Ficha Técnica
Desarrolladora: Warner Bros. Games Montreal
Distribuidora: Warner Bros. Interactive Entertainment
Género: Acción
Plataforma: PC (también en PlayStation 3,Wii U, Xbox 360)
Año: 2013
Sinopsis:
Gotham es una ciudad corrupta, hundida en la podredumbre, dominada por el crimen y donde la delincuencia campa por sus anchas. Las bandas y las familias mafiosas la controlan, aunque las fuerzas del orden no son muy diferentes a ellas. Sin embargo, un rayo de esperanza ha surgido en Gotham en los últimos años, un oscuro rayo de esperanza en forma de leyenda urbana. Unos dicen que no existe, otros que es solamente un invento de la policía para meter miedo, mientras que muchos piensan que todo es un conjunto de rumores por parte de los periódicos para vender más, pero los pocos que creen en él lo consideran un ser sobrenatural, una criatura de las sombras que aparece cuando la noche cae sobre la ciudad. Su nombre es Batman, y nadie sabe que tras su máscara, el entrenamiento y toda la tecnología se encuentra el millonario Bruce Wayne, quien sólo desea limpiar Gotham en busca de la justicia que les fue negada a sus padres, asesinados en un callejón durante un atraco. Es Nochebuena cuando Máscara Negra, uno de los criminales más peligrosos de la ciudad, decide acabar de una vez por todas con el vigilante que está provocando pérdidas millonarias en sus negocios, y para ello contrata a ocho de los asesinos más mortíferos del planeta. Va a ser una fría y larga noche para Batman, una en la que es posible que su leyenda termine antes de comenzar.
Reseña:
Spiderman, Superman, Hulk, el Capitán América, Wonder Woman, Punisher, Green Lantern, Lobezno, Daredevil, Flash, Iron Man, los Cuatro Fantásticos, Green Arrow, Doctor Extraño, Aquaman, Thor... Todos los héroes (aunque mejor sería decir superhéroes) tienen un origen. Ya sea la araña radiactiva que picó a Peter Parker o el accidente con rayo incluido que le dio la velocidad que posee Barry Allen, sin olvidar la llegada a la Tierra de Kal-El, la isla perdida en la que se entrena Oliver Queen, la familia asesinada de Frank Castle o el suero del supersoldado que recibe Steve Rogers en plena Segunda Guerra Mundial. Todo héroe tiene un origen, al igual que todo héroe tiene sus comienzos. Y, entre todos los orígenes de superhéroes comiqueros, hay uno al que se le puede sacar tanto partido que, durante décadas, se han narrado historias al respecto. Sí, estoy hablando de Batman, el Señor de la Noche, el Caballero Oscuro, la leyenda urbana de Gotham que no siempre fue tan respetado y temido en la ciudad que crea monstruos a cada minuto.
No sólo estamos ante uno de los orígenes comiqueros al que le han sacado más punta los guionistas desde que Batman nació editorialmente en 1939, sino también ante uno de los orígenes más potentes del mundillo hasta el punto de que es conocido mundialmente a pesar de que uno no sepa mucho más sobre el personaje. Al igual que la historia de Superman y la mordedura de araña de Spiderman, ¿quién no conoce, sea del país que sea, la historia del asesinato de los Wayne delante de un joven Bruce? Ya que he nombrado a Spiderman, y haciendo un pequeño inciso, aunque pueda parecer poco objetivo ya que el hombre murciélago y el hombre araña son mis dos personajes comiqueros favoritos (con perdón de Punisher y Spawn), debo comentar que posee un origen y una galería de enemigos con las que sólo puede competir Batman mismo, de ahí que en ambos casos sean tan, tan reconocidos. Una vez terminado este pequeño "paréntesis", sigo, ¿quién no sabe qué le ocurrió a Batman antes de ser Batman? Me refiero a su origen, claro. La muerte de los Wayne es tan trágica y potente que incluso personas no aficionadas a los cómics la conocen. Vale, existen suficientes películas y series como para que llegue a cualquier amante de estos medios, pero no es algo que sólo tenga que ver con esta clase de productos.
Todos sabemos cómo se creó a Batman, y no hablo editorialmente, pero nunca viene mal hacer memoria, y menos a la hora de reseñar un videojuego como el de "Batman: Arkham Origins". Estamos en Gotham, una ciudad oscura, corrupta hasta la médula e incluso con leyendas urbanas que surcan sus entrañas. Thomas y Martha Wayne son uno de los matrimonios más conocidos de la ciudad, millonarios con deseos de ayudar a los demás y hacer de Gotham una mejor ciudad. Ambos tienen un hijo, Bruce, quien los pierde a ambos en un tenebroso callejón cuando Thomas y Martha son asesinados por un vulgar atracador cuando salen de la opera (o del cine, según la versión). Bruce Wayne queda tremendamente traumatizado por la imagen de ver asesinados a sus padres frente a sus ojos, por lo que, a pesar de las reticencias de Alfred, mayordomo de la familia y su tutor ante la ausencia de familiares directos, decide convertirse en una fuerza de la justicia. Ya sea por venganza, justicia, rabia o el deseo de que nadie más tenga que sufrir lo que él ha sufrido (los motivos siempre se han estudiado durante los años de vida del personaje), Bruce usa todo el dinero de su familia para prepararse física y mentalmente para combatir el crimen y convertirse en un símbolo. Viaja por todo el mundo, aprendiendo las más mortales artes marciales así como ampliando sus conocimientos a niveles jamás vistos, todo encaminado para luchar contra la delincuencia de Gotham. Cuando regresa a la ciudad, ya preparado, tiene claro que deberá valerse de las sombras para enfrentarse contra el mal, pero le hace falta ser un símbolo para prender la mecha del miedo en los corazones de sus enemigos. Entonces, una noche, mientras piensa en ello en la mansión Wayne, un enorme murciélago rompe una ventana ante los ojos de Bruce. Ese será su símbolo. Será... un murciélago.
El trabajado origen de Batman (del que podría contar mucho más, ya que esto es sólo un resumen) no surgió en los primeros cómics del personaje. En realidad, no estamos ante un personaje demasiado convencional en ese sentido como podrían ser Spiderman, los Cuatro Fantásticos o Hulk, que no es casualidad que sean todos de Marvel. A estas alturas, todos estamos acostumbrados a leer cómics de nuevos personajes donde veamos sus orígenes desde las primeras páginas. Pero Batman nació en los años 30, una época donde el pulp y los héroes oscuros al estilo de la Sombra triunfaban, héroes que fueron referencia directa para nuestro querido Caballero Oscuro, como resulta bastante evidente, héroes cuyos orígenes se solían contar entre flashbacks donde se nos daban pequeños detalles poco a poco sobre cómo se habían convertido en defensores del bien. Con Spiderman, por seguir con el ejemplo, vivíamos en primera persona desde un primer momento tanto la mordedura de la araña como sus primeros pasos siendo un héroe enmascarado, sin dejar de lado la tragedia que le llevó a comprender que todo gran poder conlleva una gran responsabilidad. Sin embargo, la primera vez que veíamos a Batman, ya era un héroe temido por el hampa de Gotham, un vigilante tenebroso que, además por aquel entonces, no dudaba en usar una violencia desmedida contra sus enemigos, y eso incluía la muerte de alguno de ellos. Tiempos de los héroes pulp, claro.
Precisamente, no sería hasta después de la colosal "Crisis en tierras infinitas" en los cómics cuando el origen de Batman y la personalidad de éste se asentarían un poco más. Tras el primer reboot de DC, muchos de los datos que conocíamos sobre el origen de Batman se cambiaron aunque, eso sí, lo principal se quedó. Como demostración de ello a finales de los 80 nació esa joyita imprescindible que es "Batman: Año Uno" de Frank Miller (300, Sin City) y David Mazzucchelli (Daredevil: Born again, Ciudad de cristal), donde no sólo se nos narraba el origen de Batman, escena con el murciélago incluida, sino también sus primeros pasos como el Caballero Oscuro en la corrupta ciudad de Gotham, una ciudad en la que todavía no habíamos visto a villanos como el Joker, Dos Caras, el Acertijo o el Pinguino. Dejaremos para más adelante el hablar sobre los primeros pasos de Batman y lo que han dado de sí en los cómics para continuar centrándonos en el origen mismo del Caballero Oscuro, un origen que se ha tratado de la misma forma en otros medios como el cine, las series y los videojuegos como en los cómics, es decir, en orden inverso al que estamos acostumbrados; primero hemos visto a Batman en toda su gloria, y después se ha ahondado tanto en lo que le convirtió en el Señor de la Noche como en sus primeros y novatos pasos enfrentándose al crimen.
Por ejemplo, si recordáis "Batman" de Tim Burton (Sleepy Hollow, Big Eyes), seguramente que os viene a la mente cierta escena del callejón. Sí, es una escena que no puede faltar en ninguna representación y/o adaptación sobre Batman, pero más allá de eso, la película no nos mostraba el origen de Batman. Cuando el filme comenzaba, ya nos situaba en una Gotham donde Batman llevaba atacando a los criminales durante un tiempo, eso sí, como una leyenda urbana de la que todos creen que es un monstruo más que un hombre combatiendo el crimen. Sin embargo, no encontramos a un Batman novato, sino a uno bien preparado al que los ciudadanos no están preparados y de cuya existencia las fuerzas del orden (no tan corruptas como en otras versiones del universo del personaje) no saben bien qué pensar. Al final de "Batman", el Caballero Oscuro dejaba a la policía un gran foco con su símbolo, el cual se usará en "Batman vuelve" para llamarle cuando Gotham vuelva a estar en peligro. En esta secuela, dirigida también por Tim Burton, Batman ya es compañero de las fuerzas del orden hasta el punto de que le vemos interactuando con ellas, especialmente con el comisario Gordon, su mejor aliado en la policía de Gotham. Batman sigue siendo una leyenda, pero no tan tenebrosa como en la anterior película. Eso sí, de su origen no se nos contó nada nuevo.
Para ello tuvimos que esperar a "Batman Forever", sobre todo en las escenas eliminadas que pretendían convertir en algo mucho más oscuro un filme que acabó siendo un festival de colores y villanos histrionicos. En la película comprobábamos que Batman no sólo sigue colaborando con la policía, sino que causa admiración en los ciudadanos de Gotham y, además, tiene ya unos cuantos villanos a sus espaldas, como por ejemplo, Dos Caras. Durante la película ahondábamos en el origen de Batman, en esa noche en el callejón, en la presencia del gran murciélago y en la caída de Bruce a lo que, en otras versiones, sería la Batcueva. Por si eso no fuera suficiente, se tratarían más sus traumas psicológicos que en anteriores filmes, e incluso se nos mostró el Asilo Arkham, dejando claro algo que confirmó del todo en la muy mala "Batman & Robin", cuando, durante la huida de Mister Freeze, vemos en la sala de pruebas de Arkham, diferentes trajes y equipos de los distintos villanos que pueblan el psiquiátrico. Por supuesto, en esta entrega no tuvimos nada sobre el origen de Batman, para lo que tuvimos que esperar la friolera de ocho años y un reinicio cinematográfico.
