sábado, 31 de diciembre de 2022

Reseñas cinematográficas: Cuernos

 

Ficha Técnica

Título original: Horns
Director: Alexandre Aja
Intérpretes: Daniel Radcliffe, Juno Temple, Max Minghella, Joe Anderson, James Remar, David Morse, Kelli Garner, Heather Graham, Kathleen Quinlan, Michael Adamthwaite, Kendra Anderson, Jay Brazeau, Alex Zahara, Don Thompson, Nels Lennarson.
Guion: Keith Bunin
Música: Robin Coudert
Género: Terror, fantástico
Nacionalidad: Estados Unidos
Duración: 120 minutos
Año: 2013


Sinopsis:
Ignatius "Ig" Perrish afronta los peores momentos de su existencia. El único amor que ha conocido, Merrin Williams, ha sido encontrada asesinada tras una fuerte discusión entre ambos, justo la noche en la que la chica le confesó que pensaba cortar la relación. Todas las miradas apuntan a Ig como el más que posible culpable, afrontando una serie de calumnias, airados comentarios e iracundas miradas de vecinos y amigos. Mientras trata de esclarecer lo que ocurrió, Ig cae en una noche de sexo, alcohol y blasfemias, sólo para despertarse a la mañana siguiente con una gran resaca... y un par de cuernos en la frente. Pero las extrañas protuberancias no llegan solas, sino que le proporcionan a Ig la habilidad de que cualquiera que los mire le confiese sus más oscuros secretos, como si todos quisieran pedirle permiso para cometer los más horribles pecados. Lo que al principio será una maldición, se convertirá en una diabólica bendición a la hora de hallar al auténtico asesino de Merrin, sobre el que hará caer la ira del mismísimo Diablo.


Reseña:
¿Qué sería de Stephen King sin las adaptaciones cinematográficas de sus obras? Sería difícil dilucidarlo con precisión, pero no resultaría descabellado pensar que el éxito del que goza hoy día le hubiera llegado más tarde, mucho más tarde. El talento del de Maine es innegable a estas alturas de su carrera, y si no me creéis sólo hace falta leer "It (Eso)", "Apocalipsis", "La Torre Oscura", "Cementerio de animales" o "El pasillo de la muerte" para comprobarlo. Sin embargo, y teniendo en cuenta el gran alcance que tienen los medios audiovisuales, junto a lo temprano que alcanzaron el celuloide los trabajos del Rey, se hace bastante evidente que la pantalla grande fue de gran ayuda para que se diera a conocer mundialmente. El mismo King se ha posicionado en varias ocasiones al respecto, admitiendo que le debe mucho al cine, y que no sólo no lo olvida, sino que le está muy agradecido. Al fin y al cabo, y como él ha comentado en más de una entrevista, si a las salas van millones de personas que quizá no lean, es posible que cuando salgan de ver el filme, les apetezca disfrutar del libro cuya adaptación acaban de visionar. Si lo pensemos bien, no le falta razón al escritor de "El resplandor". Con que de esos dos millones de personas la mitad haga lo que dice el novelista, el negocio está asegurado. Incluso si la mitad de la mitad corren luego a comprar el libro de turno. Y que conste que hablamos de cifras muy bajas para las que se manejan en Estados Unidos, así que imaginad el cómputo global, en especial si nos referimos a Stephen King, uno de los escritores de terror más prolíficos de la historia, y también uno de los más adaptados, recogiendo solamente "Carrie" nada más y nada menos que cuatro películas. Si nos ponemos a hacer cuentas, las cifras resultantes marean. Sí, King tiene mucha, mucha razón al respecto.

Centrémonos en "Carrie". Contó como realizador con el soberbio Brian de Palma, quien dirigió a un reparto que contaba con talentos tales como los de Sissy Spacek, Amy Irving, John Travolta y Piper Laurie. Los efectos especiales de impresión no faltaron a la cita, el filme no pudo ser más ambicioso y rápidamente se convirtió en un clásico del cine de terror, lanzado tan sólo dos años después de que se editara la novela original. Stephen King en el cine no empezaba con buen pie, no, sino con uno de los mejores, con varios para ser más exactos. Con semejante inicio, ¿cómo no triunfar? Sí, es cierto que después de los 80 las adaptaciones de obras del de Maine caerían en una especie de sopor bastante insoportable, parece que hasta ahora, cuando se han vuelto a activar las películas King con más pretensiones que las de conservar los derechos de los libros. Sin embargo, en una década tan floreciente para el cine de género como imaginativa e impresionante, el autor estaba en la gloria con respecto al traslado de sus trabajos a la gran pantalla, y aunque mucho más tarde continuaría teniendo alegrías como "Cadena perpetua", "Eclipse total" y "La milla verde", el terror quedaría muy atrás, intercambiándose por otros géneros que plasmar en el celuloide. Por entonces, todo lo que escribía el Rey era adaptable para productores y empresarios de Hollywood, de ahí que a veces saliera lo que salía, con el consabido disgusto del escritor; y eso sin contar con las secuelas bastardas de algunos de sus títulos más famosos. ¿O alguien es capaz de olvidar las interminables entregas de "Los chicos del maíz", o la insidiosa secuela de "Ojos de fuego"? Hay que tener tragaderas para verlas, y eso que uno está bastante versado en lo referente a mal cine de terror. Pero centrémonos, porque no toca hablar de Stephen King, sino de Joe Hill. Y si así es, ¿qué tienen que ver ambos?

