lunes, 28 de noviembre de 2022

Reseñas cinematográficas: The Apparition

 

Ficha Técnica

Título original: The Apparition
Director: Todd Lincoln
Intérpretes: Ashley Greene, Sebastian Stan, Tom Felton, Julianna Guill, Luke Pasqualino, Rick Gomez, Anna Clark, Suzanne Ford, Meena Serendib, Marti Matulis, Melissa Goldberg, John Grady, Tim Williams.
Guion: Todd Lincoln
Música: Tomandandy
Género: Terror
Nacionalidad: Estados Unidos
Duración: 82 minutos
Año: 2012


Sinopsis:
Ben y Kelly forman una feliz y joven pareja que está a punto de mudarse a una adorable casita situada en un solitario y perdido barrio residencial. La vivienda, propiedad de los padres de ella, nunca ha estado habitada, es adorable y parece perfecta, hasta que extraños acontecimientos perturban la apacible vida de ambos. Comienzan a escuchar extraños ruidos en la casa que parecen no tener ninguna causa, los muebles se mueven solos cuando no miran, les da la impresión de que alguien se pasea por su nuevo hogar cuando están dormidos… Sin embargo, lo peor es que, por las paredes, comienzan a aparecer una serie de manchas llenas de hongos. Poco a poco, Ben y Kelly se sumergen en un infierno sobrenatural del que, quizá, no puedan salir.


Reseña:
Hoy voy a ser amable. Vale, sé que no suelo ser demasiado duro con las películas flojas de terror, lo reconozco. Pero, ¿qué os puedo decir? Si un filme me da un buen rato de entretenimiento, a pesar de que luego tenga mil defectos, ya me ha ganado. Sin embargo, también admito que, cuando una película no me gusta, soy el primero en darle palos hasta en el carnet de identidad, cosa que es divertido hacer de cuando en cuando, aunque nunca tomarlo por costumbre. Ya sabéis, por el peligro de convertirse en uno de esos críticos pedantes de cine o, peor todavía, el riesgo de transformarse en un troll llorón incapaz de disfrutar de nada.

“The Apparition” es floja. Menuda manera de comenzar a hablar de ella, ¿verdad? No es algo que pueda negar. Es floja, bastante floja y muchas críticas la ponen de vuelta y medio, y con razón, porque estamos ante una película que se olvida en cuanto se acaba, con múltiples defectos y con un presupuesto demasiado elevado para sus características que luego no se deja notar en el metraje final, bastante corto por fortuna. Sin embargo, voy a ser amable con ella, no porque me haya encantado, no, sino porque los pocos elementos que me han gustado de ella me han gustado bastante. Han sido pocos, sí, y es un filme que no podría recomendar salvo por curiosidad, pero cuando algo me gusta debo admitirlo. El cómputo general de “The Apparition” es flojo, pero sus virtudes son bastante buenas, así que la apruebo por los pelos. Aunque, ¿cuáles son esas virtudes? Hablemos de fantasmas antes de adentrarnos en ellas.

El origen del mal


Los fantasmas son los protagonistas de “The Apparition” junto a la pareja protagonistas. Fantasmas, espíritus, apariciones, espectros, entes… Reciben cientos de nombres y han estado ahí desde el comienzo de la humanidad por infinidad de razones, tanto esperanzadoras (ya sabéis; gusta saber que puede haber algo más allá de la muerte), como más terroríficas (los seres invisibles que nos vigilan, a veces con intenciones nada amables). Los espectros siempre han existido y, a menudo, se les considera entes reales, e incluso a veces se ha tratado de demostrar científicamente con desiguales resultados. Después de todo, la energía nunca se destruye, simplemente se transforma y, ¿acaso no somos energía? ¿No podría ser esa nuestra alma? Alma que, cuando morimos, podría sobrevivir de algún modo.