"Batman begins", de Christopher Nolan (Origen, Interstellar), estaba basada prácticamente por completo en "Batman: Año Uno", entre muchas otras obras de Batman. El filme comenzaba con Bruce Wayne recorriendo el mundo para entrenar cuerpo y mente, además de para aprender el comportamiento de los criminales, lo que le había llevado a estar encarcelado justo antes de que Henri Ducard le encuentre para unirle a la Liga de las Sombras (la Liga de los Asesinos en los cómics), donde aprenderá las artes de combate de Ra´s Al Ghul en persona. La película, desde un punto de vista lo más verosímil posible (aunque esto es algo que Nolan se lo saltaba cada vez que le daba la gana), nos mostraba no sólo los primeros pasos de Bruce Wayne como Batman, sino el origen mismo del personaje, escena del callejón incluida. Era una historia de origen, como su título indicaba, contándonos al dedillo cada paso de Bruce hasta convertirse en el Caballero Oscuro, uno que era atacado incluso por la policía, uno que debía combatir a una ciudad corrupta hasta la médula donde el único agente honrado era un tal James Gordon, uno que todavía no había dado con sus más enconados supervillanos. Hasta el final de "Batman begins", cuando Gordon le muestra la carta del Joker y le habla de la escalada, es decir, si él ha aparecido, ¿cuánto tardarán en nacer criminales a su imagen y semejanza?
Muy poco. Tres años después llegó "El Caballero Oscuro", donde tenía lugar el primer enfrentamiento entre el Joker y Batman, uno tan brutal que voló por los aires media ciudad al mismo tiempo que acababa con la vida de una persona muy importante para Bruce Wayne y creaba al villano conocido como Dos Caras, en realidad Harvey Dent, fiscal del distrito que, junto a Batman y el comisario Gordon, trataba de limpiar la ciudad de la plaga de mafiosos que la acosaba desde hacía años. Cierto es que ya no tuvimos nada del origen de Batman en el filme, es más, todo lo contrario; el Caballero Oscuro era ya entonces una figura que colaboraba con la policía y que muchos ciudadanos habían visto. Eso sí, asistíamos al final de la época mafiosa de Gotham y entraban en juego los bichos raros o, lo que es lo mismo, los supervillanos que surgían a raíz de la presencia de Batman. No es casualidad que viéramos en el mismo filme al Espantapájaros, al Joker y a Dos Caras, tres de los más importantes enemigos de Batman en los cómics. Eso sí, el final de "El Caballero Oscuro" nos dejaba un escenario bien diferente que no tardaría en cambiar, un escenario donde Batman era perseguido por las fuerzas del orden por una serie de asesinatos que no había cometido, así que sólo quedaba una opción: abandonar a Batman.
"El Caballero Oscuro: La leyenda renace" nos mostraba a un Batman ya completamente implantado en la sociedad, aunque, eso sí, desaparecido tras la muerte de Harvey Dent, cuya ley había conseguido que la ciudad quedase libre de toda banda mafiosa. Era entonces cuando entraba en juego Bane, un violento mercenario que no sólo sacaba a Batman de su retiro, sino que le vencía por completo, descubriendo poco después Bruce Wayne que no sólo tendría que enfrentarse de nuevo a sus miedos, sino que todo era parte de un intrincado plan que comenzó el día en el que Ra´s Al Ghul murió al tratar de destruir Gotham. Supongo que todos sabéis cómo acabó esta última película de Nolan sobre el Señor de la Noche, pero por si acaso no desvelaré nada más allá de que, al menos a mí, me pareció un gran cierre de trilogía; Nolan contó lo que deseaba, dejando las puertas abiertas para que nosotros mismos continuásemos la leyenda de Batman en nuestra imaginación. Pero a lo que iba, como veis, la cronología del Caballero Oscuro fue en orden gracias a Nolan, y sería algo que se volvería a repetir en el mundo de las series con la reciente "Gotham", hasta extremos inconcebibles antes ya que en la serie (de la que sólo tenemos por ahora una temporada) disfrutaríamos de un Bruce Wayne niño al que veremos convertirse muy, muy, muy lentamente en Batman, al mismo tiempo que muchos de sus villanos e incluso la misma ciudad de Gotham siguen el mismo camino que les conducirá a ser lo que todos sabemos que en realidad son. Y es curioso, porque hasta la llegada de "Gotham" también en las series se carecía de un orden para contarnos el origen y las primeras aventuras de Batman. Por ejemplo, en la sobresaliente "Batman: La serie de animación" de los 90, bien famosa por ser una de las mejores adaptaciones del personaje, el hilo argumental comenzaba con un Batman ya muy asentado en Gotham, colaborando con la policía y con una lista de supervillanos bastante larga (la cual iba creciendo conforme la serie avanzaba), aunque sin dejar de ser una leyenda urbana para la mayoría de criminales y ciudadanos. En "The Batman" ocurría algo similar, aunque Batman ahí poseía un aspecto más joven debido a los espectadores a los que estaba dirigida.
En el mundo de los videojuegos ha ocurrido algo parecido, sobre todo en lo que respecta a la saga "Arkham". No es casualidad que "Batman: Arkham Origins" sea la tercera entrega de una saga que comenzó en 2009 y que nos presentaba a un Batman que ya llevaba tiempo en Gotham y poseedor de una nutrida lista de supervillanos a los que iba encerrado en el Asilo Arkham, donde, precisamente, el Joker le tendía una trampa, siendo el argumento principal del videojuego. Eso sí, en realidad, "Batman: Arkham Origins" no es la tercera entrega de la saga "Arkham", sino la ¿primera? de una nueva saga... o algo parecido. En realidad, es la tercera, pero la primera entrega desarrollada por Warner Bros. Games Montreal, mientras que las dos anteriores estaban desarrolladas por Rocksteady Studios, eso sin contar con que "Batman: Arkham Origins" es una precuela de las anteriores. El cambio de desarrolladora tiene que ver con el hecho de que "Batman: Arkham Knight", última entrega de la trilogía "Arkham" de Rocksteady, ha tardado más tiempo del esperado en ser lanzada debido a que ha ido dirigida a las nuevas generaciones de consolas, así que, para no hacer esperar demasiado a los fans de esta saga, se decidió sacar una nueva entrega con otro estudio. Eso sí, sería una precuela que no molestase los planes que tenía Rocksteady con las aventuras de Batman comenzadas con "Batman: Arkham Asylum". Además, así se deja una puerta abierta para hacer más videojuegos de Batman una vez pase el tiempo tras "Batman: Arkham Knight".
Pero antes de ahondar en esta precuela que reseño hoy, y que tiene mucho que ver tanto con el origen de Batman como con sus primeros pasos como vigilante en Gotham, hagamos un poquito de memoria con un repaso de lo que ha sido la saga "Arkham" hasta ahora. Corría el 2009 cuando salió a la venta "Batman: Arkham Asylum", un nuevo título de Batman en el mundo de los videojuegos que parecía, al menos a priori, una especie de adaptación de "El Caballero Oscuro", filme estrenado un año antes. Estas creencias no resultan extrañas si tenemos en cuenta la buena (o mala) manía que tienen numerosos estudios de sacar videojuegos basadas en filmes de superhéroes cuando estos aparecen en los cines. Ya no se hace tanto como antes, es cierto, pero todavía se aprovecha el tirón de los mencionados estrenos. Y, si con "Batman begins" se había sacado un juego que adaptaba el filme, ¿por qué no hacerlo con una de las mejores películas del personaje? Pues no. "Batman: Arkham Asylum" no era una adaptación, al menos no de la película, sino una adaptación directa de los cómics, la adaptación más fiel que habíamos visto hasta el momento del mundo Batman y toda su mitología. Hasta tal punto era buena adaptación que cogía infinidad de detalles, argumentos y subtramas de cómics tan iconicos del personaje como "Arkham Asylum". Y eso sin ahondar en referencias, cameos y pequeños detalles como esa celda congelada y abierta donde debía estar Mister Freeze, ese presunto cadáver de Ra´s Al Ghul en el deposito o ese Cara de Barro encerrado que trataba de confundirnos cambiando de aspecto.
El argumento era tan simple como el mecanismo de un chupete, pero funcionaba a la perfección y, al mismo tiempo, era algo nuevo en el mundo de los videojuegos, uno donde Batman ha salido bien parado en la mayoría de las ocasiones. Por enésima vez, Batman lleva al Joker a Arkham donde no tarda en descubrir que todo forma parte de un plan para encerrarle con todos los internos, a los que el Joker va liberando, creando una de esas situaciones caoticas de las que tanto disfruta. Con Arkham dominada por el Joker, Batman deberá llegar hasta él, desbaratar sus planes y, por el camino, enfrentarse tanto a algunos de sus más peligrosos enemigos como a sus propios demonios. Pese a que podría parecer más de lo mismo, el videojuego no tardó en alzarse no sólo como el juego del año para muchos medios especializados, sino como el mejor videojuego de superhéroes de la historia y uno de los grandes videojuegos de todos los tiempos en general. Así de claro. Y es que no estábamos ante un juego típico de superhéroes, sino más bien ante una especie de videojuego de terror con toques comiqueros donde manejábamos a Batman, sí, pero a pesar de todas sus habilidades (ampliamente presentadas en el juego) nos encontrábamos casi indefensos ante la situación que nos presentaba Arkham, misterios y enemigos incluidos. Estos, sobre todo los jefes finales, eran una de las mejores bazas de "Batman: Arkham Asylum"; inolvidables son las espectaculares peleas con el Espantapájaros, Killer Croc, Bane y la batalla final con el Joker, entre muchos otros. Todo eso unido a un apartado gráfico de infarto, una jugabilidad perfecta, extras suficientes para rejugarlo desde el principio, tramas y subtramas absorbentes, el equilibrio perfecto entre acción e investigación y, sobre todo, la sensación no de manejar a Batman, sino de SER Batman, lo convirtieron en un juego de sobresaliente... y con razón. Y aun así se quedó corto si tenemos en cuenta su secuela.
El final de "Batman: Arkham Asylum" dejaba más de una puerta abierta aunque, curiosamente, la más explicita no se ha tenido en cuenta hasta "Batman: Arkham Knight", En 2011, dos años después, nos llegó "Batman: Arkham City", mucho más ambicioso que la primera entrega y que, sí, llegaba más lejos, hasta el punto de que presentaba la acción en Gotham, no en un espacio cerrado o, al menos, en gran parte de la ciudad, porque la trama principal del videojuego era la que le daba nombre. Tiempo después de "Batman: Arkham Asylum", las fuerzas del orden de la ciudad, dirigidas por el alcalde de Gotham y el encargado de Arkham, deciden crear Arkham City, es decir, ampliar Arkham hasta ocupar algunas de las partes más deprimidas de la ciudad, que estarían cerradas para encerrar a los criminales, cada vez más numerosos y peligrosos. Bruce Wayne se queda encerrado en Arkham City y es entonces cuando comienza nuestra aventura dividida en dos argumentos principales; por un lado, los diferentes descubrimientos alrededor de Arkham y nuestro enfrentamiento contra el extraño Hugo Strange, valga la redundancia; y por otro, nuestra nueva lucha contra el Joker, quien, tras los acontecimientos de la anterior entrega, se moría, contaminado su cuerpo con un exceso de Titán, el compuesto evolucionado del Veneno de Bane. Además, esta secuela incluía un gran acierto en forma de misiones secundarias donde nos enfrentábamos a otros villanos famosos del Caballero Oscuro (recordad que nos encontramos en barrios enteros dominados por criminales y villanos) como el Sombrerero Loco, Deadshot e incluso el misterioso Silencio.
