidad que se ve venir si tenemos en cuenta a los pocos detalles que se nos ofrecen antes de que Ig averigüe el nombre de quién le arruinó la vida. Entonces, ¿qué nos queda? Hill se preocupa a partir de ahí no sólo de que el protagonista planee su venganza al mismo tiempo que comienza a notar y abrazar la influencia de los cuernos, sino de presentarnos el pasado de los protagonistas; desde el mismo Ig, hasta el de Merrin, pasando por Lee, Glenna y Terry, los personajes más cercanos a la pareja, el mejor amigo de ambos, la antigua novia de éste y amiga de Ig, y el hermano de éste, respectivamente. Joe Hill nos dice así que, en su historia, no es importante el quién, sino el cómo y el porqué, al mismo tiempo que desarrolla a los personajes como si fueran tan reales como nosotros mismos.
¿Y cómo lleva a cabo todo esto el escritor? Llegamos a la parte más criticada de la novela: los flashbacks. "Cuernos" está contada de dos maneras, en dos partes, a pesar de contar con cinco actos; por un lado, viviremos, junto a Ig, la aparición de los cuernos y los efectos que estos van causando tanto en él como en los habitantes del pueblo con los que se va cruzando, al mismo tiempo que trata de encontrar la mejor manera de lidiar con el conocimiento de la identidad del asesino de Merrin; por otro lado, mediante largos flashbacks, no sólo conoceremos la niñez y adolescencia de Ig, sino más importante todavía, cómo se conocieron Merrin y él, al mismo tiempo que cómo creció su amistad con Lee Tourneau, la relación con su familia y las conexiones con el pueblo que, en el presente de la historia, le odia. Estos flashbacks están insertos de manera bastante inteligente, de tal manera que surgen cuando menos los esperamos y momentos bastante definitorios de la historia. Esto, y la extensión de los mencionados viajes al pasado de los personajes, es lo que hace que estos flashbacks sean tan criticados, pero yo no lo veo así, sino todo lo contrario. Sin estos flashbacks no conoceriamos tanto a personajes que odiamos y queremos cuando acaba la novela, y mucho menos sabríamos la relación tan profunda que mantienen Merrin e Ig, una relación que resulta importantisima para disfrutar la novela. Además, al estar dedicados algunos de estos flashbacks a algunos personajes muy concretos, sabremos por qué guardan las relaciones que guardan con otros, por qué se comportan cómo se comportan y, de paso, iremos averiguando los diferentes secretos que "Cuernos" esconde.
Porque si de algo está llena la novela es de giros argumentales y sorpresas. Muchas de ellas incluso nos harán cambiar de parecer con respecto a algunos de sus personajes, demostrando lo gran escritor que es Joe Hill, capaz de jugar con nuestros sentimientos como si tal cosa. Y eso sin contar con que, cuando acaba la historia, todo encaja perfectamente. Sí, hay flecos que no, como ese capítulo dedicado a cierto personaje donde Hill parece pretender explicar su "locura", por decirlo de alguna manera, o eso me pareció entender; ese episodio es lo único negativo que puedo sacar de una novela que considero casi perfecta. De todos modos, sigue siendo un capítulo donde conocemos todavía más de uno de los personajes más repulsivos, crueles y sádicos que me he encontrado nunca en una novela de terror y, teniendo en cuenta que he leído prácticamente todo de Stephen King, ya es mucho decir. Pero mejor me callo, porque no quiero soltar ningún spoiler, ni siquiera que os lo imaginéis. Volvamos a lo que decía, y al inmenso puzzle que es en realidad "Cuernos", uno cuyas piezas vamos encajando conforme pasamos sus páginas, que devoraremos con avidez (al menos yo lo hice) hasta que, llegados al final, a ese final agridulce (aunque más feliz que triste si tenemos en cuenta el comienzo de toda la historia, el brutal asesinato de Merrin Williams), todo, absolutamente todo, encaja.
