El que se esconde: ¿Qué oculta la caja?

El ser humano se sirve de una cantidad casi infinita de clichés para explicar el paso del tiempo. El más usado de todos es ese que afirma que lo que ocurrió hace muchos años parece que sucedió ayer mismo, y es cierto. Cómo pasa el tiempo, ¿verdad? Cuando nos queremos dar cuenta, tenemos sobre nuestras espaldas tal montón de vivencias que consiguen darnos la sensación de que ni siquiera tienen que ver con nosotros, sino con otras personas distintas. ¿Cómo hice aquello? ¿De verdad hace diez años desde la última vez que quedé con tal o cual persona? ¿Hace tanto que terminé la carrera? ¿Por qué parece que fue hace dos días cuando tenía un trabajo de verano con el que pagarme las noches de marcha? ¿Por qué da la impresión de que no hace mucho sólo nos preocupábamos por los deberes del colegio y portarnos bien, y de repente tenemos nuestra propia familia? El tiempo transcurre sin que podamos hacer nada por evitarlo, inexorable e indiferente a nuestros deseos, siendo a veces demasiado lento cuando lo pasamos mal y muy veloz cuando vivimos épocas de dicha. Eso sí, en ambos casos, una vez la distancia pone las cosas en su sitio, descubrimos que incluso esos momentos desagradables parecen alejarse en el tiempo a pesar de que los recordemos muy cercanos. Sí, el tiempo pasa volando, eso es incuestionable, y ¿por qué os estoy contando todo este rollo si es evidente que hoy sí he venido a hablaros de mi libro? Muy sencillo, porque parece que fue ayer cuando me sumergí en este universo de letras e imaginación que es el mundillo literario, y en realidad acabo de publicar mi sexto título. ¡Ah! Y con una nueva editorial. Casi nada.

Intentando enrollarme lo menos posible para no asemejarme al típico abuelo cebolleta (ya tendré edad para ello, y será dentro de muy poco), llegué al mundo literario en el que me muevo casi por casualidad en 2009, gracias a un par de convocatorias de relatos. Quizá los nuevos visitantes de este blog no lo sepáis, pero desde 2003 escribía series de fan-fictions, centradas sobre todo en el universo comiquero de Marvel, para diferentes páginas web. ¿Qué es un fan-fiction? Pues creaciones literarias de los fans, desde relatos hasta novelas, basadas en personajes, conceptos y mundos populares en la mayoría de las ocasiones. Por ejemplo, comencé escribiendo fan-fictions sobre Veneno, el eterno enemigo-antihéroe de Spiderman, en una página centrada solamente en el personaje, para pasar poco después a una página especializada en fan-fictions, actualmente cerrada y a la deriva, en la que me encargaba de series regulares protagonizadas por Spiderman, Punisher, Daredevil, Spawn, e incluso llegué a hacer historias que adaptaban videojuegos como "Nocturne" y el más conocido "Silent Hill". Por motivos personales y profesionales dejé los fan-fictions en 2013, precisamente cuando mis "obligaciones" literarias empezaron a acumularse, y aunque de cuando en cuando me pica el gusanillo, debo reconocer que fueron años fantásticos en los que aprendí muchísimo acerca del oficio de juntar letras. En pocas palabras, nunca mejor dicho, fueron unos años de entrenamiento que me vinieron de perlas.