Si "Batman: Arkham Asylum" era de sobresaliente, "Batman: Arkham City" se quedó sin nota porque era muy, muy superior en todos los aspectos. Desde los espectaculares enfrentamientos contra los villanos (atentos al impresionante combate contra Míster Freeze) hasta los combos que podíamos efectuar en combate, pasando por los métodos de investigación, las misiones secundarias, el apartado gráfico, la banda sonora, los vídeos, la jugabilidad, el terreno por el que nos movemos, los extras y las dos tramas principales, mucho más complejas, profundas y con más giros que las del primer videojuego. Esta secuela no sólo era un acierto en presentarnos multitud de novedades cuando lo fácil hubiera sido darnos lo mismo que la primera entrega, sino que, además, nos traía a todos los demás villanos de Batman que faltaban, opciones diferentes y un final de infarto que marcaba un antes y un después en la saga, planteando una enormidad de posibilidades con respecto a las siguientes entregas.Sin dejar de lado el contenido descargable que luego se reunió en la edición juego del año, contenido la mar de interesante que incluía diversas skins para nuestro protagonista e incluso la posibilidad de jugar diferentes fases de desafío con Catwoman, Robin y Nightwing. Eso sin contar con un nivel extra que continuaba la historia y donde Harley Quinn buscaba venganza contra Batman y Robin intervenía, o la parte donde podíamos jugar con Catwoman antes de los hechos de "Batman: Arkham City". Por supuesto, no voy a desvelaros nada que pudiera estropearos el juego a pesar del tiempo que ha pasado desde su salida y que la simple sinopsis de "Batman: Arkham Knight" ya desvela su final. Avisados quedáis por si queréis leerla por ahí.
Y llegamos a "Batman: Arkham Origins". Dos años después de "Batman: Arkham City" y un año tras la salida de su edición de juego del año nos llegó la entrega que calmaría nuestras ansias mientras esperábamos el estreno de la última parte de la trilogía "Arkham" de Rocksteady. Un nuevo equipo, un nuevo estudio de desarrollo y el objetivo de seguir sorprendiéndonos pero esta vez comenzando por el principio, contándonos los acontecimientos anteriores a "Batman: Arkham Asylum", eso sí, muy, muy anteriores. Porque lo que tenemos entre manos es una historia de origen... aunque no del todo. Sí, en varios vídeos disfrutamos de cómo Bruce Wayne crece hasta convertirse en Batman, pero el videojuego que tenemos entre manos se centra en los primeros días de Batman en Gotham, aunque lo de primeros días está un poco cogido con pinzas, ya que en la historia Batman lleva actuando aproximadamente unos dos años a pesar de continuar siendo una leyenda urbana que causa temor en los corazones de los criminales y desconfianza en los de los agentes de la ley, James Gordon incluido, que ve a Batman más como un vigilante violento tan malo como los criminales que persigue que como una fuerza del bien. Y la gracia es que Batman tampoco confía demasiado en una policía corrupta perteneciente a una ciudad dominada por una clase de crimen que ya comienza a dar sus últimos coletazos, gracias a Batman y a los demás pintorescos delincuentes que surgen por su presencia.
"Batman: Arkham Origins" nos sitúa en Nochebuena. Mientras la nieve acaricia Gotham, Máscara Negra, uno de los más poderosos jefes criminales de la ciudad, lanza una recompensa por la cabeza de Batman, el enmascarado que está arruinándole el negocio, lo que hace que ocho asesinos y mercenarios se interesen por el dinero. Bane, Luciérnaga, Copperhead, el Electrocutor, Lady Shiva, Deathstroke, Deadshot y Killer Croc son quienes buscarán la recompensa de Máscara Negra, pero no serán los únicos jugadores de una mortal partida que se librará en una sola noche, la más dura para Batman, quien no sólo se verá puesto a prueba físicamente, sino también mental y moralmente, hasta el punto de que tendrá que decidir si sigue siendo Batman o deja la capucha antes de acompañar a sus padres en la muerte. A pesar de las reticencias de Alfred, Batman se lanza a por los asesinos, temiendo que estos puedan causar daño en la ciudad para atraerle. Sin embargo, no todo es tan simple como parece, y Batman pronto comprobará que los viejos criminales de Gotham van a verse destronados por los nuevos, instigados por su presencia. Al mismo tiempo, la relación entre Alfred y Bruce sufrirá más de un roce por el modo que tiene el segundo de afrontar la cruzada que lleva a cabo desde que se colocó por primera vez el símbolo del murciélago en el pecho.
Como veis, a nivel argumental parece que tenemos una historia tan sencilla y directa como en "Batman: Arkham Asylum". Pues os equivocáis. Yo mismo me equivoqué al comenzar a jugar. Lo que parece una trama de cómic más, con varios villanos en busca de la cabeza del héroe en cuestión, se va transformando en otra cosa muy diferente, entrando en una complejidad todavía lejos de "Batman: Arkham City" pero mucho mayor que la primera entrega de la saga, donde el desarrollo de Batman y las relaciones que mantiene con la ciudad y los secundarios que la pueblan es tan importante como la relación que empieza a tener con cierto personaje indispensable en la mitología del murciélago. Perdonad que sea tan criptico, pero ya sabéis que en este blog no lanzamos spoilers de ningún tipo y aunque este videojuego tenga ya dos años, prefiero no desvelar ni una sola de las sorpresas que guarda, y son bastante más de las que parecen a simple vista. Os aseguro que la historia quita el hipo, especialmente a nivel de desarrollo conforme va avanzando y con respecto a las referencias directamente cogidas de los cómics.
"Batman: Año Uno" y "Batman: El Largo Halloween" son las principales fuentes de inspiración para "Batman: Arkham Origins". De la primera ya os he hablado, pero de la segunda, realizada por Jeph Loeb (Daredevil: Amarillo) y Tim Sale (Spiderman: Azul), no os he dicho nada aún. Estoy hablando de una de las versiones del origen de Dos Caras, un cómic que también sirvió de inspiración para el filme "El Caballero Oscuro", una historia donde se mostraban los últimos días de la antigua mafia y bandas criminales de Gotham y la aparición de los freaks, de los bichos raros o, dicho de otra manera, de los supervillanos que van surgiendo a raíz de la llegada de Batman. Esta precuela en forma de videojuego también trata ese paso de los criminales de siempre a los nuevos, en forma, sobre todo, de Máscara Negra, uno de esos criminales a la antigua que será sustituido por otro villano más... colorido, entre otros, claro. Otro ejemplo está en la eliminación de la familia Falcone (atentos a la aparición de Festivo antes de ser Festivo) por el Pinguino, un Pingüino todavía lejos de ser quién era cuando lo vimos por primera vez en "Batman: Arkham City". Por supuesto, hay más cómics de los que coge detalles el videojuego, como por ejemplo, una historia que no mencionaré y que presenta el primer encuentro entre Batman y uno de sus villanos más famosos, pero también hay multitud de detalles de los primeros años de Batman que recoge esta historia.
Por ejemplo, lo que os comentaba antes de la policía. En sus comienzos, como he comentado anteriormente, Batman no era bien visto por las fuerzas del orden de Gotham. Los corruptos no le miraban bien por el hecho de que sabían que se les acabaría el chollo con su presencia, y los honrados sólo pensaban en él como en un vigilante violento tan malo como los criminales a los que apresaba, concepto que luego ha ido perdurando en el tiempo, traspasando las fronteras de las fuerzas del orden de Gotham. Como vamos comprobando en la historia, ni siquiera Gordon confía en nosotros hasta el punto de querer atraparnos como si fuéramos tan malos como Máscara Negra o alguno de los asesinos enviados contra nosotros. Es más, en el videojuego los policías serán enemigos a los que abatir en más de una ocasión a pesar de las reticencias de Alfred, enemigos contra los que Batman se enfrentará con pocas dudas. Y esa es otra de las diferencias de este Batman con respecto a los anteriores, porque estamos ante un Batman que todavía no es el que conocemos, sino más bien joven e impetuoso en todos los sentidos.
De ahí que trate con extrema dureza a los criminales, tanto si son delincuentes corrientes como supervillanos o jefes criminales, incluyendo en el paquete a los policías corruptos. Tenemos a un Batman que no se anda con tonterías, bastante violento en sus métodos (a pesar de que sigue sin matar, por supuesto) y capaz de arrojar de los tejados a sus presas con tal de que hablen. Hasta tal punto es un Batman impetuoso que será fácil verle discutiendo con Alfred en las subtramas que se vayan abriendo conforme avance la historia, un Alfred que le preocupa ver el camino que está siguiendo a quien considera su hijo, pero que no parece que sepa lo que está haciendo realmente. No sólo actúa en solitario contra criminales que le superan, sino que, además, no se deja aconsejar y continuamente rechaza cualquier tipo de ayuda, porque Batman debe poder con todo. El Caballero Oscuro ve en Alfred una figura paterna que, en realidad, le molesta en más de una ocasión, y Alfred ve en él un niño malcriado que sólo quiere salir a jugar con sus juguetes a su manera, sin pararse a pensar en las consecuencias de sus actos y dándole exactamente igual morir o no; en pocas palabras, un niño consumido por la rabia.
Batman también es bastante diferente al que conocemos por los diversos artilugios que usa y la parafernalia que le rodea. Por ejemplo, usaremos la Batala (Batwing) para transportarnos entre diversos puntos de la ciudad de forma rápida. Tenemos a nuestra disposición diferentes gadgets que no salían en las anteriores entregas como los guantes eléctricos (que no desvelaré de dónde salen aunque sea bastante evidente) y una granada pegajosa entre unos cuantos más. Eso sin contar con que el modo detective se ha visto ampliado de tal manera que ahora nos podemos poner más CSI que nunca en cuanto a resolver crímenes. Una de las misiones secundarias que llevaremos a cabo tendrá que ver con varios crímenes que se dan por toda la ciudad, pues bien, gracias a las nuevas opciones del modo detective no sólo podremos reconstruir virtualmente la escena, sino también encontrar pistas, detalles aparentemente insignificantes que nos conducirán al culpable y, en resumen, todo lo necesario para resolver el caso si lo usamos bien. Otra de las grandes sorpresas del juego es la presencia de la mítica Batcueva, y no hablo de esa Batcueva auxiliar que vimos en "Batman: Arkham Asylum" y que Batman se monta bajo Arkham prediciendo que algo malo puede pasar con el lugar (Batman es el hombre del plan "B", recordadlo), sino de la auténtica y genuina Batcueva, concepto primordial en la mitología del personaje que faltaba en la saga tanto como los vehículos de Batman; vale, no tenemos el Batmóvil, pero sí la Batala aunque no podamos usarla manualmente más allá de los vídeos de transporte. ¡Ah! Y si nos pillamos la historia descargable centrada en el origen de Mister Freeze, usaremos un impresionante traje de calor muy similar al traje de combate que Batman usa contra Superman en esa obra maestra que es el cómic "El regreso del Caballero Oscuro".
También encontraremos cambios en la Gotham en la que nos moveremos aunque, en general, visitemos las mismas ubicaciones que en "Batman: Arkham City". Sí, hay añadidos como la comisaría de Gotham (en la que nos infiltraremos bastante), el barco del Pingüino o cierto hotel donde tendremos más de un emocionante encuentro, sin dejar de mencionar la nieve y el entorno festivo en el que nos movemos o la presencia de la cárcel Blackgate en ausencia de Arkham, pero en líneas generales el mapeado es prácticamente idéntico al que vimos en la anterior entrega de la saga. Esto es malo porque, a ratos, la sensación de deja vu es bastante molesta, aunque es un detalle bastante positivo si tenemos en cuenta que seguimos en Gotham, en una Gotham más joven, en una Gotham nevada, en una Gotham diferente, una Gotham por descubrir sobre todo si jugásemos por primera vez a la saga "Arkham" y comenzásemos por esta entrega. Lo cierto es que debe ser una sensación bastante agradable. Primero "Origins", luego "Asylum" y después "City". No es mal plan, ¿verdad? Al fin y al cabo, otro de los grandes aciertos de esta entrega es la continuidad que mantiene con sus predecesoras, a pesar de que ha sido otro estudio de desarrollo el encargado de hacerla. Esta continuidad, en todos los aspectos, consigue que nos encontremos en casa desde los primeros pasos en la historia, tanto por el entorno en el que nos hallamos como por los controles para manejar a Batman.