Comencé la reseña afirmando que Hill es un romántico, y lo es, vaya que si lo es. "Cuernos" es una historia de amor, la historia de Ig Perrish y Merrin Williams, un amor truncado por un psicópata y... por algo más, algo que no puedo desvelar para no descubriros la gran revelación de la novela o, al menos, una de las grandes revelaciones. Un amor intenso, auténtico, puro, realista y, además, rodeado de misterios (la casa del árbol de la imaginación) cuyos orígenes sólo descubriremos una vez finalizado el libro y ni siquiera entonces, porque "Cuernos" es una de esas novelas que cuando acabamos nos invita a que rellenemos esos huecos con nuestra propia imaginación, no por dejadez del escritor, sino para que nosotros mismos nos estrujemos los sesos y creamos lo que queramos creer. La relación entre Merrin e Ig protagoniza algunos de los mejores momentos del libro, y no me refiero sólo a la gran revelación, sino también a los primeros pasos que dan cuando apenas son adolescentes y comienzan a conocerse. Joe Hill trata esta relación con una naturalidad pasmosa que nos hará esbozar una gran sonrisa en más de una ocasión, una sonrisa agridulce pues, recordemos que Merrin en el presente de la novela está muerta, así que todo lo que sabemos sobre el inicio de su relación con Ig es a partir de los flashbacks.
También es una novela sobre la amistad y sobre la familia. Y sobre horrores humanos y muy reales, sobre los demonios que todos tenemos dentro. Y es ahí donde surge el terror de "Cuernos" en forma de protuberancias oseas que le crecen a Ig Perrish de forma misteriosa (ahí tenemos otro de los giros de la novela) después de una noche de borrachera donde hace cosas malas que no recuerda. Mediante los cuernos, Ig logra que todo el mundo confiese sus más profundos pecados; desde oscuros deseos para con el projimo, hasta infidelidades, pasando por robos, violaciones, cualquier clase de crimen, pasiones ocultas y pecados, todos los pecados posibles. Como si Ig Perrish fuera el mismo Diablo, los habitantes del pueblo en el que reside se ven obligados a confesarse ante su presencia, a veces con desastrosas consecuencias, aunque en la mayoría de los casos, con terribles daños psicológicos para Ig, quien ve no sólo que incluso su familia piensa que ha matado a Merrin, sino que todo el mundo guarda una pesima opinión sobre él. Gracias a los cuernos descubrimos la auténtica naturaleza de las personas, algo que tanto a King como a Hill les encanta reflejar en sus historias; al final, los verdaderos monstruos somos nosotros, en este caso, los auténticos demonios. Además, la influencia de los cuernos en los que rodean al protagonista hace que la historia tenga cierto punto de humor negro que le sientan de lujo al libro cuando contemplemos a los habitantes del pueblo de Ig confesar sus peores pecados, algunos de ellos bastante chocantes y surrealistas.
De este modo, vemos cómo Ig va cambiando conforme avanza la historia. Del miedo inicial y la incredulidad al toparse con los cuernos, pasa a la frustración, el hastío y la depresión conforme los pecados de la gente le dan en plena cara, sobre todo los que tienen relación con su persona. Es poco después cuando Ig abraza a los cuernos y lo que pueden hacer, además de ir averiguando que la confesión de pecados no es su única habilidad sobrenatural (atentos a cuando van mostrándose las siguientes, sobre todo aquellas que cambian a Ig... físicamente). Esos cambios van transformando la personalidad de Ig, al que siempre se nos muestra como una buena persona, enfatizando esa lucha entre el bien y el mal que también nos narra el libro. Ig deja de ser tan bueno para convertirse en un ser ávido de venganza capaz de usar a quienes tiene a su alrededor, con la sola idea de atrapar al asesino de Merrin y hacerle pagar lo que ha hecho. Sin embargo, Ig nunca llega a entrar en el lado oscuro, por así decirlo, quedándose siempre en la parte más brillante y blanca del espectro o, en pocas palabras, Ig es el héroe hasta el final de la novela. Al fin y al cabo, el Diablo es un ángel caído, fue un ser de luz, el más hermoso de los ángeles de las huestes de Dios e incluso cuando cayó a la Tierra, la atravesó y acabó en el Infierno, continuó siendo más bueno de lo que la gente piensa, más un antihéroe que el villano de la historia.