Fue en 2009 cuando en un intercambio de foros (qué tiempos los de los foros, ¿verdad?) descubrí varias convocatorias de relatos para ganar menciones, premios y entrar en antologías que se verían publicadas en papel. ¿Me atrevería a ello? Bueno, experiencia escribiendo tenía, sin embargo, era cierto que me veía tan poquita cosa que me costó darle caña al asunto. Si no hubiera sido por mi pareja, quien siempre ha creído en mí, no me hubiera motivado suficiente para intentarlo. Y... fallé. O más bien no. O sí, según se mire. Al fin y al cabo, aunque las primeras convocatorias en las que participaba no me dieron más que negativas, las usé para quitarme el miedo de encima y continuar intentándolo, porque una de las claves de este mundillo (si es que existen claves, secretos, trucos y consejos que nos sirvan a todos por igual) es la de persistir, nunca dejarlo, considerar el abandono como una palabra tan inexistente como los unicornios, y tener en cuenta que la caída es sólo un estado transitorio que se cura al levantarnos. La insistencia y la constancia no sólo son los mejores amigos del escritor, en especial si es novel, sino que deberían serlo siempre. Y gracias a ellas mis esfuerzos dieron sus frutos en forma de colaboraciones en dos antologías en papel que salieron en 2010. Lo mejor todavía estaba por llegar, lo cual no significa que haya olvidado la grandiosa sensación de ver mi nombre en papel, en un libro de verdad, encabezando una creación propia que lectores adictos al terror, como yo lo era, leerían. ¡E incluso era posible que les gustara! Yo podría crear para los demás lo mismo que los autores, cuyas obras devoraba, creaban para mí, Ilusión es una palabra que se queda muy corta para describir aquello, algo que sigo notando con cada nueva publicación, sea más o menos modesta. Todas son un triunfo para mí.

A pesar de que, poco a poco, conseguía colarme en diversas antologías que iban saliendo, continuaba siendo realista, y hasta pesimista si le preguntáis a quienes me rodeaban. Me veía con mi propio libro en solitario, sí, pero no hasta los treinta años, es decir, todavía me faltaba mucho para ello. Mientras tanto, no me daría por vencido, no tenía ninguna prisa. Utilizaría todo el tiempo disponible para participar en toda aquella antología que me aceptara, enviar relatos a toda convocatoria de terror (mi género predilecto) y tratar de ganar algún que otro concurso literario. Es más, me exigí no intentar mover nada en solitario hasta que no tuviera publicados diez relatos en papel. Y es curioso, porque sin comerlo ni beberlo, "Actos de Venganza" llegó justo cuando se cumplía lo que me propuse, y no tuve que esperar hasta los treinta, no, sino que mi primera publicación en solitario, una antología de relatos de terror que giraban alrededor de la venganza, salió editada cuando contaba con veintisiete. La cosa iba a bastante más velocidad de la que pensaba, así que no podía equivocarme. Había que mantener los pies en el suelo, y gracias a los compañeros, amigos y mis más allegados, creo que lo conseguí a pesar de ser un latazo en varias ocasiones. "Actos de Venganza" de Tyrannosaurus Books no fue buscado. La misma editorial me pidió algo en solitario tras leer mis relatos de zombis que entraron en las antologías que por entonces publicaban, y como todavía andaba lejos de atreverme a escribir una novela (corta o larga), llevaba montando mi particular recopilación de cuentos unos cuantos meses. Dicho y hecho, antología en solitario al canto, una sensación indescriptible (again) al contemplar mi propio libro, el cual funcionó bastante bien teniendo en cuenta que sólo se vendió por Internet y que yo era un autor al que ni en su casa conocían. Una tirada pequeña, una editorial prácticamente recién nacida, algunas nominaciones, un trabajo hecho con muchas ganas y grandes apoyos a mi lado. ¿Se quedaría todo en esa primera publicación en solitario? Era posible. Mi realismo-pesimismo continuaba dando la lata. Ni siquiera hoy se me ha quitado, aviso, y eso que mi siguiente publicación ni tardaría en aparecer, esta vez, una novela.

