Hablemos de "El exorcista". Y es que, se podría decir que el filme sobre la niña de vomito verde y cabeza giratoria, a pesar de no ser el primero sobre exorcismos y demonios dentro de personas normales y corrientes, sí se podría decir que fue el primero que convirtió este tipo de películas en todo un subgénero. Para explicarme mejor, es como si cogemos "La noche de los muertos vivientes" de George A. Romero (Los Crazies, La mitad oscura) y pensamos que fue la precursora del zombi moderno, la que convirtió los filmes de muertos vivientes en un subgénero cuando antes sólo eran producciones de terror con zombis de por medio y, además, casi siempre devueltos a la vida gracias al vudú. A partir de "El exorcista", y sin contar con sus irregulares secuelas (una segunda parte terrible, una tercera bastante notable y una misma precuela dirigida de dos maneras diferentes pero, ambas, dando lugar a filmes bastante flojos), las producciones sobre exorcismos se han multiplicado hasta el punto de que, aunque es verdad que en los 90 sufrieron un pequeño tropiezo, también es verdad que estamos ante un subgénero que siempre está en la cima, un subgénero capaz de aterrorizar hasta al más pintado si se usa bien, porque tenemos que reconocer que, mal utilizado, tenemos un subgénero que, como el de zombis, se presta bastante a la parodia. Aunque también a los filmes de bajo presupuesto, como las películas de muertos vivientes, sí.
Nunca hay un buen exorcismo |
Eso lo hace un subgénero perfecto para mezclarlo con otro tipo de películas que también se han convertido en un subgénero propio en los últimos años. Hablo de los falsos documentales o mockumentaries, los filmes de metraje encontrado o found footage, o lo que es lo mismo, el cine subjetivo. Podríamos decir que, de igual forma que todo comenzó con "El exorcista", todo empezó con "El proyecto de la bruja de Blair" a pesar de que ya antes habíamos tenido algunos falsos documentales, siendo el más conocido de todos ellos la brutal "Holocausto caníbal" donde la realidad era llevada al extremo, llegando incluso a matarse animales para darle más veracidad a la película, una salvajada que, curiosamente, no le da más calidad a un filme que poco tiene que ofrecer más allá del morbo que siempre ha suscitado. Perdonad, que me voy por las ramas. Hablábamos de "El proyecto de la bruja de Blair", ¿verdad? Ese filme hecho con cuatro duros (casi de forma literal) y que causó sensación por todo el planeta. Fue esa película la que hizo explotar el fenómeno del mockumentary que poco de moda tiene ya, pues el estreno de la famosa bruja tuvo lugar en 1999 y todavía hoy siguen saliendo falsos documentales y filmes de metraje encontrado hasta de debajo de las piedras. Sin embargo, es cierto que las últimas producciones de este tipo están centradas en el mercado de las películas de bajo presupuesto y directas el mercado domestico y al de Internet. Pocas pasan ya por los cines, aunque las suficientes como para tener nuestra buena ración anual de mockumentaries en la pantalla grande.
Es lógico, ya que estamos ante un formato que predispone a realizar películas de terror con unas características muy definidas y por muy bajo coste, es decir, perfectas para quienes no tienen detrás a grandes productoras ni a enormes estudios para sus primeros trabajos cinematográficos. Además, a estas alturas, es difícil hacer un mockumentary original y que sorprenda, y casi todos siguen las mismas líneas y caminos; una primera media hora bastante calmada, subidas de tensión en la siguiente y unos últimos minutos de infarto. Siempre, o al menos casi siempre, estamos hablando de esta estructura en los falsos documentales, con pocas variaciones, y casi siempre tienen que ver con el clímax final y, por supuesto, con la trama principal. No es lo mismo "Paranormal Activity" que "V/H/S" por ejemplo, ni "Así en la Tierra como en el Infierno" es lo mismo que "Rec", así que cada vez más los cineastas deben usar su imaginación para ofrecernos diferentes formulas que funcionen con el mismo tipo de producto. O si no, al menos, contar la misma historia de manera distinta, que eso también da muy buenos resultados, sobre todo si se hace bien, claro.
Si hay exorcismo, hay cura |
Entonces, recapitulemos. Por un lado, tenemos las películas de exorcismos, y por otro, los falsos documentales. ¿Qué pasa si los unimos? "Devil Inside", por supuesto, un gran ejemplo de cómo no hacer un mockumentary a partir de una buena idea. Sin embargo, y antes de adentrarnos en los muchos fallos y pocos aciertos de esta película, debo recordar que no es la primera vez que los filmes de exorcismos y los falsos documentales se unen en una misma producción. Podría hablaros de las docenas de filmes que han ido surgiendo los últimos años, muchos bastante potables, como la notable "The possession of Michael King", el ejemplo perfecto de mockumentary de bajo presupuesto que funciona de principio a fin. Sin embargo, si nos acercamos a algún mockumentary de exorcismos estrenado en cines y que carga con bastante éxito (sobre todo de taquilla) toca mencionar "El último exorcismo", la cual, sin ser ninguna maravilla, aporta detalles bastante novedosos a este tipo de películas, como la figura del exorcista estafador que se enfrenta a un caso real. Pasaremos de puntillas sobre su secuela rodada de manera convencional, no por esto, sino por su baja calidad. ¡Qué manía con hacer secuelas flojas de películas buenas!