Ig y Merrin, juntos para siempre


Joe Hill es el "pseudónimo" de Joseph Hillstrom King, o lo que es lo mismo, uno de los tres hijos del de Maine, precisamente el que mayor éxito ha conseguido gracias a la palabra escrita. Tenemos entre manos a un autor que ocultó su apellido para que nadie pudiera acusarle de favoritismos o enchufes, para que nadie lo juzgase por él y para que ningún editor le publicara por el simple hecho de ser quien era. Y desde "Fantasmas", su primer libro, Joe Hill lleva dando buenas muestras de que no sólo es el Príncipe del Terror, sino más que digno heredero de su progenitor. "Fantasmas", una antología de relatos fantásticos y de terror, puso el listón muy alto, pero Hill no se detuvo ahí, sino que su primera novela, "El traje del muerto", iba más allá de la literatura King, resultando una historia tan espeluznante como terrorífica de principio a fin. Si bien "NOS4A2" confirmó que era hijo de su padre, "The Fireman" ha vuelto a dejar claro que le encanta mezclar la fantasía con el terror, y no quedarse sólo en éste género, por mejores resultados que le dé. Eso sí, antes de convertirse en todo un King con "NOS4A2", uno de sus mejores trabajos (¿cuál de ellos es malo?), Hill nos trajo "Cuernos", donde se alejaba por completo de su padre para demostrar de lo que era capaz él mismo sin recurrir a las características de éste. Fantasía y terror se mezclaban en una trama de venganzas y un ligero humor negro que le sentaba de maravilla, todo adornado con tragedia y amor. "Cuernos" es cien por cien Joe Hill, lo que explica la razón de que sea la primera de sus novelas en convertirse en una película. Una gran elección que termina siendo un notable filme.

"Cuernos", el libro original, nos contaba las vicisitudes de Ig Perrish, quien todavía sufre una enorme depresión por el asesinato de su novia, Merrin Williams, un crimen del que muchos le creen culpable en el pueblo donde creció junto a un grupo de amigos al que no perteneció el amor de su vida hasta que la conoció en la iglesia. Una noche, Ig Perrish hace un buen montón de "cosas malas" que lo alejan de Dios hasta el punto de que al amanecer descubre que le han salido unos pequeños cuernos en la cabeza. Por si la situación no fuera ya de por sí lo bastante extraña, no tarda en comprobar que la visión de las protuberancias provoca en la gente que se entregue a sus más bajas pasiones después de confesarlas e incluso pedirle permiso al mismo Ig para cumplirlas, como si fuera el propio Satanás. Mientras navega en el pasado de su vida con Merrin, el joven halla a su asesino, hallando secretos bajo secretos en su relación con la chica y el entorno que los rodeaba. Poco a poco, y conforme los pecados de sus vecinos le inundan, Ig acepta en lo que se ha convertido y en lo que ha de convertirse para conseguir la venganza que tanto ha deseado desde la muerte del amor de su vida. Como dicen, el Diablo está en los detalles, y le toca a él cogerlos todos para metérselos por la garganta a quien destrozó su idílica existencia.

