Lo recuerdo como si fuese ayer. Finales de los 80, principios de los 90. Se estrenaba "Batman" de Tim Burton, una adaptación a la pantalla grande de uno de los personajes ficticios más famosos que existen y que llevaba labrándose desde que aproximadamente diez años antes se estrenase "Superman: La película". Y comenzó la batmanía, que recuerdo bastante bien, porque fui uno de sus consumidores. No fue algo como "Crepusculo", "Los Juegos del Hambre" o la saga de Harry Potter; la batmanía fue algo superior, muy superior. Y ya ni os cuento las críticas hacia la película.
La mejor de Batman, con un reparto impresionante, con un Jack Nicholson apoteosico, con un Michael Keaton estupendo y una Kim Basinger que completaba el triangulo de poder. Y con los años las buenas críticas sólo hicieron aumentar, sobre todo tras los estrenos de "Batman Forever" y "Batman & Robin". "Batman" de Tim Burton era considerada por público y critica una de las mejores películas comiqueras de la historia, y su leyenda sólo iba en aumento. Hasta que se estrenó "Batman Begins".
La obra de Burton pasó a ser una película más. Como si, de repente, la película de Christopher Nolan hubiese quemado los rollos originales de las aventuras del Joker de Jack Nicholson. Como si hubiera viajado en el tiempo y hubiese cambiado la película a peor en pleno rodaje. De repente, "Batman" era un filme más, querido por muchos a los que se nos tildaba de nostalgicos, pero ni mucho menos una de las mejores películas de superhéroes, algo que había sido considerada durante muchos años. Y eso sin extenderme más en cuanto al impacto social que tuvo.
"Como vuelvas a decir que esta película es una mierda, te coso a hostias" |
Por si eso no fuese suficiente, en 2008 se estrenó "El Caballero Oscuro" con, además, la magistral interpretación del tristemente fallecido Heath Ledger en el papel de Joker. "Batman" de Tim Burton pasó a ser mala, anticuada, vieja, estúpida y un sinfín de adjetivos más, ninguno de ellos bonito. Porque claro, dos películas sobre el mismo personaje no pueden ser buenas al mismo tiempo. Porque claro, hay que tomar partido por una u otra, ya lo dice el ADN: o PP o PSOE, o Barcelona o Madrid, o cómic americano o manga, o "Los Vengadores" o "El Caballero Oscuro", o DC o Marvel... ¿Verdad?
En este caso fue aún más sangrante. No se tuvieron en cuenta detalles como la época en la que fue rodada la de Burton, el estilo de este director, las condiciones del rodaje, los cómics del personaje publicados hasta la fecha, ni mucho menos que era la PRIMERA película de Batman en pantalla grande que veíamos. Un hito, por decirlo así; muchos se escandalizan todavía cuando en libros sobre cine se habla de "Batman" y no de "El Caballero Oscuro". ¿Ha tenido esta más de diez años para confirmarse? Y así una y mil preguntas donde podríamos pasar el día debatiendo sobre cómo de justo, coherente y lógico es denostar un filme en favor de otro, en vez de disfrutar con ambos y comprender que son dos caras de la misma moneda.
A esto lo llamo yo el Síndrome Burton, y no ocurre sólo con la saga Batman, ojo. ¿A qué viene todo este rollo? Fácil: dentro de poco más de una semana se estrena en nuestro país la nueva película de Spiderman y, desde hace meses ya sufre el síndrome Burton. Desde los primeros trailers, un coro de voces (pequeño, debo admitir) grita, chilla y aulla sobre que "The Amazing Spider-Man" deja en cueros a la trilogía de Raimi. Y se quedan tan anchos.
"Pero si en la nueva ni siquiera estoy yo... creo" |
Recuerdo cuando vi por primera vez el trailer de "Spider-Man" en el cine. Fue el de las Torres Gemelas, que luego se prohibió exhibir. Se me cayó tanto la baba que casi me deshidraté; un escalofrío recorrió mi espina dorsal; estaba tan emocionado que pensé en salir de la sala y llamar a todos los fans de Spiderman que conocía; la película que venía después me dejó de importar. Era... ¡Spiderman! ¡En pantalla grande! Y el teaser tenía una pinta fantástica. ¡Spiderman! ¡Mi personaje favorito de cómic! Y los avances que llegaron después sólo hicieron que esperase con más ansía el estreno.
Y llegó. Y qué grande fue(es) "Spider-Man". Lo que en principio iba a ser un gran proyecto de James Cameron, director de "Terminator 2" y "Avatar" entre otras, se convirtió en una obra realizada con el cariño de un fan del personaje como es Sam Raimi, director de "Posesión Infernal" y "Darkman", una elección curiosa que al final salió a las mil maravillas. Con "Spider-Man" vi lo que veía cada vez que ponía el VHS de "Superman: La película"; un cómic en movimiento. No una adaptación como podían ser "Blade", "Batman Forever" o "Spawn", sino un cómic moviendose, viñetas con actores reales... Desde los balanceos de Spiderman hasta la muerte de tío Ben, pasando por la muerte del Duende Verde (¡empalado como en el cómic!) hasta la amistad con Harry Osborn, tía May derrumbada por la muerte de su marido, las peleas aereas entre Spiderman y el Duende Verde, la araña picando a Peter, éste descubriendo sus poderes... ¡E incluso el momento "Todo gran poder conlleva una gran responsabilidad"!
