Reseñas comiqueras: Ultimate Marvel #6

Ficha Técnica

Guión: Jonathan Hickman, Brian Michael Bendis, Nick Spencer

Dibujo: Esad Ribic, Sara Pichelli, Carlo Barberi, Paco Medina

Portada: Kaare Andrews

Publicación original: Ultimate Comics The Ultimates Vol. II #8, Ultimate Comics All-New Spider-Man #8, Ultimate Comics X-Men Vol. II #8-9 (2012). Marvel, Estados Unidos.

Publicación española: Ultimate Marvel #6 (2012). Panini Comics, España.

Sinopsis:

SHIELD ha realizado un movimiento a la desesperada, y ha lanzado a Hulk contra los Hijos del Mañana, sin embargo, el arma viviente que es el otro yo de Bruce Banner puede explotarles en la cara. Mientras tanto, Miles Morales, el nuevo Spiderman, debe seguir combatiendo villanos de segunda a la vez que descubre que su tío, el Merodeador, demuestra que conoce su identidad secreta. Por otro lado, el entorno de los mutantes es cada vez más confuso; los Ultimate X de Nick Furia mueven ficha, a la vez que en el Campamento Ángel las cosas se van calentando a un ritmo endiablado.

Reseña:

Hacía tiempo desde la última reseña de "Ultimate Marvel", ¿verdad? Pues ya va siendo hora de ponernos al día en este blog, y lo vamos a hacer a una velocidad de vertigo y, además, de la mejor de las maneras, porque la serie comienza a recuperar la calidad que tenía durante sus primeras números. Y es que, en la última reseña, ya comenté que la calidad del tomo bajaba un poco con respecto a los números que le precedían, ¿alguna razón en particular? Sobre todo, las aventuras de los X-Men, donde Nick Spencer (Vengadores Secretos) apenas parece saber adónde ir con los personajes y, también, los cambios repentinos de dibujantes, algunos con estilos totalmente diferentes a los que estábamos viendo.

Tranquilos, porque todos esos detalles negativos se han solucionado en este tomo, donde tenemos un cómic de los Ultimates, otro del nuevo Spiderman y dos de los X-Men; y todos sabemos ya a estas alturas que una de las series que más sale ganando del tomo cuando es doble es la de los mutantes. Pero, además, tenemos el regreso de los dibujantes regulares. Esad Ribic (Loki) regresa para dibujar él solo el número de los Ultimates, al igual que Sara Pichelli (Ultimate Spiderman) con las aventuras de Miles Morales. Y lo mismo pasa con Paco Medina (Veneno, X-Men), al menos, en el segundo número de los mutantes incluido en el tomo, porque en el primero, repite Carlo Barberi. Afortunadamente, no sólo vuelve Medina, sino que Barberi tiene un estilo muy, muy parecido al suyo, por lo que su inclusión en el tomo resulta fluida y nada forzada.

Reed Richards y Hulk cara a cara

En cuanto a las historias de las diferentes colecciones, la cosa empieza a ponerse muy, muy tensa, sobre todo con los Ultimates y los mutantes, donde las tramas se conectan mucho. Algo bastante diferente con la serie de Miles Morales, donde Brian Michael Bendis (Vengadores Oscuros, Dinastía de M) va un poco a su bola. Eso no significa que no respete la continuidad, ni que no juegue con ella, todo lo contrario, pero digamos que la trama con el Merodeador no es que tenga demasiado que ver con las intrigas políticas y de poder que se mantienen en las series escritas por sus compañeros.

¿Qué encontramos este mes en las tres series que forman el tomo? De primeras, con la serie de los Ultimates, justo la historia donde la dejamos en el anterior tomo, es decir, ¡Hulk atacando a los Hijos del Mañana! Y, más pronto que tarde, descubren que son ellos ahora los que sienten el miedo que, hasta hace muy poco, metían en el cuerpo a SHIELD y los Ultimates. Pero, los Hijos del Mañana cuentan con Reed Richards, que va a contarle un par de verdades a Hulk que pueden ponerle de su parte. Por otro lado, el presidente de los Estados Unidos, da luz verde a los Protocolos de Invierno, que les va a pasar factura a los Ultimates. ¡Ah! Y Zorn va en dirección a los Hijos del Mañana, dispuesto a destruirlos.