Joe Hill no sólo crea en "Cuernos" una novela de terror, una historia de amor y una oda a los demonios que tenemos los seres humanos en nuestro interior, sino que también es una especie de ensayo sobre la religión judeocristiana, sobre todas las religiones en realidad, pero, concretamente, sobre Dios y el papel del Diablo en la historia de la humanidad. Conforme Ig se va transformando, abrazando sus cuernos y, al mismo tiempo, acomodándose a la inverosímil situación en la que se ve inmerso, Hill nos cuenta, de forma bastante lógica, mediante el protagonista, que el Diablo nunca ha sido el malo, sino una víctima más, un antihéroe que se puede situar más al lado de Dios que de los males de la humanidad. Pensemoslo bien; la gente que peca va al infierno como castigo y, ¿quién los castiga? Lucifer. Pero, lo de castigar a los pecadores, ¿no es trabajo de Dios? ¿Tienen el mismo curro ambas entidades? Eso parece. De ahí que aunque Ig Perrish sea el Diablo de esta historia, al final, el auténtico mal sea otro, los que le rodean son los verdaderos pecadores y no él quien, ni con todas sus habilidades, se aprovecha de la situación para convertirse en el monstruo que todos creen que es. Bien contra mal. Joe Hill nos da con "Cuernos" otro enfrentamiento entre estas dos facciones, aunque de una manera bastante diferente. No sé vosotros, pero como amigo de la religión judeocristiana, he disfrutado bastante del tratamiento que le da el escritor y su forma de verla. No puedo estar más de acuerdo, la verdad.
Dejando a un lado la historia en sí y pasando a la prosa de "Cuernos", hay que admitir que Joe Hill mejora con cada nueva obra. No tiene un estilo enrevesado, complicado, ni difícil de seguir. No es uno de estos autores pedantes para los que escribir mejor que nadie y demostrar lo listos que son es lo importante, sino que para él lo esencial es la historia que cuenta sin descuidar la prosa usada para ello. Cuando Hill debe ponerse más serio, o usar descripciones más detalladas, lo hace sin ningún problema, saliendo muy, muy bien parado. Sus diálogos son certeros, adecuados para cada persona, directos, crudos y muy apegados a nuestra sociedad actual. Además, es capaz de crear escenas truculentas y verdaderamente impactantes con una facilidad pasmosa; atentos, por ejemplo, a las últimas páginas del libro, o a cierta escena con mucho fuego de por medio, o aquellas veces en las que Ig se muestre como un auténtico demonio (tridente incluido o, en este caso, horca incluida) con quienes están más cerca. No quiero desvelar nada más, porque me da que ya he hecho demasiado, pero en serio, la novela tiene escenas que se te graban a fuego en el cerebro, tanto las más aterradoras, como las más fantásticas. En este sentido, también estamos ante un libro repleto de fantasía, donde se nota que Joe Hill ama, y mucho, el mundo del cómic. Por cierto, no os perdáis los guiños a los trabajos de King y, curiosamente, a Harry Potter, cuando el actor elegido para interpretar a Ig Perrish en la película de "Cuernos" ha sido, precisamente, Daniel Radcliffe (Harry Potter y el misterio del príncipe, La Mujer de Negro). Ojo, porque el libro salió a la venta mucho antes de que siquiera el reparto fuera propuesto. ¿Cosa del Diablo? Es posible.