Pero no sólo Gotham se ve como "nueva", más joven, diferente pero similar a la que conocimos en "Batman: Arkham City". Los personajes que pululan por la historia, especialmente los villanos, también son distintos aunque familiares a nuestros ojos, más jóvenes e incluso así mantienen las principales características que los hacen reconocibles. Por ejemplo, tanto Alfred como Bruce aparecen mucho más jóvenes que las anteriores entregas, aunque en el caso de Batman podemos observar que usa un traje más cercano a una armadura mientras que en las anteriores partes de la saga "Arkham" su traje era más bien una mezcla de ambos conceptos, entre traje de superhéroe y armadura; lógico usar más armadura siendo más joven e inexperto. A Gordon no sólo le vemos más joven con respecto a su rango, sino también en su aspecto, al igual que a Barbara, su hija y futura Oráculo de Batman, personaje al que vemos por primera vez físicamente en esta saga. Incluso tenemos por ahí a Vicki Vale de nuevo, una de las más famosas chicas de Batman gracias a la primera película sobre el personaje. Y, sí, tenemos también a Jack Ryder, personaje que no puede faltar desde la primera entrega de la saga y que, de diferentes formas, tiene cierta importancia en alguna de las tramas que hemos ido viendo en los tres videojuegos.
Y aunque ya hemos hablado de los secundarios, ¿qué dejamos para los villanos? Si algo hace grande a Batman es su galería de enemigos, una de las mejores del mundo del cómic, psicópatas y supervillanos que han resultado ser uno de los grandes aciertos de la saga "Arkham" en el mundo de los videojuegos. Aquí no se quedan atrás, en absoluto; si los combates contra los supervillanos de Batman fueron algunos de valores más aplaudidos de "Batman: Arkham Asylum" y "Batman: Arkham City", aquí no se quedan atrás, conteniendo más de una sorpresa que nadie se podría esperar leyendo la sinopsis principal del videojuego. Sin desvelar mucho, os puedo asegurar que los combates contra Bane (cuya trama adapta la celebre historia de "La caída del murciélago"; y hasta aquí puedo contar) son muy, muy espectaculares, por no hablar de la pelea en el puente con Luciérnaga (y estamos hablando de un villano muy secundario de Batman) o la lucha contra Deathstroke, una de las mejores inclusiones del videojuego. Eso sin dejar de lado combates más sencillos pero igualmente rompedores como el que tenemos con Copperhead o la misión del Sombrero Loco. Eso sí, atentos a la pelea con el Electrocutor, porque tiene su miga.
Dejando de lado los combates con los villanos finales que, aunque espectaculares se quedan un paso por detrás si los comparamos con los de las anteriores entregas, nuestros enemigos también muestran un aspecto bastante diferente pero muy característico con respecto a los dos anteriores videojuegos. Por ejemplo, Bane no es todavía esa montaña mutante de músculos que vimos en "Batman: Arkham Asylum" y en una de las misiones secundarias de "Batman: Arkham City"; Killer Croc es mucho más humano que en la primera parte de la saga "Arkham"; el Pingüino tiene más pinta de mafioso que del animal que le da nombre; el Sombrerero Loco acaba de comenzar a realizar sus crímenes de control mental basados en "Alicia en el País de las Maravillas", con un traje limpio e impoluto; Deadshot aparece con un traje mucho más parecido al que usa en los cómics que el que vimos en "Batman: Arkham City"; Acertijo (o Enigma) es más similar a un hacker que al psicópata que nos acosaba en las anteriores entregas; y, por supuesto, el Joker que nos encontramos aquí es muchísimo más joven que al que nos enfrentábamos en las otras historias, sin dejar de mencionar la sorpresa que supone dar con cierta ayudante loca mucho antes de obsesionarse con él, pero apuntando maneras, claro. Evidentemente, hay personajes nuevos que no aparecían en las anteriores de los que no tenemos referencias previas, por lo que sólo cabe esperar a que aparezcan en "Batman: Arkham Knight" para observar su evolución.
Eso sí, como os decía antes, la continuidad es absoluta y está muy, muy cuidada. Lo fácil hubiera sido aprovechar que estamos ante una precuela que transcurre varios años antes de "Batman: Arkham Asylum" para hacer poca mención o ninguna a todo lo que nos espera, pero, por suerte y el buen hacer de los chicos de Montreal, han querido ser lo más respetuosos posibles con las entregas de Rocksteady. De este modo, no sólo vemos de nuevo a personajes como Jack Ryder, sino que hay diversas menciones al Asilo Arkham, sobre todo al final del juego, así como se propone a Gordon como comisario, detalle que disfrutamos en el contenido descargable que nos cuenta el origen de Míster Freeze, una pequeña historia que se centra en los acontecimientos tras la mortal Nochebuena a la que debe sobrevivir Batman. También tenemos la explicación de cómo Bane acaba siendo la masa mutante que vimos en la primera entrega de la saga "Arkham", más alguna que otra gran sorpresa (prestad atención al cómic "La broma asesina") alrededor del Joker que no pienso contaros porque es para vivirlo en primera persona. Incluso Lady Shiva avisa a Batman sobre la llegada de Ra´s Al Ghul y su Liga de Asesinos, algo que tiene lugar en "Batman: Arkham City". En pocas palabras, si jugamos a "Batman: Arkham Origins" antes que los anteriores podemos comprobar que todo encaja perfectamente hasta el punto de que acaba resultando una de esas precuelas que se pueden jugar tanto cuando salen como en primer lugar. Y eso no es fácil de llevar a cabo, la verdad.
Esta continuidad también se hace patente en la jugabilidad, sobre todo a la hora de usar los chismes de Batman o de pelear. En el primer caso tenemos a nuestra disposición una amplia variedad de gadgtes con los que avanzar en nuestra aventura, enfrentarnos a los diferentes supervillanos y resolver los crímenes que se van presentando en Gotham; en el segundo caso, tenemos en nuestras manos una buena serie de combos para ir repartiendo estopa por las calles de la corrupta ciudad de forma cada vez más rápida, mortal y efectiva. En pocas palabras, y repitiéndome, Montreal ha conseguido que sigamos metiéndonos en la piel de Batman hasta SER Batman, hasta el punto de que más que en un videojuego parezca que estemos ante un simulador del Caballero Oscuro, uno efectivo al cien por cien. Es fácil encontrarnos en casa si somos de los que nos hemos enganchado horas y horas a los dos anteriores, en todos los aspectos, insisto, incluso en las fases de desafío, esos niveles extra que jugar fuera de la historia para ir ganando punto de experiencia y jugosos extras. En este caso, además, tenemos un añadido bastante apetecible que es poder usar a Deathstroke en el modo desafío, tanto en el modo combate como en el modo depredador donde tendremos que ir eliminando a nuestros enemigos desde las sombras. Modo que, por cierto, también encontraremos en la campaña principal del juego, y que nos es tan familiar como todos los demás, es decir, iremos con Batman atacando sigilosamente (o a lo bestia si queremos, aunque no es recomendable) a nuestros enemigos, acabando con ellos uno por uno y desde la oscuridad, como el ser de las tinieblas que somos.
En cuanto a extras, hay que admitir que el videojuego está bastante lleno de ellos. No como el anterior, ya que "Batman: Arkham City" poseía una edición juego del año que era toda una gozada mientras que "Batman: Arkham Asylum" estaba bastante vacío al respecto; a pesar de los extras que poseía, en cuanto a contenido descargable que añadía jugosos extras al título se quedó bastante huérfano. "Batman: Arkham Origins" no sólo cuenta con una historia sobre el origen de Míster Freeze en la que nos enfrentamos al villano con un aspecto bastante básico a la vez que visitamos la mansión Wayne o manejamos la armadura calorífica, sino que también nos trae interesantes mapas de desafío donde podemos manejar incluso a un Bruce Wayne ninja salido directamente de su entrenamiento para ser Batman y diferentes skins alternativas tanto para Batman como para Deathstroke. Por ejemplo, podremos jugar con el Batman blanco de "El día más brillante", con el de "El largo Halloween", con el moderno de las nuevas series de DC e incluso con uno medieval bastante curioso; por otro lado, de Deathstroke sólo tenemos dos skins, una con su traje clásico y otra con el traje del videojuego de lucha "Injustice: Gods among us", donde personajes de DC se partían la cara en una historia alternativa donde Superman implantaba una dictadura en nuestro mundo. No es que sean extras imprescindibles, pero sí muy jugosos para los fans más acérrimos del personaje y, concretamente, de esta saga. Eso sí, si salieran gratis, ya sería la leche, pero son de pago. Ya sabéis cómo va el timo este de los DLC.
La ambientación es otro de los grandes puntos fuertes de "Batman: Arkham Origins". No sólo vemos una Gotham que no es tan deprimente ni destrozada como la de "Batman: Arkham City", sino rodeada de nieve por todas partes, lo que le da un toque único al videojuego y a su historia, uno muy similar al que tenía "Batman: Arkham Asylum". En éste caso, estábamos ante un videojuego de terror con Batman de por medio, mientras que la segunda parte parecía más bien una gran superproducción comiquera sobre el Caballero Oscuro. "Batman: Arkham Origins" consigue un aire de historia negra de mafiosos y gangsters con cierta melancolía al trasladar la acción a la Nochebuena repleta de nieve, árboles luminosos y adornos navideños. Además, la historia traslada muy bien esa sensación de que el mundo del crimen clásico de Gotham va dejando paso a los bichos raros como Bane, Luciérnaga, el Sombrerero Loco, Anarquía (gran inclusión de otro villano secundario de Batman que es más bien un anti-heróe), Killer Croc y, por supuesto, el Joker, otro de los grandes protagonistas del videojuego aunque no lo parezca por la sinopsis. Es cierto que se echan de menos a otros villanos de los que podríamos haber visto sus orígenes como Dos Caras, e incluso más participación del Hombre Calendario y Festivo, grandes protagonistas del cómic "El largo Halloween", adaptado en gran parte en este videojuego, aunque se agradece la presencia testimonial de estos dos últimos. Eso sí, remarco que la decisión de seguir colocando a villanos secundarios, muy desconocidos, del universo Batman junto a los más famosos es todo un acierto. El Joker, el Pingüino, Deathstroke, Bane y Killer Croc son muy potentes, pero a su manera y bien usados otros como Anarquía, Luciérnaga, Deadshot y el Sombrerero Loco entre muchos otros pueden darnos historias igual de épicas.
En resumen, es cierto que estamos ante la entrega más floja de toda la saga "Arkham", principalmente porque es una historia que vuelve hacia atrás y que, en muchas ocasiones, parece más de lo mismo, algo que, en realidad, es uno de los mejores aciertos de la saga (más de lo mismo pero diferente para que nos sintamos en casa al mismo tiempo que abrazamos las novedades), pero eso no quiere decir que sea un mal videojuego, sino todo lo contrario. "Batman: Arkham Origins" es de sobresaliente, todo un regalo tanto para los fans de la saga como para los fans del personaje en su faceta comiquera. Montreal ha demostrado que puede que haya sido una desarrolladora poco ambiciosa, pero también es cierto que se ha visto lastrada por las circunstancias de ofrecer un producto que no entorpezca el final de la trilogía Rocksteady alrededor del Caballero Oscuro. Este origen de Batman en videojuegos no sólo demuestra que resulta muy interesante ahondar en los orígenes y primeros pasos de nuestros queridos superhéroes, sino que se pueden hacer videojuegos enormes solamente tirando de precuelas que ahonden en qué mueven a nuestros personajes favoritos y el mundo que los vio nacer. Gráficos, villanos, banda sonora, extras, jugabilidad, novedades añadidas, misiones secundarias, continuidad, contenido descargable... "Batman: Arkham Origins" es toda una gran sorpresa dado el carácter de precuela que tiene. Encaja como un guante con "Batman: Arkham Asylum" y "Batman: Arkham City", lo cual no es sencillo. Imprescindible a todos los niveles, sobre todo para entender a Batman, un personaje que ya es un mito. ¡Feliz Nochebuena!