Pero no entremos demasiado en cuestiones filosóficas, porque venimos a hablar de cine, de cine de terror. No es que vayan reñido ambos temas, pero “The Apparition” es lo principal. Y es que, si los fantasmas se han usado desde el principio de los tiempos en la literatura, tanto oral como escrita, igual ha ocurrido en el cine. Los fantasmas siempre han sido los entes paranormales más usados en los filmes de terror, con permiso de los vampiros y los zombis. De todos modos, mientras que estos últimos entran en el grupo de los monstruos, los fantasmas comprenden a todos los demás entes sobrenaturales de apariencia espectral y espiritual. Estos seres, como decía, se han usado mucho en el cine de terror, por muchas razones; por ejemplo, nos encontramos más cercanos a ellos que a los vampiros, los hombres lobo y los zombis (volveríamos al debate filosófico de cuanto de real hay en el tema), suelen dar más miedo que estos y también salen más baratos a la hora de ponerlos en una producción cinematográfica. No es lo mismo en términos de coste “Drácula de Bram Stoker” que “Paranormal Activity”, ¿verdad?

¿Qué misterio sobrenatural esconde la casa?


La lista de películas de fantasmas es interminable, y abarca todas las épocas, todos los estilos, todos los géneros y todos los enfoques. Desde “Poltergeist” hasta “Los Cazafantasmas”, pasando por clásicos de este subgénero como “Al final de la escalera”, que contiene algunos de los momentos más aterradores que podáis disfrutar en una película de miedo de estas características. No deja de ser curioso que mientras en los 90 el subgénero vivió una pequeña época de semi-sequía, a principios del presente siglo ocurrió todo lo contrario, ya que asistimos a una especie de poderoso “resurgir” de los fantasmas en el cine mediante dos vertientes. Por un lado, el thriller sobrenatural que comenzó “El sexto sentido” y prosiguió “Los otros”, ambas con sorpresa final, giros argumentales que comenzaron a extenderse por este subgénero; por otro lado, las películas orientales de espíritus y sus correspondientes remakes norteamericanos, los que verdaderamente las popularizaron.

“Ringu”, “The Ring: La señal”, “Dark Water”, “La maldición”, “La huella”, “Shutter”, “The eye”, “Llamada perdida”, “Visiones” y un largo etcétera llevaron al cine, y a nuestras vidas, a esos espectros de pelo largo y cara oculta que tanto miedo dan, sin dejar de lado las maldiciones y leyendas urbanas más orientales, lo cual fue un soplo de aire fresco que se fue agotando debido, sobre todo, a la sobreexplotación que sufrió. ¿El siguiente paso? Lo dio una producción tan barata que su presupuesto da risa. Hablo de “Paranormal Activity”, la primera entrega de la saga, que nos devolvía a los fantasmas del modo más clásico (aunque realmente no era un fantasma, pero sí una presencia “espectral” e invisible), con puertas que chirrían de noche, muebles que se mueven solos, protagonistas pasándolo mal porque sienten que algo les observa de noche, sonidos sin origen concreto y, en general, todos esos detalles aterradores que contienen las mejores historias de fantasmas.

Hongo paranormal


Tras “Paranormal Activity” llegaron “Insidious”, “Sinister”, “Expediente Warren: The Conjuring”, “Insidious: Capítulo 2” y una larga lista de filmes con entes sobrenaturales de por medio donde también encontramos a “The Apparition”, aunque con varias diferencias con respecto a las mencionadas. La primera es su presupuesto, demasiado grande como para perteneces al terror low cost que tan de moda está de un tiempo a esta parte; y, la segunda, su calidad. Mientras que todas las demás ofrecían algo más y se atrevían a meternos el miedo en el cuerpo, “The Apparition” no sólo es más de lo mismo sino que, y eso es peor, contiene buenas ideas que se quedan en absolutamente nada. La historia es bien conocida por todos los amantes del terror cinematográfico con fantasmas de por medio. Tenemos a una joven pareja que se muda a una casa aparentemente normal, situada en un barrio residencial lejos de toda la civilización y donde apenas hay vecinos. La vivienda es prácticamente nueva, por lo que nadie ha vivido en ella antes, lo cual resulta bastante extraño cuando comienzan a ocurrir sucesos paranormales en el lugar, sobre todo si tenemos en cuenta la forma con la que empieza la película, con ese extraño experimento parapsicológico en una universidad. ¿Podría ser la misma presencia la que habita la casa de nuestros jóvenes protagonistas? Todo indica que sí pero, ¿qué es? ¿Y por qué va tras ellos?