Algo raro le pasa a Ig


Como podéis comprobar, la trama principal del filme de "Cuernos" no se diferencia demasiado de la que contiene la novela, sólo que, en cierto momento, elige tomar un camino distinto que el libro ya presagiaba. Sin desvelar demasiado, en la obra de Hill se descubre muy pronto quién es el verdadero asesino de Merrin, siendo el resto de la historia un compendio de flashbacks que nos llevan de la mano para conocer la intensa relación entre Ig y Merrin, además de todos los sucesos previos al fallecimiento de la chica, mientras Perrish trata de lidiar con el efecto de los cuernos y qué hacer exactamente con el asesino de Merrin. Por otro lado, en la cinta de Aja el misterio alrededor de la identidad de este personaje ocupa buena parte del metraje, siendo la producción muy cercana al cine de venganzas sobrenaturales al estilo de "El Cuervo" de Alex Proyas, con la que no son pocas las cosas que tiene en común (historia de amor, protagonistas destinados a estar juntos por encima de todo, personajes masculino que consigue habilidades sobrenaturales para vengar a su chica). Son dos caminos diferentes para una misma historia, uno nunca mejor que el otro, aunque es cierto que lo que se echa de menos en la novela (más venganza y terror) se tiene en la película, y viceversa (mayor profundidad de los personajes, más emotividad, un pasado más desarrollado para los protagonistas), teniendo en el filme un perfecto complemento a la obra de Hill. En mi opinión, esto es lo que debería ser una adaptación cinematográfica, un trabajo que fuera un extra para el título original, la personal visión del libro por parte del director, respetando al mismo tiempo el mensaje primordial de la historia. No hace falta realizar un calco exacto de la novela, pero sí conservar los detalles esenciales de su ADN. Alexandre Aja cumple con creces con este cometido, interesándose por otros aspectos de "Cuernos" que Hill trató muy superficialmente, más preocupado por el pasado de sus personajes y las razones que los llevaron a la situación en la que se hallan en el libro.

Sin embargo, "Cuernos" de Aja cae en un error bastante básico a la hora de trasladar un argumento literario a una producción hollywoodiense, y éste es el de simplificar la trama para que quepa en el metraje, algo que ocurre mucho cuando la obra original es demasiado extensa para que todo esté en la película. Sin alejarnos del universo King, a éste ya le ocurrió lo mismo con la miniserie televisiva "It", donde las capas de profundidad de la novela desaparecían para quedarse con la historia de terror de un monstruoso payaso enfrentado a siete niños con mucha imaginación. "It (Eso)" es un libro de más de mil páginas, así que o se hacía de esa manera, o directamente no se hacía, y algo similar ocurre con "Cuernos", llegando a no explicarse del todo bien ciertos sucesos como las razones que llevan al asesino de Merrin a hacer lo que hace, un deplorable acto que sí que se narra con todo lujo de detalles en la novela. Aun así, insisto, diría que no sólo ha sido decisión obligada por condensar toda la historia en dos horas de película, sino también por el hecho de que Aja ha elegido otra vía para contar las vicisitudes de Ig Perrish y sus cuernos, hasta el punto de que el clímax final es una pasada de rosca bastante importante, espectacular, pero bastante alejado de lo que nos encontramos en el libro, donde es un final con un bonito epílogo, mientras que en la cinta parece que se les ha acabado el tiempo. Sí, también es un final de fiesta, tras los demoníacos fuegos artificiales, bastante emotivo, aunque no el epílogo que la historia de Ig y Merrin piden. Digamos que la sombra de "El Cuervo" es bastante alargada para Aja. No son malas noticias, y aquí vuelvo a repetirme, porque la venganza de Ig aterriza diabólicamente sobre los responsables de la muerte de Merrin y quienes le han señalado como culpable a pesar de conocer la verdad. Escenas como la del psicodélico viaje de Terry Perrish, o el ataque a cierta camarera atestiguan que Aja ha puesto toda la carne en el asador a la hora de hacer más aterradora una historia que es más fantástica en su formato original. Y para ello el director se sirve también de los cuernos que dan nombre a la particular odisea de nuestro protagonista.

Listo para la venganza


No cabe ninguna duda de que lo que más llama la atención de la novela de Joe Hill es que a Ig Perrish le salgan cuernos de la noche a la mañana, y nunca mejor dicho, porque precisamente el libro empieza así, sin prólogos de ninguna clase, con el joven sufriendo las protuberancias antes de darse cuenta de lo que ocurre con ellas, lo que da lugar a algunas de las mejores escenas de la película, ligeramente suavizadas con respecto a la historia original. Por ejemplo, el encuentro entre Ig y el cura es mucho más revelador de lo que nos muestra el filme, y todas las conversaciones con sus padres son demoledoras. Pasamos así de un cierto humor negro al ir sacando a la luz los peores secretos de los vecinos de Ig a sentir incluso pena por él por ir descubriendo aquello que ni siquiera desea conocer, como los peores sentimientos que tienen sus seres queridos hacia él. Cuando Ig deja de preocuparse por los cuernos, halla en ellos el arma perfecta para dar con el asesino de Merrin, y eso es lo que pasa, muy tempranamente en la novela y de forma más tardía en la producción cinematográfica, y ya cuando hemos tenido unas pocas venganzas de por medio. Alexandre Aja es un director notable, y en el fantástico y el terror se desenvuelve como pocos, llegando a realizar joyitas como el remake de "Las colinas tienen ojos", así que no es de extrañar que maneje con soltura un argumento tan fantástico como el que se nos presenta, incluyendo todo el tema de los cuernos, la traición, la venganza, los ángeles caídos y, por supuesto, Lucifer, retratado en el libro con mayor sutileza que aquí en el filme. Precisamente, si no fuera por la dirección de Aja, la cinta hubiera acabado en derroteros muchos menos ambiciosos y más de telefilme, al estilo de unas cuantas películas King. Por fortuna, no es así, y resulta perfecta la elección de Aja como realizador de la primera obra adaptada de Hill.