Nota: 9,5/10
No sólo estamos ante uno de los orígenes comiqueros al que le han sacado más punta los guionistas desde que Batman nació editorialmente en 1939, sino también ante uno de los orígenes más potentes del mundillo hasta el punto de que es conocido mundialmente a pesar de que uno no sepa mucho más sobre el personaje. Al igual que la historia de Superman y la mordedura de araña de Spiderman, ¿quién no conoce, sea del país que sea, la historia del asesinato de los Wayne delante de un joven Bruce? Ya que he nombrado a Spiderman, y haciendo un pequeño inciso, aunque pueda parecer poco objetivo ya que el hombre murciélago y el hombre araña son mis dos personajes comiqueros favoritos (con perdón de Punisher y Spawn), debo comentar que posee un origen y una galería de enemigos con las que sólo puede competir Batman mismo, de ahí que en ambos casos sean tan, tan reconocidos. Una vez terminado este pequeño "paréntesis", sigo, ¿quién no sabe qué le ocurrió a Batman antes de ser Batman? Me refiero a su origen, claro. La muerte de los Wayne es tan trágica y potente que incluso personas no aficionadas a los cómics la conocen. Vale, existen suficientes películas y series como para que llegue a cualquier amante de estos medios, pero no es algo que sólo tenga que ver con esta clase de productos.
Vuelve el Caballero Oscuro... al principio de todo |
Todos sabemos cómo se creó a Batman, y no hablo editorialmente, pero nunca viene mal hacer memoria, y menos a la hora de reseñar un videojuego como el de "Batman: Arkham Origins". Estamos en Gotham, una ciudad oscura, corrupta hasta la médula e incluso con leyendas urbanas que surcan sus entrañas. Thomas y Martha Wayne son uno de los matrimonios más conocidos de la ciudad, millonarios con deseos de ayudar a los demás y hacer de Gotham una mejor ciudad. Ambos tienen un hijo, Bruce, quien los pierde a ambos en un tenebroso callejón cuando Thomas y Martha son asesinados por un vulgar atracador cuando salen de la opera (o del cine, según la versión). Bruce Wayne queda tremendamente traumatizado por la imagen de ver asesinados a sus padres frente a sus ojos, por lo que, a pesar de las reticencias de Alfred, mayordomo de la familia y su tutor ante la ausencia de familiares directos, decide convertirse en una fuerza de la justicia. Ya sea por venganza, justicia, rabia o el deseo de que nadie más tenga que sufrir lo que él ha sufrido (los motivos siempre se han estudiado durante los años de vida del personaje), Bruce usa todo el dinero de su familia para prepararse física y mentalmente para combatir el crimen y convertirse en un símbolo. Viaja por todo el mundo, aprendiendo las más mortales artes marciales así como ampliando sus conocimientos a niveles jamás vistos, todo encaminado para luchar contra la delincuencia de Gotham. Cuando regresa a la ciudad, ya preparado, tiene claro que deberá valerse de las sombras para enfrentarse contra el mal, pero le hace falta ser un símbolo para prender la mecha del miedo en los corazones de sus enemigos. Entonces, una noche, mientras piensa en ello en la mansión Wayne, un enorme murciélago rompe una ventana ante los ojos de Bruce. Ese será su símbolo. Será... un murciélago.
El trabajado origen de Batman (del que podría contar mucho más, ya que esto es sólo un resumen) no surgió en los primeros cómics del personaje. En realidad, no estamos ante un personaje demasiado convencional en ese sentido como podrían ser Spiderman, los Cuatro Fantásticos o Hulk, que no es casualidad que sean todos de Marvel. A estas alturas, todos estamos acostumbrados a leer cómics de nuevos personajes donde veamos sus orígenes desde las primeras páginas. Pero Batman nació en los años 30, una época donde el pulp y los héroes oscuros al estilo de la Sombra triunfaban, héroes que fueron referencia directa para nuestro querido Caballero Oscuro, como resulta bastante evidente, héroes cuyos orígenes se solían contar entre flashbacks donde se nos daban pequeños detalles poco a poco sobre cómo se habían convertido en defensores del bien. Con Spiderman, por seguir con el ejemplo, vivíamos en primera persona desde un primer momento tanto la mordedura de la araña como sus primeros pasos siendo un héroe enmascarado, sin dejar de lado la tragedia que le llevó a comprender que todo gran poder conlleva una gran responsabilidad. Sin embargo, la primera vez que veíamos a Batman, ya era un héroe temido por el hampa de Gotham, un vigilante tenebroso que, además por aquel entonces, no dudaba en usar una violencia desmedida contra sus enemigos, y eso incluía la muerte de alguno de ellos. Tiempos de los héroes pulp, claro.
Máscara Negra pondrá precio a la cabeza de Batman |
Precisamente, no sería hasta después de la colosal "Crisis en tierras infinitas" en los cómics cuando el origen de Batman y la personalidad de éste se asentarían un poco más. Tras el primer reboot de DC, muchos de los datos que conocíamos sobre el origen de Batman se cambiaron aunque, eso sí, lo principal se quedó. Como demostración de ello a finales de los 80 nació esa joyita imprescindible que es "Batman: Año Uno" de Frank Miller (300, Sin City) y David Mazzucchelli (Daredevil: Born again, Ciudad de cristal), donde no sólo se nos narraba el origen de Batman, escena con el murciélago incluida, sino también sus primeros pasos como el Caballero Oscuro en la corrupta ciudad de Gotham, una ciudad en la que todavía no habíamos visto a villanos como el Joker, Dos Caras, el Acertijo o el Pinguino. Dejaremos para más adelante el hablar sobre los primeros pasos de Batman y lo que han dado de sí en los cómics para continuar centrándonos en el origen mismo del Caballero Oscuro, un origen que se ha tratado de la misma forma en otros medios como el cine, las series y los videojuegos como en los cómics, es decir, en orden inverso al que estamos acostumbrados; primero hemos visto a Batman en toda su gloria, y después se ha ahondado tanto en lo que le convirtió en el Señor de la Noche como en sus primeros y novatos pasos enfrentándose al crimen.
Por ejemplo, si recordáis "Batman" de Tim Burton (Sleepy Hollow, Big Eyes), seguramente que os viene a la mente cierta escena del callejón. Sí, es una escena que no puede faltar en ninguna representación y/o adaptación sobre Batman, pero más allá de eso, la película no nos mostraba el origen de Batman. Cuando el filme comenzaba, ya nos situaba en una Gotham donde Batman llevaba atacando a los criminales durante un tiempo, eso sí, como una leyenda urbana de la que todos creen que es un monstruo más que un hombre combatiendo el crimen. Sin embargo, no encontramos a un Batman novato, sino a uno bien preparado al que los ciudadanos no están preparados y de cuya existencia las fuerzas del orden (no tan corruptas como en otras versiones del universo del personaje) no saben bien qué pensar. Al final de "Batman", el Caballero Oscuro dejaba a la policía un gran foco con su símbolo, el cual se usará en "Batman vuelve" para llamarle cuando Gotham vuelva a estar en peligro. En esta secuela, dirigida también por Tim Burton, Batman ya es compañero de las fuerzas del orden hasta el punto de que le vemos interactuando con ellas, especialmente con el comisario Gordon, su mejor aliado en la policía de Gotham. Batman sigue siendo una leyenda, pero no tan tenebrosa como en la anterior película. Eso sí, de su origen no se nos contó nada nuevo.
Preparándose para proteger Gotham |
Para ello tuvimos que esperar a "Batman Forever", sobre todo en las escenas eliminadas que pretendían convertir en algo mucho más oscuro un filme que acabó siendo un festival de colores y villanos histrionicos. En la película comprobábamos que Batman no sólo sigue colaborando con la policía, sino que causa admiración en los ciudadanos de Gotham y, además, tiene ya unos cuantos villanos a sus espaldas, como por ejemplo, Dos Caras. Durante la película ahondábamos en el origen de Batman, en esa noche en el callejón, en la presencia del gran murciélago y en la caída de Bruce a lo que, en otras versiones, sería la Batcueva. Por si eso no fuera suficiente, se tratarían más sus traumas psicológicos que en anteriores filmes, e incluso se nos mostró el Asilo Arkham, dejando claro algo que confirmó del todo en la muy mala "Batman & Robin", cuando, durante la huida de Mister Freeze, vemos en la sala de pruebas de Arkham, diferentes trajes y equipos de los distintos villanos que pueblan el psiquiátrico. Por supuesto, en esta entrega no tuvimos nada sobre el origen de Batman, para lo que tuvimos que esperar la friolera de ocho años y un reinicio cinematográfico.
"Batman begins", de Christopher Nolan (Origen, Interstellar), estaba basada prácticamente por completo en "Batman: Año Uno", entre muchas otras obras de Batman. El filme comenzaba con Bruce Wayne recorriendo el mundo para entrenar cuerpo y mente, además de para aprender el comportamiento de los criminales, lo que le había llevado a estar encarcelado justo antes de que Henri Ducard le encuentre para unirle a la Liga de las Sombras (la Liga de los Asesinos en los cómics), donde aprenderá las artes de combate de Ra´s Al Ghul en persona. La película, desde un punto de vista lo más verosímil posible (aunque esto es algo que Nolan se lo saltaba cada vez que le daba la gana), nos mostraba no sólo los primeros pasos de Bruce Wayne como Batman, sino el origen mismo del personaje, escena del callejón incluida. Era una historia de origen, como su título indicaba, contándonos al dedillo cada paso de Bruce hasta convertirse en el Caballero Oscuro, uno que era atacado incluso por la policía, uno que debía combatir a una ciudad corrupta hasta la médula donde el único agente honrado era un tal James Gordon, uno que todavía no había dado con sus más enconados supervillanos. Hasta el final de "Batman begins", cuando Gordon le muestra la carta del Joker y le habla de la escalada, es decir, si él ha aparecido, ¿cuánto tardarán en nacer criminales a su imagen y semejanza?
Navidad es buena época para cazar |
Muy poco. Tres años después llegó "El Caballero Oscuro", donde tenía lugar el primer enfrentamiento entre el Joker y Batman, uno tan brutal que voló por los aires media ciudad al mismo tiempo que acababa con la vida de una persona muy importante para Bruce Wayne y creaba al villano conocido como Dos Caras, en realidad Harvey Dent, fiscal del distrito que, junto a Batman y el comisario Gordon, trataba de limpiar la ciudad de la plaga de mafiosos que la acosaba desde hacía años. Cierto es que ya no tuvimos nada del origen de Batman en el filme, es más, todo lo contrario; el Caballero Oscuro era ya entonces una figura que colaboraba con la policía y que muchos ciudadanos habían visto. Eso sí, asistíamos al final de la época mafiosa de Gotham y entraban en juego los bichos raros o, lo que es lo mismo, los supervillanos que surgían a raíz de la presencia de Batman. No es casualidad que viéramos en el mismo filme al Espantapájaros, al Joker y a Dos Caras, tres de los más importantes enemigos de Batman en los cómics. Eso sí, el final de "El Caballero Oscuro" nos dejaba un escenario bien diferente que no tardaría en cambiar, un escenario donde Batman era perseguido por las fuerzas del orden por una serie de asesinatos que no había cometido, así que sólo quedaba una opción: abandonar a Batman.