La muerte de Ben Parker, uno de los momentos cumbre de la trilogía |
Sam Raimi hizo una gran película de superhéroes con superhéroes, el mejor de ellos para quien esto escribe. Y le salió redonda, salvo algunos defectos (Kristen Dunst como Mary Jane y el traje del Duende Verde). La crítica se rindió, los foros bullían con alabanzas, la taquilla explotó y todo el mundo apuntaba a que estabamos ante una de las mejores películas de superhéroes, donde funcionaba prácticamente todo, se alababa el trabajo de Tobey Maguire pero no acababan de convencer ni Mary Jane ni el traje del Duende Verde, defectos que hacían cojear a la obra. Pero no acabó ahí la cosa.
Dos años después llegaba "Spider-Man 2". Hasta la llegada de "Los Vengadores" la consideraba la mejor película de superhéroes de la historia. Creo que con esa afirmación dejo clara mi postura. Si la anterior era un cómic en movimiento, esta se convirtió en una experiencia donde lo único que faltaba era ir pasando las páginas en la pantalla blanca del cine (y para muestra, sólo hay que ver los creditos iniciales con dibujos de Alex Ross). Cada momento era mejor que el anterior; desde la pelea entre Octopus y Spiderman en el tren (una de las mejores en el mundillo de las adaptaciones comiqueras), hasta ese Harry Osborn descubriendo que su mejor amigo es el hombre que "mató" a su padre, pasando por la suerte Parker presente en todo el filme, una tía May impresionante, el origen de Octopus y la batalla final con ecos del "Capítulo Final" con el héroe levantando más de lo que sus músculos pueden soportar sólo para salvar a la mujer que ama. ¡Si hasta tuvimos la famosa escena de Peter Parker alejandose en un callejón dejando atras el traje aracnido en un cubo de basura! Impresionante.
De nuevo, la taquilla reaccionó. La crítica fue unánime (lo recuerdo MUY bien), hasta el punto de llegar a aplaudir incluso a Kristen Dunst. Tobey Maguire, Alfred Molina, James Franco... Nadie del reparto se libraba de halagos, alabanzas y buenas palabras. Sam Raimi incluso pudo poner más de sí mismo en el filme, tras el éxito del anterior (la escena con los tentaculos, por ejemplo) lo que le llevó a ser más aplaudido aún por quienes somos sus fans desde que se dedicaba a contar historias sobre libros de los muertos. Todo parecía estupendo... y llegó "Spider-Man 3".
Puro cómic |
La productora metió demasiada mano. A Sam Raimi se le fue demasiado la exageración con su sentido del humor. Las ganas de crear más un blockbuster que repetir "Spider-Man 2" pudieron con casi todos. Incluso algunos actores daban señales de cansancio (la propia Dunst, incluso Maguire en más de una escena, todo lo contrario ocurrió con Franco, que estaba magistral). En definitiva, la película se iba en la dirección que querían los productores. La crítica se dividió; a unos les encantó, a otros les horrorizó. Curiosamente, fue la más taquillera de las tres, lo que hace pensar, si tan mala fue(es), ¿por qué la gente iba a verla? ¿E incluso a veces hasta dos o tres veces? Algo no cuadraba. Pese a sus defectos, me parece que "Spider-Man 3" sabe conservar muy bien el nivel de la trilogía, dandonos momentos magistrales como la creación de Veneno, ver a un Spiderman matando, el origen del Hombre de Arena, realmente bello, y la batalla final, puro cómic.
Entonces, se pensó en hacer "Spider-Man 4" y Raimi, con un par, puso las cartas sobre la mesa: no quería hacer otro producto ya hecho de antemano por los productores, sino que quería volver a las dos primeras, y que fuesen películas bajo su control casi total. Tal fue la cosa que incluso exigió que el villano fuese el Buitre, que iba a ser interpretado por John Malkovich (Con-Air, La sombra del vampiro). Todos los fans aplaudimos y entonces, en un movimiento extraño, misterioso y de la noche a la mañana, se decidió hacerun reboot, un "Batman Begins" con Spiderman, apenas diez años después de su primera película y habiendo sido la última un exitazo de taquilla.