Pocas quejas podemos tener hacia el reparto, aunque la mayor de ellas, al menos para quienes hemos leído "Cuernos" antes de ver la película, es la elección de Max Minghella como Lee, el mejor amigo de Ig Perrish, tan diferente en físico al de la novela que resulta hasta irreconocible. Por lo demás, hay que admitir que tenemos a actores y actrices la mar de competentes, y no sólo en papeles protagonistas, sino como secundarios, ya que encontramos incluso a David Morse y a James Remar, intérpretes que se comen la pantalla sólo con aparecer en ella durante unos segundos. Sin alejarnos del entorno de Ig, tenemos también a un eficiente Joe Anderson como su hermano (qué poco partido se le saca en el filme a todo el tema del jazz), así como una atractiva y morbosa Kelli Garner como Glenna, nuevo interés amoroso de Ig y miembro del grupo de amigos donde también estaban Lee y, más tarde, Merrin. Sin olvidarnos del desagradable papel secundario que interpreta Heather Graham (a la que se echa cada vez más de menos en la gran pantalla), hay que poner la lupa en los dos protagonistas, Ig Perrish y Merrin Wiliams, o lo que es lo mismo, el profesional Daniel Radcliffe y la talentosa Juno Temple. Hay que admitir que el primero ha sabido deshacerse bastante bien del manto de Harry Potter, y eso se debe en gran parte a filmes como "Cuernos", inmersiones en el fantástico y el terror (no nos olvidemos de "La Mujer de Negro") cuando no se embarca en comedias románticas muy bien construidas. Por esfuerzo no será, y menos por talento, porque Radcliffe lleva más allá un personaje al que Hill no le saca todo el partido que puede en la novela. Se nota que está bien dirigido por Aja, quien no deja nada al azar, ni siquiera la banda sonora de la cinta, con una soundtrack que va desde David Bowie hasta Marilyn Manson, cuyo "Personal Jesus" aparece en una de las mejores escenas del filme. A modo de curiosidad, en "Cuernos", el libro, se hace una mención bastante divertida a Harry Potter, y sobre los seleccionados para Ig Perrish antes que Radcliffe, ¿sabíais que tanto Shia LaBeouf como Aaron Paul estuvieron cerca de conseguir el papel? No malas elecciones, no, aunque prefiero por mucho al ganador, un Daniel Radcliffe en estado de gracia, capaz de ser vulnerable, cruel y vengativo cuando el momento lo requiere.

¿Es Ig el mismísimo Lucifer?


En definitiva, "Cuernos" de Alexandre Aja cumple con creces con varios cometidos. Por un lado, el de ofrecernos otra notable producción fantástica en la filmografía de un realizador que debería ser más popular; y por otra parte, la misión de llevar por primera vez al cine a Joe Hill. Si comparamos con "Carrie", es evidente que "Cuernos" sale perdiendo, pero tengamos en cuenta que no son los mismos tiempos, y que lo que valía antes no vale ahora, y viceversa. Teniendo en cuenta todo lo que podría haber salido más a la hora de trasladar "Cuernos" al mundo del celuloide, la novela sale muy, muy bien parada, siendo una adaptación más que decente, aunque se quedé por detrás del material original, algo que era casi inevitable debido a la alta calidad que atesora el libro del hijo de Stephen King. No tenemos entre manos la película del año, y hasta nos llegó tarde (también se estrenó tarde en Estados Unidos, ojo), conteniendo algunos defectos que le restan muchos puntos que obtiene en los primeros minutos, pero si como adaptación funciona, como filme fantástico y de terror también, a pesar de sus altibajos. Los confusos pasos de Ig con los cuernos, los flashbacks, el descubrimiento del verdadero asesino de Merrin, las diferentes habilidades que va mostrando el protagonista, los secretos de los habitantes del pueblo, la forma en la que la localidad va perdiendo la cabeza... Si estáis dispuestos a entrar en el juego que nos proponen Aja y Hill entonces disfrutaréis de "Cuernos", hayáis leído o no la novela, la cual recomiendo encarecidamente. ¿No conocéis al Príncipe del Terror? Pues ya va siendo hora.


Nota: 8,5/10


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