"El Caballero Oscuro: La leyenda renace" nos mostraba a un Batman ya completamente implantado en la sociedad, aunque, eso sí, desaparecido tras la muerte de Harvey Dent, cuya ley había conseguido que la ciudad quedase libre de toda banda mafiosa. Era entonces cuando entraba en juego Bane, un violento mercenario que no sólo sacaba a Batman de su retiro, sino que le vencía por completo, descubriendo poco después Bruce Wayne que no sólo tendría que enfrentarse de nuevo a sus miedos, sino que todo era parte de un intrincado plan que comenzó el día en el que Ra´s Al Ghul murió al tratar de destruir Gotham. Supongo que todos sabéis cómo acabó esta última película de Nolan sobre el Señor de la Noche, pero por si acaso no desvelaré nada más allá de que, al menos a mí, me pareció un gran cierre de trilogía; Nolan contó lo que deseaba, dejando las puertas abiertas para que nosotros mismos continuásemos la leyenda de Batman en nuestra imaginación. Pero a lo que iba, como veis, la cronología del Caballero Oscuro fue en orden gracias a Nolan, y sería algo que se volvería a repetir en el mundo de las series con la reciente "Gotham", hasta extremos inconcebibles antes ya que en la serie (de la que sólo tenemos por ahora una temporada) disfrutaríamos de un Bruce Wayne niño al que veremos convertirse muy, muy, muy lentamente en Batman, al mismo tiempo que muchos de sus villanos e incluso la misma ciudad de Gotham siguen el mismo camino que les conducirá a ser lo que todos sabemos que en realidad son. Y es curioso, porque hasta la llegada de "Gotham" también en las series se carecía de un orden para contarnos el origen y las primeras aventuras de Batman. Por ejemplo, en la sobresaliente "Batman: La serie de animación" de los 90, bien famosa por ser una de las mejores adaptaciones del personaje, el hilo argumental comenzaba con un Batman ya muy asentado en Gotham, colaborando con la policía y con una lista de supervillanos bastante larga (la cual iba creciendo conforme la serie avanzaba), aunque sin dejar de ser una leyenda urbana para la mayoría de criminales y ciudadanos. En "The Batman" ocurría algo similar, aunque Batman ahí poseía un aspecto más joven debido a los espectadores a los que estaba dirigida.
Conocidos villanos con aspecto renovado |
En el mundo de los videojuegos ha ocurrido algo parecido, sobre todo en lo que respecta a la saga "Arkham". No es casualidad que "Batman: Arkham Origins" sea la tercera entrega de una saga que comenzó en 2009 y que nos presentaba a un Batman que ya llevaba tiempo en Gotham y poseedor de una nutrida lista de supervillanos a los que iba encerrado en el Asilo Arkham, donde, precisamente, el Joker le tendía una trampa, siendo el argumento principal del videojuego. Eso sí, en realidad, "Batman: Arkham Origins" no es la tercera entrega de la saga "Arkham", sino la ¿primera? de una nueva saga... o algo parecido. En realidad, es la tercera, pero la primera entrega desarrollada por Warner Bros. Games Montreal, mientras que las dos anteriores estaban desarrolladas por Rocksteady Studios, eso sin contar con que "Batman: Arkham Origins" es una precuela de las anteriores. El cambio de desarrolladora tiene que ver con el hecho de que "Batman: Arkham Knight", última entrega de la trilogía "Arkham" de Rocksteady, ha tardado más tiempo del esperado en ser lanzada debido a que ha ido dirigida a las nuevas generaciones de consolas, así que, para no hacer esperar demasiado a los fans de esta saga, se decidió sacar una nueva entrega con otro estudio. Eso sí, sería una precuela que no molestase los planes que tenía Rocksteady con las aventuras de Batman comenzadas con "Batman: Arkham Asylum". Además, así se deja una puerta abierta para hacer más videojuegos de Batman una vez pase el tiempo tras "Batman: Arkham Knight".
Pero antes de ahondar en esta precuela que reseño hoy, y que tiene mucho que ver tanto con el origen de Batman como con sus primeros pasos como vigilante en Gotham, hagamos un poquito de memoria con un repaso de lo que ha sido la saga "Arkham" hasta ahora. Corría el 2009 cuando salió a la venta "Batman: Arkham Asylum", un nuevo título de Batman en el mundo de los videojuegos que parecía, al menos a priori, una especie de adaptación de "El Caballero Oscuro", filme estrenado un año antes. Estas creencias no resultan extrañas si tenemos en cuenta la buena (o mala) manía que tienen numerosos estudios de sacar videojuegos basadas en filmes de superhéroes cuando estos aparecen en los cines. Ya no se hace tanto como antes, es cierto, pero todavía se aprovecha el tirón de los mencionados estrenos. Y, si con "Batman begins" se había sacado un juego que adaptaba el filme, ¿por qué no hacerlo con una de las mejores películas del personaje? Pues no. "Batman: Arkham Asylum" no era una adaptación, al menos no de la película, sino una adaptación directa de los cómics, la adaptación más fiel que habíamos visto hasta el momento del mundo Batman y toda su mitología. Hasta tal punto era buena adaptación que cogía infinidad de detalles, argumentos y subtramas de cómics tan iconicos del personaje como "Arkham Asylum". Y eso sin ahondar en referencias, cameos y pequeños detalles como esa celda congelada y abierta donde debía estar Mister Freeze, ese presunto cadáver de Ra´s Al Ghul en el deposito o ese Cara de Barro encerrado que trataba de confundirnos cambiando de aspecto.
La policía no confiará en nosotros, ni nosotros en ellos |
El argumento era tan simple como el mecanismo de un chupete, pero funcionaba a la perfección y, al mismo tiempo, era algo nuevo en el mundo de los videojuegos, uno donde Batman ha salido bien parado en la mayoría de las ocasiones. Por enésima vez, Batman lleva al Joker a Arkham donde no tarda en descubrir que todo forma parte de un plan para encerrarle con todos los internos, a los que el Joker va liberando, creando una de esas situaciones caoticas de las que tanto disfruta. Con Arkham dominada por el Joker, Batman deberá llegar hasta él, desbaratar sus planes y, por el camino, enfrentarse tanto a algunos de sus más peligrosos enemigos como a sus propios demonios. Pese a que podría parecer más de lo mismo, el videojuego no tardó en alzarse no sólo como el juego del año para muchos medios especializados, sino como el mejor videojuego de superhéroes de la historia y uno de los grandes videojuegos de todos los tiempos en general. Así de claro. Y es que no estábamos ante un juego típico de superhéroes, sino más bien ante una especie de videojuego de terror con toques comiqueros donde manejábamos a Batman, sí, pero a pesar de todas sus habilidades (ampliamente presentadas en el juego) nos encontrábamos casi indefensos ante la situación que nos presentaba Arkham, misterios y enemigos incluidos. Estos, sobre todo los jefes finales, eran una de las mejores bazas de "Batman: Arkham Asylum"; inolvidables son las espectaculares peleas con el Espantapájaros, Killer Croc, Bane y la batalla final con el Joker, entre muchos otros. Todo eso unido a un apartado gráfico de infarto, una jugabilidad perfecta, extras suficientes para rejugarlo desde el principio, tramas y subtramas absorbentes, el equilibrio perfecto entre acción e investigación y, sobre todo, la sensación no de manejar a Batman, sino de SER Batman, lo convirtieron en un juego de sobresaliente... y con razón. Y aun así se quedó corto si tenemos en cuenta su secuela.
El final de "Batman: Arkham Asylum" dejaba más de una puerta abierta aunque, curiosamente, la más explicita no se ha tenido en cuenta hasta "Batman: Arkham Knight", En 2011, dos años después, nos llegó "Batman: Arkham City", mucho más ambicioso que la primera entrega y que, sí, llegaba más lejos, hasta el punto de que presentaba la acción en Gotham, no en un espacio cerrado o, al menos, en gran parte de la ciudad, porque la trama principal del videojuego era la que le daba nombre. Tiempo después de "Batman: Arkham Asylum", las fuerzas del orden de la ciudad, dirigidas por el alcalde de Gotham y el encargado de Arkham, deciden crear Arkham City, es decir, ampliar Arkham hasta ocupar algunas de las partes más deprimidas de la ciudad, que estarían cerradas para encerrar a los criminales, cada vez más numerosos y peligrosos. Bruce Wayne se queda encerrado en Arkham City y es entonces cuando comienza nuestra aventura dividida en dos argumentos principales; por un lado, los diferentes descubrimientos alrededor de Arkham y nuestro enfrentamiento contra el extraño Hugo Strange, valga la redundancia; y por otro, nuestra nueva lucha contra el Joker, quien, tras los acontecimientos de la anterior entrega, se moría, contaminado su cuerpo con un exceso de Titán, el compuesto evolucionado del Veneno de Bane. Además, esta secuela incluía un gran acierto en forma de misiones secundarias donde nos enfrentábamos a otros villanos famosos del Caballero Oscuro (recordad que nos encontramos en barrios enteros dominados por criminales y villanos) como el Sombrerero Loco, Deadshot e incluso el misterioso Silencio.
Adivinad a quién conoceremos por primera vez |
Si "Batman: Arkham Asylum" era de sobresaliente, "Batman: Arkham City" se quedó sin nota porque era muy, muy superior en todos los aspectos. Desde los espectaculares enfrentamientos contra los villanos (atentos al impresionante combate contra Míster Freeze) hasta los combos que podíamos efectuar en combate, pasando por los métodos de investigación, las misiones secundarias, el apartado gráfico, la banda sonora, los vídeos, la jugabilidad, el terreno por el que nos movemos, los extras y las dos tramas principales, mucho más complejas, profundas y con más giros que las del primer videojuego. Esta secuela no sólo era un acierto en presentarnos multitud de novedades cuando lo fácil hubiera sido darnos lo mismo que la primera entrega, sino que, además, nos traía a todos los demás villanos de Batman que faltaban, opciones diferentes y un final de infarto que marcaba un antes y un después en la saga, planteando una enormidad de posibilidades con respecto a las siguientes entregas.Sin dejar de lado el contenido descargable que luego se reunió en la edición juego del año, contenido la mar de interesante que incluía diversas skins para nuestro protagonista e incluso la posibilidad de jugar diferentes fases de desafío con Catwoman, Robin y Nightwing. Eso sin contar con un nivel extra que continuaba la historia y donde Harley Quinn buscaba venganza contra Batman y Robin intervenía, o la parte donde podíamos jugar con Catwoman antes de los hechos de "Batman: Arkham City". Por supuesto, no voy a desvelaros nada que pudiera estropearos el juego a pesar del tiempo que ha pasado desde su salida y que la simple sinopsis de "Batman: Arkham Knight" ya desvela su final. Avisados quedáis por si queréis leerla por ahí.
Y llegamos a "Batman: Arkham Origins". Dos años después de "Batman: Arkham City" y un año tras la salida de su edición de juego del año nos llegó la entrega que calmaría nuestras ansias mientras esperábamos el estreno de la última parte de la trilogía "Arkham" de Rocksteady. Un nuevo equipo, un nuevo estudio de desarrollo y el objetivo de seguir sorprendiéndonos pero esta vez comenzando por el principio, contándonos los acontecimientos anteriores a "Batman: Arkham Asylum", eso sí, muy, muy anteriores. Porque lo que tenemos entre manos es una historia de origen... aunque no del todo. Sí, en varios vídeos disfrutamos de cómo Bruce Wayne crece hasta convertirse en Batman, pero el videojuego que tenemos entre manos se centra en los primeros días de Batman en Gotham, aunque lo de primeros días está un poco cogido con pinzas, ya que en la historia Batman lleva actuando aproximadamente unos dos años a pesar de continuar siendo una leyenda urbana que causa temor en los corazones de los criminales y desconfianza en los de los agentes de la ley, James Gordon incluido, que ve a Batman más como un vigilante violento tan malo como los criminales que persigue que como una fuerza del bien. Y la gracia es que Batman tampoco confía demasiado en una policía corrupta perteneciente a una ciudad dominada por una clase de crimen que ya comienza a dar sus últimos coletazos, gracias a Batman y a los demás pintorescos delincuentes que surgen por su presencia.