"Cinco tumbas sin lápida" se lanzó a principios de 2013. Le siguió "Drácula vs. la Momia: Batalla por Chicago" en el verano de ese mismo año. "Tormenta Sangrienta", ya con Applehead Team Creaciones, tardó un poco más en aparecer, haciéndolo a finales de 2014, aunque "Actos de Venganza: Edición definitiva", con la misma editorial, lo hizo después del verano de 2015. En pocas palabras, a libro por año no sólo no me puedo quejar de mi carrera literaria, sino que debo dar las gracias a un buen montón de gente y, de paso, agradecer también la enorme suerte que tengo y que espero no se acabe nunca, aunque las vacas flacas siempre llegan, en un momento u otro, por lo que también hay que prepararse para ellas. Tras la nueva versión de mi primera antología de terror, tocaba sacar el ensayo sobre Stephen King, también con Applehead Team Creaciones, un gran reto no sólo por todo el trabajo que tiene detrás mostrar quién y qué hace el de Maine, sino porque hablamos de mi primer libro de ensayo, y acostumbrado a novelas y cuentos, quizá se me iba a hacer algo complicado esta "nueva" forma de narrar historias, en este caso, además, teniendo en cuenta que lo que hay que dar es información tan precisa como objetiva. Sin embargo, antes de que el primer volumen de "Here´s Johnny!: Las pesadillas de Stephen King" viera la luz, tenía entre manos un nuevo proyecto pendiente, una novela de terror en la línea de "Cinco tumbas sin lápida" y "Tormenta Sangrienta" (nunca cuento "Drácula vs. la Momia: Batalla por Chicago", por ser algo diferente a éstas tanto en tono como en objetivos), aunque esta vez con el mundo de los fantasmas como protagonista. Me refiero, al fin, de "El que se esconde", que saldría nada más y nada menos que con Dilatando Mentes, una editorial alicantina de la que ya hemos hablado mucho por aquí, no lo bastante, pero me da que ya os vais haciendo una idea de por dónde voy. Después de todo, sobre este maravilloso  proyecto levantado por José Ángel de Dios García y Maite Aranda tenéis una entrada en este mismo blog de no hace demasiado. Ellos fueron los que apostaron por mi siguiente paso en el terror, el género que me apasiona, el género que amo y el género en el que no sólo no me enfada encasillarme, sino que me siento orgulloso de ello.

Sin entrar en demasiados detalles, tanto para no aburriros como para no desvelar nada personal en un blog público, Ángel y yo nos conocimos por la maravilla de las redes sociales, al igual que otros grandes amigos y compañeros que he conseguido a través de los años, concretamente, gracias a Facebook y a que ambos somos escritores. Recuerdo que quedé fascinado por su ensayo sobre la serie de televisión "Big Bang Theory", y aunque le debo una reseña desde entonces, sí que hice bastante publicidad del libro que incluso podréis encontrar todavía por este blog. Con una amabilidad envidiable, Ángel dio los primeros pasos, se hizo con mis libros (recuerdo con mucho cariño lo que le gustó "Cinco tumbas sin lápida") y, en apenas unas pocas conversaciones, se hizo evidente una conexión de éstas que hay que mantener por lo bonitas que son. Poco a poco, ese roce inicial se convirtió en una de las mejores amistades que he tenido en este mundillo literario y, sin darnos cuenta, pasaron los años, nos íbamos poniendo al día cada cierto tiempo, charlábamos, nos leíamos, compartíamos nuestras alegrías y frustraciones literarias hasta que, un buen día, Ángel me desveló que pensaba adentrarse en el bonito aunque duro mundo de la edición con una editorial montada a cuatro manos con su mujer. Sólo con lo que conocía de él dije que sí al instante cuando me invitó a formar parte de su familia editorial. ¿Cómo negarme? No sólo sabía la excelencia de persona que tenía delante, sino que al haber sido autor conocía los entresijos editoriales desde el lado de los "sufridores" (como si los editores no sufrieran, claro). Además, Ángel siempre me demostró que lo que sentía hacia la literatura era amor verdadero, algo que era fácil dilucidar a través del monitor cuando se ponía a hablar de la futura editorial, Dilatando Mentes. Su objetivo no sólo era ofrecer buenas lecturas, sino ir más allá, y que cada libro se convirtiera en toda una experiencia, gracias entre otros motivos al ir repletos de extras como ensayos relacionados con la historia, bocetos del portadista, ilustraciones interiores, postales de las mismas, interesantes prólogos e incluso notas del autor acerca de la narración que nos brindaba. Resumiendo, auténticos Blu-Rays literarios.