En la serie protagonizada por el nuevo Spiderman, Miles Morales, Bendis se toma las cosas más tranquilamente, pero también añade su dosis de tensión al universo del joven hombre araña. Y no hablo sólo de la aparición del Anillador, o la llegada del nuevo Escorpión Ultimate, sino de la llegada del tío de Miles Morales, el delincuente, el Merodeador Ultimate, que nada más y nada menos que conoce su identidad, añadiendo un nuevo elemento de preocupación en el universo del protagonista.

Spiderman contra el Anillador

Y, para acabar el tomo, dos números de las desventuras de los X-Men, muy diferente cada cómic, por cierto. En el primero, observamos qué ha ocurrido con Ultimate X, ese equipo mutante de operaciones especiales que montó Nick Furia, y a cuyos miembros vimos unirse en una mini-serie que nos llegó en formato prestigio a España. Un cómic repleto de dobles juegos, incertidumbre y un nuevo paso en cuanto a los personajes Xorn y Zorn, especialmente el primero. En el segundo número dedicado a los mutantes, nos centramos en el campamento Ángel, que la trama tenía muy abandonado. Las tensiones están al día en el campamento, sobre todo cuando se quiere dar la apariencia de que todo va perfectamente. Esa impresión se vendrá abajo cuando los mutantes descubran lo que vimos en los primeros números de "Ultimate Marvel" y la mini-serie de consecuencias, es decir, se van a enterar de que son consecuencia de experimentos del Gobierno de los Estados Unidos. Entonces, entraré en juego, ¡Tormenta!

Como veis, dos tramas conectada, y una de ellas separada del resto, aunque no demasiado, porque el futuro de Spiderman me da que va a estar muy unido a los Ultimates, a quienes ya hemos visto paseándose por la serie. De nuevo estamos ante un tomo en el que todas las historias son muy, muy interesantes, todas con la misma calidad. Con los Ultimates vamos viendo que todo se puede ir a la porra en cualquier momento, con los héroes desbordados, y varias fuerzas de primer orden a punto de chocar; con Spiderman comprobamos cómo su vida puede empeorar de un momento a otro; y, en las series mutantes, vemos que no todo es un golpe de efecto permanente como en anteriores números, sino que Nick Spencer puede recuperar tramas pasadas y aprovecharlas, dándonos grandes momentos, como el regreso de Tormenta, o esos juegos de Karen Grant, que hacen que vaya a volver otro personaje mutante del pasado. Y eso sin dejar de lado la espectacular llegada del Escorpión, o lo que puede dar de sí que Reed Richards y Hulk se unan.

Estamos ante una de esas veces en las que parece que las estrellas se alinean para mostrarnos que los tres guionistas del tomo tienen planes muy claros en mente. O eso parece. Los tres hacen un trabajo notable, con algunos altibajos, claro (por ejemplo, no hubiese venido mal más Zorn en lo que nos cuenta Jonathan Hickman (Los Cuatro Fantásticos, Los Vengadores Vs. La Patrulla-X)) que son fácilmente desechables si vemos las grandes virtudes del número en cuestión. Todo lo que se cuenta conduce a algo, y uno no puede más que tener ganas de llegar a la siguiente lectura para saber qué es en realidad.

Portada de Kaare Andrews para el "Ultimate Comics  X-Men Vol. II #8"

En cuanto a los dibujantes, cumplen con creces. Esad Ribic está de sobresaliente, con imágenes tan impactantes como esa en la que se ve a Zorn volando, o la más poderosa de todas las del tomo, y puede que una de las más potentes de la serie hasta el momento, esa en la que Hulk y Reed Richards se encuentran. En el terreno aracnido, alabo el regreso de Sara Pichelli, y más si trae consigo peleas tan bien orquestadas como la que mantiene Spiderman con el Anillador. Barberi y Medina son los patitos feos del tomo, es cierto, pero eso no quiere decir que no sean capaces de darnos un trabajo soberbio; atentos a la Tian de Barberi, o la escena de Tormenta con los centinelas, al final del tomo. En portadas, seguimos con el grandioso trabajo de Kaare Andrews (Ultimate X-Men, Spiderman: Reino), en este caso, mención aparte merecen tanto la portada del Escorpión con Spiderman, como la que ocupa la portada del tomo español, y las dos de los mutantes. 

Resumiendo, un gran tomo. Da gusto ver que la calidad se va recuperando en la serie regular. Espero que no decaiga nuevamente en el siguiente número, o que, al menos, no volvamos a ver bailes tan descarados de dibujantes. Y mucho menos que la historia se resienta, y los guionistas sigan el camino correcto, del que nunca deberían haberse salido, especialmente Nick Spencer.

Nota: 8/10