Batman contra Deathstroke, uno de los mejores combates del juego |
"Batman: Arkham Origins" nos sitúa en Nochebuena. Mientras la nieve acaricia Gotham, Máscara Negra, uno de los más poderosos jefes criminales de la ciudad, lanza una recompensa por la cabeza de Batman, el enmascarado que está arruinándole el negocio, lo que hace que ocho asesinos y mercenarios se interesen por el dinero. Bane, Luciérnaga, Copperhead, el Electrocutor, Lady Shiva, Deathstroke, Deadshot y Killer Croc son quienes buscarán la recompensa de Máscara Negra, pero no serán los únicos jugadores de una mortal partida que se librará en una sola noche, la más dura para Batman, quien no sólo se verá puesto a prueba físicamente, sino también mental y moralmente, hasta el punto de que tendrá que decidir si sigue siendo Batman o deja la capucha antes de acompañar a sus padres en la muerte. A pesar de las reticencias de Alfred, Batman se lanza a por los asesinos, temiendo que estos puedan causar daño en la ciudad para atraerle. Sin embargo, no todo es tan simple como parece, y Batman pronto comprobará que los viejos criminales de Gotham van a verse destronados por los nuevos, instigados por su presencia. Al mismo tiempo, la relación entre Alfred y Bruce sufrirá más de un roce por el modo que tiene el segundo de afrontar la cruzada que lleva a cabo desde que se colocó por primera vez el símbolo del murciélago en el pecho.
Como veis, a nivel argumental parece que tenemos una historia tan sencilla y directa como en "Batman: Arkham Asylum". Pues os equivocáis. Yo mismo me equivoqué al comenzar a jugar. Lo que parece una trama de cómic más, con varios villanos en busca de la cabeza del héroe en cuestión, se va transformando en otra cosa muy diferente, entrando en una complejidad todavía lejos de "Batman: Arkham City" pero mucho mayor que la primera entrega de la saga, donde el desarrollo de Batman y las relaciones que mantiene con la ciudad y los secundarios que la pueblan es tan importante como la relación que empieza a tener con cierto personaje indispensable en la mitología del murciélago. Perdonad que sea tan criptico, pero ya sabéis que en este blog no lanzamos spoilers de ningún tipo y aunque este videojuego tenga ya dos años, prefiero no desvelar ni una sola de las sorpresas que guarda, y son bastante más de las que parecen a simple vista. Os aseguro que la historia quita el hipo, especialmente a nivel de desarrollo conforme va avanzando y con respecto a las referencias directamente cogidas de los cómics.
En una buena fiesta siempre debe haber un... payaso |
"Batman: Año Uno" y "Batman: El Largo Halloween" son las principales fuentes de inspiración para "Batman: Arkham Origins". De la primera ya os he hablado, pero de la segunda, realizada por Jeph Loeb (Daredevil: Amarillo) y Tim Sale (Spiderman: Azul), no os he dicho nada aún. Estoy hablando de una de las versiones del origen de Dos Caras, un cómic que también sirvió de inspiración para el filme "El Caballero Oscuro", una historia donde se mostraban los últimos días de la antigua mafia y bandas criminales de Gotham y la aparición de los freaks, de los bichos raros o, dicho de otra manera, de los supervillanos que van surgiendo a raíz de la llegada de Batman. Esta precuela en forma de videojuego también trata ese paso de los criminales de siempre a los nuevos, en forma, sobre todo, de Máscara Negra, uno de esos criminales a la antigua que será sustituido por otro villano más... colorido, entre otros, claro. Otro ejemplo está en la eliminación de la familia Falcone (atentos a la aparición de Festivo antes de ser Festivo) por el Pinguino, un Pingüino todavía lejos de ser quién era cuando lo vimos por primera vez en "Batman: Arkham City". Por supuesto, hay más cómics de los que coge detalles el videojuego, como por ejemplo, una historia que no mencionaré y que presenta el primer encuentro entre Batman y uno de sus villanos más famosos, pero también hay multitud de detalles de los primeros años de Batman que recoge esta historia.
Por ejemplo, lo que os comentaba antes de la policía. En sus comienzos, como he comentado anteriormente, Batman no era bien visto por las fuerzas del orden de Gotham. Los corruptos no le miraban bien por el hecho de que sabían que se les acabaría el chollo con su presencia, y los honrados sólo pensaban en él como en un vigilante violento tan malo como los criminales a los que apresaba, concepto que luego ha ido perdurando en el tiempo, traspasando las fronteras de las fuerzas del orden de Gotham. Como vamos comprobando en la historia, ni siquiera Gordon confía en nosotros hasta el punto de querer atraparnos como si fuéramos tan malos como Máscara Negra o alguno de los asesinos enviados contra nosotros. Es más, en el videojuego los policías serán enemigos a los que abatir en más de una ocasión a pesar de las reticencias de Alfred, enemigos contra los que Batman se enfrentará con pocas dudas. Y esa es otra de las diferencias de este Batman con respecto a los anteriores, porque estamos ante un Batman que todavía no es el que conocemos, sino más bien joven e impetuoso en todos los sentidos.
Un Batman más joven e impetuoso es el protagonista |
De ahí que trate con extrema dureza a los criminales, tanto si son delincuentes corrientes como supervillanos o jefes criminales, incluyendo en el paquete a los policías corruptos. Tenemos a un Batman que no se anda con tonterías, bastante violento en sus métodos (a pesar de que sigue sin matar, por supuesto) y capaz de arrojar de los tejados a sus presas con tal de que hablen. Hasta tal punto es un Batman impetuoso que será fácil verle discutiendo con Alfred en las subtramas que se vayan abriendo conforme avance la historia, un Alfred que le preocupa ver el camino que está siguiendo a quien considera su hijo, pero que no parece que sepa lo que está haciendo realmente. No sólo actúa en solitario contra criminales que le superan, sino que, además, no se deja aconsejar y continuamente rechaza cualquier tipo de ayuda, porque Batman debe poder con todo. El Caballero Oscuro ve en Alfred una figura paterna que, en realidad, le molesta en más de una ocasión, y Alfred ve en él un niño malcriado que sólo quiere salir a jugar con sus juguetes a su manera, sin pararse a pensar en las consecuencias de sus actos y dándole exactamente igual morir o no; en pocas palabras, un niño consumido por la rabia.
Batman también es bastante diferente al que conocemos por los diversos artilugios que usa y la parafernalia que le rodea. Por ejemplo, usaremos la Batala (Batwing) para transportarnos entre diversos puntos de la ciudad de forma rápida. Tenemos a nuestra disposición diferentes gadgets que no salían en las anteriores entregas como los guantes eléctricos (que no desvelaré de dónde salen aunque sea bastante evidente) y una granada pegajosa entre unos cuantos más. Eso sin contar con que el modo detective se ha visto ampliado de tal manera que ahora nos podemos poner más CSI que nunca en cuanto a resolver crímenes. Una de las misiones secundarias que llevaremos a cabo tendrá que ver con varios crímenes que se dan por toda la ciudad, pues bien, gracias a las nuevas opciones del modo detective no sólo podremos reconstruir virtualmente la escena, sino también encontrar pistas, detalles aparentemente insignificantes que nos conducirán al culpable y, en resumen, todo lo necesario para resolver el caso si lo usamos bien. Otra de las grandes sorpresas del juego es la presencia de la mítica Batcueva, y no hablo de esa Batcueva auxiliar que vimos en "Batman: Arkham Asylum" y que Batman se monta bajo Arkham prediciendo que algo malo puede pasar con el lugar (Batman es el hombre del plan "B", recordadlo), sino de la auténtica y genuina Batcueva, concepto primordial en la mitología del personaje que faltaba en la saga tanto como los vehículos de Batman; vale, no tenemos el Batmóvil, pero sí la Batala aunque no podamos usarla manualmente más allá de los vídeos de transporte. ¡Ah! Y si nos pillamos la historia descargable centrada en el origen de Mister Freeze, usaremos un impresionante traje de calor muy similar al traje de combate que Batman usa contra Superman en esa obra maestra que es el cómic "El regreso del Caballero Oscuro".
El espectacular traje calorífico |
También encontraremos cambios en la Gotham en la que nos moveremos aunque, en general, visitemos las mismas ubicaciones que en "Batman: Arkham City". Sí, hay añadidos como la comisaría de Gotham (en la que nos infiltraremos bastante), el barco del Pingüino o cierto hotel donde tendremos más de un emocionante encuentro, sin dejar de mencionar la nieve y el entorno festivo en el que nos movemos o la presencia de la cárcel Blackgate en ausencia de Arkham, pero en líneas generales el mapeado es prácticamente idéntico al que vimos en la anterior entrega de la saga. Esto es malo porque, a ratos, la sensación de deja vu es bastante molesta, aunque es un detalle bastante positivo si tenemos en cuenta que seguimos en Gotham, en una Gotham más joven, en una Gotham nevada, en una Gotham diferente, una Gotham por descubrir sobre todo si jugásemos por primera vez a la saga "Arkham" y comenzásemos por esta entrega. Lo cierto es que debe ser una sensación bastante agradable. Primero "Origins", luego "Asylum" y después "City". No es mal plan, ¿verdad? Al fin y al cabo, otro de los grandes aciertos de esta entrega es la continuidad que mantiene con sus predecesoras, a pesar de que ha sido otro estudio de desarrollo el encargado de hacerla. Esta continuidad, en todos los aspectos, consigue que nos encontremos en casa desde los primeros pasos en la historia, tanto por el entorno en el que nos hallamos como por los controles para manejar a Batman.
Pero no sólo Gotham se ve como "nueva", más joven, diferente pero similar a la que conocimos en "Batman: Arkham City". Los personajes que pululan por la historia, especialmente los villanos, también son distintos aunque familiares a nuestros ojos, más jóvenes e incluso así mantienen las principales características que los hacen reconocibles. Por ejemplo, tanto Alfred como Bruce aparecen mucho más jóvenes que las anteriores entregas, aunque en el caso de Batman podemos observar que usa un traje más cercano a una armadura mientras que en las anteriores partes de la saga "Arkham" su traje era más bien una mezcla de ambos conceptos, entre traje de superhéroe y armadura; lógico usar más armadura siendo más joven e inexperto. A Gordon no sólo le vemos más joven con respecto a su rango, sino también en su aspecto, al igual que a Barbara, su hija y futura Oráculo de Batman, personaje al que vemos por primera vez físicamente en esta saga. Incluso tenemos por ahí a Vicki Vale de nuevo, una de las más famosas chicas de Batman gracias a la primera película sobre el personaje. Y, sí, tenemos también a Jack Ryder, personaje que no puede faltar desde la primera entrega de la saga y que, de diferentes formas, tiene cierta importancia en alguna de las tramas que hemos ido viendo en los tres videojuegos.