Si por entonces ya hablábamos bastante, con la excusa de la editorial las conversaciones aumentaron hasta el punto de que, medio en serio medio en broma, comentábamos que hablábamos más entre nosotros que con nuestras familias. A la ilusión de Ángel por la editorial le daba igual la distancia que nos separaba, y si pronto tuve la osadía de considerarme parte importante (que no esencial) de Dilatando Mentes, fue por las siempre halagadoras palabras de Ángel, capaz de hacerte sentir cómodo y en familia tras unos minutos de charla. Pronto, nació "El que se esconde", aunque no era ese el primer título elegido, que sonaba bastante a libro de R. L. Stine cuando yo lo que pretendía era dar con él miedo a una audiencia adulta. Bosquejos, estructuras, intercambio de documentos, correcciones, tormentas de ideas... "El que se esconde" pasó de ser solamente el concepto para un relato a la novela que ya podéis adquirir gracias a Dilatando Mentes en una de las mejores ediciones que se han hecho de una de mis obras, sin desmerecer a las anteriores, por supuesto. Ha sido uno de los títulos más duros de escribir debido a una serie de circunstancias personales, pero eso no quiere decir que no haya disfrutado de cada momento con ella, os lo aseguro, en especial teniendo en cuenta que contaba con Ángel de copiloto en este viaje, nuestro viaje por nuestra novela. Es cierto que, por ejemplo, debido a esas causas externas que os comentaba, "El que se esconde" no ha podido ser la primera novela de Dilatando Mentes, honor que me reservaba Ángel, siendo la reedición de "Los cantos de Maldoror" la elegida. No pasa nada. "El que se esconde" es la primera novela de terror nacional que publica Dilatando Mentes, la confianza por parte de los editores ha sido absoluta y la conexión al trabajar se puede considerar de veinte sobre diez... y me quedo corto. Cuando uno está en casa, y haciendo lo que le gusta, no está trabajando, sino disfrutando, a pesar del esfuerzo y el tesón que haya que utilizar para que todo salga bien. Además, "El que se esconde" no es el primer título que publican, pero casi, y con el detalle de que quisieran que lo fuera es con lo que me quedo.

Sin embargo, ¿de qué va "El que se esconde"? Llegamos a la parte complicada de esta entrada en la que vengo a presentaros la novela antes de que comience su profundo, y espero que exitoso, recorrido por librerías y webs literarias. Es difícil hablaros de ella sin reventaros partes importantes de la trama, ya que está repleta de sorpresas y giros argumentales, o espero que lo sean cuando la leáis. Pasamos de pueblos malditos y antiguos hoteles encantados a fantasmas, cajas misteriosas y grupos de apoyo en los que personas traumatizadas por sucesos paranormales se reúnen para superar sus miedos, dejarlos atrás y avanzar hacia un futuro mejor. Como indica la sinopsis oficial del libro, por un lado tenemos a Barry Noonan, quien viaja de noche por una larga carretera para intentar deshacerse de un antiguo mal que lleva acosándole demasiados años; por otra parte, toca presentaros a Patrick Rafferty, un periodista de una revista sensacionalista para quien su trabajo ya no tiene ningún sentido, aunque quizá pronto encuentre lo que está buscando, con funestas consecuencias; también encontramos en la trama a Danielle Donahue, una profesora de arte que intenta abandonar en la cuneta a los demonios interiores que la acosan, y para ello cuenta con la ayuda de los Siete Pasajeros, una terapia de grupo donde los espíritus, espectros y fantasmas están a la orden del día. En medio de todo, una caja, una misteriosa caja de madera que parece muy normal, ¿o quizá no lo sea tanto? Para descubrir qué oculta, quién es el que se esconde y qué clase de fantasmas os presento, tendréis que haceros con la novela, que esta vez va más dirigida al terror psicológico que al terror más físico que presentaban "Cinco tumbas sin lápida" y "Tormenta Sangrienta", sobre todo en la recta final de ambas, porque también tenían lo suyo en cuanto a jugar con la mente del lector, o al menos intentarlo.