Como decía más arriba, “The Apparition” contiene muy buenas ideas, pero mal ejecutadas y peor desaprovechadas. Sin soltar ningún spoiler al respecto, todo lo que rodea al fantasma, el experimento que se realiza para atraerlo, su origen y lo que podría haber dado de sí, es lo más interesante del filme junto a unos actores bien conocidos por los que somos fans del cine fantástico. Su metraje no es muy largo, por lo que es un filme que se puede ver sin necesidad de que sea una tortura interminable y, además, contiene un par de sustos efectivos; no es que funcionen demasiado bien, ni que os vayan a hacer saltar en el sofá, pero a mí me han gustado. Por no hablar de la atmosfera que se respira durante todo el filme y la potente imagen que nos da el póster.

La pareja protagonista no va a pasarlo nada bien


Sin embargo, no tiene nada más. La mayoría del tiempo no sólo parece una película más de fantasmas, sino que, además, da la impresión de que es una especie de prólogo a la auténtica película de fantasmas que nos debería ofrecer, sólo que eso no ocurre, ya que cuando creemos que va a comenzar lo bueno… se acaba. Es entonces cuando uno se pone a pensar, especialmente al visionar ciertas partes del filme, que a éste le faltan escenas, como si hubiera sufrido un duro recorte en la sala de montaje. Además, ¿dónde están los diecisiete millones de dólares que ha costado? Por no hablar de la falta de momentos espectaculares y de que parezca a veces que el director no sepa por dónde ir con una historia que, en el fondo, es interesante.

Antes os hablaba de que los actores de “The Apparition” son de las pocas cosas positivas que podemos sacarle al filme. En realidad, lo son para mí, porque de actuaciones andan justitos pero eficaces para la producción en la que se encuentran. Y es que, el plantel de actores que nos presenta la película es de esos que, al menos a mí, me resulta muy, muy interesante. Tenemos, por ejemplo, a la guapa Ashley Greene (Luna nueva, El crepúsculo de Summer) como sufrida protagonista que aparece en el cartel del filme, acompañada en la historia por el carismático y más de moda que nunca, Sebastian Stan (Capitán América: El primer vengador, Capitán América: El Soldado de Invierno), aunque debo admitir que la sorpresa de la película es ver a Tom Felton (Harry Potter y la cámara secreta, El origen del planeta de los simios) dejando en paz a Harry Potter durante la casi hora y media que dura el filme para vérselas cara a cara con un fantasma. Actores reconocibles sobre todo para los que amamos el fantástico y que a mí me caen muy bien, lo bastante como para que sean ellos uno de las principales razones por las que le doy un cinco raspado, muy raspado a “The Apparition”.

La aparición


En conclusión, como curiosidad, “The Apparition” merece la pena, sobre todo si no tenéis nada más que ver y pasáis una tarde aburrida y, especialmente, si os gustan sus actores protagonistas o queréis averiguar a qué me refiero cuando os comento lo desaprovechada que está su historia. Además, dura poco, por lo que en menos de hora y media la tendréis despachada. Sinceramente, esperaba mucha más; tenía ganas de verla y, al final, me he llevado un chasco. En este caso, era crónica de una decepción anunciada, ya que fue un fracaso de taquilla en Estados Unidos y nos he llegado tiempo después directa al mercado domestico. Aun así la perdono. Qué puedo decir, me siento amable con ella, aunque espero que no se vuelva a repetir.


Nota: 5/10


2 comentarios:

  1. La premisa está bien. Pero por lo que contás, no está bien desarrollada.
    Los fantasmas han aportado mucho al cine del terror. Permiten gran variedad de planteos, de temáticas. Lo que no suele pasar con los muertos vivos. En los que suele usarse el recurso de que los verdaderos malvados son los que están vivos. Que se ha usado una y otra vez.

    Un fantasma puede ser atormentado, alegre, malicioso, malvado como alguien que pide justicia.

    Deberían tener más cuidado con los guiones, revisarlos repetitivamente.

    Interesante entrada.

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    Respuestas
    1. Exacto.
      El problema es que no está bien desarrollada una idea bastante buena en el fondo, y con un reparto solvente, además. Se queda a medio camino. Entretiene, sí, pero es una pena pensar en lo que habría llegado a ser.
      Un placer leerte por aquí. Gracias por tu comentario.

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