Barbara y James Gordon, grandes secundarios de la historia |
Y aunque ya hemos hablado de los secundarios, ¿qué dejamos para los villanos? Si algo hace grande a Batman es su galería de enemigos, una de las mejores del mundo del cómic, psicópatas y supervillanos que han resultado ser uno de los grandes aciertos de la saga "Arkham" en el mundo de los videojuegos. Aquí no se quedan atrás, en absoluto; si los combates contra los supervillanos de Batman fueron algunos de valores más aplaudidos de "Batman: Arkham Asylum" y "Batman: Arkham City", aquí no se quedan atrás, conteniendo más de una sorpresa que nadie se podría esperar leyendo la sinopsis principal del videojuego. Sin desvelar mucho, os puedo asegurar que los combates contra Bane (cuya trama adapta la celebre historia de "La caída del murciélago"; y hasta aquí puedo contar) son muy, muy espectaculares, por no hablar de la pelea en el puente con Luciérnaga (y estamos hablando de un villano muy secundario de Batman) o la lucha contra Deathstroke, una de las mejores inclusiones del videojuego. Eso sin dejar de lado combates más sencillos pero igualmente rompedores como el que tenemos con Copperhead o la misión del Sombrero Loco. Eso sí, atentos a la pelea con el Electrocutor, porque tiene su miga.
Dejando de lado los combates con los villanos finales que, aunque espectaculares se quedan un paso por detrás si los comparamos con los de las anteriores entregas, nuestros enemigos también muestran un aspecto bastante diferente pero muy característico con respecto a los dos anteriores videojuegos. Por ejemplo, Bane no es todavía esa montaña mutante de músculos que vimos en "Batman: Arkham Asylum" y en una de las misiones secundarias de "Batman: Arkham City"; Killer Croc es mucho más humano que en la primera parte de la saga "Arkham"; el Pingüino tiene más pinta de mafioso que del animal que le da nombre; el Sombrerero Loco acaba de comenzar a realizar sus crímenes de control mental basados en "Alicia en el País de las Maravillas", con un traje limpio e impoluto; Deadshot aparece con un traje mucho más parecido al que usa en los cómics que el que vimos en "Batman: Arkham City"; Acertijo (o Enigma) es más similar a un hacker que al psicópata que nos acosaba en las anteriores entregas; y, por supuesto, el Joker que nos encontramos aquí es muchísimo más joven que al que nos enfrentábamos en las otras historias, sin dejar de mencionar la sorpresa que supone dar con cierta ayudante loca mucho antes de obsesionarse con él, pero apuntando maneras, claro. Evidentemente, hay personajes nuevos que no aparecían en las anteriores de los que no tenemos referencias previas, por lo que sólo cabe esperar a que aparezcan en "Batman: Arkham Knight" para observar su evolución.
Luciérnaga, uno de los mejores villanos nuevos |
Eso sí, como os decía antes, la continuidad es absoluta y está muy, muy cuidada. Lo fácil hubiera sido aprovechar que estamos ante una precuela que transcurre varios años antes de "Batman: Arkham Asylum" para hacer poca mención o ninguna a todo lo que nos espera, pero, por suerte y el buen hacer de los chicos de Montreal, han querido ser lo más respetuosos posibles con las entregas de Rocksteady. De este modo, no sólo vemos de nuevo a personajes como Jack Ryder, sino que hay diversas menciones al Asilo Arkham, sobre todo al final del juego, así como se propone a Gordon como comisario, detalle que disfrutamos en el contenido descargable que nos cuenta el origen de Míster Freeze, una pequeña historia que se centra en los acontecimientos tras la mortal Nochebuena a la que debe sobrevivir Batman. También tenemos la explicación de cómo Bane acaba siendo la masa mutante que vimos en la primera entrega de la saga "Arkham", más alguna que otra gran sorpresa (prestad atención al cómic "La broma asesina") alrededor del Joker que no pienso contaros porque es para vivirlo en primera persona. Incluso Lady Shiva avisa a Batman sobre la llegada de Ra´s Al Ghul y su Liga de Asesinos, algo que tiene lugar en "Batman: Arkham City". En pocas palabras, si jugamos a "Batman: Arkham Origins" antes que los anteriores podemos comprobar que todo encaja perfectamente hasta el punto de que acaba resultando una de esas precuelas que se pueden jugar tanto cuando salen como en primer lugar. Y eso no es fácil de llevar a cabo, la verdad.
Esta continuidad también se hace patente en la jugabilidad, sobre todo a la hora de usar los chismes de Batman o de pelear. En el primer caso tenemos a nuestra disposición una amplia variedad de gadgtes con los que avanzar en nuestra aventura, enfrentarnos a los diferentes supervillanos y resolver los crímenes que se van presentando en Gotham; en el segundo caso, tenemos en nuestras manos una buena serie de combos para ir repartiendo estopa por las calles de la corrupta ciudad de forma cada vez más rápida, mortal y efectiva. En pocas palabras, y repitiéndome, Montreal ha conseguido que sigamos metiéndonos en la piel de Batman hasta SER Batman, hasta el punto de que más que en un videojuego parezca que estemos ante un simulador del Caballero Oscuro, uno efectivo al cien por cien. Es fácil encontrarnos en casa si somos de los que nos hemos enganchado horas y horas a los dos anteriores, en todos los aspectos, insisto, incluso en las fases de desafío, esos niveles extra que jugar fuera de la historia para ir ganando punto de experiencia y jugosos extras. En este caso, además, tenemos un añadido bastante apetecible que es poder usar a Deathstroke en el modo desafío, tanto en el modo combate como en el modo depredador donde tendremos que ir eliminando a nuestros enemigos desde las sombras. Modo que, por cierto, también encontraremos en la campaña principal del juego, y que nos es tan familiar como todos los demás, es decir, iremos con Batman atacando sigilosamente (o a lo bestia si queremos, aunque no es recomendable) a nuestros enemigos, acabando con ellos uno por uno y desde la oscuridad, como el ser de las tinieblas que somos.
Modo desafío con Bruce Wayne ninja |
En cuanto a extras, hay que admitir que el videojuego está bastante lleno de ellos. No como el anterior, ya que "Batman: Arkham City" poseía una edición juego del año que era toda una gozada mientras que "Batman: Arkham Asylum" estaba bastante vacío al respecto; a pesar de los extras que poseía, en cuanto a contenido descargable que añadía jugosos extras al título se quedó bastante huérfano. "Batman: Arkham Origins" no sólo cuenta con una historia sobre el origen de Míster Freeze en la que nos enfrentamos al villano con un aspecto bastante básico a la vez que visitamos la mansión Wayne o manejamos la armadura calorífica, sino que también nos trae interesantes mapas de desafío donde podemos manejar incluso a un Bruce Wayne ninja salido directamente de su entrenamiento para ser Batman y diferentes skins alternativas tanto para Batman como para Deathstroke. Por ejemplo, podremos jugar con el Batman blanco de "El día más brillante", con el de "El largo Halloween", con el moderno de las nuevas series de DC e incluso con uno medieval bastante curioso; por otro lado, de Deathstroke sólo tenemos dos skins, una con su traje clásico y otra con el traje del videojuego de lucha "Injustice: Gods among us", donde personajes de DC se partían la cara en una historia alternativa donde Superman implantaba una dictadura en nuestro mundo. No es que sean extras imprescindibles, pero sí muy jugosos para los fans más acérrimos del personaje y, concretamente, de esta saga. Eso sí, si salieran gratis, ya sería la leche, pero son de pago. Ya sabéis cómo va el timo este de los DLC.
La ambientación es otro de los grandes puntos fuertes de "Batman: Arkham Origins". No sólo vemos una Gotham que no es tan deprimente ni destrozada como la de "Batman: Arkham City", sino rodeada de nieve por todas partes, lo que le da un toque único al videojuego y a su historia, uno muy similar al que tenía "Batman: Arkham Asylum". En éste caso, estábamos ante un videojuego de terror con Batman de por medio, mientras que la segunda parte parecía más bien una gran superproducción comiquera sobre el Caballero Oscuro. "Batman: Arkham Origins" consigue un aire de historia negra de mafiosos y gangsters con cierta melancolía al trasladar la acción a la Nochebuena repleta de nieve, árboles luminosos y adornos navideños. Además, la historia traslada muy bien esa sensación de que el mundo del crimen clásico de Gotham va dejando paso a los bichos raros como Bane, Luciérnaga, el Sombrerero Loco, Anarquía (gran inclusión de otro villano secundario de Batman que es más bien un anti-heróe), Killer Croc y, por supuesto, el Joker, otro de los grandes protagonistas del videojuego aunque no lo parezca por la sinopsis. Es cierto que se echan de menos a otros villanos de los que podríamos haber visto sus orígenes como Dos Caras, e incluso más participación del Hombre Calendario y Festivo, grandes protagonistas del cómic "El largo Halloween", adaptado en gran parte en este videojuego, aunque se agradece la presencia testimonial de estos dos últimos. Eso sí, remarco que la decisión de seguir colocando a villanos secundarios, muy desconocidos, del universo Batman junto a los más famosos es todo un acierto. El Joker, el Pingüino, Deathstroke, Bane y Killer Croc son muy potentes, pero a su manera y bien usados otros como Anarquía, Luciérnaga, Deadshot y el Sombrerero Loco entre muchos otros pueden darnos historias igual de épicas.
Conoced el origen de Míster Freeze |
En resumen, es cierto que estamos ante la entrega más floja de toda la saga "Arkham", principalmente porque es una historia que vuelve hacia atrás y que, en muchas ocasiones, parece más de lo mismo, algo que, en realidad, es uno de los mejores aciertos de la saga (más de lo mismo pero diferente para que nos sintamos en casa al mismo tiempo que abrazamos las novedades), pero eso no quiere decir que sea un mal videojuego, sino todo lo contrario. "Batman: Arkham Origins" es de sobresaliente, todo un regalo tanto para los fans de la saga como para los fans del personaje en su faceta comiquera. Montreal ha demostrado que puede que haya sido una desarrolladora poco ambiciosa, pero también es cierto que se ha visto lastrada por las circunstancias de ofrecer un producto que no entorpezca el final de la trilogía Rocksteady alrededor del Caballero Oscuro. Este origen de Batman en videojuegos no sólo demuestra que resulta muy interesante ahondar en los orígenes y primeros pasos de nuestros queridos superhéroes, sino que se pueden hacer videojuegos enormes solamente tirando de precuelas que ahonden en qué mueven a nuestros personajes favoritos y el mundo que los vio nacer. Gráficos, villanos, banda sonora, extras, jugabilidad, novedades añadidas, misiones secundarias, continuidad, contenido descargable... "Batman: Arkham Origins" es toda una gran sorpresa dado el carácter de precuela que tiene. Encaja como un guante con "Batman: Arkham Asylum" y "Batman: Arkham City", lo cual no es sencillo. Imprescindible a todos los niveles, sobre todo para entender a Batman, un personaje que ya es un mito. ¡Feliz Nochebuena!
Nota: 9,5/10
Yo solo he jugado Arkham city y origins, espero en poco jugar Arkham Knigth. Pero después de jugar City me quedé pidiendo más, y empecé Origins. La verdad me dio la misma sensación de leer un libro apócrifo. No es un mal juego, pero parece una copia sin alma de lo que fue City. Innovaron nada en las armas, eso de los guantes eléctricos era solo para no acceder a algunas áreas antes de tiempo, las granadas de hielo, que diga las pegajosas, y la mejor adición al arsenal Batman se la roba a Deadstrok. La mayoría de las armas acaban siendo completamente ignoradas.
ResponderEliminarLos niveles no están tan bien diseñados, te obligan a a jugar de cierta manera, sin la libertad que daban los de City, si hay muchas cosas por el escenario, pero son prácticamente inútiles o imposibles de usar. El árbol de mejoras también me decepcionó.
La historia creo es lo mejor del juego, eso y las escenas del crimen, muy divertidas, aun que se resumen a un point and clik muy moderno.
Es como leer un cuento de tu autor favorito, pero que desde al primera página te das cuenta que es solo un fanfic más queriendo pasar por original.
PD: El juego es buenísimo, es solo que debe medirse contra City,