He intentado que "El que se esconde" sea una de esas novelas que os provoquen pesadillas, y vosotros tenéis la última palabra sobre si lo he conseguido o no. Títulos que me han ayudado a escribirla hay muchos, aunque en lo literario me gustaría destacar las obras de Shirley Jackson, Edgar Allan Poe, los cuentos de fantasmas de Stephen King y, en especial, la novela "Buick 8: Un coche perverso", también del de Maine, donde el tema de lo inexplicable es gran protagonista. En cuanto a lo cinematográfico, siempre de gran importancia en mis trabajos, me han inspirado títulos como "Al final de la escalera", "El ente", la filmografía al completo de James Wan e incluso "Alien, el octavo pasajero" (¿os suena eso de los Siete Pasajeros?). ¿Y de extras? Porque la edición de Dilatando Mentes no es sólo buena porque su acabado, sino por la cantidad de extras que trae. Prólogo de Jesús Cañadas, ilustraciones de Almu CJ (Tormenta Sangrienta, Actos de Venganza: Edición definitiva), ensayo fantasmal de Jorge Soto Roland, bocetos de la ilustradora, banda sonora, notas del autor (cuidado, os pueden desvelar datos esenciales de la trama), postales... ¡De todo! No le falta de nada. ¿He dicho ya que la magnífica portada es también de Almu CJ? Su mejor trabajo hasta la fecha, y eso que las expectativas estaban altas, pero las ha cumplido todas. ¡Qué mal rollo da la imagen de la portada! En el buen sentido, claro, ya que es un libro de terror y eso es lo que debe dar, terror. Si no os asusta, no he hecho bien mi trabajo, ninguno de los responsables de "El que se esconde" lo ha hecho bien. Eso no quiere decir que todo sean fantasmas y escenas dantescas en la novela; decían por ahí que si a una historia de terror le quitas el terror y no te queda nada, es que has fallado. Pues bien, espero que os guste tanto el terror que creo que impregna cada página del libro como las historias personales de sus protagonistas. Superar el pasado, evolucionar como personas, avanzar hacia un futuro mejor, la comodidad de lo fácil y lo inexplicable para lo que no existe explicación a pesar de que nos empeñemos en buscar son otros temas que trato en "El que se esconde".

Debo confesar que estoy algo nervioso con las opiniones que puedan surgir sobre el libro. Es normal, soy escritor, y aunque finjamos que nos dan igual las críticas, malas y buenas, no es así. Si eso fuera verdad, directamente escribiríamos para guardar nuestros trabajos en un cajón, no los expondríamos al mundo. Pero sí, estoy nervioso, estoy nervioso porque parece que las expectativas son altas tras "Tormenta Sangrienta", y no quiero defraudar a ningún lector. Como siempre hago, he dado lo mejor de mí como escritor, así que espero que el resultado esté a la altura de lo que esperáis. No hablamos de una novela corta precisamente, 560 páginas tiene "El que se esconde" con los extras, así que tenéis material de sobra para leer una buena temporada si es que os animáis con ella. ¡Mi sexto trabajo en solitario! Qué cosas, ¿eh? Y parece que fue ayer cuando salió "Actos de Venganza". Cuatro años han pasado ya, cuatro años en lo que parece un suspiro, y son en realidad cuatro años, que se dice pronto. Bueno, no me enrollo más, que ya sería un milagro si me habéis aguantado hasta aquí. Sólo me queda invitaros a adentraros de nuevo, o por primera vez, en mis particulares pesadillas, habitadas en este caso por fantasmas, y espero que os den un buen susto, que de eso se trata. A continuación, os dejo con el enlace directo a la página de la editorial, en concreto, al espacio que posee "El que se esconde", y donde podréis comprarlo sin gastos de envío. ¡Ah! Y con las geniales postales de las ilustraciones, un regalo que sólo conseguiréis en la página de Dilatando Mentes, a quienes de nuevo les doy las gracias por permitirme formar parte de tan maravilloso proyecto. Al igual que os doy las gracias a vosotros, lectores, compañeros y amigos. Ya sabéis que sin vosotros todo esto no sería posible. Sois lo que mueve al escritor que escondo, así que no os alejéis mucho, por favor, porque con vuestra ausencia estas locuras no tendrían ningún sentido. Estáis todos invitados a descubrir lo que hay dentro de la caja... ¿Os atreveréis? Espero que sí.

Aquí podéis comprar el libro en la tienda de Dilatando Mentes.

Dejad vuestros temores a un lado, coged una linterna, cerrad los armarios, echad un vistazo bajo la cama y acompañadme en esta sobrenatural búsqueda.

¿Encontraremos algún fantasma?

Más de uno. Y una caja... con algo en su interior...