Se anunció "The Amazing Spider-Man". Nuevo reparto, nuevas historias, origen recontado y, lo que primero fueron protestas sobre todo por el traje se convirtieron en alabanzas tras dos trailers. Y la trilogía de Raimi se convirtió en una mierda. Así, de repente; tras un par de trailers. ¿Magia? No, quitad, quitad, la magia no existe... sólo existen los avances de Hollywood y las ganas de mudar, de estar en el rollo que mola. Y lo que molaba era decir que la nueva tenía buena pinta ergo las tres anteriores eran muy malas. Horribles. Tobey Maguire fue penoso, la Dunst aún más, los efectos especiales horribles y muchos comentarios sólo hablaban del baile de "Spider-Man 3" porque en una trilogía de casi siete horas de metraje, lo único que hay es un baile.
Nace el Hombre de Arena, uno de los mejores momentos de "Spider-Man 3" |
Ante tal argumento, sólo queda rendirse ante la evidencia. Los comentarios incluso comentaban que Andrew Garfield se parece más al Spiderman de toda la vida (aunque los productores digan una y otra vez que lo escogieron porque buscaban a un Peter Parker más basado en el Ultimate), que Emma Stone le da cien mil vueltas a Kristen Dunst (¿interpretan al mismo personaje?) e incluso que ahora Spiderman sí hace chistes mientras pelea (¿antes no?) o que se mueve más como una araña (¿?). Y en unos cuantos spots y dos trailes más o menos. Mediante ese material, unos cuantos ya han defenestrado la trilogía original.
Una trilogía cuya calidad media es de notable. Raimi hizo la primera película de Spiderman en pantalla grande con todos los riesgos que conllevaba. Y lo hizo hace diez años, basandose en su versión clásica de personaje, nada de Ultimate (salvo algún pequeño añadido) consiguiendo que una de las tres sea una de las mejores películas comiqueras que existen, donde se trata practicamente toda la esencia del universo Marvel. Pero no, todo eso ahora no vale nada. ¿La trilogía original? Un baile. ¿La nueva versión? Cojonuda, a pesar de no haberse visto más que unas imagenes, unos trailers y... nada más. Todos estos comentarios surgen de personas que no han visto un filme que aún no se ha estrenado.
E incluso entre los que ya lo han visto en pases de prensa y premieres, practicamente nadie compara. Porque igual que no hace falta tener prejuicios (que son muy malos para cualquier cosa) las comparaciones sobran. Porque no son justas; al menos, no al cien por cien. Y menos cuando los que han hecho la película te están diciendo a la cara "Hemos hecho algo diferente, ni mejor ni peor, sino que hemos querido caminar por una senda diferente con el mismo personaje". Los creadores lo están diciendo: ni mejor ni peor. Y si es mejor o peor ya se verá cuando se estrene, ¿no? Podremos decir todos y cada uno de nosotros "Me gusta más o menos" pero con justicia, argumentos, coherencia y lógica. Las películas anteriores automáticamente no van a ser peores; eso no existe.
Beso aracnido, otra de las escenas más conocidas de la trilogía original |
¿Es esto una defensa a ultranza de la trilogía de Raimi? ¿Estoy cayendo en esos errores que señalo? En absoluto, no sé qué me encontraré en el cine, pero hay detalles que por ahora, visto lo visto que en mi caso ha sido poco (para poder ir llegando virgen al estreno) me convencen y hay otros que no me convencen: No me convencen el traje, el actor protagonista, el tono oscuro que parece que se le ha querido dar y el CGI abundante que da la impresión de tener el villano; sí me convencen el resto de los actores, especialmente Ifans y Emma Stone, me convence el villano elegido, me convencen los lanzarredes y me convence el hecho de que vamos a ver a un Spiderman más Ultimate, con todo lo que eso conlleva. Y poder ver la misma historia contada de manera diferente en el cine, poder vivir de nuevo la emoción de ver a Spiderman en pantalla grande... por primera vez... otra vez.
Lo demás es el síndrome Burton. Algo que ningún producto debería padecer.
Creo que el nombre del síndrome también se podría aplicar a que el Batman de Burton fue muy criticado antes de rodarse, por estar dirigida por el realizador de Bitelchús y protagonizada por el propio Bitelchús jeje. Luego, eso cambió. Con el Spiderman de Webb ha pasado un poco igual (como con Primera Generación). Yo reservaré mi opinión a ver la película la próxima semana.
ResponderEliminarMuy buena reflexión.
Un saludo =D
Mucha razón, Carlos. ¡Anda que no le cayeron palos a Keaton antes siquiera de verle en la peli!
Eliminar¡Me alegra que te haya gustado la reflexión! Gracias por pasarte y comentar, amiguete, jeje.
¡Un saludo!
Magnifico, me ha encantado ese punto de vista tan verdadero. Siempre se esta dispuesto a dar palos aun sin saber...
ResponderEliminarBatman, como Superman y Spidey, fueron hitos, pioneros y ahora, infestados de toda la publicidad no se entiende que hubo un inicio.
¡Muchas gracias, William! Me alegra que te haya gustado, jeje. Como bien dices, y muy buen apunte, parece que ya no se entiende que tuvieron un inicio, un inicio sin el que no serían lo que son ahora... ¡Gracias por pasarte y comentar! :D
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