Habiendo dejado claro que "Devil Inside", más que algo nuevo debería centrarse en contar lo mismo pero de forma diferente, vamos allá con lo que es la película, la cual no está llena de despropósitos ni de fallos, no, sino que, simplemente, resulta aburrida en su conjunto, a pesar de ciertos detalles positivos que posee. Debo confesar que no vi "Devil Inside" en el cine, y eso que soy muy, muy, muy fan de los falsos documentales y los filmes de metraje encontrado, pero sus tráilers no me llamaban demasiado. No sabría explicarlo del todo incluso después de haberla visto cómodamente en casa, pero a pesar de lo que me gustan las películas de exorcismos y el cine subjetivo, ni por esas logró "Devil Inside" arrastrarme al cine. Y menos mal. Aunque, claro, si tenemos en cuenta que sólo los subgéneros que encontramos en la cinta me llamaban la atención de los avances, tampoco resulta tan extraño.
Una investigación con más de un secreto |
La trama es bastante sencilla. La protagonista es Isabella, una joven cuya madre asesinó a varias personas de forma brutal cuando ella era una niña. Lo que en principio parece un simple caso de una enfermedad mental, se descubre como algo más, ya que la madre de Isabella, internada en la historia en un centro psiquiátrico, en realidad estaba siendo exorcizada pues se encontraba poseída por un demonio. Ya crecidita, Isabella decide indagar para descubrir la verdad alrededor de su madre y lo ocurrido, lo que la llevará a un mundo de exorcistas, demonios, espíritus malignos y pesadillas muy, muy reales. Durante su viaje junto a otros sacerdotes lo grabará todo para conseguir pruebas de que los demonios existen y no sólo están entre nosotros, sino que además nos poseen cuando hallan alguna debilidad que lo permita.
Como veis, una trama sencilla, directa, sin muchas vueltas y que no fuerza que el filme sea un falso documental. Al fin y al cabo, tenemos a varias personas realizando un documental para averiguar qué ocurrió de verdad con la madre de Isabella, al mismo tiempo que tratan de conseguir pruebas que respalden sus creencias en los demonios y la veracidad de los exorcismos. No dudarán en exorcizar una vez más a la madre de la protagonista, por cierto, lo que ocasionará estragos entre los realizadores del documental que llevarán al clímax final que, siendo un falso documental, debería ser lo mejor de la película. Pero ni por esas; "Devil Inside" falla incluso en eso, en dar lo mejor de sí misma cuando más falta le hace. En ese aspecto me ha recordado a otra de las últimas decepciones en falsos documentales y películas de metraje encontrado, la floja "El heredero del diablo", que os aseguro que tengo en mi lista de filmes a reseñar en esta revista, otra a la que le daré caña, aunque tiene más aciertos que "Devil Inside", a pesar de que eso no sea decir mucho.
El mal se esconde dentro |
"Devil Inside" es una película demasiado normal, extremadamente convencional. Si hay cintas de terror que podríamos describir como una montaña rusa de sensaciones, "Devil Inside" vendría a ser como un paseo por el parque en un día nublado, triste y sin ninguna gracia. Sí, de vez en cuando nos encontramos a unos patos a los que darles pan, o a un par de ancianos que se detienen a nuestro lado para charlar con nosotros y contarnos batallitas, pero más allá de esos momentos, no tiene nada más. Efectos especiales, ritmo, desarrollo de la historia, personajes, maquillaje de los poseídos... Todo flojo, aunque la palabra que mejor define el conjunto del filme es aburrido, anodino, monótono hasta decir basta. Repito, cuando un falso documental no tiene un final donde explote toda la tensión acumulada por el metraje anterior, no sólo es malo, sino bastante malo. Especialmente cuando antes de ese clímax no hemos tenido nada realmente a destacar.
A su favor la película tiene que no dura ni hora y media, lo cual hace su visionado bastante corto y soportable a pesar de lo sosa que es. Su duración, precisamente, es el mejor ejemplo de que sus responsables no han sabido sacarle todo el jugo que tiene una historia que podría haber dado para mucho, mucho más. Lo curioso es que su director, William Brent Bell, tiene dos películas más de terror en su filmografía, y ambas bastante efectivas, pero parece que con esta pinchó, al menos en crítica, porque en taquilla triunfó por todo lo alto, sobre todo en Estados Unidos, hasta el punto de que ya se prepara una segunda parte. Hay un par de momentos hacia el final (el suicidio de cierto personaje) bastante conseguidos, contiene escenas bastante tensas, la trama es bastante interesante a pesar de no estar bien aprovechada y el título invita a ver la película.
El poder de Cristo obliga |
Poco más es lo que encontraréis en "Devil Inside". Sosa, aburrida, con mucha falta de chicha... Repito, soy gran fan de los falsos documentales y las películas de metraje encontrado hasta el punto de que he disfrutado con producciones de bastante baja calidad, pero no he sido capaz de terminar "Devil Inside" y pensar que me había gustado lo que he visto. Se pueden rescatar algunos detalles, sin embargo, la lista de defectos es muy superior a la de aciertos, y no es que estos sean nada del otro mundo, como habéis podido leer. En definitiva, no puedo recomendar "Devil Inside" a no ser que seáis muy fans de las películas de exorcismos y los falsos documentales, y os falte verla. Si es así, espero que la disfrutéis más que yo.
Nota: 3,5/10
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