En conclusión, salvo por lo que os comentaba más arriba de ese capítulo donde creo que la información que se nos da sobra totalmente, "Cuernos" me parece una novela soberbia, de lo mejor que he leído en mi vida. Vale, igual puede ser exagerado, pero como ya os he dicho, cuando una historia te llega tanto a tantos niveles, lo menos que se puede hacer es decirlo, afirmarlo, gritarlo, chillarlo y repartirlo a los cuatro vientos. "Cuernos" es retorcida, divertida, oscura, aterradora, intrigante, misteriosa, terrorífica, fantástica, asombrosa y espectacular. Sus personajes, el desarrollo de la trama, los flashbacks, el tema del Diablo y Dios, la lucha entre el bien y el mal, la historia de amor de Ig y Merrin, la transformación del protagonista, los pecados de los personajes que pululan por la novela, los giros argumentales, la prosa de Joe Hill, los descubrimientos que vamos haciendo, el desarrollo de los personajes principales, el final... Todo funciona a la perfección en un puzzle que sólo entendemos cuando las piezas encajan al acabar el libro, y con eso incluyo las "extrañas" marcas que adornan la novela antes de que empiece y tras terminar. "Cuernos" demuestra que Joe Hill está a la altura de su padre y que, con el tiempo, incluso podría superarlo. "Cuernos" es la demostración de que Hill podría ser un diablo de la literatura y que, escribiendo, saca al exterior a sus demonios. Atreveos a acercaros a Ig Perrish para confesar sus pecados, ¿o son demasiado terribles?
Nota: 10/10
Yo, cuando leí que el hijo de King escribía, pensé que quería subirse al carro de la fama de su padre. Y a pesar de que vi durante mucho tiempo "El traje del muerto" y "Fantasmas" en librerías, no me decidía a darle una oportunidad. Hasta que un día vi que saldaban "Cuernos" a 3 euritos y decidí que ya era hora de leer al joven y criticar lo poco que se parecía a su padre...Vaya sorpresa me lleve!! La novela me gustó muchísimo, la devoré casi. Que equivocada estaba respecto a Joe Hill. En ciertos temas que trata me recuerda a su padre, pero a la vez lo veo más imaginativo y que utiliza la mezcla de terror y fantasía de una forma diferente y más original.
ResponderEliminarSi no los has leído te recomiendo los cómics de Locke & key, donde Hill es guionista y demuestra de quien es hijo...y para mi lo iguala como un gran contador de historias.
La única que no me cuadra en la familia King es la hermana. Me da un poco de miedo su profesión ja ja
Ya va quedando menos para el 22!!
Jajaja yo también me pillé la novela a ese precio. A decir verdad, salvo la última que ha sacado nueva, todas las de Hill me las he pillado a ese precio.
EliminarNo puedo estar más de acuerdo con tus opiniones sobre Hill y su forma de escribir. El cómic de "Locke & Key" lo tengo MUY pendiente. ¡Siempre me hacéis babear cada vez que habláis de él!
Jajaja, la verdad es que se ha hecho corta la espera.
Pediste firmado el ejemplar?
Si, firmado :)
ResponderEliminarYa tengo ganas de que llegue. Terminare el año de lecturas con tu novela y lo empezare también ja ja Me tomaré con calma las 700 páginas para disfrutarlo como se merece!
Anda que como no te guste... vaya manera de terminar un año y empezar el siguiente, jajajaja.
EliminarCruzaré MUCHO los dedos xD
Cuernos es mi primer libro Hill, y cuando lo empece no espere encontrarme con una historia de amor tan hermosa. No se porque los flashbacks son tan criticados si para mi son lo mejor, por ejemplo la historia de como se conocen Ig y Perrish no tiene desperdicio, y al final con la carta,,, bueno, no quiero soltar spoilers pero tampoco espere encontrarme con uno de esos momentos tristes que te hacen un nudo en la garganta.
ResponderEliminarEl capítulo que mencionas dedicado a "cierto personaje" creo que es esencial porque creo que explicar el trasfondo del antagonista lo hace más interesante pero cada quien tiene sus gustos.
Más que el capítulo en sí, me parece que el hecho que Joe Hill usa para explicar la locura del personaje, sobra.
EliminarAparte de eso, estamos totalmente de acuerdo. Los flashbacks son geniales y, además, necesarios. Y cómo se conocen Ig y Merrin... uf, los pelos de punta. Por no hablar del descubrimiento de la carta, que te deja a cuadros.
En fin, una novela prácticamente perfecta para mi gusto.